El gran secreto de Nintendo. ¿Super Mario Bros. 3 es puro teatro?

Super Mario Bros. 3 se erige, y a la NESxtalgia nos remitimos, como una de las mejores aventuras de plataformas de todos los tiempos. No en vano, el título ideado por Shigeru Miyamoto y Takashi Tezuka logró dar un soplo de aire fresco a la saga con la incorporación de multitud de novedades que a posteriori se volverían recurrentes. No obstante, ¿qué os parecería si os decimos que todo era, al más puro estilo de Matrix, puro teatro? Aprovechamos que el título en cuestión cumple 35 años desde su lanzamiento en territorio nipón para contaros el secreto mejor guardado de Nintendo.

 

Super Mario Bros. 3 NESxtalgia

 

Super Mario Bros. 3 es puro teatro

Que Mario, Luigi y compañía se han logrado coronar como parte de la propia iconografía popular es un hecho. Convirtiéndose, por el camino, en todo un referente dentro de la industria videojueguil. Y ello también se ha visto reflejado en la fuerte personalidad propia presente en cada uno de sus diferentes juegos. Ejemplo claro de ello es Super Mario Bros. 3. Un título que introdujo múltiples novedades como la elección de nivel (mapa), el mayor protagonismo de los power ups, su extensión o un portento gráfico que logró exprimir a tope las virtudes de la NES.

 

Dicho lo anterior, ¿no os ha resultado extraño que su presentación tuviera lugar tras una cortinilla o telón propio de una obra de teatro? Es más, tras subirse el telón podíamos ver a distintos personajes del juego haciendo acto de presencia en el escenario. Pues bien, tuvieron que pasar cerca de 30 años para que el propio Miyamoto desvelara que Super Mario Bros. 3 no es más que una puesta en escena, una obra de teatro en la que nos toca escenificar parte de las hazañas vividas por Mario en su primer título. Efectivamente, más que jugadores… ¡fuimos actores interpretando un papel mecánico y jugable!

 

 

Si nos paramos a pensar, son varios los indicios que apuntaban hacia ello. En primer lugar, diversos elementos del escenario cuentan con sombras que hacen sospechar que sobre ellas se proyecta luz artificial (focos). Por si fuera poco, gran parte de dichos elementos «decorativos» tienen un aspecto y acabado propio del material de atrezzo de las obras de teatro. Además, tras finalizar cada nivel Mario se pierde bajo un escenario negro. Para rematar, el juego acaba con el recorrido inverso al visto en sus inicios. Es decir, con un agradecimiento y un telón cerrándose. ¿Qué os parece esta revelación? ¿Es Mario Neo y Super Mario Bros. 3 Matrix?