Recordar la edad de oro del género de las plataformas es, sin ninguna duda, retrotraernos a los años 90 y principios de 2000. Y, como en todo reinado, debe existir un rey. Ya sabéis a quienes me refiero. Los británicos de RARE lograron dar forma a un sinfín de joyas entre las que destacan títulos como el fabuloso Banjo-Kazooie, Conker’s Bad Fur Day, Donkey Kong Country o el más reciente, aunque hablemos de 2002, Star Fox Adventures. Su legado, por fortuna, ha logrado perdurar hasta la actualidad con títulos que han seguido, con gran acierto, la senda espiritual del mismísimo Banjo-Kazooie. Y no hablamos de otra que de la saga Yooka-Laylee. Es por ello que cuando Tate Multimedia, conocedora del poder de la nostalgia, confirmó oficialmente que se encargaría de resucitar la franquicia Kao the Kangaroo no fuimos pocos a los que se nos dibujó una sonrisa de oreja a oreja. La saga de este querido marsupial se estrenó originalmente en 2000 con una título de acción y plataformas exclusivo de la extinta Dreamcast. Cinco años más tarde recibió una secuela multiplataforma para, finalmente, cerrar el ciclo con una entrega para PSP, un juego exclusivo de PC y más de 700.000 copias vendidas en todo el mundo. Pues bien, el día ha llegado y toca desempolvar los guantes de boxeo, lubricar los muelles de salto y lanzarnos a analizar Kao the Kangaroo en su versión para Nintendo Switch. ¿Nos acompañáis?
KAO está de vuelta
Quienes jugasteis al título original recordaréis que no se trataba de un juego que destacara por su argumento. Tampoco buscaba, ni necesitaba, ser ningún tipo de descargo narrativo o emocional. Es más, como venía siendo habitual a principios de la década de 2000, contar con un animal antropomórfico en un título de acción y plataformas en 3D ya era suficiente reclamo. Y si no que se lo digan a Crash Bandicoot.
Pues bien, este reboot no iba a suponer una excepción. En esta ocasión, Kao se ve envuelto, tras la repentina ausencia de su hermana, en una aventura que lo llevará a descubrir los misterios que rodean a la desaparición de su padre. Todo ello rodeado de un sinfín de amigos como su mentor Walt, su madre Marlene y su amigo, y mejor inventor, Gadget. Hasta aquí la capa narrativa del juego.
Eso sí, a pesar de la simpleza de su historia, conviene destacar que el juego, pensado para todos los públicos, ha sabido rodearse de un tono de humor, familiar, que le sienta bien. Con hilarantes situaciones e hilos conversacionales que no tienen desperdicio. Algo, por otro lado, muy típico del género que nos ocupa.
Acción y plataformas de la vieja escuela
Kao the Kangaroo se nos presenta como un preciosista título de acción y plataformas en 3D. Nuestro singular protagonista puede saltar, doble salto incluido, e incluso realizar una serie de combos con sus puños ataviados con unos particulares, y mágicos, guantes de boxeo. También podemos dar coletazos en el aire y lanzarnos en plan bomba al suelo. Vamos, lo que viene siendo el equipamiento base de cualquier juego de este género.
Por otro lado, nuestros guantes adquieren diversas propiedades mágicas necesarias para poder avanzar o acceder a diferentes zonas ocultas. Es cierto que el surtido de mecánicas a nuestra disposición no resulta demasiado amplio. No obstante, se basta y se sobra para ofrecernos una aventura tan accesible como divertida y satisfactoria. Mecánicamente hablando el juego es una delicia. Por suerte, y esto suele ser una de las grandes pegas de este tipo de juegos, la cámara cumple su cometido con solvencia. Ofreciéndonos la posibilidad de desplazarla a nuestro antojo para no perder en ningún momento la visión de juego. La precisión de los movimientos, especialmente necesaria en determinados saltos, también resulta muy acertada. Para finalizar, aunque reducidos en número y de baja complejidad, también contamos con diversos puzles durante la aventura
Todo un ring de boxeo
En lo que concierne a los combates, resultan bastante fluidos y precisos. Contando con ataques normales, la posibilidad de fijar enemigos y un ataque devastador que se activa, previa pulsación de un botón concreto, cuando logramos encadenar varios golpes seguidos. Como podéis leer, Kao the Kangaroo bebe, al menos en esencia, de cualquier beat ‘em up de corte clásico. Haciendo suyos diversos desafíos en los que, como si de un cuadrilátero se tratase, tenemos que derrotar a diversas oleadas de enemigos. Eso sí, que nadie se espere un desafío a la altura del Dark Souls de turno. Como ya hemos comentado más arriba, se trata de un juego accesible, enfocado al ámbito familiar.
Dicho todo lo anterior, si hay un aspecto de esta vertiente enfocada a la acción que destaque sobre el resto son los jefes finales. Famosos maestros de la lucha, influenciados por un misterioso y oscuro poder. Es cierto que los enemigos normales siguen resaltando, como así lo hicieron sus anteriores entregas, por su originalidad. No obstante, es en los enfrentamientos con los jefes donde todo lo aprendido/aprehendido cobra sentido. Todo ello gracias a unas batallas en las que tenemos que tener en cuenta tanto los patrones de los propios jefes como nuestro entorno. Eso sí, tampoco suponen, y lo repetimos una vez más, ningún reto demasiado exigente. A pesar de todo, son momentos muy divertidos.
Una estructura de lo más familiar
Estructuralmente hablando el juego resulta igualmente satisfactorio. Disponemos de varias zonas centrales (6 en total) que, como si de una suerte de bioma se tratase, se ramifican. Contando cada una con 3 o 4 niveles desbloqueables gracias a un sistema de runas. Por cierto, contamos con multitud de puntos de guardado y podemos salir en cualquier momento de cada nivel manteniendo los coleccionables (pero no el progreso jugabnle). La estructura se antoja bastante dinámica y, aunque se trata de niveles considerablemente simples, su diseño resulta inteligente. Por desgracia, el diseño en sí mismo hace que la sensación de estar guiados no se despegue de nosotros durante toda la aventura. Y ojo, esto no tiene que ser un defecto per se. Ya que, como hemos comentado, Kao the Kangaroo apuesta, precisamente, por la accesibilidad. No obstante, algún aliciente o modo de dificultad adicional habría sido recibido con los brazos puños abiertos.
En relación a los coleccionables, podemos acumular monedas para canjear por nuevos corazones, vidas extra o skins para cambiar el aspecto de Kao. Además, y más allá de las runas necesarias para progresar, también contamos con las letras del nombre de nuestro canguro favorito repartidas en diversos escondites presentes en cada nivel. Para finalizar, existen una serie de retos que podemos repetir, desde las zonas centrales del juego, en cualquier momento. El juego no resulta excesivamente largo, pero, coleccionables a parte, se puede ir perfectamente a las 7 u 8 horas de juego.
Unos Bugs que te dejan KAO
Llegamos a uno de los apartados más problemáticos de Kao the Kangaroo. El juego nos presenta unos gráficos preciosistas y coloridos. Por desgracia, y esto es algo que se aprecia sobre todo en modo portátil, cuentan con bastante perdida de nitidez. Además, en muchos momentos parece como si el contraste del televisor estuviera al máximo. Presentándonos tonalidades totalmente achicharradas. A pesar de todo ello, los entornos y personajes resultan bonitos. Amén de alguna que otra animación o textura realmente pobre.
No obstante, el problema más gordo llega con su amplio surtido de bugs. Algunos son tan irrelevantes como percatarse del estiramiento del cuello de Kao, como si de una girada se tratase, cada vez que caminamos sumergidos en el agua. Por otro lado, existen multitud de momentos en los que nuestro personaje desaparece o queda atrapado en zonas inaccesibles. Pero lo peor está por venir, y es que, cuando llevábamos varias horas de juego, el juego nos llevó a un bucle que nos hizo perder parte de nuestro equipamiento y progreso. Obligándonos a tener que reiniciar la partida desde cero. Por suerte, no se ha vuelto a repetir. Fallos, todos ellos, que esperamos sean subsanados en la versión final del juego.
Por desgracia, y aunque las voces originales (inglés) alcanzan un nivel aceptable (a secas), el juego no ha sido doblado, como si ocurrió con su segunda entrega, al castellano. Volver a contar con el excelente trabajo de doblaje de actores de voz de la talla de Ricardo Escobar, Miguel Ángel Garzón o Pedro Tena, por mencionar algunos, habría sido la guinda del pastel. Por suerte, los textos si llegan totalmente traducidos al castellano con algún que otro juegos de palabras incluido.
Kao the Kangaroo – acción y plataformas con regusto clásico
Kao the Kangaroo se nos presenta como toda una carta de amor a la edad dorada del género de las plataformas en 3D. Cada rincón, cada sonido o nivel bebe de juegos como Banjo-Kazooie o Donkey Kong 64. Sirviendo, a su vez, como excusa perfecta para revivir una saga tan querida por muchos como la que aquí nos ocupa. Acción, espectaculares combates, exploración y, en definitiva, una accesible propuesta para todos los públicos que, eso sí, cojea en el apartado visual y en una serie de molestos bugs que esperamos sean subsanados en futuras actualizaciones.
Hemos analizado Kao the Kangaroo gracias a un código digital cedido por Meridiem Games. Versión analizada: 1.0.2
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