Hasta la fecha, cada vez que he intentado hablarle de la franquicia a jugadores hispanohablantes, la respuesta más recurrente es que no la habían probado, ni estaban interesados por la barrera del idioma. La verdad es que llegué a pensar que esto nunca cambiaría, lo cual era una lástima teniendo en cuenta que son más de veinticinco años de videojuegos que han tenido su corazoncito incluso en los momentos de presupuestos más modestos. No obstante, para mi sorpresa Koei Tecmo y Gust decidieron poner toda la carne en el asador, apostando por fin por el español para el lanzamiento de Atelier Yumia: La alquimista de los recuerdos y la tierra imaginada. ¿Merece la pena esta entrega o lo único bueno que posee es la presencia de una traducción bastante competente? ¡Enseguida os lo contamos en nuestro análisis de la versión para Nintendo Switch!
Un mundo en el que la alquimia es tabú
Hace mucho, mucho tiempo, un imperio llamado Aladiss logró prosperar a pasos agigantados gracias a la alquimia y sin ir más lejos, el dominio de dicha técnica les ayudaba hasta a mantener a raya los problemas con otras naciones. No paraban de crecer y parecía que la nueva potencia llegó para quedarse, pero la realidad a veces es caprichosa y de un día para otro, ocurrió un misterioso cataclismo que literalmente les borró del mapa. Los registros que quedan de aquel entonces son escuetos, mas el mundo llegó a un consenso acerca del culpable que arrebató infinidad de vidas en ese continente. Siglos pasaron y, por culpa de esa masacre sin precedentes, la alquimia pasó a ser considerada un arte peligroso prohibido, maligno y un tabú, lo que fuerza a sus practicantes a moverse entre las sombras.
Tres años antes del presente, a ojos de todos, la dueña de un pequeño taller de herramientas acaba causando una explosión que termina con la vida de muchas personas de la República de Eustella y como ya te puedes imaginar, lejos de ser una artesana corriente, esa mujer era una alquimista que usaba el taller de tapadera. Por desgracia, ella también murió ese día, dejando prácticamente sola y en un mundo cruel, a su hija, la protagonista de esta historia. A pesar de nadar a contracorriente, Yumia Liessfeldt heredó de la madre su talento para manipular maná y, motivada por querer averiguar la verdad, se pone a entrenar para así unirse al Equipo de Investigación de Aladiss, un grupo de exploradores que necesitaba las habilidades de un alquimista para avanzar por las ruinas de un continente con muchos misterios por resolver… ¿Era Irene Liessfeldt una mala persona?, ¿la alquimia se merece ser tratada de esta manera?, ¿qué causó la tragedia de Aladiss? ¡Descubrir todo eso y más está en tus manos!
Aunque no llegan a abandonar las pinceladas de «Slice of Life» que suelen estar presentes en la franquicia, ni a desatender la comedia en los momentos que se prestan a ello, Atelier Yumia es, sin lugar a dudas, una de las entregas con la trama más profunda y adulta que han sacado. No vamos a entrar en detalles para no haceros «spoilers» innecesarios, pero ya os adelantamos que no les tiembla el pulso a la hora de tocar temas crudos, que a la protagonista no la reciben precisamente con los brazos abiertos y que todos los personajes principales tienen una historia interesante que contar. Llegados a este punto, toca responder a dos preguntas que hemos visto con cierta frecuencia. Lo primero a aclarar es que no necesitas jugarte ningún Atelier previo para disfrutar de este, pues esta IP se divide por sagas (Dusk, Mysterious, etcétera) y son completamente independientes las unas de las otras. Lo segundo a mencionar es la duración, que aquí la cosa depende de la forma de jugar de cada uno. Antes de escribir este análisis, jugué durante unas 60 horas hasta llegar a los créditos, tomándome mi tiempo para explorar las diferentes regiones del continente. Por el contrario, si decides centrarte solo en lo principal, algo que no te recomiendo para evitar perderte eventos que merecen la pena y el «lore» que esconden los «viales de los recuerdos», estimo que el contador baja en torno a las 35 horas más o menos.
Sintetizando con zapatos nuevos
Vamos a arrancar el espacio de la jugabilidad, explicando cómo funciona la alquimia en Atelier Yumia. Abandonando los clásicos calderos y por extraño que suene, en este mundo los alquimistas trabajan manipulando el maná de los ingredientes a través de una serie de danzas en unos altares peculiares. Entrando en materia, estamos ante un sistema gratificante y fácil de usar, que va ganando complejidad con el pasar de las horas. En cualquier caso, la cosa gira en torno a «ranuras resonantes» y se divide a través de núcleos de alquimia. A grandes rasgos, los núcleos son los «efectos» que se desbloquean rellenando ranuras de materiales y dichos efectos pueden desde aumentar el ataque de un arma que estés sintetizando, hasta hacer que una armadura te cure poco a poco de forma pasiva.
Por su parte, de normal, cada ranura solo admite un ingrediente, esos ingredientes afectan a un rango concreto a través de su «resonancia» y alrededor de ellas flota maná, que aquí se manifiesta en forma de estrellas. El propósito es sencillo: debes darle a las estrellas de maná y a otras ranuras con el rango de resonancia de cada material, pues con cada reverberación que se produce, mejoras el efecto del núcleo y el objeto en general. Como es natural, no todas las ranuras son iguales: por ejemplo, existe una que te permite meter varios ingredientes para que el rango de esa ranura cubra todo el tablero. En cuanto al número máximo de ranuras que tiene cada núcleo, la cosa depende del nivel que posea la receta; si a la hora de recordar una receta gastas pocas partículas de las que se consiguen explorando o combatiendo, las posibilidades del sintetizado son escuetas, mientras que si tiras la casa por la ventana, nada te impide dedicarle media hora a perfeccionar un accesorio. Por cierto, en caso de que este apartado de Atelier Yumia te dé pereza, puedes dejar que el juego te haga un apaño por su cuenta, pero sé consciente de que si deseas crear objetos perfectos o controlar bien lo que se gasta, te toca mancharte las manos.
Siguiendo con el hilo previo, está que los «traits» de toda la vida ahora se llaman «atributos» y se obtienen de forma diferente, eliminando en gran medida el factor suerte de la recolección de ingredientes. En lugar de ser rasgos heredados de lo que introduzcas en un caldero, a través de distintos métodos es posible conseguir «cristales de atributos» que son equipables en objetos sintetizados y sobra decir que aumentan el daño de los objetos ofensivos, suben la defensa de armaduras, etcétera. Las únicas pegas es que primero debes desbloquear cada hueco y que no te dejan poner dos cristales del mismo elemento. Cambiando de tema, tenemos las habilidades alquímicas, las cuales se desbloquean mediante el árbol de habilidades, se seleccionan antes de comenzar un sintetizado y sirven para cosas como aumentar el número de artículos que vas a producir. Por otra parte, quiero recalcar una de las mejoras de calidad de vida que más me gustaron de esta propuesta: permiten guardar una síntesis en progreso para continuarla más tarde, lo que te da incluso la oportunidad de reponer stock. Ya para acabar con la alquimia, falta mencionar la síntesis sencilla: se emplea para crear objetos simples de forma rápida, siendo clave para reponer la munición de la bolsa de exploración, hacer kits de reparación de cofres y cosillas similares.
Aquellos que jugarais otros Atelier modernos, probablemente recordaréis la mecánica de decorar tu casa. Pues bien, en Atelier Yumia han llevado eso al siguiente nivel: repartidas por las regiones del juego, hay múltiples zonas de construcción y en cada una de ellas podéis dejar volar vuestra imaginación. Además de para sacar a relucir al decorador que lleváis dentro o para ver qué sale dejándole la casa al azar, esta mecánica es útil para crear zonas de trabajo espontáneas antes de seguir explorando y hay edificaciones predefinidas importantes, como el invernadero que multiplica materiales. Eso sí, antes de ponerte manos a la obra, ten presente que todo esto gasta materiales, que los planos se consiguen en eventos o misiones y que existen zonas de construcción más grandes que otras.
La acción toma el timón
A continuación toca hablar del sistema de combate, el cual es adictivo a la par que dinámico y sigue los pasos de las batallas en tiempo real (ATB) de la trilogía de Ryza, pero no se encuentra muy lejos de convertirse en un «action RPG». En vez de marearos con la categoría en la que entra esta propuesta, mejor vamos a explicar cómo funciona la cosa. Para empezar tenemos la posibilidad de movernos sobre dos «raíles», el de la vanguardia y el de la retaguardia. Aparte de para evitar estar en la trayectoria de un ataque enemigo, cambiar de rail pone a disposición de tu personaje una lista de habilidades distinta y sí, todos las armas son capaces de infligir daño a distancia, por lo que está en ti decidir si te viene mejor que Yumia reparta patadas o escopetazos con su bastón. Asimismo, puedes lidiar con las arremetidas de tus adversarios poniéndote en posición defensiva para paliar daños o esquivando en el último momento. Esto tiene miga, pues si desbloqueas la opción en el árbol de habilidades y haces una esquiva perfecta, te permiten rotar con un aliado, con el plus de que al entrar, lo hace propinándole un buen golpe a tu rival. Por cierto, Atelier Yumia ofrece varios niveles de dificultad que modifican la salud y el daño que causan los enemigos, mientras que al mismo tiempo dispone de ayudas adicionales para los usuarios que las necesiten.
Dejando a un lado que cada personaje posee una particularidad al pelear y que nada te impide configurar la actitud de tus aliados para que usen objetos, se enfoquen en la ofensiva y tal, están las acciones de aliados. Básicamente, cuando un enemigo está aturdido, te dan la oportunidad de atacarle junto a un aliado con un objeto al que sea vulnerable. Con esto propinas un buen golpe, pero recuerda que los usos del objeto se consumen. Y hablando de objetos, en esta ocasión consiguieron que tengan un peso real en el rumbo de las batallas y tu equipo es capaz de equiparse hasta cuatro de apoyo o curativos, mientras que los ofensivos son individuales. En cualquier caso, úsalos sin miedo, porque se recargan al igual que las habilidades y no los pierdes al terminar una contienda. Lo siguiente a explicar son las oleadas de maná; cada vez que emplees un objeto, un medidor se rellena en base a lo poderoso que sea y tras llegar al 100%, te dejan activar la oleada. En ese estado, el usuario cambia su set de habilidades a uno más poderoso y el medidor empieza a caer en picado, volviéndose un succionador de salud si llega a 0, por lo que es recomendable que uses antes el ataque definitivo del personaje para evitar que sea derrotado.
Por último, pero no por ello menos importante, toca hablar un poco de la exploración, uno de los ases de Atelier Yumia. Para empezar tenemos la excelente movilidad de la protagonista, siendo ella capaz de dar saltos en pared e incluso saltos triples si los desbloqueas gastando prismas en alguno de los santuarios que hay repartidos por el mundo. Y dichos prismas, se consiguen a su vez poniendo santuarios operativos mediante pequeños puzles o pegando tiros. Aparte de disponer de acciones como tirarse en tirolina, reparar cofres dañados, recolectar ingredientes, expandir escaleras a punta de pistola, nadar o gatear para atravesar huecos bajos, también introdujeron una pequeña mecánica de sigilo; si caminas agachado, a los enemigos les cuesta más detectarte. En todo caso, si hablamos de novedades y no contamos lo de construir bases a tu gusto, la que se lleva la palma es la Procella, una «moto alquímica» que vuelve menos atractivo los viajes rápidos gracias a su gran velocidad. Es importante mencionar que cada región hace gala de una lista de tareas a completar a cambio de premios, como la receta de la munición explosiva, que va bien para destruir obstáculos o para dejar a enemigos. Asimismo, existen zonas con una concentración tan alta de maná que provocan incluso desmayos y la única forma de acabar con ellas es con la intervención de Yumia. Sin embargo, como ni siquiera ella es inmune, acaba creando un núcleo de energía que actúa de barrera temporal que protege a todo el equipo de eso, de caídas desde grandes alturas y juega un papel clave en ciertas acciones.
Un lienzo plagado de bailes
En líneas generales, esta propuesta es visualmente resultona, los personajes disponen de buenos diseños y explorar los escenarios es disfrutable, pero mentiríamos al decir que es oro todo lo que reluce. Para funcionar bien en Nintendo Switch, se nota que tuvieron que hacer algunas concesiones, como dejar texturas algo reguleras en según qué cosas, popping o dientes de sierra a veces pronunciados y aun con esas, el «framerate» se resiente en ciertas situaciones, hemos visto cómo nos estampamos con fragmentos de escenarios que nos cargaron en la cara de golpe y sufrimos un par de «crasheos», que por suerte fueron amortiguados gracias al autoguardado. A eso hay que sumarle que el tamaño de las letras de algunos textos de la interfaz se queda corto para el modo portátil. Dicho eso, como no queremos cerrar el párrafo con tan mal pie, vamos a recalcar que la dirección de arte hizo un buen trabajo, que los personajes son expresivos con detalles como el pelito alocado de Yumia y las cosas como son, las escenas que salen a relucir durante eventos importantes, son una gozada para la vista.
Si hay un tiro que Gust nunca falla es, sin lugar a dudas, el sonoro. Ya se podía intuir por los tráileres que se publicaron que el nivel es alto, pero os confirmamos que es una realidad como un templo que Atelier Yumia hace gala de decenas de melodías que estamos deseando oír en plataformas como Spotify. Por si había alguna duda, el doblaje japonés no se quedó atrás y no es de extrañar, contando con seiyuus del calibre de Takaya Kuroda (Kazuma Kiryu en los Yakuza) o Yoko Hisaka (Mio en K-On). En cuanto a los efectos de sonido, no tenemos queja alguna y consiguen que la experiencia sea más inmersiva.
Atelier Yumia: La alquimista de los recuerdos y la tierra imaginada – Una historia digna de recordar
En definitiva, con una historia elaborada con mimo, una jugabilidad adictiva, un apartado sonoro cuidado, personajes carismáticos y encima una traducción española oficial, estamos ante un JRPG que sin tapujos os digo que ha logrado colarse en mi top 3 de la franquicia Atelier. Si os gusta el género, estáis tardando en darle una oportunidad.
Hemos analizado Atelier Yumia: La alquimista de los recuerdos y la tierra imaginada gracias a una copia digital cedida por PLAION España. Versión analizada: 1.0.0
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