De unos años a esta parte, el panorama independiente en el mundo de los videojuegos está cogiendo una gran fuerza, y no es para menos. Gracias a este impulso, pequeños estudios están pudiendo publicar sus obras, viendo éstas la luz y llegando a gran parte del público. Muchas de las veces, estas pequeñas grandes obras sorprenden y hacen que el estudio empiece a ser más que conocido. Este es el caso que le ha ocurrido a Giant Squid Studios, un estudio independiente de California, que tras su primer juego se han hecho más que conocidos. Y es que, su primera obra, ABZÛ, cautivó al mundo entero sumergiéndonos en un inmenso mar.
Hace unos meses lanzaron su segundo trabajo, The Pathless, el cual acaba de salir en formato físico, y para celebrar la ocasión, hemos tenido el placer de poder analizarlo. ¿Queréis saber qué nos ha parecido? ¡Pues seguid leyendo nuestro análisis!
La Cazadora amante de los animales
En The Pathless encarnamos a la Cazadora, una habilidosa maestra de tiro con arco, que habita una isla mística. Dicha isla fue creada por la diosa Águila, la cual tuvo a cuatro hijos, siendo los espíritus de las distintas regiones de la isla. Sin embargo, el mal y la oscuridad acechan la isla ya que el asesino de dioses quiere destruir el mundo. Para ello ha hechizado a los cuatro espíritus de cada región, asolando el caos y la destrucción en éstas.
La encargada de devolver las diferentes tierras a su estado natural y destruir el mal que acecha a cada dios, es nuestra Cazadora, un ser con corazón puro que ama la naturaleza y los animales. Nuestra protagonista no está sola ya que le acompaña en toda la aventura una águila, la cual es una reencarnación de la diosa que creó el mundo. Gracias a esta inseparable amiga, la Cazadora puede volar e incluso planear.
Un mundo abierto
Al contrario que ABZÛ, el cual es un título muy pausado en el cual está hecho para disfrutar del entorno que nos rodea, The Pathless se caracteriza por un movimiento muy frenético, y es que la Cazadora con su arco, lanza flechas a unos símbolos que están por todo el mapa, los cuáles aceleran la velocidad de nuestra protagonista. Es un juego con un movimiento muy frenético y la verdad que está muy bien planteado, ya que nos encontramos ante un mundo abierto, haciendo de esta manera que podamos ir de una punta a otra con movimientos rápidos.
Cada zona del mundo está habitada por un dios, en este caso un espíritu corrupto poseído por la maldición del asesino de dioses. Este espíritu corrupto se va moviendo en una especie de orbe de caos, el cual se va desplazando por todo el mapa. Cuidado si entras en ese orbe de caos, ya que nuestra águila es consumida por las llamas y el espíritu corrupto intenta atacarnos. Sin embargo, si encontramos a nuestra rapaz, el orbe de caos desaparece de donde estamos, desplazándose a otro lugar del mapa.
Nuestro objetivo es enfrentarnos al espíritu de cada zona y devolverle a su estado natural y retornar la luz y estabilidad de esa zona. Para ello hemos de recorrer el mapa en búsqueda de diferentes glifos los cuáles activan las tres torres de luz de cada mapa. Estos glifos se encuentran esparcidos por todo el mapa y para hacernos con ellos hemos de resolver los diferentes puzles que los albergan. Hay muchos glifos escondidos por todo el mapa, y por ende, muchos puzles para resolver, aunque normalmente se han de necesitar dos glifos para activar cada torre.
La monotonía lastra el camino
The Pathless es un juego con una gran premisa, pero sin embargo, una vez has jugado al primer escenario, lo has visto todo. Y es que llega a hacerse monótono ya que tienes que hacer lo mismo en todos los escenarios: buscar al menos seis glifos para activar las torres y enfrentarte al espíritu de esa zona. No hay nada diferente que hacer en cada escenario, ni misiones secundarias, nada. Es únicamente lo mismo todo el juego y esto puede hacérsele cuesta arriba a más de un jugador. Los escenarios, restando los puzles, los cuáles son muchos y variados, están prácticamente vacíos. Se ven de vez en cuando algún animal que otro, pero se siente algo desértico.
Sin embargo, su historia, así como su música y su estilo artístico, hace que The Pathless sea un juego espiritual, un título que te transporte, hecho para jugar en momentos de paz y tranquilidad. Cuenta con un estilo artístico low-poly, algo que ya vimos en su primer trabajo, y que la verdad, le viene como anillo al dedo. Su banda sonora también nos transporta a otro mundo, siendo muy mística y espiritual.
A nivel de rendimiento, The Pathless rinde muy bien tanto en modo TV como portátil. Quiere rendir a unos 60fps en muchos momentos, y eso en este juego, al moverse la Cazadora de manera tan frenética, es algo que es de agradecer. Sí que hay que destacar que hay momentos puntuales en los que hay alguna que otra bajada de cuadros por segundo, pero eso, en momentos puntuales. También hay que destacar que Giant Squid Studios ha querido apostar por la vibración HD en este juego, algo que es meritorio ya que en muchos juegos de la propia Nintendo ni se aprecia.
The Pathless – Sin camino ni rumbo fijo
The Pathless es uno de esos juegos del panorama independiente que no dejarán indiferente a nadie gracias, sobre todo por su estilo artístico. Cuenta con unos grandes diseños, como son los espíritus, y los enfrentamientos a éstos no tienen nada que envidiar a grandes títulos triple A. De hecho alguno de los enfrentamientos me ha recordado a alguno de los jefes de la saga Zelda. Sin embargo, el tener que hacer siempre las mismas misiones, puede resultar algo monótono. A pesar de este pero, estamos ante un gran juego para jugar en momentos de tranquilidad, disfrutando de su estilo artístico tanto visual como sonoro.
Hemos analizado The Pathless gracias a un código digital cedido por Meridiem Games. Versión analizada 1.0
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