Live A Live

Análisis Live A Live – Nintendo Switch. Un RPG literalmente atemporal

Live A Live
Fecha de lanzamiento
22 julio, 2022
Número de jugadores
1
Idiomas
Español, inglés, francés, etc.
Tamaño de la descarga
4728 MB
Nuestra puntuación
88

«Mil vidas, quisiera vivirlas todas, una sola es poco y yo choco entre las olas del tiempo» decía el rapero español Nach en su canción Mil Vidas. No sabemos si el artista pudo disfrutar de una Super Nintendo durante su infancia, pero poco importa, porque ni él ni ningún otro jugón de fuera de Japón pudo disfrutar, allá por 1994, del JRPG Live A Live. 25 años después de su fecha de lanzamiento, allá por 2019, comenzó a fraguarse el remake que ha llegado ahora a Nintendo Switch, esta vez sí, en todo el mundo. Occidente tiene por fin la ocasión de disfrutar en primera persona de este título, y teniendo en cuenta que pertenece a la época dorada de Square, la expectativa estaba por las nubes y más que justificada.

 

Casi 30 años después, como si se tratara de una cosa del destino, Live A Live viaja en el tiempo y aterriza directamente en el año 2022. Algo curioso, ya que se trata de un título que presenta a varios personajes que viven en períodos muy dispares de la historia de la humanidad. Square Enix aprovecha el ya asentadísimo estilo gráfico HD-2D y lo utiliza para actualizar una historia que, según dicen los que saben de los JRPG de la época, es un título de culto, uno que ha permanecido escondido para los occidentales hasta ahora. Es, por fin, la hora de comenzar a navegar por las olas del tiempo.

 

 

Historia en mayúsculas, historias en plural

Hablar de la historia de Live A Live es hablar de muchas historias. El troglodita prehistórico que se enamora a primera vista y se entrega a proteger a su amada; el maestro de artes marciales chino que busca un digno sucesor para su arte; el sigiloso shinobi que se mueve entre las sombras para proteger Japón; el forajido del oeste que mantiene un duelo épico con el cazarrecompensas que quiere echarle el guante; el luchador del presente que busca ser el más fuerte del mundo; el huérfano del futuro cercano que, sin esperarlo, se enfrenta a una gran conspiración; el robot del futuro lejano que asiste a un auténtico infierno en el espacio; y una octava historia, que se desbloquea al finalizar las otras siete. No daremos más detalles de ella, ni de lo que sucede al acabarla, para no estropear la sorpresa.

 

Esta variedad en los planteamientos permite algo que no es sencillo de hacer en un RPG: atreverse a casi todo. Cada historia tiene su propia estructura, su propio tono narrativo, su propia propuesta. Las hay que se entregan a la comedia, otras a la épica, otras a los diálogos, otras al terror y al misterio, incluso alguna se anima a prescindir casi por completo de la narrativa y se entrega del todo a la acción. Esto, claro, tiene como posible contratiempo que no todas las historias atraigan por igual a todo el mundo. Para gustos, los colores. Puede haber quien ame el capítulo del Oeste y odie el del futuro lejano, o viceversa, por ejemplo. Pero el resultado general es muy satisfactorio y equilibrado, además de dar un dinamismo pocas veces visto.

 

Live A Live

 

En Live A Live cada momento tiene sus normas

La variedad estructural que propone cada historia permite también explorar escalas y sistemas muy variados. El capítulo del Presente, por ejemplo, carece de mapa y consiste única y exclusivamente en encadenar combates, y el del Lejano Oeste transcurre únicamente en un pequeño poblado. Mientras tanto, la Prehistoria explora una cueva y sus inmediaciones, China Imperial toda una montaña y el Futuro Cercano, toda una ciudad. En ninguno de los casos hay mapas inmensos, pero cada uno se adapta a su historia de manera idónea.

 

Aparte, cada época y cada personaje tienen sus peculiaridades. En la Prehistoria podemos usar el olfato para detectar presas y cazar, buscando así combates «aleatorios». En el Futuro Cercano podemos leer las mentes, y en el Ocaso del Período Edo, lo más importante sin duda es el uso del sigilo para no ser vistos por los enemigos, ya que el número de ellos al que nos enfrentemos influye en el desenlace del capítulo. Además, no se trata en ninguno de los casos de sistemas complejos y enrevesados, ya que el formato de historia corta que tienen se presta más a la ligereza. Esto convierte a Live A Live en una buena primera toma de contacto con el género JRPG.

 

Live A Live

 

Nada más atemporal que la lucha

Uno de los principales puntos en común de todas las historias de Live A Live es, claro, el sistema de combate. Los personajes tienen unas características al uso de cualquier RPG clásico: ataque, defensa, velocidad, precisión, etc. También podemos equiparles distintas armas, armaduras y accesorios para aumentar estas prestaciones, y combatir para subir de nivel. Del mismo modo, hay diferencias entre ataques físicos y mágicos, estados alterados, habilidades y objetos curativos… Hasta aquí, un título típico del género. Pero tiene su elemento diferenciador, su peculiaridad: la cuadrícula.

 

Los combates se desarrollan en una cuadrícula de 7×7 en la que podemos movernos libremente. La barra de ataque se va llenando con cada movimiento, y cuando se llena, es el momento de que el personaje ataque. Los ataques tienen distintos rangos de alcance: cercanos, en área, en línea, perforantes, direccionales, etc. Además, los hay de dos tipos: instantáneos y de carga. Los instantáneos hacen efecto al momento y los de carga necesitan que pase un tiempo determinado antes de activarse.

 

Live A Live

Además de esto, la posición en la cuadrícula, así como la orientación, es importante en el combate. Atacar de frente no es lo mismo que atacar de espaldas, la probabilidad de éxito y el daño potencial cambian. Si unimos la importancia de gestionar la posición del personaje con la de atender al tempo de cada personaje, cada movimiento y cada ataque, se nos queda un sistema de combate con tintes muy tácticos que se vuelve totalmente adictivo.

 

Live A Live y sus niveles

La progresión de personaje también es peculiar en Live A Live, ya que le sucede como a su narrativa: cada capítulo tiene su idiosincrasia. Hay personajes, como el maestro de la China Imperial, el luchador del presente y el robot del Futuro Lejano que no suben de nivel, pero cada uno tiene sus peculiaridades; el primero se vuelca en entrenar a sus alumnos, siendo ellos los que progresan; el segundo tiene la capacidad de aprender las habilidades de sus enemigos, con lo que se fortalece a base de aprender ataques; y el tercero tiene una razón narrativa que no revelaremos para evitar spoilers.

 

Live A Live

Los que sí suben de nivel, a su vez, comienzan en distintos puntos de partida. No todos los personajes comienzan su historia a nivel 1, y no todos tienen el mismo ritmo de desarrollo y de progresión. Estos detalles son coherentes con la narrativa que presenta cada historia y se entrelazan con ellas a la perfección, y a su vez se conjuntan con el estilo de combate de cada personaje para dar todo un clínic de cómo un mismo sistema y unas mismas mecánicas se pueden adaptar perfectamente a estructuras narrativas tan diferentes entre sí. Un cóctel realmente atractivo…, pero que también tiene sus pegas.

 

Conviene no olvidar que Live A Live es un JRPG de corte clásico, y que además es de Square. Esto significa que la curva de dificultad no es del todo idónea. Podemos completar prácticamente todo el juego sin despeinarnos, sin grandes desafíos, salvo por algún que otro escollo puntual. Sin embargo, los compases finales del juego dan un salto exponencial que nos obliga a «farmear» como no lo habíamos hecho en ningún momento. Cada historia dura en torno a una hora y media, haciendo un total de unas 12-13 horas…, pero los compases finales del juego disparan ese tiempo hasta las 17-18. Sigue siendo ligero para ser un RPG…, pero las últimas horas rompen la curva de dificultad. Proporcionan un desafío duro e interesante, pero a costa de desequilibrar la progresión de forma inesperada y algo anticlimática.

 

Live A Live

 

El arte de convertir el pasado en presente

4 años después de la salida de Octopath Traveler, se completa un círculo. El título de los ocho viajeros se inspiró en Live A Live, y curiosamente, ahora éste toma su estilo artístico. Un estilo que a estas alturas ya es fácilmente reconocible y que una vez más sienta como un guante a los juegos de este tipo. El HD-2D es realmente precioso y da lugar a estampas espectaculares, algunas casi cinematográficas, a lo largo de las 8 historias del juego, sin renunciar al aroma clásico que desprenden los JRPG en dos dimensiones. Hace brillar aún más las referencias del título a otros juegos y películas y se sigue confirmando como la mejor manera de adaptar al presente el estilo del pasado sin negar su modernidad.

 

Live A Live

Aparte de esto, la banda sonora es todo un compendio de melodías que se alejan de lo genérico y se adaptan a la perfección a la época en la que suenan. Las composiciones de la China Imperial, del Lejano Oeste, del Presente o del Ocaso del Período Edo son todo un ejemplo de ambientación acertada. Además, cada vez que terminamos un capítulo desbloqueamos sus temas en la gramola del menú, por lo que podemos escucharlas en cualquier momento. También se nota el mimo en los efectos de sonido: algo tan nimio como que cada personaje tenga su propia melodía al subir de nivel muestra la atención que el equipo de sonido ha puesto en dotar a cada historia de su propio ambiente. Y eso sin contar la calidad, una vez más, del doblaje, tanto al inglés como al japonés.

 

Además de esto, el rendimiento es una auténtica delicia. Las pantallas de carga tienen mensajes de ayuda, pero son tan ágiles que no da ni tiempo a leerlos, porque el juego apenas tarda 2 segundos en cargar un escenario. Lo mismo sucede al iniciar y guardar partida. La estabilidad de los FPS es excelente tanto en modo sobremesa y en modo portátil, y al menos en nuestro caso no hemos sido víctimas de bug alguno. En los aspectos técnicos, Live A Live es un sobresaliente.

 

Live A Live

 

Live A Live – Nintendo Switch. Las olas del tiempo fluyen a su manera

Apostar por traer Live a Live a la actualidad ha sido, indudablemente, una gran idea por parte de Square Enix. Un título que cuenta con historias variadas, con una gran calidad narrativa y que presenta un sistema de combate increíblemente fresco a pesar de su antigüedad. Una muestra de cómo un juego puede estar adelantado a su tiempo, tanto que hemos tardado casi 30 años en poder verlo en Occidente. Precioso, detallado, adictivo, ligero, divertido, y no se alarga mucho. Toda una rareza dentro del género JRPG que, a pesar de sus desequilibrios puntuales, tiene potencial para atraer a veteranos y noveles por igual.

 

Live A LiveHemos analizado Live A Live gracias a un código digital proporcionado por Nintendo. Versión analizada: 1.0.0

Live A Live
RPG a través de los tiempos
Con un estilo artístico ya fuera de toda duda y una banda sonora repleta de cariño y atención, Live A Live actualiza una serie de historias que muestran la versatilidad que es capaz de alcanzar el género RPG. Desde la Prehistoria hasta el Futuro Lejano, tenemos la ocasión de experimentar todo un abanico de sensaciones narrativas, en las cuales todo jugador encontrará sus favoritas y sus menos favoritas al mismo tiempo, pero con un equilibrio final narrativo excelente.
PROS
Todo un abanico de propuestas narrativas muy variadas entre sí
La perfecta adaptación de los sistemas de combate y exploración a cada historia
A nivel artístico y técnico es realmente excelente
No es especialmente largo ni complejo para ser un RPG
CONTRAS
Algunas historias, en función de los gustos del jugador, se pueden atragantar un poco
La curva de dificultad se dispara de forma anticlimática en los compases finales
Podría hacerse demasiado breve para los fans de los RPG largos e inmensos
88