Han pasado más de diez años desde que la compañía independiente Playdead asombrara al mundo con Limbo. El título de ambientación tétrica y oscura y atmósfera sobrecogedora cosechó reconocimientos en forma de premios y nominaciones varias por la forma que tuvo de contar su angustiosa historia. De vez en cuando aparecen propuestas con ambientación similar, en lo que podría enmarcarse como una suerte de terror psicológico ligero, porque lo que realmente primaba en aquella propuesta, a nivel de jugabilidad, eran las plataformas y los puzles. Es el mismo caso del título que analizamos hoy, Silt, un heredero espiritual que sigue una línea estética parecida, pero en un entorno muy diferente: las profundidades del océano.
La sensación de indefensión y alienación en un entorno tan desconocido y hostil para nosotros como el submarino, un tema recurrente en muchos videojuegos, vuelve a estar presente gracias a esta propuesta del pequeño estudio británico Spiral Circus. Formado por un artista profesional y un investigador científico con amor común por el arte surrealista, Silt ha sido desarrollado a distancia durante la pandemia y llega el 1 de junio a Nintendo Switch y otras plataformas. Anunciado durante el pasado Indie World, nosotros ya nos hemos zambullido en sus oscuras aguas. Preparad vuestra escafandra y vuestra bombona de oxígeno, comienza la inmersión.
El despertar
«En las profundidades moran goliats, bajo las olas y la espuma del mar. Dales caza para sus ojos coger, pues es en ellos donde yace su poder. Una gran máquina aguarda en lo profundo. Despiértala para sellar tu futuro.» Este breve poema es el único texto que vemos a lo largo de toda la aventura en Silt, el prefacio a nuestro viaje en las profundidades. Nuestro objetivo es localizar a los grandes monstruos que habitan el mar y derrotarlos, usando así su energía para poner en movimiento esa gran máquina. En esto se resume la narrativa del título.
Para ello, contamos con una habilidad de lo más curiosa: nuestro buzo es capaz de poseer y controlar a algunas de las criaturas marinas que habitan el fondo del mar. Cada criatura tiene una habilidad especial: cortar cuerdas y cadenas, golpear rocas, romper máquinas, transportarse velozmente o a través de paredes, incluso electrificar artefactos. El avance por los laberintos submarinos se sustenta en el conocimiento profundo de cada criatura y sus habilidades. No sólo el buzo entra en comunión con ellas, también lo hacemos nosotros, y es imprescindible hacerlo para poder superar cada puzle y cada zona.
Silt se construye en torno a su atmósfera
Puede decirse que Silt está construido con escuadra y cartabón. Todos y cada uno de los elementos que lo componen sirven de forma clara y perfectamente medida a un doble propósito: la composición de los puzles y la generación de la atmósfera. Los escenarios, completamente dibujados a mano, se aúnan con la banda sonora, o más bien con la ausencia de ella durante la mayor parte del recorrido. Todo es silencio y sonido ambiental, sustituido por composiciones tensas o épicas en los momentos indicados y redondeando una sensación de inmersión sobrecogedora.
La estética escogida, una escala de grises sombría y oscura, es todo un acierto. El avance por el mar nos lleva a resolver los puzles con una permanente sensación de inquietud, que por momentos se adentra incluso en la angustia y el terror. Avanzamos casi sin darnos cuenta, completamente atrapados por la ambientación, atentos a cada rincón, a cada sonido y a cada sombra, con el temor de la aparición de alguna criatura peligrosa siempre acechando en nuestro subconsciente.
Pero esto no se sostendría por sí mismo si no fuera porque la construcción de los puzles tiene una precisión milimétrica digna de mención. Cada elemento del mapa, cada criatura marina, cada enemigo y cada trampa, todo está perfectamente medido y pensado para cobrar sentido colectivo en el puzle. No hay elementos sobrantes, no hay nada que se eche en falta, y a pesar de ello, la solución nunca está del todo clara. La construcción de los escenarios está pensada para no menospreciar la inteligencia del jugador, para obligarle a pensar, observar, comprender y abordar el desafío con garantías. No es tan sencillo avanzar, a veces hay que comerse el coco bastante, o incluso comprender que hay peligros que sirven a un bien mayor y debemos afrontarlos teniéndolo claro.
La importancia de la luz
Silt es un título que funciona de forma fluida en Nintendo Switch, tanto en modo sobremesa como en modo portátil. Sin embargo, es uno de esos juegos en los que merece la pena aprovechar la funcionalidad portátil de la consola híbrida. En primer lugar, porque jugar con auriculares multiplica la experiencia inmersiva y sobrecogedora que propone el título. Y en segundo lugar, porque los escenarios que propone, oscuros y sombríos, agradecerían un menú de opciones gráficas que brilla por su ausencia. A veces, en modo sobremesa es difícil distinguir bien los fondos del escenario de los elementos que hay en él, debido a su tono monocromo y sombrío. En modo portátil, al poder configurar más fácilmente el brillo de la pantalla, la cosa mejora y mucho.
Pocas pegas, aparte de ésa, se le pueden poner a Silt. Es un título que tiene claro lo que quiere contar y lo que quiere proponer y mide cada uno de sus elementos de forma magistral para transmitirlo y mantenernos completamente enganchados. Si acaso, el mayor problema que tiene es que se pasa en un suspiro. Su avance y su experiencia es tan inmersiva y tan fluida que, tras llegar al final con apenas tres horas de juego, sabe a poco. Y, al ser un avance tan lineal y tan bien medido, la rejugabilidad es más bien escasa, perdido el misterio de cómo se resuelve cada puzle. La única opción sería revisitarlo pasado un tiempo, habiendo olvidado la mayoría del recorrido con algo de suerte… O, simplemente, entregarse a sus impresionantes ambientaciones y escenarios.
Silt – Nintendo Switch. No da tiempo a quedarse sin oxígeno
Lo bueno, si es breve, dos veces bueno. Ese es el consuelo que podemos buscar en la propuesta de Silt, que se acaba en un suspiro pero en la que cada minuto vale la pena. Un título redondo que no deja cabos sueltos ni detalles al azar y que introduce cada elemento con un propósito claro y bien definido, y consiguiendo así una atmósfera tétrica totalmente única y al mismo tiempo adictiva, gracias a la fluidez y el buen hacer de sus puzles. Con un diseño bien cuidado y un trabajo artístico y de jugabilidad excelentes, se trata de una propuesta digna de hacerse un hueco en nuestra Nintendo Switch si nos gustan los juegos de este estilo.
Hemos analizado Silt gracias a un código digital proporcionado por Fireshine Games. Versión analizada: 0.11.13.825
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