Análisis Marfusha Nintendo Switch

Análisis Marfusha – Nintendo Switch. El precio de la guerra

Fecha de lanzamiento
6 abril, 2023
NÚMERO DE JUGADORES
1
IDIOMAS
Inglés, japonés, coreano y chino
TAMAÑO DE LA DESCARGA
1027 MB
Nuestra puntuación
72

Teniendo como precursores al famoso Space Invaders de finales de los años 70 y poco después a Missile Command, el género de los «tower defense» ha logrado mantener su hueco en la industria incluso en los tiempos que corren. Si bien es cierto que este no suele ser el ojito derecho de los triples A y que tiende a poseer una presencia mayor en lanzamientos con presupuestos discretos, es habitual que de vez en cuando surjan títulos que consiguen destacar un poco. Un buen ejemplo de ello es Marfusha, una propuesta de corte indie desarrollada por hinyari9 que, tras su buen recibimiento en Steam, decidió dar el paso de salir en otras plataformas como Nintendo Switch, PS4, PS5 y Xbox One. ¿Tienes dudas acerca de la calidad de esta obra de estrategia en tiempo real? En caso afirmativo, te invitamos a seguir leyendo el análisis que hemos preparado para la ocasión de su versión híbrida.

 

 

De panadera a guerrera

La trama nos pone en las botas de Marfusha, una panadera que mientras vivía con su hermana pequeña, es llamada a la guerra como soldado temporal. Sin mucha resistencia que digamos y sin llegar a comentar su motivo, acaba accediendo a esa misión, la cual choca bastante con la visión positiva que dan los medios de comunicación de la situación.

 

Ya en el campo de batalla, lejos de participar en una «fiesta» plagada de sangre, se topa con una llena de engranajes y tuercas. Los enemigos de la protagonista son ni más ni menos que oleadas de robots no tripulados del bando enemigo y su objetivo es defender por todos los medios las puertas que dividen las diferentes zonas de la ciudad amurallada en la que está.

 

Por si la situación no era lo suficientemente complicada, las altas esferas del país no le tienen demasiado aprecio a la mayoría de los ciudadanos de Kazormia, dejando claro en todo momento que hay gente que es prescindible y poniendo sobre la mesa una cantidad de impuestos ingente a la par que creciente que también salpican a Marfusha, teniendo ella incluso que reparar de su bolsillo los daños que sufra la puerta que esté custodiando.

 

Análisis Marfusha Nintendo Switch

En líneas generales, el peso de esta historia distópica es discreto, lo que provoca que a veces se eche en falta una mayor presencia de eventos para reforzar el desarrollo de los personajes y las relaciones entre estos, en busca de que las diferentes «rutas» sean más disfrutables. Por cierto, sacar un final lleva alrededor de una hora y hay diez en total. Si a eso le sumas la posibilidad de picarte con las puntuaciones del modo desafío que explicamos en el siguiente apartado, no es difícil rascar al menos 10 horas de aquí. En cuanto al resto del elenco jugable, a pesar de que existen soldados masculinos, decidieron centrarse en unidades femeninas, las cuales hacen gala de personalidades variopintas y son aprovechadas para introducir de tanto en tanto pinceladas de comedia en esta desventura.

 

Llamadas al campo de batalla

Como ya os adelantamos previamente, el objetivo de Marfusha no es otro que defender la puerta que custodia de la invasión de robots y para ello, debe usar todo tipo de armas, colocar barreras, reparar o fortalecer la resistencia de la puerta, poner trampas, invertir dinero en que sus ofensivas sean más efectivas, pagar impuestos por un tubo y fichar aliadas que le faciliten su misión. En otras palabras, estamos hablando de un «tower defense» con acción a raudales, en el que aparte de gestionar recursos, hay que controlar a la protagonista durante 100 días. A lo largo de los cien días, nuestra recluta pasa por 3 escenarios distintos que jugablemente son parecidos (no hay elementos que reduzcan tu velocidad de movimiento o cosas similares) y cada diez días, ella puede tomarse un breve descanso.

 

Aparte de las convencionales, existen armas independientes a ellas que se rompen con un solo uso y hacen bastante daño.

En los descansos antes mencionados es cuando este título introduce eventos y también le dan la oportunidad al personaje que controlas para observar qué dicen los medios de comunicación, leer una frase suelta de su acompañante, dormir, consultar sus «stats», ducharse, comer o beber algo. De esas posibilidades, las tres últimas son las relevantes, pues solo permiten escoger una de ellas por periodo de descanso y dan aumentos temporales o permanentes en las estadísticas. La otra manera de mejorar cosas como la puntería o la munición que llevas contigo es invirtiendo el sueldo que ganas cada día en ello. Hacer esto es tan sencillo como esperar a completar un día y escoger una de las tres cartas que salen al azar, que pueden desde mejorar a tu soldado a darte acceso a formas de reparar la puerta o reclutar aliadas. Por cierto, solo puedes poseer una acompañante, por lo que si quieres a otra, despides a la anterior. Asimismo, si vuelves a comprar una carta de la que tengas en ese momento, su destreza en combate mejora. Ni que decir tiene que si no te gusta lo que te sale en una ronda, nada te impide ignorarlo o consumir 5 monedas para resetear lo que puedes pillar.

 

Como es de esperarse por la duración de cada «ruta», las fases suelen ser cortas, habiendo ocasiones en las que no llegan ni a la decena de segundos. Eso, sumado al hecho de que las armas se rompen con el uso, es de gran ayuda para incentivar a que probemos todo el arsenal que ofrecen las cartas. Es importante mencionar que aparte de las cartas convencionales, es posible que te salgan «cartas sorpresa». Dichas cartas son gratuitas y lo que dan es aleatorio. Verbigracia, son capaces de reducir o aumentar tus ahorros, potenciar mucho tu cadencia de fuego o reforzar a los enemigos del día siguiente.

 

Aunque la jugabilidad es sólida y entretenida, tiene sus asperezas. Una pega que no podemos pasar por alto es que al no haber diferencias destacables en los niveles dependiendo de la «ruta» que hagas, el juego se puede volver repetitivo si decides intentar sacar todos los finales. Por si fuera poco, eso es realzado por culpa de que no permiten guardar en un día avanzado para que los jugadores saquen los demás finales partiendo desde allí (sí, para ver un «ending», siempre hay que empezar de cero). Por otro lado, nos choca que haya un ángulo frontal hacia el que es imposible apuntar, produciéndose un pequeño «salto» cuando intentamos colocar la mirilla en esa dirección y provocando que a veces fallemos disparos por ello. Cambiando de tema, es probable que alguno se pregunte qué pasa si pierdes. El juego no es difícil y en caso de que pierdas es benevolente, dado que te permite reiniciar el nivel con una inyección de 20 monedas en tus fondos y la posibilidad de comprar una carta para ayudarte a levantar cabeza. Eso sí, ten presente que ser derrotado afecta al final que sale tras el último jefe y que sin ir más lejos, el «true ending» no es muy compatible con caer en combate.

 

Completar Marfusha por primera vez te da acceso a una galería en la que disfrutar de ilustraciones y bocetos.

En caso de que busques controlar a personajes distintos, quieras un reto ascendente o simplemente desees una experiencia más arcade, el modo desafío es justo lo que pides. Marfusha, además de la protagonista, es la típica unidad que presume de estadísticas equilibradas, mientras que las demás disfrutan de «stats» que coinciden con cómo son. En otro orden de cosas, cada treintena que juegas te dan una llave que sirve para desbloquear permanentemente a una de las siete restantes, las ocho poseen habilidades únicas y al haber un ranking online con el que picarte con gente de cualquier rincón del planeta, sobra decir que si te derrotan te toca volver a empezar. Los ciclos de diez días con periodo de descanso del modo historia se mantienen, con la diferencia de que aquí no hay eventos convencionales. En su lugar están los «eventos de afinidad», que estando libres de textos, se producen al combinar ciertas unidades y potencian a tu soldado.

 

Los pixeles de la guerra

Si bien es cierto que el opening nos gusta, creemos que la banda sonora tiene margen de mejora. Esta no hace gala de un gran repertorio al estar compuesta por solo 6 piezas contando el opening, la mayoría no destacan, los jefes son tratados sonoramente como enemigos comunes y además, el tema que suena de fondo en el modo desafío, aun siendo agradable, parece la típica melodía que uno espera oír en una tienda. Asimismo, los efectos de sonido suelen cumplir su cometido a la perfección, pero echamos en falta que como mínimo los robots grandes hagan algún ruido al desplazarse, pues por mucho que la cámara esté alejada, queda poco creíble que una máquina de cinco o seis metros de altura haga menos ruido que un roomba al limpiar.

 

 

Pasando al apartado gráfico, nos encontramos con que Marfusha decide apostar por un «pixel art» resultón que entra por los ojos. En cuanto al rendimiento, nos alegra decirte que es estable, tanto en el modo dock como en el portátil, incluso en situaciones con decenas de enemigos y explosiones en pantalla. ¿Hay algún problema visual? De ponernos quisquillosos, podemos mencionar que esta obra necesita algo más de variedad en los diseños de los robots y que hay ciertos textos que cuestan un poco leerlos en el modo portátil. Fuera de eso, pensamos que su desarrollador hizo un buen trabajo aquí.

 

Marfusha – Pagando impuestos entre balas

En definitiva, Marfusha es un «tower defense» competente que no castiga demasiado las derrotas de los jugadores y que nos pone en los zapatos de una joven que se ve forzada a cambiar sus panes por fusiles de asalto, para así defender la sociedad distópica en la que le tocó nacer. Si deseas una experiencia entretenida que trata temas oscuros sin llegar a abandonar la comedia, esta es una propuesta asequible que debes tener en cuenta.

 

Análisis Marfusha Nintendo SwitchHemos analizado Marfusha gracias a una copia digital cedida por hinyari9. Versión analizada: 1.0.2

Análisis Marfusha Nintendo Switch
Defendiendo Kazormia de una amenaza robótica
Estás ante un «tower defense» perfecto para partidas rápidas, con personajes con cierta carisma, gráficos resultones, varios finales y la posibilidad de picarte con gente de todo el mundo. Si te atrae el género, Marfusha es un posible caramelo para tu colección.
PROS
Su jugabilidad es sencilla a la par que divertida
El modo desafío con ranking online que introdujeron le viene de perlas a esta propuesta
Las pinceladas de humor que poseen varios eventos son de agradecer
CONTRAS
Hay textos que cuestan un poco leerlos en el modo portátil
La banda sonora tiene margen de mejora
Al no haber diferencias destacables en las fases dependiendo de la «ruta» que hagas, el juego se puede volver algo repetitivo a la larga
72
Mostrar Comentarios (0)