Cursed to Golf

Análisis Cursed to Golf – Nintendo Switch. Los 18 hoyos más infernales jamás vistos

Fecha de lanzamiento
18 agosto, 2022
Número de jugadores
1
Idiomas
Español, inglés, francés, etc.
Tamaño de la descarga
1489 MB
Nuestra puntuación
81

El golf, al menos visto desde fuera, pasa por ser uno de los deportes con apariencia más anodina que existen. Golpear una pequeña bola con un palo para lograr introducirla en un hoyo en el menor número de golpes posible puede parecer aburrido, pero en realidad se vuelve bastante emocionante una vez uno entra en materia. Los videojuegos de golf, además, suelen añadirle un toque de fantasía que consigue darle una vuelta de tuerca a este deporte para convertirlo en algo realmente atractivo, y los fans de Nintendo, con décadas de títulos de Mario Golf en nuestros catálogos, hemos sido testigos de ello varias veces. Pero siempre se puede ir un paso más allá, y ese paso se encuentra en propuestas como la de Cursed to Golf.

 

Desarrollado por el pequeño estudio independiente Chuhai Labs y distribuido por Thunderful Games, Cursed to Golf viene a dar una nueva vuelta de tuerca al sencillo concepto de intentar meter una bola en un hoyo en el menor número de golpes posible. Se adentra, además, en una ambientación algo tétrica, propia de la temática escogida para la historia del juego. ¿Cuál es el precio de estar a las puertas de convertirse en la mayor leyenda de todos los tiempos, en el Lionel Messi, Muhammad Ali o Michael Jordan del deporte de los swings, los drives y los greens? Lo descubrirás si sigues leyendo y nos acompañas en esta aventura. Te damos la bienvenida al purgatorio del golf.

 

 

El purgatorio del golf

Nuestro protagonista, una auténtica estrella del golf que está a un solo golpe de convertirse en la mayor leyenda de todos los tiempos, es fulminado trágicamente por un rayo y se lo traga la tierra. Desde este momento, pasa a ser El Condenado, y se ve atrapado en el Purgatorio del Golf, sin esperanza de volver a la vida. ¿O quizás sí? Un amable lugareño golfista llamado El Escocés le cuenta que el purgatorio es regentado por un malévolo personaje llamado el Guardián del Green, y que sus infernales 18 hoyos impiden a cualquiera alcanzar la Ascensión y volver a la vida. La misión está clara: completar el recorrido propuesto por el misterioso Guardián del Green y regresar al mundo de los vivos.

 

Sin embargo, esto no será una misión nada sencilla, porque el pérfido Guardián no se anda con chiquitas. Sus 18 hoyos están lejos de ser un campo de golf estándar. Las calles, los rough, los bunkers y los charcos de agua no están solos en un recorrido que haría santiguarse hasta al mismísimo Tiger Woods: enredaderas que atrapan la bola, zombies que se la llevan a la tumba, pinchos que la destrozan, pirañas que la devoran cuando cae en su charca, dinamita que bloquea caminos… Todo el recorrido está repleto de trampas. No, ni siquiera una leyenda lo tiene fácil para lograr la Ascensión.

 

 

Los retos de Cursed to Golf

La mecánica de juego de Cursed to Golf bebe bastante del género roguelike, pero no es exactamente lo mismo. No se trata de hoyos generados de forma procedural, sino que hay un número determinado de hoyos diseñados que se presentan de forma aleatoria en cada ronda. Por lo tanto, cuando uno lleva ya unas cuantas partidas, lo normal es haberse encontrado con al menos uno o dos hoyos repetidos. Puede sonar repetitivo a la larga, pero los recorridos son tan variados y tienen tantas alternativas dentro de cada hoyo que cada partida se siente fresca y diferente.

 

El recorrido por los 18 hoyos se divide en cuatro biomas diferentes, cada uno con sus propias peculiaridades. La zona inicial es la que más se acerca a la experiencia clásica de una partida de golf, pero conforme vamos avanzando, las trampas pasan a ser más numerosas y los recorridos de cada hoyo se vuelven más enrevesados, largos y caóticos. Cada zona tiene su propio jefe, y debemos derrotar a cada jefe en un duelo para poder acceder a la siguiente fase.

 

Los hoyos normales son hoyos en los que competimos únicamente por introducir la bola lo antes posible, sin ningún rival que nos complique las cosas. Contra los jefes la cosa cambia, ya que competimos contra nuestra propia cuenta atrás y contra el jefe de turno. No podemos permitir quedarnos sin golpes, pero tampoco que el rival emboque la bola antes que nosotros. Cada jefe, además, tiene una habilidad especial que le permite complicarnos las cosas. Los jefes son una de las mejores virtudes del juego, pero también una gran pega: los enfrentamientos con ellos son muy divertidos, pero una vez los hemos derrotado, no volvemos a enfrentarnos a ellos. Cada duelo es una ocasión única, en el sentido más literal.

 

 

No todo son trampas infernales

Cursed to Golf se aleja de las clásicas tarjetas de campo de golf en las que el objetivo es completar cada hoyo en un número determinado de golpes. Aquí los recorridos son bastante largos, y completarlos en menos de cinco golpes es poco menos que una utopía, por no decir que es absolutamente imposible en muchos casos. Pero ésa es la carta que nos presenta cada hoyo al comenzar: completa el hoyo en cinco golpes o estás muerto. Y si mueres, vuelves al hoyo 1. Lo sencillo es echarse las manos a la cabeza y pensar que es imposible, pero no tardamos en descubrir que hay formas de retrasar esa «cuenta atrás» hacia nuestra muerte.

 

El recorrido de cada hoyo está repleto de trampas, pero también de ayudas. Para empezar, tras nuestro primer fracaso, El Escocés nos enseña una de las habilidades más importantes: dar efecto a la bola para controlar su aterrizaje, ayudándonos así a dar golpes mucho más precisos. En el hoyo en sí, además, hay ídolos plateados que nos conceden dos golpes extra al destruirlos, ídolos dorados que hacen lo mismo pero concediendo cuatro golpes, portales de teletransporte, tuberías que nos permiten llevar la bola más lejos, ventiladores que nos la impulsan en la dirección indicada, y lo más importante: cartas de habilidades. Hay dos formas de conseguir estas cartas: encontrándolas a lo largo del recorrido entre hoyos o acudiendo a una tienda a comprarlas.

 

Las cartas de habilidades nos proporcionan todo un abanico de posibilidades. Desde añadir golpes extra a nuestra cuenta atrás hasta dar un segundo golpe a la bola mientras está en el aire, pasando por abrir portales, explotar la dinamita que bloquea caminos, lanzar una bola teledirigida, una bola de hielo que congele el agua, una de fuego que queme las enredaderas, o incluso desmaterializarla temporalmente para lograr atravesar una pared o suelo particularmente complicados. Tenemos que jugar nuestras cartas con sabiduría a lo largo del recorrido, ya que en ocasiones son un factor diferencial entre el éxito o el fracaso.

 

 

Hoyos malditos, Eterni-Tee y decisiones

Después de completar un hoyo, avanzamos con nuestro buggi por un pequeño mapa que en ocasiones nos presenta bifurcaciones. Cada casilla de este pequeño mapa presenta una de estas cinco posibilidades: un cofre con cartas, un cofre con dinero, una tienda Eterni-Tee, un hoyo normal o un hoyo maldito. En las bifurcaciones existe la opción de ir directos a por un hoyo normal o lanzarnos a por el hoyo maldito, que siempre está precedido de al menos dos de las otras posibilidades. Es decir, la valentía de ir a por un hoyo maldito se recompensa con la posibilidad de visitar una tienda, conseguir cartas gratuitas o hacernos con algo de dinero para comprar.

 

Eterni-Tee tiene algunas de las mecánicas más interesantes del juego: no sólo nos permite comprar cartas nuevas y cambiar la apariencia de nuestro personaje, sino que nos da un álbum en el que guardar cartas de habilidad. Aquí reside un interesantísimo componente estratégico: si vemos que nuestra partida actual tiene poco futuro, podemos guardar ahí todas las cartas que queramos, y si morimos, podemos recogerlas en cualquier Eterni-Tee al comenzar una nueva ronda. Como curiosidad adicional, también podemos consultar las clasificaciones mundiales de los jugadores de Cursed to Golf para medir nuestras mejores rondas con jugadores de todo el mundo.

 

En cuanto a los hoyos malditos, no se tratan de algo más complicado por el recorrido que presentan, sino por la maldición adicional. El recorrido es el de un hoyo normal, con sus ayudas y trampas, pero con el añadido de que, cuando damos cierto número de golpes o avanzamos cierta distancia, se activa una maldición que nos complica las cosas. Viento que retiene o lanza más lejos nuestra bola, lluvia que hace que bote menos al tocar el suelo, el escenario boca abajo, incluso la limitación de poder lanzar la bola únicamente hacia la derecha o hacia la izquierda. Son hoyos realmente divertidos gracias a esa complicación adicional, pero claro, llegar al final de los mismos puede ser todo un reto. Escoger entre hoyos normales o malditos es también una decisión estratégica.

 

Cursed to Golf

 

Cursed to Golf está en buenas manos

Es justo decir que, en los primeros compases de este análisis, nos hemos encontrado con un gigantesco problema en Cursed to Golf: los bugs. Inicialmente, había bugs que bloqueaban el juego cuando se cumplían ciertas condiciones en el enfrentamiento con el primer jefe, que bloqueaban el control de la bola de forma inesperada, obligándonos a reiniciar el juego, o un terrible crasheo en el tercer jefe que impedía por completo el progreso. Esto era un motivo de peso para restarle puntos al título, ya que era imposible terminar la partida en la versión de Nintendo Switch.

 

Sin embargo, también es justo decir que el equipo de desarrollo ha estado muy atento a estos contratiempos y los ha acabado atajando de uno en uno, haciendo que la versión que nos ha permitido completar el recorrido hasta el último hoyo, la 1.0.3, consiga hacer desaparecer los fallos de rendimiento más problemáticos del título. Con esto queda claro que los desarrolladores se están volcando en dar una experiencia jugable de calidad y que, si aparecen nuevos bugs, van a encargarse de que todo funcione. Además, ya han anunciado en su cuenta de Twitter algunas mejoras de calidad de vida pensadas tras escuchar el feedback de algunos jugadores. Eso sí, puestos a pedir, nos encantaría que incluyan en el futuro opciones multijugador, que podrían hacer las delicias de los que disfrutamos picándonos con amigos.

 

 

Suena divertido, pero ¿qué tal se ve?

Tras las correcciones anteriormente comentadas, jugar a Cursed to Golf es una experiencia agradable tanto en modo sobremesa como en modo portátil. Su estilo pixel art le sienta como un guante a la jugabilidad bidimensional que propone, los escenarios están diseñados con mucho mimo y el estilo artístico de los fondos y los personajes es muy agradable. El diseño de niveles es, sin duda, el mayor punto a favor del juego: proporciona una experiencia muy desafiante de primeras, pero que sabe lograr que el jugador perciba su propia mejoría y su propia maestría cuando ya lleva unas cuantas horas de juego. Y se aleja de ser lineal, dando varias opciones de avance en cada hoyo.

 

Las composiciones de la banda sonora son muy acertadas para la ambientación que propone el juego. Las distintas melodías combinan bastante bien el espíritu arcade deportivo que fundamenta el título, pero también logra tonos muy ominosos perfectamente adecuados a la ambientación de ultratumba del Purgatorio del Golf. Eso sin entrar a hablar de las melodías de cada uno de los jefes, y la traca final que nos espera al final del recorrido, tras alcanzar el último hoyo. Completar un recorrido entero puede llevarnos casi 3 horas de juego, pero si contamos que lo normal es fracasar unas cuantas veces antes de lograrlo, terminar Cursed to Golf puede llevarnos en torno a unas 10 horas. A partir de ahí, todo es intentar superarse a sí mismo, ya que la variedad de hoyos nos permite una rejugabilidad bastante generosa.

 

 

Cursed to Golf – Nintendo Switch. Convirtiéndonos en dioses del swing

Con unos escenarios que cambian en cada partida, un diseño de niveles estimulante y adictivo, unas mecánicas que enriquecen cada recorrido y una historia bastante más interesante de lo que aparenta a simple vista, Cursed to Golf es prácticamente un imprescindible para los que disfruten de los videojuegos inspirados en este deporte. Un reto que nos va introduciendo poco a poco en sus redes hasta volvernos adictos y que nos motiva a superarnos a nosotros mismos en cada hoyo. Y lo mejor de todo: con un equipo muy atento detrás, que aún sigue trabajando en mejorarlo y que aún tiene margen para sorprendernos.

 

Cursed to GolfHemos analizado Cursed to Golf gracias a un código digital proporcionado por Plan of Attack. Versión analizada: 1.0.3

Cursed to Golf
Del infierno al green
La jugabilidad "mini-golf" clásica en 2D experimenta un salto de calidad exponencial con la propuesta de Cursed to Golf, con hoyos desafiantes, variados, en los que podemos plantear distintas estrategias en cada ocasión, y con mecánicas estimulantes que hacen de cada partida una experiencia y una aventura únicas. La mayor pega es que los jefes, una de las partes más brillantes del juego, sólo puedan ser enfrentados una vez.
PROS
El diseño de niveles es de una calidad sobresaliente
Las mecánicas, variadas y creativas, hacen de cada partida un mundo
El equipo de desarrollo está muy atento a los errores y sigue introduciendo mejoras
Los enfrentamientos con los jefes son muy estimulantes...
CONTRAS
...pero sólo podemos enfrentarnos una vez a cada uno de ellos
Puede resultar muy complicado para jugadores poco acostumbrados al género
Por pedir, un modo multijugador
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