A fin de cuentas, cada uno vivimos los videojuegos a nuestra manera. ¿No crees? Por eso siempre es algo bonito poder compartir nuestra experiencia junto a otras personas apasionadas por un mismo tema, pues así puedes llegar a profundizar aún más en aquello que amas.
Dicho esto, es para mí todo un placer escribir esta breve reseña sobre «Érase una vez siete estrellas: Super Mario RPG», de la colección «Memorias del RPG» de Héroes de Papel, pues trata sobre un videojuego que realmente amo, uno de los más importantes de mi adolescencia, por lo que tener la oportunidad de haberme reunido con su autora en su obra, se ha convertido en toda una grata experiencia.
«Memorias del RPG», en elegante tapa dura
Paula Rivera Donoso firma esta lección de historia del mundo del videojuego, del que fue un título muy atípico en una época en la que el género RPG, por desgracia, aún se veía como un bicho raro en Occidente. Esta visión también era compartida por los japoneses, que limitaban los títulos que salían de su país, pues no creían que las «masas» occidentales pudiéramos disfrutarlos, incluso comprenderlos por ser, en muchos casos, videojuegos «muy japoneses», o la «complejidad» de los mismos. Personalmente, estoy seguro de que poco a poco se sorprendieron, pues para muchos el RPG japonés (desde hace muchos años acuñado como JRPG) se convirtió en nuestro género favorito.
Érase una vez siete estrellas: Super Mario RPG es todo un trabajo de arqueología bien documentado y diseccionado, un agradable viaje al pasado guiado por alguien que vivió en esa época, bien seguro disfrutable por aquellos que quieran conocer el origen de un título que regresa a los tiempos actuales, gracias a su remake destinado a Nintendo Switch. A lo largo de sus 198 páginas descubrirás por qué Shigeru Miyamoto (para bien y para mal) ha sido siempre un hueso duro de roer, o cómo se llegó a decidir que Mario, en lugar de una espada, empuñara el clásico martillo con el que lo conocimos en su primera aparición como Jumpman en Donkey Kong.
Super Mario RPG es… ¿un cuento de hadas?
La propuesta de Rivera, por buscar paralelismos entre Super Mario RPG y los cuentos de hadas, no es menos maravillosa. A través de las páginas de «Érase una vez siete estrellas: Super Mario RPG» encontraremos no solo su visión acerca de esta más que interesante teoría, sino también el desarrollo de los personajes o cómo este título de 1996, que no tuvimos la suerte de disfrutar en Europa, sentó bases para videojuegos del género que llegaron posteriormente, tanto del fontanero como de otras franquicias.
Me gustaría destacar el inicio del libro, pues me ha parecido muy interesante la demostración de que un videojuego en concreto puede llegar a influir en la vida de una persona, a muchos niveles. Ya sea emocionales, o simplemente circunstanciales, puede llegar a convertirse en un clavo ardiendo al que agarrarse en momentos difíciles. En este sentido, comprendo muy bien cómo la magia y humor de Super Mario RPG pudo influir en Paula Rivera para, pese a atravesar tiempos complicados, llegar al bonito final feliz de una historia que nos ha llevado a poder leer este libro.
Y hasta aquí llegaremos en esta reseña… comentando que si estás pensando en enfrascarte en «Érase una vez siete estrellas: Super Mario RPG», algo que desde luego te recomiendo, pero aún no has empezado tu andadura por este maravilloso videojuego, si te diré que lo disfrutarás mucho más tras haber completado el primer RPG de Super Mario. Por suerte para los usuarios de Nintendo Switch, ¡esta misma semana se estrena su remake! No imagino combo más perfecto que pasarte el juego y «tomarte» este libro de postre.
Mi anécdota con Super Mario RPG
Por cierto, mi recuerdo con Super Mario RPG fue de tener momentos de tirarme de los pelos por tenerlo, pero costarme lo suyo jugarlo. Cerca del verano de 1996 compré este videojuego de importación americana en el Mercat de Sant Antoni, en Barcelona, por 15.000 pesetas y de segunda mano. Ahora no recuerdo si fue el primer juego americano con el que mi adaptador Honey Bee dijo «este conmigo no lo juegas», pero sí que era de por sí un cartucho muy particular muy posiblemente por el chip SA-1 del que hacía uso.
Jugarlo, lo jugué gracias al (por aquella época) popular «adaptador Fire» que también tenía, conocido por permitir jugar todo juego de importación (ojo, siempre estamos hablando de métodos legales). Pero… digamos que Super Mario RPG, o al menos los dos cartuchos que llegaron a las manos de mi círculo (el mío, y el de mi amigo Jordi), eran muy «caprichosetes» a la hora de funcionar. ¿Sabes el minijuego de las ganzúas de Skyrim o la serie Fallout? Pues imagínalo en su versión extrema: para poder iniciar este juego, teníamos que mover poco a poco el cartucho de Super Mario RPG en el adaptador Fire, y probar a encender la consola. ¿No funcionaba? Probabas a moverlo con precisión milimétrica hacia otro lado… ¡hasta que entre lágrimas veías aparecer la pantalla de título! Este proceso a veces costaba varias decenas de minutos.
Pero oye, así conseguí finalizar un juego, ¡eh!, con un enfrentamiento final digno de ser recordado. De hecho, entre mis amigos, fui de los pocos que se lo pasó :)
Hemos podido escribir esta reseña de «Érase una vez siete estrellas: Super Mario RPG» gracias a una copia proporcionada por Héroes de Papel
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