The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom ha arrasado con todo desde su estreno. Tampoco es que sea de extrañar: los análisis coinciden en que es una obra maestra, y algunos medios hablan del mejor videojuego de la historia. En NextN queremos ayudar a los jugadores a descubrir todos los misterios que encierra TOTK, y en esta ocasión nos centraremos en las armaduras y los distintos atuendos que podemos encontrar escondidos por Hyrule. Con este artículo os enseñaremos cómo conseguir el atuendo de la fiera deidad.
Esta armadura está inspirada en The Legend of Zelda: Majora’s Mask. La componen 3 piezas: máscara, armadura y pantalón. Cada una aumenta un poco el ataque, y al equiparla completa nos otorga también un aumento de ataque cargado. Para conseguir este set hay que activar primero la misión A por el tesoro de Nambod. Para hacerlo, tendremos que viajar a la Cueva del lago Bachin, al norte de la Posta de la montaña. El punto de control más cercano es el Santuario de Qisin’on, que queda ligeramente al sur de la cueva. Cuando lleguemos, encontraremos acampados a la entrada a dos exploradores, Dondak y Pristen. Ellos te explicarán que están buscando un tesoro del legendario forajido Nambod, pero que en la cueva hay decenas de cofres y no han encontrado nada por más que han abierto.
Como ya sabrás, en Zelda: Tears of the Kingdom podemos hacernos amigos de los perros, rondando a su alrededor y ofreciéndoles comida. Pues bien, en el campamento de los exploradores hay un perro de lo más juguetón. Si trazamos un camino de comida que entre en la cueva, el perro lo seguirá y, cuando se sienta satisfecho, te adelantará y se pondrá a husmear un cofre concreto. Ese es el que contiene el pantalón de la llama. Cuando lo consigas, los exploradores hablarán contigo y te darán un mensaje de Nambod que nos encamina a seguir el rastro del atuendo de la fiera deidad. Las pistas que contiene son fáciles de seguir, pero aquí te lo dejamos masticadito.
Cómo conseguir la Armadura de la Deidad en Zelda: Tears of the Kingdom.
La primera parte del set es relativamente fácil de conseguir. Está en el Bastión de Akkala, al norte del santuario de Domizu’in, concretamente en la Cueva de la cima del bastión de Akkala. Se trata de una sala oculta en la fortaleza a la que se puede acceder a través de una abertura en la pared de la esquina inferior izquierda. El hueco no está oculto, pero pasa desapercibido, así que perseverad. Al atraversarlo llegaréis a una habitación con un agujero en el suelo: si os dejáis caer, el altar de Nambod quedará justo frente a vosotros. Y ya está.
Máscara de la Deidad
Otra de las piezas del atuendo se encuentra en la Cueva del Lago Caravela. La encontrarás en el «ojo derecho» del Lago Calavera. Se trata de una columna de roca con un agujero en el centro por el que tienes que tirarte. Antes de ir allí, ármate. No es un reto especialmente difícil, pero hay varios esqueletos y muchas piedras bloqueando el camino. Lo ideal para acceder es tirarte y planear desde una isla, pero no hay muchos puntos de teletransporte cercanos en el cielo. Puedes probar a cruzar el lago a nado y escalar, o a usar un globo aerostático o cohetes. Sea como sea, hazlo después de viajar al santuario de Qamat’uqis.
La cueva no es laberíntica: solo puedes avanzar en una dirección. Hazlo hasta llegar a una sala grande que tiene un llamativo pilar central custodiado por un Hinox esquelético. Puedes acabar con él o no, según la prisa que lleves, aunque supone un estorbo considerable. Sigue el rastro de los pendones de Nambod hasta uno de los pilares del fondo. Solo tienes que subir por él para dar con el altar y consiguientemente con el cofre que contiene la máscara de la deidad.
Pantalón de la Deidad
La última pieza del conjunto está al oeste de la llanura de Hyrule, en la Cueva del Árbol Milenario Marchito. No tiene pérdida: es un tronco de árbol gigantesco en el centro de un lago. El mejor sitio al que teletransportarse, y queda bastante lejos, es el santuario de Susuai. Puedes acceder al árbol desde el lago, trepando, o desde la zona sur del acantilado que lo rodea, donde hay un puente bastante pintoresco que lleva directamente hacia él. Una vez allí, tírate hasta la cueva. Este lugar resulta algo confuso pues las únicas referencias que tenemos para orientarnos son ramas, raíces y agua, pero no te preocupes. Desde el punto en el que caes, desplázate en dirección sur-sudeste. Verás una raíz enorme saliendo del agua y al final una entrada cubierta por lianas. Avanza hasta ellas y córtalas.
Una vez aquí, es fácil. La sala a la que llegas solo tiene un pequeña charco y, en su centro, otra enorme raíz. Tienes que escalarla, pero te avisamos desde ya que es muy alta. Tendrás que ir bien de resistencia o elixires. Por suerte, encontrarás recodos en los que puedes descansar para reponerte. No tires la toalla: aunque parezca que no puedes subir más, puedes hacerlo. Al final verás otra entrada cubierta por lianas, y detrás se ve claramente el altar. Deshazte de las lianas y ve a por el cofre. Ya tienes el set completo.
Bonus: Espada de la Fiera Deidad
Aunque ya tienes un flamante nuevo atuendo, a Zelda: Tears of the Kingdom le gusta ir un poquito más allá. Como recompensa por tu esfuerzo, si vuelves a la cueva donde activaste la misión (donde estaban los exploradores cansados y le diste de comer a un perrito), se abrirá una estancia secreta que guarda un cofre con la Espada de la Fiera Deidad.
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