doraemon story of seasons friends of the great kingdom

Análisis Doraemon Story of Seasons: Friends of the Great Kingdom – Nintendo Switch. Tú siempre ganas, Doraemon.

Doraemon
Fecha de lanzamiento
2 noviembre, 2022
Número de jugadores
1-2 local
Idiomas
Español, inglés y alemán
Tamaño de la descarga
3050 MB
Nuestra puntuación
65

Ojalá mis sueños se hicieran realidad, se hicieran realidad porque tengo un montón. Doraemon puede hacer que se cumplan todos, con su bolsillo mágico mis sueños se harán realidad. Pero esta vez, para ser justos, ha contado con algo de ayuda. En concreto, la de Marvelous Inc, quien se pone al cargo del desarrollo, y Bandai Namco, encargada de la distribución.

 

No es la primera vez que el gato cósmico pone sus inventos a disposición de los agricultores de un mundo extraño. La primera entrega de Doraemon Story of Seasons, que vio la luz hace algunos años y también analizamos en NextN, ya dibujó las mecánicas que hemos podido probar en Friends of the Great Kingdom.

 

Quisiera poder volar por el cielo azul… y de paso plantar trigo en el cielo. ¡Esto es el gorrocóptero! Quisiera alimentar a una almeja para crear perlas sin necesidad de salir a la superficie a respirar. ¡Esto es el adaptorrayo! Y quisiera, quisiera… ¡pescar en la tierra! ¡Y hacerme amigo de una beluga en una cueva subterránea! ¡Y construir una casa con esmeraldas y un establo con zafiros! Ah, ah, ah, tú siempre ganas, Doraemon. ¿Será Friends of the Great Kingdom una nueva victoria? ¡Descúbrelo con nosotros!

 

 

Siesta no more

La premisa de la que parte Doraemon Story of Seasons: Friends of the Great Kingdom es un clásico del anime. Nobita tiene que hacer los deberes, pero en lugar de eso decide echarse una siesta. Evidentemente, su madre acaba por enterarse y monta en cólera. Abrumado, decide salir a dar un paseo (cualquier cosa con tal de evitar hacer sus tareas) y en el descampado donde suelen jugar encuentra a sus amigos, que tampoco han tenido un buen día. En un momento muy humano, desean poder evadirse y vivir otra vida. Pero, al contrario que el resto de la humanidad, ellos cuentan con la inestimable ayuda de un robot del futuro. Doraemon les presta una nave espacial con la que explorar otros mundos, y así es como el grupo acaba en el reino de Illuma.

 

¡Y qué reino! No solo nos encontramos con un pintoresco pueblo al borde de la hecatombe climatológica, sino con unos lugareños que, aunque adorables y bienintencionados, están inmersos en tremendos dramas personales que se suman a una delicada situación racial que lleva siglos gestándose. Estos son los temas principales en torno a los que se ejecuta la acción, y están pésimamente introducidos. Tenemos que esperar a que nos los expliquen largo y tendido para meternos de lleno en la simulación agraria.

 

doraemon story of seasons friends of the great kingdom

En Illuma conviven cuatro especies distintas: illumanos, doganos, mistianos e icefos. Estos últimos son similares a los pingüinos, viven cerca de la costa y están ligados al mar, lo que los convierte en expertos pescadores. El resto de especies son similares a los habitantes de nuestro planeta, aunque cuentan con rasgos distintivos. Los mistianos, por ejemplo, son místicos y solitarios y tienen una gran sensibilidad por la naturaleza. Los doganos, por su parte, son rudos y gustan de trabajar la piedra y el hierro. La convivencia entre las cuatro tribus nunca ha sido fácil, pero fue obligada después de que un cataclismo conocido como Hálito del Demonio asolase las tierras de Illuma. Ahora este mal amenaza con regresar, y el reino necesita la ayuda de Nobita y sus amigos.

 

Pero ¡horror! La reina de Illuma cree que somos una amenaza, y confisca nuestra nave y todos los inventos de Doraemon. Lumis, el príncipe granjero y nuestro primer amigo en Illuma, intercede por nosotros impidiendo que nos encarcelen. Atrapados en un planeta desconocido, lo único que podemos hacer es ganarnos la confianza del pueblo y sus gobernantes. ¿Cómo? Lo habréis adivinado: trabajando y haciendo prosperar el pueblo mediante la granja de Lumis.

 

El heredero al trono intenta completar la investigación que su padre, el antiguo rey, dejó a medias. Sus estudios hablan de civilizaciones perdidas, plantas extintas y cultivos experimentales que podremos probar a su debido tiempo. Este es un dato importante a tener en cuenta. Doraemon Story of Seasons: Friends of the Great Kingdom nos ofrece un sinfín de horas de juego repletas de novedades, pero conseguirlas exigirá paciencia. El desarrollo de la aventura es lento y plagado de cinemáticas, y aunque con el tiempo gana agilidad su jugabilidad está pensada para desconectar y relajarse.

 

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De sol a sol

Friends of the Great Kingdom es un título acomodado y peca en exceso de continuista. El apartado artístico vuelve a destacar, ofreciendo un mapa bastante nutrido de localizaciones dinámicas que cambian según pasan las estaciones. El caso es que a nivel estético esto significa más bien poco. Los escenarios son ilustraciones preciosistas trabajadas con mimo, pero el dinamismo no va más allá de unas hojas cayendo o unos copos bailando al son del viento. El diseño de los personajes es fiel al anime, y podemos desbloquear ciertas opciones de personalización que influye en el atuendo de Nobita y los demás. Eso sí, es un cambio meramente físico.

 

El rendimiento en dock y en portátil es similar, sin ralentizaciones y con tiempos de carga aceptables, aunque por alguna razón me ha resultado más agradable jugar en modo portátil. Puede que se deba al intimismo con que se ha desarrollado esta aventura. El ritmo de este Doraemon Story of Seasons es lento para permitirnos empatizar con los personajes y lo que narran, y estar recogidito bajo una manta, con una bebida caliente en la mesa y tu Nintendo Switch en las manos, le sienta fenomenal a la experiencia.

 

doraemon story of seasons friends of the great kingdom

Al contrario de lo que ocurre con el apartado gráfico, lo relacionado con la banda sonora es nefasto. Los temas son cansinos y machacones, y se repiten en bucle con alteraciones mínimas entre las estaciones. Sin embargo, esto no sería tan malo por sí mismo si, al menos, tuvieran algo de carisma. El verdadero problema de sonido de Friends of the Great Kingdom es que los efectos solo pretenden cumplir su función y la música de ambiente es tan olvidable que en ocasiones parece que no se está reproduciendo. En aproximadamente 50 horas de juego no ha habido un solo momento en el que la música me haya sorprendido. Más al contrario, he tenido que esforzarme en valorarla porque no dice nada por sí sola.

 

Pico y pala

Si bien su trama y su diseño artístico son aspectos muy atractivos, el principal lastre de Doraemon Story of Seasons: Friends of the Great Kingdom reside en su jugabilidad. Y eso es un problema grave. Las mecánicas de simulación agraria son básicas: arar, plantar, regar y abonar. Y repetir, siempre repetir. Evidentemente conforme vamos avanzando conseguimos herramientas que nos permiten automatizar en cierta medida la tarea, pero como ya hemos comentado la progresión es muy lenta, y eso hace que las mecánicas más importantes del juego se tornen aburridas antes de tiempo. Normalmente estas ayudas se materializan en los inventos que Doraemon se saca del bolsillo mágico, aunque en esta ocasión podemos pedir ayuda a nuestros compañeros e incluso compartir la faena con un segundo jugador, en local y cooperativo.

 

Al cultivo se suman también la minería y la pesca, que son añadidos necesarios más que mecánicas vertebrales, y la ganadería. Mientras que la minería es fundamental para construir y mejorar nuestra granja y la pesca es una fuente de dinero fácil (preparad la caña porque vais a usarla hasta la extenuación), he encontrado en la dinámica ganadera una de las más satisfactorias. Los animales cuentan con un sistema de amistad que define la calidad de sus productos. Es decir, para que la lana de nuestras alpacas o la leche de nuestras vacas sea buena, tenemos que estar pendientes del ganado. Hablar con ellas, darles chuches de vez en cuando, cepillarlas, etc. Lo mismo pasa con las gallinas y los huevos. No presenta ninguna novedad respecto a la anterior entrega de Doraemon Story of Seasons, pero sigue funcionando muy bien. Al final acabas cogiéndoles cariño y emocionándote cuando tienen crías. 

 

El sistema de amistad funciona del mismo modo con el resto de habitantes de Illuma, pero en este caso está totalmente desaprovechado. Es una lástima, porque las historias de los aldeanos, aunque plagadas de clichés y manierismos, son bastante profundas. Los temas estrella son la amistad y el amor, pero también se habla de ambición, de compromiso o de responsabilidad. La mayor parte del tiempo nuestro cometido es el de buscar a los personajes, hablar con ellos sin prestar atención a los diálogos (porque siempre dicen lo mismo), y esperar a que vayan dándonos corazones. Cuando conseguimos un nivel de amistad determinado desbloqueamos un punto de inflexión en sus tramas, y aquí he encontrado mi principal frustración con este título porque esto es un auténtico vertedero de buenas ideas.

 

Estos conflictos, por llamarlos de alguna manera, se resuelven mediante cinemáticas (un recurso del que se abusa continuamente) que proponen al jugador buscar determinado material, visitar cierto lugar o conseguir la ayuda de otros personajes, pero en lugar de darnos la libertad de cumplir con esos cometidos, se resuelven con un fundido a negro y una nueva cinemática en la que ese objetivo ya ha sido cumplido. Ni siquiera vemos a los personajes cumpliéndolo. Es inevitable pensar en las mecánicas que podrían haberse desarrollado en función de las decenas de premisas que se desaprovechan y que podrían haber dotado de mucho interés a un título, por lo demás, repetitivo. 

 

Quizá conscientes de esta dolencia se ha optado por incluir eventos mensuales que se repiten cada año. No es que sean demasiado originales, pero son un soplo de aire fresco que en muchas ocasiones toman la forma de un minijuego, y eso se agradece. Por ejemplo, tenemos peleas de escarabajos que requieren, en primer lugar, capturar insectos. Luego, criarlos y seleccionarlos. Y, por último, presentarlos al torneo, que es un minijuego estándar de tira y afloja. También llaman la atención las carreras de caballos, que son básicamente carreras de obstáculos, pero en las que influye la relación que tengamos con nuestra yegua. Otros eventos en los que podremos participar son las fiestas de la cosecha, los concursos de pesca o la suelta de farolillos. Desgraciadamente, no todos ellos se libran de las cinemáticas.

 

 

Doraemon Story of Seasons: Friends of the Great Kingdom – Tú siempre ganas

Doraemon Story of Seasons: Friends of the Great Kingdom es un título con luces y sombras. Su apartado artístico es precioso, y sus mecánicas básicas consiguen entretener. El problema es que, en un momento de gran auge de los simuladores agrarios y con compañías haciendo auténticas virguerías sobre esa base, no puedes permitirte el acomodo. La innovación en este título es mínima, por no decir nula, y su ritmo lento lastra una jugabilidad que, tras divertirnos unas horas, nos resultará tediosa. No obstante, lo que de verdad empobrece el título es su abuso facilón de las cinemáticas y el desaprovechamiento de las oportunidades que pone en bandeja la narrativa. Aún así es un juego disfrutable, sobre todo por el usuario casual, y las tramas de los personajes se siguen con interés.

 

Hemos analizado Doraemon Story of Seasons: Friends of the Great Kingdom gracias a un código digital cedido por Bandai Namco. Versión analizada: 1.0.1

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Los granjeros salvan el mundo (ejem)
Doraemon Story of Seasons: Friends of the Great Kingdom ofrece una experiencia acomodada sin ningún afán innovador, pero cumple como simulador agrario y resulta adictivo y satisfactorio de una forma pacífica que se mueve entre la seguridad y la nostalgia
PROS
El diseño artístico es una delicia
El juego cooperativo le sienta de fábula
Ocuparse de la huerta y los animales es muy satisfactorio al principio
CONTRAS
La banda sonora no ofrece nada interesante
Se nota que hay grandes ideas que han sido desaprovechadas
Repetitivo y continuista, rozando el tedio por momentos
65
COMPRAR
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