The DioField Chronicle

Análisis The DioField Chronicle – Nintendo Switch. Brilla DioField, palidece la crónica

The DioField Chronicle
Fecha de lanzamiento
22 septiembre, 2022
Número de jugadores
1
Idiomas
Inglés, francés, alemán, etc.
Tamaño de la descarga
9563 MB
Nuestra puntuación
73

Vivimos un momento especialmente dulce para los fans del género del rol táctico. Los títulos RPG con tintes estratégicos disfrutan de una especie de época dorada en la que las referencias y las IP no dejan de llegar, y no sólo se trata de franquicias asentadas o remasterizaciones de sagas de otros tiempos, sino también de títulos completamente nuevos. Square Enix, como casi siempre que se habla del género RPG en general, está en la primera línea de batalla, nunca mejor dicho. Y, si los jugadores de Nintendo Switch ya tuvimos un buen inicio de año con el magnífico Triangle Strategy, ahora tocaba seguir la racha, tanto en la híbrida como en otras consolas, con The Diofield Chronicle.

 

El título de estrategia triangular en estilo gráfico 2D-HD y el objeto de nuestro análisis de hoy tienen como punto en común la empresa que los ha desarrollado y el género en el que se ambientan, y muy poquito más, en realidad. En esta ocasión nos adentramos en un mundo que busca tener un aspecto algo más realista, con una historia muy diferente, una forma muy distinta de desarrollarla, pero sobre todo con un sistema de batalla táctico que marca su propio terreno. ¿Cuál es el resultado de esta propuesta? Tras jugarlo de principio a fin, toca hablar de él al detalle. ¿Nos acompañas?

 

 

The DioField Chronicle, una historia «juegotronesca»

La isla de DioField se ha convertido en el punto de mira del mundo. Al ser la principal ubicación del Jade, un material con propiedades mágicas capaz de canalizar energía, el tirano Imperio y la sibilina Alianza, enfrentados entre sí, tienen como objetivo común hacerse con el control del material. Pero no sólo eso, sino que la isla está afectada por sus propias desavenencias políticas, intrigas, conspiraciones e inquietudes varias. Así comienza la historia de Andrias, Fredret e Izelair, tres mercenarios inseparables cuya vida da un vuelco después de rescatar a un carruaje en apuros en mitad de un camino.

 

The DioField Chronicle es una historia repleta de giros y de momentos inesperados. A lo largo de casi 40 horas de aventura nos vemos obligados a lidiar con las recurrentes invasiones por parte del Imperio y de la Alianza, pero también de las disputas por el trono de la isla por parte de las distintas ramas de la familia real, con las conspiraciones de la iglesia, con las rebeliones populares, en una suerte de Juego de Tronos de lo más realista. Es fácil comprender las razones de la guerra, las motivaciones de cada uno de los núcleos de poder, así como disfrutar de las muchas sorpresas que depara su trama.

 

Por desgracia, esa riqueza narrativa representa a la vez uno de sus mayores problemas: quien mucho abarca, poco aprieta. Seguir el hilo de la trama es un constante ir y venir de subtramas con muy poca conexión entre sí, que por momentos se convierte en un acto de fe, con la esperanza de que en algún momento todo alcance un clímax adecuado que ponga un broche final satisfactorio. Esto no llega a suceder, y acaba dejando la sensación de que la historia del título podría haber sido mucho mejor llevada, que deja cabos sueltos y que no termina de explicar del todo bien ciertas cosas. Por si fuera poco, no está traducido al español, por lo que requiere un esfuerzo extra para comprenderlo todo.

 

 

Batallas a tiempo semi-real

The DioField Chronicle no es un RPG que destaque por su historia, pero sí que lo hace por su sistema de combate táctico. Comencemos por lo más básico: nuestros propios personajes. Contamos con 4 tipos de unidad: soldado, jinete, mago y arquero. Desplegamos un máximo de 4 unidades en cada batalla, y a cada una de ellas podemos asignarle otra unidad que hace, por así decirlo, las veces de escudero. La unidad principal se mueve y ataca y la secundaria aporta el uso de habilidades. Podemos combinar arqueros con jinetes, magos con soldados… Hay muchas combinaciones posibles.

 

Una vez comienza la batalla, el desarrollo es a tiempo semi-real, o real con pausas. El tiempo se detiene cada vez que movemos a una unidad o usamos una habilidad. Durante el movimiento, podemos fijar hasta 2 puntos de paso intermedios, si queremos que nuestro personaje pase por un lugar concreto o evite ciertos caminos. El movimiento no tiene límites, podemos cruzar todo el campo si queremos. Y, al margen de las habilidades de combate, las unidades hacen ataques automáticos, por lo que la lucha se basa en la sabia combinación de ataques automáticos y habilidades.

 

Batalla 1

 

Entrando en terreno con The DioField Chronicle

Una vez inmersos en la batalla, contamos con 3 parámetros principales que tenemos que tener en cuenta: el primero son los HP, los puntos de vida. El segundo son los EP, puntos de habilidad que consumimos cada vez que utilizamos una habilidad especial de personaje. Estas habilidades varían desde ataques a un enemigo, lineales, en área, curativos, defensivos, que modifican nuestra posición o la de los enemigos… Una rica variedad de movimientos que pueden ser muy útiles si se combinan entre sí con buen criterio. Por ejemplo, usar primero un movimiento que condensa a todos los enemigos en un punto del mapa y después otro que afecta a un área concreta puede hacer mucha pupa.

 

El tercer parámetro son los TP, puntos que nos sirven para hacer una invocación. A lo largo de la aventura conseguimos la capacidad de convocar a ciertas criaturas o bestias que hacen gran daño a los enemigos, curan a nuestras unidades o incluso ambas cosas a la vez. Estos tres parámetros, HP, EP y TP, pueden recuperarse con objetos (o magias curativas, en el caso de la vida) o recogiendo las esferas verdes, azules y moradas que se encuentran en el mapa o que dejan los enemigos tras caer bajo el yugo de nuestros fieros ataques. Aprovechar estas esferas es todo un arte que se basa en el siguiente punto del análisis: el posicionamiento y movimiento de las unidades.

 

Área 1 The DioField Chronicle

 

Las bondades del posicionamiento

A la hora de movernos por el terreno en combate, las decisiones posicionales son parte fundamental de nuestro progreso. Los enemigos no nos atacan si no nos ven, por lo que siempre viene bien una aproximación desde un punto ciego o una maniobra de distracción. Disponernos detrás de un enemigo, por su parte, nos garantiza ataques de emboscada, que hacen más daño, y aumentan las opciones de crítico. Dependiendo de la unidad que usemos, podemos atacar cuerpo a cuerpo o a distancia: soldados y jinetes hacen lo primero, y arqueros y magos, lo segundo. También renta, por ejemplo, provocar a un enemigo con un personaje y hacer que los otros 3 le ataquen desde atrás.

 

Además, los enemigos, al igual que nosotros, tienen sus propias habilidades especiales, y nos avisan de cuándo van a usarlas y el área que ocupan. A veces, salir de la zona de ataque de un enemigo es la diferencia entre vivir o morir, porque estos ataques suelen ser más fuertes. Contamos con ataques que pueden aturdir al rival y anular ese ataque, pero si no podemos usarlas en ese momento (las habilidades tienen un tiempo de recuperación estipulado), más nos vale huir. Y aquí entra la velocidad de movimiento de las unidades y el tiempo que se tarda en atacar: un jinete huye rápido, cualquier otro… no tanto. En definitiva: este sistema táctico cuenta con el posicionamiento como uno de sus pilares maestros.

 

 

Sistemas de progresión por un tubo

Uno de los aspectos más personalizables de The DioField Chronicle es la progresión de los personajes. Ésta no se limita a las tradicionales subidas de nivel. Contamos con 4 árboles de habilidades, uno por cada tipo de unidad, en el que podemos añadir prestaciones adicionales a las distintas habilidades de personaje, como aumentar su ataque, reducir su gasto de EP o añadir estados alterados o daño adicional a ciertas unidades.Las armas también cuentan con un árbol de progresión. Recolectando materiales podemos desbloquear nuevas armas en la tienda, y cada arma lleva asociadas una serie de habilidades, por lo que el tipo de arma que equipamos se convierte en una decisión táctica en sí misma.

 

Si a esto le añadimos los distintos parámetros individuales que podemos desbloquear en cada personaje, y los que tienen también las invocaciones, nos queda un sistema en el que tenemos muchísima libertad de decisión y adaptación.¿Te abruma pensar en que tanto árbol y tanto sistema de progresión puede complicarte la vida si no sabes configurarlo bien? No te preocupes, ahora viene lo mejor de todo: cada uno de todos estos sistemas de progresión pueden reiniciarse a cambio de una suma de dinero no demasiado importante, por lo que, teniendo dinero, podemos volver a repartir los puntos de un árbol para adaptarnos a distintas situaciones. Aunque no salga gratis, es una opción que puede resultar muy útil.

 

 

No sólo de táctica vive The DioField Chronicle

Hasta ahora hemos hablado largo y tendido del aspecto táctico, el principal aliciente para jugar The DioField Chronicle, pero no el único. Porque, aunque la historia sea su aspecto más flojo, hay que reconocerle un esfuerzo titánico en el aspecto estético. Las cinemáticas y las narraciones previas a cada capítulo y cada combate de la historia principal están repletas de detalle y de mimo, a un nivel casi cinematográfico que resulta realmente inmersivo y que funciona de maravilla incluso en el modo portátil de Nintendo Switch, donde la definición se ve algo afectada, como es normal, pero no tanto como para afear un trabajo que resulta extraordinario. Y las escasas caídas de frames suceden en momentos en los que carecen por completo de importancia.

 

Una vez en combate, el diseño de escenarios y los efectos visuales ayudan a aumentar esa ambientación épica que consigue lograr el título a nivel estético. Todo un gustazo liberar los ataques más potentes de cada unidad o invocar a Bahamut o a cualquiera de las invocaciones. Una pena, eso sí, que la banda sonora no contribuya a aumentar esas sensaciones. No se trata de una banda sonora del todo mala, pero sí es bastante floja en comparación con el resto de aspectos técnicos, y se acaba haciendo repetitiva y cansina.

 

 

The DioField Chronicle – Nintendo Switch. Memorable en lo táctico, escaso en lo narrativo

Tras las casi 40 horas que lleva completar The DioField Chronicle, incluyendo una generosa cantidad de misiones secundarias, el sabor de boca final es agridulce. Un sistema de batalla realmente estimulante y desafiante, que da la opción al jugador de configurar su progresión con mucha libertad, con tolerancia al error de principiante, y con un apartado gráfico muy cinematográfico que hace de cada cinemática un placer, se ven afeados por una historia que no sabe aprovechar su potencial, se pierde constantemente en sí misma y no logra motivar al jugador, salvo por algunos giros narrativos bastante satisfactorios. Un título tan rico en sus mecánicas merece, sin duda, una historia más a la altura. Ojalá podamos vivirla en futuras entregas.

 

Waltaquin

Hemos analizado The DioField Chronicle gracias a un código digital proporcionado por Plaion. Versión analizada: 1.1.0

The DioField Chronicle
El cronista no está al nivel del estratega
The DioField Chronicle cuenta con su sistema de batalla, intuitivo y rico en detalles, y sus diversos sistemas de progresión, muy personalizables, como puntos fuertes. La estética, que rinde muy bien en Nintendo Switch, también suma mucho. Por desgracia, se ve lastrado por un apartado sonoro que pasa totalmente desapercibido y una historia que busca abarcar demasiado y no consigue cautivar.
PROS
El sistema de batalla a tiempo real con pausas es muy estimulante
Las diversas formas de progresión de personaje ayudan a la personalización
El extraordinario trabajo en escenografía y cinemáticas
CONTRAS
Un apartado sonoro que acaba resultando muy monótono y cansino
La historia abarca más de lo que es capaz de llevar
Para más inri, no está en español
73