Una de las nuevas sagas que más ha ido afianzándose en Nintendo, ha sido Splatoon. Desde que salió por el año 2015 para Wii U, el primer título de la saga ya revolucionó al mundo de Nintendo, y es que un shooter protagonizaba por primera vez una de las franquicias de la Gran N. Sabemos que instaurar una nueva IP es algo muy complicado, pero parece que en el caso de la saga Splatoon, ha sido algo sencillo. Así, de esta manera hemos podido disfrutar de otras dos entregas de la saga de los niños calamar.
Algo que revolucionó la segunda entrega, fue su pase de expansión: La Octo Expansión, una nueva aventura, donde nos enfrentábamos a diferentes desafíos nunca antes vistos. Tuvo tanto éxito, que el modo historia de Splatoon 3, es muy similar a la Octo Expansión. Pero, ¿qué nos tendrían preparados los desarrolladores de Splatoon 3 como pase de expansión para esta tercera entrega? Hemos tenido que esperar un poco desde su anuncio, pero por fin podemos jugar a La cara del orden, una nueva aventura donde tenemos que tener toda la maña y astucia para poder superarla. ¿Queréis saber qué nos ha parecido? ¿Estará a la altura de la Octo Expansión? ¡Pues sólo tenéis que seguir leyendo este análisis!
Cromópolis ha perdido todo su color
Tras el Splatocalypse, último Splatfest que tuvo lugar en Splatoon 2, el equipo Caos liderado por Perla, se alzó con la victoria, y por consiguiente, llevó el caos a Cromópolis. De esta manera, Marina, lideresa del equipo Orden, crea el pastiverso, un mundo virtual. Sin embargo, el pastiverso ha sido «hackeado» por Ordon, un villano que anula la voluntad de Marina, controlando de esta manera dicho universo virtual. Ordon ha quitado todo el color de Cromópolis, dejando un mundo decolorado, y es que mediante la decoloración, Ordon anula la voluntad de todo personaje que se ha quedado atrapado en el pastiverso.
En esta nueva aventura, encarnamos al Agente número 8, un octariano que se queda atrapado en el pastiverso. En dicho universo, aparece una ayudante muy especial, Perla, el otro miembro del dúo Cefalopop. Sin embargo, Perla no tiene la forma o cuerpo que tiene en el mundo real, ya que en el pastiverso es un dron. Con su inestimable ayuda, podemos acceder a la Torre del Orden, torre donde se encuentra atrapada Marina, que tras liberarla de las garras de Ordon, nos ayuda en esta aventura hackeando diferentes habilidades.
Tras la liberación de Marina, nuestro cometido es devolver a Cromópolis todo su color, destruyendo a Ordon, el cual se encuentra en la última planta de la Torre del Orden. Para ello, hemos de equiparnos con un arma, y subir en un ascensor planta por planta para ir superando desafíos. En dicho ascensor encontramos a Acht, una «amiga» de Marina de años atrás. Gracias a las conversaciones que tienen ambas amigas en el ascensor, podemos descubrir mucho más sobre el trasfondo de la historia de este pase de expansión.
El estilo roguelite llega a Splatoon
La premisa como vemos es muy sencilla, ir subiendo planta por planta en el ascensor para ir superando fases y de esta manera llegar a Ordon, el cual se encuentra en la última planta, la número 30. Aunque parezca sencillo, no lo es, y es que por primera vez en Splatoon, estamos ante un juego estilo roguelite. Para el que no esté familiarizado con este estilo de títulos, son juegos donde sus pantallas se generan aleatoriamente, por lo que cada partida es totalmente diferente a la anterior. Y por supuesto, la dificultad radica en que no podemos morir, ya que si no superamos un piso y se nos acaban todas las vidas, hemos de empezar a subir la torre desde el principio.
Para poder superar toda la torre, el Agente número ocho dispone de una paleta, la cual corresponde a un arma en concreto. Como es lógico en Splatoon, dicho arma principal tiene su arma secundaria y especial. Pero la cosa no acaba ahí, y es que cada tableta se ha de ir rellenando con diferentes cromochips, que son habilidades que se van añadiendo a la paleta una vez superamos una fase o piso. Hay diferentes tipos de cromochips: potencia, ayuda, alcance, movilidad fortuna o dron Perla. Cada uno de ellos, como digo, potencia la paleta, y por lo tanto nos ayuda a poder superar un nivel. Otra de las grandes ayudas para superar la torre, es el dron Perla. Nuestra querida amiga nos ayuda venciendo enemigos, poniéndoles trampas o lanzando chorros de tinta.
Cuando subimos un piso, nos dan tres opciones para superarlo. Entre esas opciones hemos de ver qué tipo de desafío es: fácil, normal, difícil o dificilísimo, condiciones y el tipo de cromochips que ganamos si superamos ese nivel. De esta manera podemos ir rellenando nuestra paleta con diferentes cromochips que nos potencien de una manera o de otra. Cada vez que superamos un piso, no sólo ganamos un cromochip, sino también una cantidad de pastimonedas, las cuáles van acordes con el tipo de desafío: cuanto más difícil sea el desafío, más pastimonedas conseguimos. Las pastimonedas nos sirven para comprar diferentes cromochips, vidas o cambiar de armas secundarias o especiales cuando alcanzamos un nivel con máquina expendedora.
Entre las condiciones del piso podemos tener: destruir portales de los cuáles aparecen oleadas de enemigos, mantener un área pintado durante un tiempo, destruir enemigos que huyen, desplazar una turbina o guiar una bola ocho. Aunque parezca sencillo, no lo es, y es que en cada pantalla encontramos a los enemigos enviados por Ordon, los esquealetas, una especie de peces huesudos que nos lo ponen muy difícil. Hay veces que las condiciones del piso nos pueden variar según entramos en él, y es que de repente puede estar todo a oscuras, como estar prohibido nadar, o que el dron Perla no nos ayuda.
Superar a Ordon no es nada fácil, pero una ayuda siempre viene bien
Como comentaba, si no superamos un piso, hemos de empezar de nuevo, y la paleta de esa arma, se queda totalmente vacía de cromochips. Sin embargo, si vamos superando niveles, vamos ganando pastimonedas, que al finalizar una subida a la torre, éstas se convierten en perlas. ¿Y para qué son las perlas? Pues son la moneda de cambio para que nuestra querida Marina pueda hackear nuestras habilidades y poder así desbloquearlas. De esta manera el dron Perla puede soltar bombas o lanzar tinta, podemos conseguir más vidas, mejorar nuestra defensa, y un largo etcétera. Gracias a estos hackeos, nuestra habilidades son mucho mejores y podemos cada vez superar pisos con mayor facilidad.
Dentro de la torre, hay pisos clave, como son el 10 y el 20. En estos pisos, nos enfrentamos a diferentes jefes, que si los derrotamos, conseguimos una llave. Dicha llave nos sirve para poder abrir un departamento de la taquilla de la entrada, y poder obtener una recompensa. Varias de estas recompensas son nuevas paletas, las cuales están asociadas a nuevas armas para poder superar así la torre y vencer a Ordon.
Adictivo, pero puede resultar repetitivo
Este pase de expansión, es muy adictivo, y es que ese componente de desafío, hace que el jugador quiera más y más. También es verdad, que hay que destacar que habrá a mucha gente a la que le desespere el tener que empezar desde el principio la torre. Y he de reconocer que a mí me ha llegado a pasar, sobre todo cuando estaba en los últimos pisos y los esquealetas me lo pusieron demasiado difícil. Sin embargo, el ir superando pisos y el subir un piso más de donde te habías quedado en la partida anterior, hace que la sensación de superación sea triunfal.
También hay que reconocer que ha habido momentos en los que se me ha hecho repetitivo, y esto le puede pasar a muchos jugadores. Como decía, es un estilo roguelite, donde cada partida es totalmente diferente a la anterior. Y, aunque hay diferentes pantallas, cuando juegas varias partidas, te vas a dar cuenta de que has jugado a un montón de ellas ya. También esto hace que te conozcas ese nivel y que te sea más fácil superar dicho nivel, siendo esto, algo «positivo» para tu objetivo final, el último piso.
Splatoon 3: La cara del orden – Un giro de 180º a la saga
Cuando salió el anuncio de La cara del orden, el pase de expansión de Splatoon 3, muchos pensábamos si estaría a la altura de la Octo Expansión. Tras jugar y finalizar la Cara del Orden, he de decir que sí, está a la altura de lo que en su día supuso la Octo Expansión. Lógicamente hay que tener en cuenta de que no es un mismo estilo de juego, ya que en La cara del orden estamos ante un roguelite, donde cada partida es única, aunque, con varias partidas de por medio, podemos ver que muchas de las pantallas ya las hemos jugado anteriormente.
Lógicamente cuenta con el sello de la saga Splatoon: calidad por todos los tentáculos. Y esta calidad lógicamente está en su estilo gráfico increíble, rendimiento perfecto, así como una banda sonora a la altura de la saga. Por todo ello, si te ha picado el gusanillo tras leer este análisis, quieres jugar a algo diferente a lo hasta ahora visto en la saga Splatoon, la Cara del orden te está esperando.
Hemos analizado el Pase de expansión de Splatoon 3: La cara del orden, gracias a un código de descarga digital proporcionado por Nintendo. Versión analizada: 7.0.0
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