Las novelas visuales siguen siendo una parte interesante del catálogo de Nintendo Switch, especialmente debido a la posibilidad de jugarlos en cualquier lugar. Cada poco tiempo la híbrida de Nintendo recibe un nuevo juego de este género, y la especialidad de Reef Entertainment son los juegos otome (el último que analizamos fue My Next Life as a Villainess basado en el popular manga y anime del mismo nombre). Otomate sigue lanzando nuevas historias de romance con las que encandilar a sus fans, y el título que nos llega hoy es una propuesta que justo llega esta misma semana a la consola (aunque el lanzamiento en Japón se produjo hace más de un año): Sympathy Kiss.
Una nueva posibilidad laboral nos lleva a adentrarnos en una historia llena de posibilidades y candidatos para encontrar el amor. Sympathy Kiss se plantea como una propuesta algo diferente a las disfrutadas hasta ahora, como que se aleje mucho de las temáticas de fantasía para llevarnos a un Japón actual. Y con ello, también observamos algunas decisiones curiosas en cuanto al diseño del juego. ¿Lograremos encontrar a nuestra pareja ideal a la vez que progresamos en nuestra trayectoria profesional? Comienza nuestra historia en Estario.
Juntando el trabajo con el amor
En Sympathy Kiss jugamos el papel de Akari Amasawa (o bien podemos ponerle el nombre que queramos), una joven que lleva un año como diseñadora en Estario, una empresa de aplicaciones. Tras algunos rumores y sus propias dudas, Akari es transferida a un nuevo departamento que tiene como objetivo revitalizar Estarci, una antigua aplicación de noticias. Es a partir de este traslado por el que conocemos al plantel de personajes y opciones románticas disponibles, aunque estas no se limitan a los compañeros de trabajo. Como suele ser habitual, cada uno de ellos posee una personalidad particular con la que intentar atraernos, y es nuestro trabajo lograr llegar hasta sus corazones.
El contexto general de la historia es bastante agradable, y eso se percibe a través de los diseños de los entornos y personajes. Los lugares que visitamos suelen estar muy iluminados y detallados durante el día, y se emplean los colores adecuados para según qué personajes, optando por colores más pastel para aquellos que se muestras más cercanos y más oscuros para los que tengan un carácter más distante. El estilo artístico se centra en la madurez de los personajes, pero también dejando claro quien puede tener un carácter más inocente que otros. En el apartado musical no hay mucho que decir: las melodías son animadas en según qué contextos, pero en cierto modo genéricas. Eso sí, hay que afrontar el típico problema de estos juegos: solo viene en inglés. Sí, ya es habitual decir esto, pero sigue siendo un inconveniente para les jugadores de habla hispana.
Alterando la estructura de los otome
Lo que quizá más nos ha llamado la atención de Sympathy Kiss es la forma en la que altera algunos de los convencionalismos del género, empezando por el propio personaje principal. En los otome que hemos jugado hasta ahora, nuestra protagonista tenía un diseño bastante específico y una voz propia. Pero en este juego, apenas se ve a la protagonista, salvo en los CG (las imágenes de los eventos del juego), y aun así, es confuso: en algunas imágenes solo se muestra una parte del personaje, y en ninguna de ellas se llega a ver su rostro. A lo largo del juego, la protagonista nunca habla directamente, sino que todas sus conversaciones las hace en estilo indirecto (por ejemplo, “le dije que confiara en mí” en lugar de “confía en mí”). Estas decisiones son un poco extrañas porque, por un lado, permite al jugadore meterse más en el personaje, pero también sientes que son les demás quienes hablan y tú observas de forma pasiva.
La otra gran diferencia con juegos anteriores es la propia estructura. Lo habitual suele ser tener una “ruta común” por la que avanzar y en la que van surgiendo las diferentes posibilidades de romance. Llegado un punto, si se ha conseguido establecer la relación, se activa la ruta específica de dicho candidato. Pero aquí no es así. El breve prólogo y las pocas cuestiones que se nos plantean son lo único que determinan qué ruta vamos a seguir, cuando en otros juegos la historia se suele desarrollar algo más. Además, una vez dentro de la ruta de un personaje, las opciones que surgen nos hacen incrementar dos barras diferentes: trabajo y amor, llevándonos a un final distinto en función de qué barra ha aumentado más. Este cambio en el estilo de juego hace que la historia base sea menos importante, ya que se acaba adaptando al candidato que hemos escogido. Por supuesto, tratándose de un otome, lo que se busca es el romance, pero al final lo que se logra es que el juego sea un conjunto de mini historias que van por diferentes caminos en vez de tener una historia principal con diferentes finales, y eso puede hacer que no enganche tanto como otros títulos del género.
Sympathy Kiss – ¿El amor cuenta como horas extra?
La sensación que nos deja Sympathy Kiss es que se trata de un título más ligero a nivel de narrativa que otros juegos de la compañía. Por supuesto, la parte romántica sigue presente, pero el juego está diseñado para que las historias sean mayormente diferentes en función de nuestra nueva pareja. A nivel de diseño, se muestra una vez más la experiencia de Otomate, y es agradable tener un título con una atmósfera mayormente positiva (aunque eso no significa que no haya drama). Si sois fans de los otome, Sympathy Kiss es un buen título que añadir a la lista como “lectura ligera”.
Hemos analizado Sympathy Kiss gracias a un código digital cedido por Reef Entertainment. Versión analizada: 1.0.0
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