Análisis Lil Gator Game – Nintendo Switch. Una pequeña gran aventura de una tarde de sábado

Fecha de lanzamiento
14 diciembre, 2022
Número de Jugadores
1
Idiomas
Inglés
Tamaño de la Descarga
252,00 MB
Nuestra puntuación
87

Dentro de los juegos indies existe una categoría que son los que se promocionan durante su desarrollo con tuits con pequeños GIFs. Estos, por lo general, suelen pertenecer a tres categorías: bonitos, graciosos o que despiertan la curiosidad. Y precisamente Lil Gator Game lleva más de un año y medio publicando GIFs de los tres tipos. Y es que, ¿qué hay más bonito y gracioso que un niño cocodrilo correteando por toda una isla mientras juega, curiosea y vive aventuras con sus amigos? Si lo hay, no se me ocurre nada. Tras mucho tiempo esperándolo, al fin llega a Nintendo Switch uno de esos juegos bonitos, sencillos, llenos de ternura y que nos transportan a una época mejor, donde la única preocupación era salir a vivir aventuras con los amigos.

 

 

The Legend of Lil Gator: The Endless Saturday Evening

Cuando era aún más pequeño, Drilo, (así es como llamé yo al pequeñajo), solía jugar con su hermana mayor por toda las islas, a que era un héroe con espada, escudo y un sombrero puntiagudo inspirado en su videojuego favorito. Corrían de aquí para allá, jugaban en los charcos, subían colinas y montañas y salvaban el mundo del terrible ejército de los monstruos de cartón. Pero con el paso de los años, la hermana tuvo que irse a estudiar fuera y dejaron de jugar. ¡Pero este fin de semana ha vuelto y ha dicho que van a ir al parque juntos! Pero por desgracia, ser universitaria es sinónimo de tener que hacer un montón de trabajos y cosas de mayores, por lo que no puede jugar con Drilo como hace unos años. Pero Drilo es un héroe y no se piensa rendir tan fácilmente. ¡Si hace falta liar a todos los niños que conoce para vivir aventuras junto a su hermana antes de que vuelva a irse, no va a dudar en hacerlo!

 

Así comienza la aventura de este pequeño cocodrilo por juntar a todos los niños de la islas para hacer la aventura más fantástica e increíble del mundo. Pero cualquiera que haya interactuado más de diez minutos con un niño entre los cinco y los diez años de edad, sabrá que para convencerles de hacer algo que no quieran hacer hay que ganárselos antes. Y ese será la tarea de Drilo, ir haciéndole favores a los más de 50 niños para juntarlos en el parque y construir la mejor ciudad de cartón de la historia. En este aspecto sorprende como cada una de estas misiones es su propia cosa, con su propia mini historia y forma distinta de resolverse.

 

Lil Gator Game análisis Nintendo Switch

Estas misiones hay algunas que son más largas, otras se resuelven en un minuto, pero todas son únicas al igual que los niños que nos las dan. Cada uno de ellos tienen su personalidad, su forma de hablar, de expresarse e incluso hay representación de diversas índoles, cosa que en esta casa se valora mucho. Sobre todo teniendo en cuenta que este juego lo puede disfrutar por todo el mundo, pero en especial  los más peques de la casa, que se pueden volver completamente locos con él y seguro que les ayuda encontrar representación de otros niños como ellos, por mucho que sean animales. La auténtica lástima en este aspecto es que el juego esté únicamente en inglés y eso vaya a dificultar que los renacuajos que no sepan el idioma disfruten del juego al no saber que tienen qué hacer y se vayan a perder esos detalles de representación con los que podrían sentirse identificados. Ese inconveniente junto a su duración, unas seis horas para completar el 100%, son las únicas grandes pegas que se le pueden poner al título.

 

¡A perderse por las islas y jugar como siempre quisiste!

Si algo enamora de Lil Gator Game es el aspecto gráfico. Sus inspiraciones son claras y no se esconden en absoluto, ya que desde el primer momento hablan de ese héroe de juegos que es verde, con espada, escudo, un gorro y una paravela en los juegos más modernos. Pero además del estilo más evidente, también tiene una opción para imitar el aspecto de juego de Nintendo DS que lograba su otra gran inspiración: A Short Hike, ese jueguito indie que consistía también en recorrer una islas conociendo y ayudando a sus personajes mientras tratábamos de subir al punto más alto de la ínsula para hacer una llamada.

 

 

Viendo estas referencias, es imposible no pensar que el hecho de que esta pequeña gran aventura ocurra en una isla no es casualidad. Y serán una islas pequeñas, pero son superdensas en cuanto contenido. Prácticamente, hay algo que hacer en cualquier recoveco. Son pequeñas, pero a la vez son gigantes a ojos de nuestro reptil y todo se siente como un gran descubrimiento para él. Si no hay una misión, seguro que hay una interacción o comentario del entorno, un recuerdo de cuando jugábamos con nuestra hermana o algún jarrón o enemigo de cartón que romper y con el que ganar confeti.

 

Porque sí, el confeti es la moneda de cambio entre los niños del lugar y también sirve para poder fabricarnos nuevos gorros, armas y escudos. Y una cosa que mola es que en función de lo que llevemos equipados, el comportamiento y las habilidades de nuestro amigo con escamas varían. Por poner algunos ejemplos, con un escudo normal podemos deslizarnos por las cuestas, pero si usamos el escudo trampolín saltamos más alto, con el flotador es más fácil deslizarse por el agua, el monopatín nos sirve para movernos más rápido, el cazamariposas es la única forma de capturar bichos y al equiparnos la bandana ninja corremos como uno.

 

Y si os ha gustado el último párrafo que sepáis que aún no he hablado de la posibilidad de llevar dos objetos con los que interactuar. Desde piedras con las que golpear objetivos que estén lejos o simplemente hacerlas rebotar sobre el agua, a pistolas de pintura, una cámara con la que hacer(se) fotos, globos para flotar en el aire o una mano pegajosa con la que agarrarnos a superficie. Todo lo que un niño de la edad de este pequeño lagarto desearía tener a su alcance para ser feliz.

 

 

Lil Gator Game – Todo un remanso de paz y nostalgia

Si algo he sentido jugando a Lil Gator Game es nostalgia y envidia de una época donde todo era más sencillo y toda cosa que nos pasaba era un mundo, para bien y para mal. Pero también he sentido envidia por los más pequeños de la casa que se vayan a encontrar un juego tan fantástico, lleno de posibilidades, colores y estímulos, porque es el juego que me hubiese entusiasmado cuando tenía esa edad. Libertad para explorar cómo y dónde quieras mientras experimentas con el mundo que te rodea y juegas con tus amigos. Esa es mi definición de infancia y Lil Gator Game la cumple a la perfección.

 

Y es por eso por lo que casi se podría decir que me da rabia que el juego esté únicamente en inglés. Un juego tan maravilloso, divertido y puro debería ser disfrutado por cuanta más gente mejor, sin que el idioma fuese un impedimento. Esperemos que le vaya bien en ventas y puedan permitirse traducirlo a más idiomas.

 

Hemos analizado Lil Gator Game gracias a un código digital cedido por Playtonic Games. Versión analizada: 1.0.1

Todos hemos sido este pequeño cocodrilo
Mirar a este pequeñajo a la cara es sinónimo de echar una sonrisa. Primero porque es muy gracioso, pero también porque es imposible no revivir una época mejor donde los días eran eternos y estábamos mirando el reloj deseosos de que llegase la hora de bajar al parque con los amigos. Lil Gator Games sabe captar esa esencia en un juego sencillito, corto, pero de los que te dibujan una sonrisa desde que empiezas a jugar hasta el mensaje de "gracias por jugar".
PROS
El apartado visual y el diseño del arte son una delicia, con aspectos gráficos y fluidos en todo momento
La enorme cantidad de situaciones variopintas que hay y que cada una se resuelva de una forma distinta
El tono del humor y que la personalización del cocodrilo no sea solo estética
CONTRAS
Está exclusivamente en inglés
Deja tan buen sabor de boca, que cuando se acaba quieres más
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