Cuando hablamos de la rivalidad entre el fontanero más icónico del mundo de los videojuegos y el «gorila estúpido» que puso la primera piedra de una saga histórica del medio, lo normal es volver a aquel juego que, a principios de los años 80, maravilló a propios y ajenos con sus plataformas, sus escaleras, sus barriles y sus martillos. Mucha menos gente recuerda la versión de Game Boy, que amplió la experiencia con una impresionante cantidad de niveles nuevos, puzles de lo más imaginativos y una jugabilidad que te dificultaba despegarte de tu portátil. Pasaron años hasta que Mario vs Donkey Kong, ya en la etapa de Game Boy Advance, tomara el relevo y le diera una nueva capa de profundidad, con elementos y mecánicas que vuelven a estar de actualidad gracias a la versión recién estrenada en Nintendo Switch.
Probablemente, cuando piensas en los duelos entre el bigotudo y el primate, se te vengan muchas otras ocasiones a la cabeza. Han competido en carreras de coches, deportes de todo tipo, juegos de tablero, combates con otros muchos personajes, y en última instancia, el largometraje de Illumination que les llevó de la rivalidad a la colaboración. Pero merece la pena que prestes atención ahora, porque si no tuviste la ocasión de jugar esta saga spin-off anteriormente, es posible que descubras una aventura que garantiza diversión para todos los públicos. Acompáñanos, porque esto va de perseguir al mono.
Asaltando la fábrica de juguetes
La premisa de Mario vs Donkey Kong es bien sencilla: el picajoso gorila se ha encaprichado de los pequeños Minimarios de juguete, y ha asaltado la fábrica de juguetes de Mario para robarlos a todos. Pero como es tonto perdido, se le han ido cayendo por el camino mientras escapa. Nuestro querido fontanero, cómo no, no podía consentir que el mono se saliera con la suya, y emprende una persecución en la que busca recuperar a todos esos muñecos. Algo que no es tarea fácil, porque el macaco ha decidido pasearse por medio mundo en su huida.
Ante nosotros se nos abre una incesante carrera en la que siempre vamos a rebufo, pero en la que no es tan importante atrapar al mono como no dejarnos ningún muñequito por el camino. ¿Obstáculos? De todo tipo. Hasta ocho mundos llenos de diversos enemigos, pinchos, lianas, lava, bombas, escaleras, interruptores, cintas transportadoras, que constituyen en su conjunto una serie de niveles excelentemente diseñados y que dan como resultado una jugabilidad tan adictiva como siempre. Ah, y los martillos. ¿Has jugado alguna vez a Super Smash Bros? Entonces, te van a sonar estos martillos. Y te va a encantar usarlos.
Mario vs Donkey Kong, la llave de la diversión
La estructura general de Mario vs Donkey Kong es muy sencilla. Cada mundo se divide en ocho niveles: seis niveles normales, un nivel al que llamaremos «de reunión», y el enfrentamiento final contra el gorila. Los niveles normales, a su vez, se subdividen en dos partes: una en la que hay que conseguir una llave y llevarla a la puerta, y otro consistente en recuperar al Minimario de turno. El nivel «de reunión» se abre al completar los seis niveles normales, y consiste en lograr que los seis Minimarios lleguen sanos y salvos a su caja. Y esto nos conviene mucho, porque cada Minimario es una «vida» en el combate contra Donkey.
A priori, puede sonar algo repetitivo, pero no lo es. Cada mundo tiene sus propios elementos y desafíos propios de su ambientación: lava, hielo, pinchos, bombas, cables con electricidad, láseres, y un sinfín de obstáculos y enemigos. Asimismo, hay que añadir que cada nivel es un ente propio, con su estructura y su diseño de niveles. Puedes encontrar niveles medianamente similares, pero no hay dos iguales. Y, aunque su diseño está bastante bien medido, los jugadores más avezados serán capaces de encontrar atajos y trucos para evitar complicaciones. Lo mismo sucede con los combates contra Donkey Kong: no hay dos iguales. Cada uno tiene sus peculiaridades y sus mecánicas, ligadas al mundo que acoge la lucha.
Un juego que quiere dar la bienvenida a todo el mundo
La experiencia de Mario vs Donkey Kong busca ser accesible para todo tipo de público, incluyendo los más pequeños de la casa, o los que prefieran jugar de forma más tranquila. Si entras en este grupo, cuentas con el modo relajado: en él, no hay límite de tiempo en los niveles, la llave tarda 15 segundos en volver a su lugar de origen si la sueltas, y tienes 5 burbujas que, al recibir un impacto, te devuelven sano y salvo al último punto de control que alcanzaras. Una experiencia en la que es muy difícil morir y que te da todo el tiempo del mundo para descifrar los puzles de cada nivel.
Para los jugadores que busquen una experiencia algo más exigente y desafiante, está el modo clásico: hay límite de tiempo, no hay puntos de control, la llave tarda 12 segundos en volver a su lugar de origen, y no hay segundas oportunidades: si te tocan, mueres. Con una excepción: si estás cargando con algún objeto o enemigo al recibir el golpe, lo sueltas automáticamente, pero sigues con vida. A pesar de esto, no debe resultar intimidante: el juego te da vidas de sobra y no es particularmente complicado avanzar hasta el final. Recuperas muchas más vidas de las que pierdes por el camino, y si te atascas en algún nivel (excepto en el primer nivel de cada mundo), puedes intentar darte un respiro e intentar otro nivel de ese mismo mundo.
Yo busco un desafío en Mario vs Donkey Kong, ¿hay algo para mí?
Aunque, en su recorrido básico, Mario vs Donkey Kong no resulta demasiado desafiante, ni intenta serlo, eso no significa que no haya opciones más extremas. Completar la aventura base puede llevar en torno a unas cinco horas. Sí, no es mucho. Pero sólo es la punta del iceberg. Tras ver los créditos, desbloqueamos cosas suficientes como para asegurar que el post-game es más largo incluso que el juego en sí. Vamos, que si quieres exprimir al máximo el título, puedes pasar holgadamente las 10 horas de juego.
En primer lugar, desbloqueamos los Mundos +, que nos devuelven a los mundos que ya hemos visitado, pero que no tienen la estructura ni la jugabilidad que hemos explicado antes. Los diseños de cada nivel cambian, y esta vez el desafío consiste en guiar al Minimario hacia la puerta, puesto que es él quien tiene la llave ahora. Aparte, completar los niveles con un Perfecto (todos los regalos, no perder a ningún Minimario en los niveles de reunión) nos ayuda a desbloquear 16 niveles Experto, que nos proponen desafíos mucho más complicados. Desbloqueamos también el Contrarreloj, que nos permite intentar marcar el mejor tiempo posible en cada nivel. Esto, unido a la posibilidad de jugar de forma cooperativa con alguien más, añade múltiples capas de rejugabilidad.
La huella de Wonder ya se nota
Una de las cosas que resultan más llamativas de Mario vs Donkey Kong es volver a escuchar la voz de Charles Martinet, algo que nos sorprende, ya que considerábamos el relevo de Kevin Afghani definitivamente asentado. A pesar de ello, ya se nota la influencia de Super Mario Bros Wonder en los modelados. Aunque el diseño del fontanero es más clásico en este spin-off, las animaciones y expresiones del personaje están muy trabajadas y cuidadas, mostrando un paso adelante con respecto a otros juegos del bigotudo, y demostrando que el camino marcado por Wonder puede ser un nuevo estándar que da muchísima más vida al personaje.
Hemos llegado hasta aquí sin ningún pero. El más grande que se puede poner es que, si jugaste a la entrega original en Game Boy Advance, este remake no te ofrece prácticamente nada nuevo, más allá de la evidente mejora gráfica, que logra a la perfección esa ambientación juguetera que busca. Se agradecería que Nintendo se atreva a ir más allá, a proponer cosas nuevas, y que no se conforme con rescatar lo ya existente. Pero, si no te importa este detalle, la realidad es que se trata de un título con una jugabilidad redonda, dinámica y versátil, una ambientación excelente y una banda sonora muy agradable que acompaña de forma ideal y que recupera acordes que son historia misma de los videojuegos. Esa ominosa tonada de aparición de Donkey Kong no ha envejecido lo más mínimo en 40 años.
Mario vs Donkey Kong – Nintendo Switch. Que nunca muera esta rivalidad
Más de cuarenta años después, la clásica estructura de escaleras, plataformas y martillos que propuso el primer enfrentamiento entre el fontanero y el gorila sigue vigente. Lo único que se puede achacar a este Mario vs Donkey Kong es el exceso de continuidad en su contenido. Pero habrá quien diga, cuando el contenido es tan bueno, ¿por qué cambiarlo? Ésta es una nueva oportunidad para que toda una generación de jugones descubra un título con puzles excelentes, desafíos divertidos y variados y que se puede disfrutar de múltiples formas. Uno de esos juegos a los que siempre apetece volver de vez en cuando.
Hemos analizado Mario vs Donkey Kong gracias a un código digital proporcionado por Nintendo. Versión analizada: 1.0.1
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