Los videojuegos de miedo o terror llevan acompañándonos desde hace muchísimo tiempo. Al ser humano le gusta pasar miedo, esto es así, e incluso hay estudios que afirman que es bueno para la salud por diversos motivos, tanto para gestionar el estrés como por la adrenalina que nuestro cuerpo genera. El indie Tormented Souls llega para demostrar que, dos décadas después de títulos como los primeros Resident Evil, la fórmula de juego de terror clásica sigue funcionando. Frente a la transición que se había impuesto hacia la acción más frenética, vuelven los espacios estrechos, cámaras fijas y munición escasa, esas características compartidas por los juegos de terror antiguos, que te hacían pensar detenidamente cada una de tus acciones y estar alerta ante cualquier sonido desconocido.
Acompáñame en este análisis en el que he recorrido lentamente, porque me daba algo de miedo correr, las entrañas del antiguo Hospital Wildberger. ¿Te atreves a resolver los misterios que en él se ocultan?
Advertencia: este videojuego está clasificado como PEGI 18, por lo que los menores de edad no deben estar leyendo este análisis. Las personas más sensibles podrían quedar afectadas por algunas escenas violentas.
Crónica de ¿quién me mandaría meterme aquí?
Encarnamos a Caroline Wolker, una joven canadiense que un día recibe una carta proveniente del Hospital Wildberger. En su interior encontramos una misteriosa foto de dos gemelas a las que no hemos visto nunca, pero que nos ha afectado de alguna manera. Tras semanas sin poder dormir a causa de las pesadillas y la continua duda sobre por qué se nos ha enviado esa carta, optamos por presentarnos en persona, valga la redundancia, en ese hospital perdido de la mano de Dios en las islas Blackwood.
No pasa mucho tiempo hasta que se lía, porque se tenía que liar, y nos quedamos atrapados en una mansión-hospital de enormes dimensiones, repleto de rompecabezas que resolver y referencias bíblicas. Como si del primer Resident Evil se tratase, debemos recorrer los angostos pasillos y abrirnos paso a través de las estancias mientras recogemos todo lo que nos pueda ser útil. Esto mientras sobrevivimos a las sobrenaturales criaturas que ahí nos aguardan. Al menos, si estás dispuesto a descubrir el misterio de la fotografía y de este lúgubre hospital.
Estilo clásico en todos los aspectos
Lo primero que se nota cuando empezamos a jugar es su inspiración en los juegos clásicos del género, incluso en los controles, pues, aunque la palanca izquierda nos proporciona un control más libre y moderno, la cruceta nos permite jugar al «estilo tanque», caminando lentamente y moviéndonos hacia adelante o atrás con giros sobre nosotros mismos. En la primera estancia ya nos encontramos el primero de muchos fragmentos de historia repartidos por el edificio en forma de páginas de antiguos diarios, fichas médicas o periódicos, así como el primer rompecabezas, el cual ya nos adelanta que estos fragmentos serán vitales para avanzar (menos mal que está traducido al español).
La cámara, como comentaba al principio de todo, no es libre. Esta es fija y va cambiando de posición según nos movemos, creando puntos muertos que debemos tener en cuenta al avanzar. No saber qué nos espera tras esquina o incluso un par de metros frente a nosotros es lo que da una sensación de peligro constante, todo acompañado de una banda sonora que inspira melancolía, tensión o peligro en diferentes momentos a lo largo del título. En serio, había zonas que no me gustaba transitar porque la música me daba mal rollo.
El peligro del que hablaba tiene un origen, pues no estamos solos: grotescas y peligrosas criaturas recorren los mismos pasillos. Estas no se piensan dos veces en ir a por nosotros en cuanto se percatan de nuestra presencia, siendo posible evitar esto moviéndonos despacio (correr es la mejor forma de alertarlos) y no acercándonos demasiado a ellas (ver, ven poco). Y no, este no es juego de terror moderno en el que nos deberemos esconder en un armario. Podemos defendernos de diferentes modos, teniendo que gestionar la munición y elementos curativos esparcidos por el mapa.
En términos de dificultad diría que es un título bastante adecuado como introducción a este tipo de juegos. Con puzles que te hacen pensar un rato, pero a la vez asequibles y lógicos, mientras que los enemigos cuentan con patrones algo previsibles y son medio cegatos. Y si desde el minuto uno gestionáis bien los consumibles, es fácil llegar a la recta final bastante preparados.
La oscuridad no oculta los fallos de Tormented Souls
Tormented Souls cuenta con un apartado técnico algo modesto en Nintendo Switch, notándose dientes de sierra y texturas algo pobres. Pero son otros los verdaderos problemas, como el rendimiento, el cual desluce el apartado artístico y sonoro de este. Pues, aunque de base corre a 60 fps (imágenes por segundo), lo cierto es que no son estables la mayor parte del tiempo. Incluso, se podría decir que lo realmente habitual son los 50 fps con algunas caídas. Aun así, al ser un juego pausado, de exploración y resolución de puzles, estos problemas no afectan jugablemente, pero sí estropean la inmersión. Siendo mucho más problemático los no usuales, pero existentes, cierres del juego que pueden ocurrir. Más aún cuando los guardados son limitados (intentar racionalizar las cintas de guardado y que se te cierre el juego es muy frustrante).
Las pantallas de carga son otro de los problemas principales, pues son muy comunes en este tipo de títulos y no terminan de ser todo lo rápidas que debieran, haciéndose pesadas. Notándose, además, un retardo en la carga de texturas tras estas, tardando uno o dos segundos en verse correctamente, aunque esto último se nota más en ciertos momentos que en otros.
Aun así, y manteniendo todo lo anterior, también tiene cualidades que remarcar en lo técnico. El sistema de luces y sombras destaca enormemente, con unas sombras afectadas por la luz de nuestro mechero a tiempo real. En ocasiones he llegado a detenerme para asegurarme de que lo que he visto moverse era mi propia sombra.
Tormented Souls – Terror clásico, pero con morfina en lugar de hierbas de colores
Torment Souls cumple con lo que promete: tensión y puzles al estilo clásico. A pesar de sus problemas de rendimiento y la simpleza de sus enemigos, es un título ideal tanto para introducirse al género como para revivirlo. Con puzles variados y bastante lógicos, acompañando a una ambientación muy lograda. Posiblemente, tras completarlo, a más de uno le entren ganas de empezar, retomar o rejugar otros títulos clásicos de terror. Siendo esto, algo que en mi caso ha ocurrido.
Hemos analizado Tormented Souls gracias a un código digital cedido por Meridiem Games. Versión analizada: 1.0.0
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