A veces es increíble como el tiempo vuela y títulos que antaño disfrutabas en tu consola más reciente, envejecen junto a ella hasta el punto de recibir la etiqueta «retro» que tanto les gusta a algunos, mientras que a otros les hace sentir un poco viejos. Sin embargo, los videojuegos suelen resistir el paso de los años como el buen vino y esto se traduce en forma de remasterizaciones o de remakes, que logran que tanto veteranos como nuevos jugadores decidan darle una oportunidad a propuestas añejas con cierto potencial para enamorar. Un claro ejemplo de lo que acabamos de decir lo tienes con Rune Factory 3 Special, una obra de Neverland que se estrenó allá por el 2009 en la vetusta Nintendo DS y que ahora, además de actualizar sus gráficos, recibe nuevo contenido con vistas a su lanzamiento en Nintendo Switch y Steam. ¿Merece la pena este lavado de cara o acabas de toparte con una remasterización que se queda a medio camino de destacar en pleno 2023? ¡Enseguida te lo contamos en nuestro análisis de la versión híbrida de este «action RPG»!
La unión de humanos y monstruos
Rune Factory 3 Special nos pone en la piel de Micah, un joven mitad humano y mitad monstruo, que por razones desconocidas aparece en su «forma lanuda» en un lugar habitado por humanos, herido de gravedad, en mitad de una tormenta y sin recuerdos más lejanos que el de su propio nombre. Por suerte para él, una chica llamada Shara le ve en esa situación y, a pesar de ser un monstruo a sus ojos y tener a su abuelo en contra de la decisión, opta por salvarle de una muerte segura.
Tras despertar, Micah acaba saliendo de la casa sin que le vean y cambia a su forma humana, ocultando en el proceso que es un mestizo peculiar, lo que le permite empezar de cero en Sharance sin mucho problema. Al descubrir la amnesia del protagonista, Wells, el abuelo de Shara y alcalde de la ciudad, decide darle un sitio en el que alojarse y es ahí cuando la vida de granjero de Micah arranca.
Como es natural, esta aventura no va solo cuidar de los terrenos de tu casa y de establecer relaciones con los habitantes de Sharance. Tras lidiar con cierto elemento que estaba dándole problemas a la ciudad, Micah se topa con un orbe raro que al tocarlo, aparte de desaparecer, hace que recupere parte de sus recuerdos y esto le acaba brindando varios objetivos: localizar más orbes para recordar el resto de su pasado y encontrar la manera de que los seres humanos y los monstruos puedan coexistir. Que lo consiga o no, ¡depende de ti!
En líneas generales, la trama de Rune Factory 3 Special tiende a ser desenfadada, aunque también posee sus momentos emotivos e incluso más de una pincelada de romance. En cuanto a los textos, por primera vez están en castellano de forma oficial. Salvo por dos detalles de la interfaz que se quedaron sin traducir y errores casuales que en su mayoría parecen provocados por falta de contexto, se nota que le pusieron cariño a la adaptación a nuestro idioma.
En otro orden de cosas, el elenco de personajes es muy variopinto y disfrutable, habiendo por ejemplo personas que siempre dicen lo contrario a lo que piensan que dan pie a conversaciones cuanto menos peculiares, no falta gente alegre que logra contagiar su entusiasmo a aquellos que les rodean, hay quienes por diversos motivos les cuesta comunicarse y es interesante intentar que se abran, existe alguien que respira porque no le queda otra y hasta una sirena que se la tiene jurada a los calamares. ¿Cuánto dura esta propuesta? Si te centras en la historia principal, te ofrece alrededor de 30 horas de entretenimiento, pero ese número aumenta con facilidad a nada que sientas curiosidad por el trasfondo de los demás o te entren ganas de disfrutar del laberinto y del nuevo modo «Recién casados» de los que vamos a hablar dentro de unos párrafos. Sin ir más lejos, el redactor de este texto le dedicó más de 55 horas antes de analizarlo y aún ve cosas por hacer.
La agricultura como medio de vida
Los años en Rune Factory 3 Special están divididos en cuatro meses de 30 días y cada uno de ellos se encuentra asociado a una estación. Ese hecho es aprovechado por el juego para que en el huerto solo sea posible cultivar ciertas frutas y verduras cada mes, causando que al pasar al siguiente se marchiten las plantas que no terminaron de crecer. Aparte del paso del tiempo, no regar la tierra cuando toca es capaz de hacer lo mismo y el clima es otro factor a tener en cuenta. ¿Por qué? Si bien los chubascos solo te ahorran tener que regar ese día, las tormentas son impredecibles y si suceden y optas por no hacer trampa cargando una partida previa, despídete de la mayoría de la cosecha. Eso sí, ese desastre natural viene de perlas si ocurre en los últimos días del mes, pues tras su paso deja troncos y ramas de los que sacar bastante madera con un hacha.
Plantar semillas es un proceso sencillo, a la par que relajante. Lo primero es conseguirlas de enemigos, de pillar cosas al explorar o completar misiones y de comprarlas en la tienda de Hazel o en la de Shara si buscas flores. Ya con las semillas a mano, el asunto se resume en limpiar una zona del huerto, labrarla con la azada, regarla, plantar las semillas y echarle un fertilizante si así lo deseas. Al igual que en la vida real, la calidad del suelo es importante, pues en un mal suelo todo crece más lento. Dicha calidad se puede comprobar observando el terreno con una lupa que te venden en el establecimiento de Hazel y la solución pasa por usar fertilizantes o hacer lo típico de dividir tu huerto por partes e ir rotando con el pasar de las estaciones para que se sanee la tierra por su cuenta. Para recolectar lo sembrado no necesitas herramientas específicas y cada vez que sacas algo, está la posibilidad de que recibas semillas o de que tengas suerte y te salga energía rúnica o runas. La energía rúnica son esferas luminosas que al tocarlas te devuelven puntos de resistencia, mientras que las runas son como «hadas» flotantes que, además de lo anterior, te mejoran un «stat» al azar.
Por cierto, usar una hoz sirve para recuperar semillas plantadas, sacrificando un cultivo. Suena absurdo de primeras, mas es útil dado que recibes semillas de una calidad superior a las que plantaste. Eso sí, la diferencia de valor no es demasiado pronunciada, por lo que recomendamos que reserves la hoz para cuando sepas que lo que sea está a punto de caer marchito. Antes mencionamos los puntos de resistencia (PR), pero no explicamos su función. Cada vez que Micah realiza una acción que no sea caminar, gasta algunos de esos puntos y si llegan a 0, pasas a consumir puntos de salud. Sobra decir que quedarte sin «PS», equivale a desmayarse y que te salven el pellejo de esa situación es un pellizco económico curioso, así que ten cuidado. Siguiendo con el hilo de la salud, es necesario que dejes que Micah duerma, dado que pasar días sin dormir provoca que entre en un estado de fatiga en el que todo consume más «PR» e insistir en privarle de sueño, hace que se enferme y que los «PR» caigan constantemente en picado. Nota: aunque dormir parezca una pérdida de tiempo, al igual que el resto de acciones tiene un nivel asociado independiente del general y subirlo te aumenta las estadísticas.
Si por el motivo que sea quieres no depender tanto de la tierra, Rune Factory 3 Special te brinda varias opciones que son viables como fuentes de ingresos. Una de ellas es montar un establo, domesticar a monstruos ofreciéndoles regalos o comida, alimentarlos cada día y sacar dinero de lo que generan. Verbigracia, los «Wooly» de toda la vida, aquí adaptados como «Lanudos», generan lana a diario y si los esquilas nada te impide venderla. Por si fuera poco, si aumenta el nivel de un monstruo doméstico y te pilla cariño, los productos que generan aumentan su valor y su número. Sobra decir que la cosa no se queda ahí, pues hay especies que son capaces de dar guerra peleando a tu lado, ser usadas como monturas y hasta te ayudan con la limpieza del huerto o la plantación de semillas. Como es de esperarse, también tienes la opción de pescar. Algunos peces valen una fortuna en el mercado y el minijuego de pesca consiste en tener paciencia y dar el tirón en el momento justo. Es importante comentar que en caso de que quieras sacar un mayor rédito de allí, cocinar los alimentos viene bien. Para hacer eso debes comprar una cocina, los utensilios y aprender recetas al azar comiendo unos panes específicos que el cocinero Blaise pone a la venta. Ya te avisamos que dependiendo de la complejidad del plato, Micah lo mismo debe practicar como cocinero con el típico ensayo y error y que esta es una inversión que tardas en amortizar, pero que hace falta para completar misiones o para aumentar tu repertorio de objetos curativos.
Aun heredando asperezas de la época de Nintendo DS, la jugabilidad es decente y adictiva. No obstante, no es oro todo lo que reluce y no vamos a negar que a veces echamos en falta algunas mejoras de calidad de vida. Por poner algunos ejemplos: que haya un autoguardado o la posibilidad de ir al menú de inicio sin tener que salir del juego primero, que te permitan subir o bajar el volumen de la música, los efectos de sonido o las voces (solo dejan silenciar la BSO por completo), que hubiera una forma de marcar objetos para que no puedas meterlos en la «caja de ventas» por accidente, que la posibilidad de atacar se bloquee cuando tienes delante la recompensa de una misión (sí, son cofres destruibles si te equivocas de botón), que salga un mensaje que te avise cuando te falta experiencia para aprovechar panes de recetas, que haya un buscador para localizar cosas concretas que almacenaras o que hubiera una lista general separada por categorías para que Micah use la herramienta que toque automáticamente, en vez de tener que ir explícitamente a cada utensilio de cocina para decidir qué hacer con él.
Peleando y jugando entre cosechas
Aparte de para la agricultura, tener en cuenta el calendario es útil para no perderte los festivales de Sharance, el cumpleaños de alguien o tu aniversario de boda. Los festivales ocurren en días concretos de cada mes y consisten en competiciones premiadas con panes de recetas, que hacen gala de minijuegos o que ponen a prueba tu destreza cultivando o pescando. En cuanto a los cumpleaños, todo el mundo tiene uno y es una oportunidad de oro para recibir regalos de aquellos que sean cercanos a Micah y sobre todo para darlos. A lo largo del año es posible entregar regalos que mejoran el vínculo entre el protagonista y el agraciado o agraciada, mas los cumpleaños hacen que esos detalles refuercen aún más los niveles de amistad o de romance (solo 11 personajes femeninos poseen estos). Otra forma de aumentar dichos niveles, que son representados en un menú con los emoticonos de una carita sonriente o de un corazón, es cumpliendo las peticiones que la gente de Sharance cuelga en un tablero o que te mandan a tu buzón. Por cierto, una vez cumples los requisitos y consigues 10 corazones con alguien, es posible casarte con esa chica y hasta formar una familia muy unida. De poner una pega, es que nos extraña que alguien se mude a una casa y que su presencia apenas provoque cambios en el lugar. Verbigracia, si casas a Micah con Carmen, una pescadora muy apasionada con su oficio, es raro que no ponga por ninguna parte cañas de pescar, anzuelos o algún detalle relacionado.
Con un funcionamiento similar a la cocina, tenemos la forja, la mesa de trabajo y el set de química, los cuales están destinadas a que Micah use materiales de todo tipo para crear accesorios, armas, armaduras y consumibles que llevar al explorar. La diferencia se encuentra en que la forja y la mesa de trabajo, aparte de para crear, sirven para potenciar objetos ya existentes incrementando sus «stats» o dándoles efectos especiales, como hacer que una espada le robe vida a un oponente para que Micah se cure un poco. Al combatir en este «action RPG» en perspectiva cenital, es posible usar un buen repertorio de armas y cada una de ellas cuenta con sus peculiaridades. Las hachas y los martillos propinan golpes contundentes y si atacas en un mal momento te dejan expuesto. Las espadas comunes permiten que lleves un escudo contigo, pero no disponen de ofensivas tan ágiles como las espadas gemelas. Las lanzas son como las espadas, solo que con un rango de ataque amplio y una menor velocidad. Por último están los báculos, que sirven para sacarle partido a la magia y atacar desde lejos, con la pega de que se consumen bastantes «PR». ¿La «forma lanuda» puede pelear? Sí y encima hace gala de varias estadísticas superiores a la humana. Lo malo es que solo propina puñetazos y patadas y que es incapaz de aprovechar una serie de habilidades asignables que son exclusivas para tu versión menos peluda. Nota: al mejorar tu destreza con un arma o con la «forma lanuda», adquieres habilidades asociadas a estas.
Antes te adelantamos que tus monstruos te acompañan en el campo de batalla, mas no son los únicos capaces de esto. Por un lado están las semillas mágicas, que son plantadas en medio de cualquier parte, crecen de momento y te ayudan desde peleando, hasta volviéndose «vehículos» que dejan atravesar ríos y lagos. Asimismo, tenemos a las personas con las que hablas normalmente. Ellas están dispuestas a seguirte si las invitas a dar una vuelta, tienen niveles individuales y su equipación se actualiza si les regalas armas o armaduras, pero no todas están igual de preparadas, habiendo casos como el de Shara, que solo usa regaderas en combate. Volviendo al hilo de los festivales, existe una sala de trofeos que se actualiza con tus logros en la historia y que posibilita volver a jugar a los minijuegos para que te piques con tus puntuaciones, cambiar la dificultad general o acceder al «laberinto de Sharance». A grandes rangos, dicho laberinto es un modo desafío cuyos escenarios están divididos por zonas y pisos y para avanzar hay que derrotar a los monstruos de cada sala hasta llegar al jefe de la mazmorra.
A continuación toca hablar de la gran novedad que nos trae Rune Factory 3 Special, el modo recién casados. Aquí juegas en una especie de epílogo con quien quieras de las 11 posibles pretendientes, siempre y cuando llegaras a casarte con alguien en la campaña principal. Esto empieza como si fuera una partida nueva, permitiéndote cambiar el nombre del protagonista entre otras cosas, con Micah al nivel 80, con una equipación predefinida y con todos los vínculos con otros personajes al máximo. Algo que nos llamó la atención es que las ilustraciones que durante el resto del juego son estáticas en las conversaciones, ganan vida al recibir pequeñas animaciones. En resumen, esto consiste en una historia corta que varía dependiendo de la chica con la que juntes a Micah, cada una de ellas presume de nuevas líneas de diálogo dobladas y avanzan cuando completas misiones sencillas. Lo único malo que vimos en este añadido, es que hay una «chuleta» de tamaño considerable en pantalla con lo que debes hacer en dichas misiones y no encontramos ninguna forma de ocultarla.
Melodías del presente y el pasado se alinean
Dejando a un lado las anecdóticas animaciones del modo recién casados, donde más se nota gráficamente la remasterización es en la actualización de los modelos 3D y en el lavado de cara de las ilustraciones de antaño. No obstante, elementos como los fondos no tuvieron la misma suerte y sufrieron un reescalado que desentona un poco junto al resto del conjunto.
Es posible que a estas alturas del análisis alguno se pregunte cómo va el rendimiento, así que hablemos de él. Más allá de reducirse una pizca la definición de ilustraciones y modelados en la pantalla pequeña, no notamos diferencias destacables entre el modo dock y el portátil. Ahora bien, en ambos casos, en zonas sobre cargadas de elementos como en un huerto repleto de flores, frutas, verduras y monstruos, puede haber ralentizaciones en el «framerate». Eso sí, hay que destacar que por suerte no pasa constantemente y que cuando ocurre, no es que el asunto se vuelva injugable, solo es algo molesto.
Pasando al apartado sonoro, nos encontramos con un título que recupera sus melodías de antaño, mientras que al mismo tiempo introduce algunas piezas nuevas. En lo personal, la BSO nos gustó. Aunque no está plagada de composiciones memorables, hay que reconocer que disfrutamos de temas destacables y que los demás cumplieron bien su papel. Sin embargo, esta entrega se tropieza en sus doblajes. Las actuaciones de voz tanto inglesas como japonesas son buenas, pero no abundan precisamente en las conversaciones y encima a veces se escuchan flojas con respecto a la música, lo que las delega a un segundo plano, privándolas en gran medida de ser capaces de lucirse para hacer aún más inmersiva la aventura.
Rune Factory 3 Special – La llama de Nintendo DS sigue viva
En definitiva, Rune Factory 3 Special es la remasterización de un «action RPG» clásico, con buenas dosis de romance, un apartado de simulación agrícola digno de mención, un modo de juego nuevo y por primera vez con textos en nuestro idioma de forma oficial. Tanto si buscas descubrir la franquicia, como si deseas volver a experimentar la aventura de Micah en todo su esplendor, este es un caramelo para tu colección.
Hemos analizado Rune Factory 3 Special gracias a una copia digital cedida por Decibel-PR. Versión analizada: 1.0.1
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