The Oregon Trail

Análisis The Oregon Trail – Nintendo Switch. Disfruta y aprende del camino… Si es que puedes

The Oregon Trail
Fecha de lanzamiento
14 noviembre, 2022
Número de jugadores
1
Idiomas
Español, inglés, francés, etc.
Tamaño de la descarga
969 MB
Nuestra puntuación
72

Probablemente gran parte del público general no piense en nada especial si se le menciona el nombre de The Oregon Trail, pero los más antiguos del lugar, los más metidos en la prehistoria de los videojuegos, probablemente sientan que una lagrimita se desliza por su mejilla. No en vano, hablamos de un pionero absoluto del medio, desarrollado originalmente con fines educativos en la década de los años 70, y comercializado por primera vez en el año 1985. Es decir, hablamos de una IP más antigua que mitos como Pac-Man o Donkey Kong. Toda una obra de culto que ha influido mucho en el sector norteamericano, que ha tenido secuelas y referencias por un tubo, y que ahora llega a Nintendo Switch.

 

La obra de Don Rawitsch llega a la plataforma híbrida de la mano de Gameloft, permitiendo a una nueva generación de jugadores disfrutar de una experiencia que ya recorrió su camino en Nintendo DS, Wii y Nintendo 3DS, pero que ahora llega de forma renovada. Los anticuados píxeles de los años 80 dejan paso a toda una renovación artística en todo lo audiovisual, y con más contenido. Y es que un título de ambientación histórica bien necesitaba una revisión que tuviera más en cuenta la perspectiva de los nativos americanos. Prepara tu equipaje y hazte sitio en la carreta, que partimos hacia Oregón.

 

 

 

The Oregon Trail, una historia muy real

Probablemente, la historia que inspira The Oregon Trail resulte muy ajena a aquellos jugadores que no estén profundamente familiarizados con la historia de los Estados Unidos en el siglo XIX. Numerosos emigrantes recorrieron la senda de Oregón en ese siglo en busca de una vida mejor, y ésta está calificada como sendero histórico nacional por las leyes del país norteamericano. En definitiva, estamos hablando de un momento histórico muy significativo en la cultura de la nación de las barras y las estrellas. Éste es el contexto en el que nos movemos en este título. Un contexto que quizá no diga mucho a jugadores de España o Latinoamérica, pero que no deja de ser interesante.

 

La aventura en la que nos adentramos parte de esta premisa y nos sumerge en lo que, en realidad, es un viaje de supervivencia. Con un grupo de 4 viajeros y una carreta, comenzamos nuestra ruta hacia Oregón, con el objetivo de comenzar una nueva vida allí. No hay protagonistas concretos, con nombres y apellidos determinados, sino una serie de unidades que escogemos parcialmente al azar, con distintas aptitudes y personalidades. No es una decisión trivial, ya que el éxito o fracaso en ciertos momentos puede depender mucho del carácter de nuestros viajeros. Una vez lo tenemos todo, comienza el viaje.

 

 

Un largo viaje que no escatima en problemas

El sendero a recorrer consta de cinco fases principales, que a su vez se dividen en varias fases secundarias cada una, y cada fase secundaria contiene una serie de caminos ramificados que confluyen en el mismo punto. En definitiva, tenemos una especie de muñeca rusa de caminos, y todos llevan a Roma, pero no todos son del todo iguales. Las ramificaciones de cada subfase puede ser determinante para nuestro éxito. La expedición avanza sola, pero nosotros escogemos su ruta.

 

Según la ruta que escojamos, encontramos hogueras para descansar, lavarnos o cocinar, zonas de caza o de pesca, de recolección de hierbas, de reparación de la carreta, o de otro tipo de eventos. Tenemos que estar muy pendientes de las necesidades de nuestros personajes, de nuestro inventario y del estado de la carreta y los bueyes que tiran de ella. Mantener un equilibrio general es esencial para afrontar los retos que nos esperan con garantías, y esto empieza por decidir cuánta comida consumimos cada día o qué velocidad tomamos al recorrer el camino.

 

De hecho, no sólo de hitos vive el camino. A lo largo de cada recorrido, nos esperan una serie de objetivos opcionales a cumplir, con premio, y sucesos aleatorios en los que nos vemos forzados a tomar decisiones. Ayudar o no a un viajero solitario, recoger hierbas a riesgo de que sean venenosas si no las identificamos bien, cruzar un río caminando o en ferry… Todas las decisiones tienen sus consecuencias en el camino hacia Oregón, por lo que no debemos subestimarlas.

 

Los personajes de The Oregon Trail

Comenzamos nuestro viaje con un total de cuatro personajes. Cada uno de ellos tiene dos rasgos de personalidad definidos y varias estadísticas vitales, Salud, Moral, Energía e Higiene, que tenemos que tratar de mantener a buen nivel para que el personaje sobreviva. Aparte, todos ellos tienen rasgos comunes como Lealtad, Actitud, Compostura y Sensatez, que nos ayudan en la interacción con otros viajeros, y habilidades como Disparo, Carpintería, Orientación y Medicina, útiles para la interacción entre ellos y con el mundo.

 

En lo referente a las estadísticas vitales, comenzamos con un máximo de 6, pero según lo que suceda en el camino, ese máximo puede descender. Un personaje que se lesione, o que tenga tendencia a la depresión, puede ver reducidos sus máximos de Salud y Moral. En cuanto a rasgos y habilidades, cada personaje tiene un valor en ellos, y puede subir o bajar según lo que suceda en el camino. Incluso pueden llegar a pelearse con el resto y abandonar el grupo… Y eso sin mencionar las posibles enfermedades, como fiebre tifoidea o disentería, que pueden llegar a contraer. Cuidar a nuestros personajes es, obviamente, esencial para sobrevivir.

 

The Oregon Trail

 

La carreta, un puzle en sí mismo

El inventario de The Oregon Trail se gestiona a través de la carreta, que resulta ser un puzle en sí misma. Cada objeto ocupa un espacio determinado, y ordenarlos dentro de la carreta se convierte en una suerte de Tetris que puede llegar a ser una lotería: la carreta se estropea con el tiempo, y ciertos sucesos la estropean aún más, haciendo que algunos de sus huecos se vuelvan inutilizables, y obligándonos a repararla o reorganizar el inventario si no queremos desechar nuestras provisiones. Y a veces, incluso puede que tengamos que hacer encaje a algún viajero…

 

¿Y qué llevamos en ella? Fácil. Provisiones de comida, materiales curativos, ropa y otros objetos que nos ayudan a que el grupo no pase hambre, o a recuperar algo de higiene, moral, salud o energía. La carreta, además, está tirada por bueyes, que también pueden cansarse o morir si los forzamos demasiado. Por suerte, todo lo que necesitamos puede reponerse en los lugares clave del camino, como son los Fuertes. Eso sí, necesitamos dinero para ello, así que conviene cuidar también nuestra economía.

 

Carreta The Oregon Trail

 

The Oregon Trail tiene puntos fuertes en el camino

Cuando llevas un buen rato caminando por senderos inhóspitos, rompiéndote piernas, arreglando la carreta y contagiándote de disentería, se agradece muchísimo llegar a un punto más tranquilo. Estos puntos suelen ser, principalmente, los fuertes, pero también hay otros lugares intermedios. En ellos, no sólo podemos comprar lo necesario y dormir en una cama para recuperar más resistencia, sino también pasar por un médico, un barbero o un mecánico, arreglando así nuestra salud, higiene y carreta por completo, respectivamente. Y, además, podemos encontrarnos con ciertos personajes que nos encargan misiones secundarias.

 

Aparte, hay otros lugares en los que no tenemos tantas opciones a nuestra disposición, pero sí una pequeña solución intermedia: viajeros dispuestos a hacer trueques. ¿Tienes carne de sobra pero necesitas herramientas de reparación? ¿Has conseguido muchas pieles de animal pero te falta comida? Los trueques nos permiten que nuestro inventario esté más equilibrado invirtiendo recursos en lugar de dólares. Y tenemos la posibilidad de regatear para que nos salga más barato. The Oregon Trail no perdona, así que no perdonemos tampoco nosotros. Eso sí, más vale tener algún personaje con la Sensatez por las nubes para tener éxito en las negociaciones.

 

 

The Oregon Trail son en realidad muchos caminos

Con todo lo definido anteriormente, se completa la jugabilidad del título, que puede llevarnos alrededor de 4 horas para completar la ruta hacia Oregón, en caso de completarla del todo. Si morimos por el camino, haber completado alguna fase nos sirve para activar su meta como punto de viaje rápido, y comenzar ahí en el siguiente intento, para que nos resulte más sencillo llegar al punto final de la ruta. Pero, en realidad, The Oregon Trail ofrece más. Muchísimo más. De hecho, completar una ruta es haber completado apenas la cuarta parte del contenido total del juego.

 

Aparte de la ruta principal, tenemos otras historias a desbloquear, algunas de ellas protagonizadas por nativos. La fiebre del oro, llegar a los terrenos de caza antes de que empiece el invierno, son algunas de ellas. Podemos también cambiar la dificultad y comparar nuestra puntuación con jugadores de todo el mundo gracias al modo en línea. Y también contamos con los clásicos minijuegos de pesca y descenso del río, así como un catálogo impresionante de logros a desbloquear, con decenas de especies animales y de peces, y muchos eventos históricos por descubrir. Por si parece poco, también hay eventos y retos semanales.

 

The Oregon Trail
Tampoco falta el humor en el camino

 

Un juego de otro tiempo que se entrega al presente

A nivel artístico, esta nueva versión de Oregon Trail es una obra realmente impresionante. Los personajes conservan el estilo pixelado de toda la vida, aunque mucho más refinado, pero los escenarios han experimentado un salto mucho más pronunciado, acercándose al HD. Los hitos del camino son una auténtica belleza, e incluso nos regalan de vez en cuando alguna imagen en tres dimensiones que, unida a esos escenarios, ayuda a enamorarse del aspecto visual del juego, y a experimentarlo como nunca lo habíamos podido hacer hasta ahora.

 

Tres cuartos de lo mismo sucede con la banda sonora, que llega de forma reorquestada, entregándonos unas melodías espectaculares inspiradas en el country y logrando que la experiencia, especialmente si jugamos con auriculares o en modo portátil, se vuelve mucho más inmersiva y atractiva. A nivel audiovisual, The Oregon Trail es una auténtica joya. Algo que ayuda mucho a sus intenciones educativas, ya que es mucho más fácil dejarte llevar si disfrutas de lo que estás viendo y escuchando además de divertirte por el camino.

 

 

The Oregon Trail – Nintendo Switch. Aprender es siempre el camino

Gracias a The Oregon Trail, podemos conocer un poco más de las historias que se vivían en el siglo XIX en los Estados Unidos, pero no sólo de rigor histórico se vive, claro. Con un aspecto visual renovado de forma espectacular, una banda sonora excelente, una revisión de contenidos mucho más atenta a la perspectiva de los nativos, y sobre todo, múltiples opciones y modos de juego, la experiencia de sobrevivir a las inclemencias del camino es ahora más atractiva que nunca. Un título de culto que vuelve a estar de actualidad, y un recordatorio de que es posible morir de disentería.

 

The Oregon Trail

Hemos analizado The Oregon Trail gracias a un código digital proporcionado por Gameloft. Versión analizada: 1.0.3

The Oregon Trail
Caminante, sí hay camino
Un hito de los videojuegos educativos regresa con un increíble lavado de cara. Las historias del camino a Oregón vuelven a estar de actualidad gracias a esta versión rediseñada a nivel audiovisual y de contenidos, con nuevas historias y una perspectiva más respetuosa con los nativos, lanzándonos a una ruta de supervivencia en la que disfrutar... Si podemos.
PROS
El rediseño audiovisual enamora
Las múltiples opciones de juego y la revisión de la historia más acorde a la realidad
Infinidad de logros e historias que descubrir
El factor de aprendizaje, parte indispensable del juego...
CONTRAS
...pero que podría no decir gran cosa a un público tan lejano geográficamente
La jugabilidad puede llegar a hacerse algo repetitiva
72