Ya está entre nosotros The Legend of Heroes: Trails through Daybreak II, la entrega más reciente de una de las mejores sagas JRPG en la industria de los videojuegos, y con ella os traemos nuestro ya clásico análisis.
Disponible en formato físico y digital para Nintendo Switch y otras plataformas, esta entrega es la segunda parte del arco de regreso a Calvard y nos pone sólo un juego por detrás con respecto a la actualidad de la saga en consolas (aunque aún hay entregas que continúan sin haber visto la luz en consolas de Nintendo).
Por desgracia, y contrario a lo que venía siendo la tónica de la saga en la consola de Nintendo, esta entrega no cuenta con demo alguna en la eShop. Algo que no terminamos de entender del todo, ya que el juego sí tiene demo en PS4 y PS5. ¿Es este un presagio de alguna sorpresa desagradable? Vamos a descubrirlo en este, nuestro análisis.
The Legend of Heroes: Trails through Daybreak II, se encuentra clasificado como un título PEGI 18
¿Ya estamos liándola otra vez?
Con la amenaza de Almata disuelta y sin posibilidades de que vuelva, las buenas gentes de Calvard vuelven a tener una vida tranquila y sin grandes preocupaciones en su día a día. Por desgracia, los tiempos de paz no duran para siempre y una impactante serie de extraños asesinatos que involucran a unas desconocidas bestias carmesí vuelve a poner en marcha las ruedas del destino.
Las cosas están a punto de ponerse muy feas y varias facciones se han movilizado para entrar en acción. Algunas de ellas pensando en el bienestar mutuo y preservar la paz de Calvard, mientras que otras sólo piensan el beneficio propio, sin importar los métodos ni el precio a pagar. Una ves más, Van Arkride no podrá quedarse de brazos cruzados, emprendiendo una nueva aventura en la que veremos nuevas caras y también caras conocidas.
¿Hay que jugar al anterior?
Al igual que en entregas anteriores, The Legend of Heroes: Trails through Daybreak II incluye información suficiente como para enterarnos de todo lo que ha pasado con anterioridad. Puedes jugar sólo basándote en esta información (que es bastante completa), pero siendo sinceros esta es una continuación directa que tiene lugar unas pocas semanas después de su antecesora, por lo que no es algo que recomiendo del todo.
¡De vuelva al caso!
A nivel jugable, la tónica marcada por la entrega pasada se mantiene, con una mezcla entre combates en tiempo real y combate por turnos. Nuevamente, si un enemigo consigue acertarnos un golpe cargado significará un cambio al estilo por turnos, mientras que los jefes y enemigos importantes sólo pueden ser derrotados usando la estrategia y combatiendo a la antigua usanza.
Puede parecerte un tanto molesto, pero lo cierto es que la fórmula sigue funcionando de maravilla, permitiéndote no invertir mucho tiempo en combates contra enemigos comunes (o si necesitas farmear experiencia) a la par que sigue siendo un desafío en sus momentos clave. ¿Prefieres hacerlo a la antigua? No te preocupes que el sistema por turnos puede activarse en cualquier momento y en tiempo real.
Los sistemas de Craft y S- Craft también se mantienen sin grandes cambios. Son algo que siempre ha funcionado maravillosamente bien en la saga y que quizá sea mejor no tocar demasiado a estas alturas de la vida, por lo que esta decisión lejos de restar es algo que suma y bastante (si algo funciona bien y gusta, no lo toquéis, por mucho que creáis que tenéis la mejor idea del mundo).
Lo mismo sucede con los combos junto a otros personajes, aunque estos no los vemos en el modo de combate en tiempo real con tanta frecuencia como en el modo de combate por turnos (al menos en mi caso).
Entonces ¿Cuál es la gran novedad de esta entrega? ¡Pues los viajes en el tiempo! Sin entrar en el terreno de los spoilers, nuestras primeras horas de juego se saldan con una trágica conclusión y tras ciertos sucesos conseguimos la habilidad de retroceder unas cuantas horas en el tiempo y evitar desenlaces catastróficos.
No es una mecánica de la que puedas abusar, ya que el juego realmente no te revela cuál será la conclusión o momento de volver en el tiempo hasta que ya todo esté servido. En un solo capítulo de la historia se puede retroceder más de una vez, hasta dar con la resolución «canónica». Hay muchas sorpresas en esto de las líneas temporales y el juego sabe engañarte bien para que te confíes y creas que caminas hacia una resolución satisfactoria cuando en realidad las cosas están muy lejos de ello.
Aunque, por contra, es cierto que no puede evitarse esa sensación de que «se te está forzando a perder» al llevarte a callejones sin salida bajo la excusa de hacer gala de esta nueva mecánica. ¿Personalmente? No es algo que me haya disgustado, pero los más ansiosos podrían pasar un mal rato.
Otra novedad, aunque pasa algo más de tapadillo, es la inclusión de un «mmorpg» dentro del juego. Es una característica que nos permite explorar un mundo digitalizado en el que iremos superando zonas, divididas en niveles, y obteniendo recompensas. Además, los personajes que vayamos encontrando a lo largo de la aventura principal pueden sumarse a este modo con independencia de dónde se encuentren en ese momento de la historia.
Esta adición es bienvenida y divertida, aunque puede llegar a pasar un poco desapercibida si decides centrarte al 100% en la trama principal. También cuenta con otras opciones, como la de mejorar los objetos y obtener recompensas gracias a hackear cofres especiales, por lo que recomiendo pasarse de vez en cuando, aunque sea para limpiar una zona y luego seguir a lo tuyo. ¡Incluso hay cositas escondidas que se revelan tras superar la historia principal!
Caminando voy, caminando vengo
La exploración vuelve a estar muy presente y podemos recorrer escenarios de la entrega anterior para ver cómo es que algunas cosas han cambiado y otras siguen como de costumbre. En una escala menor, podemos apreciar esto con varios de los NPC del juego, los cuales reaccionan a nuestras acciones y decisiones, dándonos respuestas más o menos agradables según lo que hayamos hecho.
Y es que sí, el sistema de decisiones orientadas al caos, la ley o la neutralidad vuelve a estar presente. Se complementa con las misiones secundarias y no tienen vuelta atrás, por lo que recomiendo prestar atención a los diálogos, incluso cuando una secundaria parecer haberse resuelto de forma positiva.
Con respecto a estas secundarias, aunque tenemos variedad que incluye misiones de sigilo, de combate directo y recabar información, llega un punto en el que se vuelven un poco repetitivas (especialmente las de información). Esto es algo inevitable en un JRPG, pero se compensa con varias subtramas de lo más interesantes y que simplemente comenzaron con un «ayúdame a encontrar mi teléfono».
Otras actividades incluyen el encontrar recetas para cocinar, los paseos por las aguas termales y el tan deseado retorno de la pesca. La pesca fue una de las grandes ausencias de la entrega pasada y motivo de decepción para muchos fans. Su regreso llega por todo lo alto con un sistema de captura mucho más accesible y nuevas zonas en las que pescar.
¿Qué será lo siguiente?
A nivel de historia, aunque The Legend of Heroes: Trails through Daybreak II puede sentirse como un título de transición, tiene una historia que sí da la talla con respecto a lo que se espera de esta saga. Quizá no sea la revolución que muchos podrían haber esperado (esto es algo que siento se está reservando para la conclusión en Kai No Kiseki -Farewell, O Zemuria).
Conocemos a estos chicos y chicas desde hace mucho, por lo que siempre es agradable ver sus aventuras y desventuras. Especialmente cuando la acción se puede vivir desde dos puntos de vista distintos que se van conectando gracias a pequeños detalles.
Nintendo Switch 2, te necesitamos
En el apartado visual, si bien la saga mantiene lo visto en su entrega previa, no puedo evitar sentir que en el modo portátil la resolución se ha reducido un poco más. Esto se siente especialmente en los primeros planos de los rostros de los personajes y varios edificios que antes tenían algo más de detalle.
A ver, no es algo especialmente alarmante, pero sí nos da un indicio de que quizá este haya sido el motivo para romper con la tradición de tener una demo en Nintendo Switch. Sólo es algo visual y no impacta en el rendimiento, pero sólo acentúa la necesidad de tener ya entre nosotros a Nintendo Switch 2.
En cuanto a la banda sonora poco os puedo decir. La saga siempre ha estado a la altura en este apartado y The Legend of Heroes: Trails through Daybreak II no decepciona en ningún momento. Tampoco lo hace en el apartado de voz, donde nos ofrece el audio original en japonés y también en inglés con actuaciones de calidad. Eso sí, por desgracia volvemos a quedarnos sin una traducción en español, siendo tristemente una constante en esta saga.
Por último tenemos un buen rendimiento en sobremesa y portátil, el cual quizá llega a costa de haber reducido algo de resolución en este último, pero que se porta al darnos 30 frames estables prácticamente durante toda nuestra aventura.
The Legend of Heroes: Trails through Daybreak II – ¿Qué será lo siguiente?
Aunque para muchos pueda ser un juego de transición, The Legend of Heroes: Trails through Daybreak II es una aventura al nivel de lo que se espera de una saga tan querida como esta. Su historia es interesante y el nuevo sistema de líneas temporales hace que quieras ver todas las posibles variantes que el juego te permita.
El combate no se ha tocado prácticamente nada, pero funcionaba antes y funciona ahora, especialmente tras ese maravilloso cambio que nos permite alternar entre peleas en tiempo real y peleas por turnos. Eso sí, sin duda alguna no me avergüenza decir que lo que más celebro es el regreso de la pesca a la saga. ¡Y que no se vuelva a ir nunca!
The Legend of Heroes: Trails through Daybreak II se ha realizado gracias a un código digital cedido por Bandai Namco Esapaña. Versión analizada 1.0.1
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