Una de las opciones favoritas a la hora de reunirse varios amigos en casa de alguien es la de echar una partida en algún multijugador que sea accesible para todo el mundo, con reglas sencillas, controles fáciles de aprender y en el que sea fácil picarse para ganar. Las mismas reglas se pueden aplicar cuando apetece echar un rato en el online sin complicarse mucho la vida, y por suerte en la consola híbrida abundan las opciones de ese estilo, y una de las mismas es Gang Beasts, la propuesta de batalla campal de la desarrolladora Boneloaf con la que darse unas tortas virtuales con unos peculiares personajes que parecen muñecos de goma.
Originalmente este juego salió en 2014 en las plataformas del momento, sin embargo es ahora cuando se vuelve portátil estrenándose en la eShop de Nintendo Switch. Es inevitable por tanto preguntarse qué tal le ha tratado el paso del tiempo a este curioso multijugador, y qué tal rinde en formáto portátil, y eso es lo que vamos a poder descubrir a través del siguiente análisis. ¡Arremángate que comienza la pelea!
¿Quién necesita una historia para liarse a golpetazos?
Una regla en común de muchos juegos pensados exclusivamente en una vertiente multijugador es que no suele haber una historia que seguir. No existe un modo principal de campaña, ni una serie de misiones que completar; se trata sencillamente de un modo multijugador «free for all» o de todos contra todos, en el que la gracia está en echar un combate tras otro con las amistades en persona o a través del online. Por otro lado hay excepciones en esta regla, sobre todo si nos venimos de unos años a esta parte, como en otros títulos como Overcooked o Castle Crashers, donde se ha cuidado de añadir más contenido en el tiempo, incluso pensando en esos momentos donde no hay opción de jugar en línea o con alguien más. Pero quedándonos en el caso de Gang Beasts, podemos decir que se centra exclusivamente en su lado multijugador. El lado bueno de eso es que sirve de excusa en cualquier momento para desconectar, o como una alternativa sencilla y asequible para todo el mundo con la que pasar un buen rato sin más pretensiones. Nada que lograr o desbloquear, tan sólo pasar un buen rato sin más. El lado malo también, es que se limita a eso, por lo que desde el principio ya se sabe lo que hay y no hay nada más allá.
Por buscarle un contexto de trasfondo, básicamente, somos uno de los habitantes de gelatinoso aspecto, de Beef City. Un lugar en el que, además de contar con unas construcciones como las de las películas de acción, de estas que se derrumban con un soplido, por alguna razón la gente no para de liarse a tortas por diversión. Como parte de la gracia, podemos combatir en diferentes escenarios temáticos de toque urbano (encima de los vagones de un tren, en una plataforma del puerto, el interior de una fábrica…) que además de esos elementos que se destruyen al más mínimo contacto, cuentan con diversos peligros, en algunos casos simplemente causando daño si nos topamos con ellos, y en otros directamente nos pueden eliminar de la partida (cayéndose del vagón, o en una trituradora por ejemplo). Es por ello por lo que hay que estar ojo avizor si no queremos perder de la forma más tonta por un descuido. Esto también supone que muchos de los combates se pueden resolver por la vía rápida, en cuestión de muy pocos minutos.
El hecho de que nuestro personaje tenga aspecto gelatinoso, y aparentemente muy poca estructura ósea lleva a que se mueva como si fuera de goma, contorsionándose de formas casi imposibles en ocasiones, lo que se puede utilizar en nuestro beneficio en los combates. Aparte como elemento complementario, podemos personalizar nuestro personaje de manera bastante amplia, tanto en colores como en los elementos que lleva encima (atuendo, gafas, barba, coletas, disfraces de oso…), algo muy interesante para distinguirse bien en medio del caos de los combates multijugador.
Lo bonito de lo conocido
En general Gang Beasts se ve bastante bien tanto en modo portátil como en televisión. Los gráficos lucen coloridos aunque sin muchos detalles, en ese aspecto se aprecia que se trata de un juego que salió hace ocho años atrás, y aparentemente no ha recibido un tratamiento de remasterizado. No obstante, en conjunto luce bastante bien y corre bastante fluido incluso en modo portátil, no se aprecian caídas de frames en general, salvo alguna que otra excepción en algunos de los escenarios con más elementos en movimiento. Hay un contraste curioso entre los brillantes colores de los personajes y los tonos en general apagados de los escenarios, en cierto modo sirve para distinguir mejor a los protagonistas de los combates respecto a los demás elementos que nos rodean, lo que viene bien para no perderse mucho en la confusión de las peleas.
En cuanto al apartado sonoro, las melodías que acompañan a las partidas son animadas, no es que sean de lo más memorables pero suenan bien al oído; en cuanto a los efectos sonoros, son los que caben esperar en este tipo de juegos, donde reina la exageración y el absurdo, de los que te hacen reír un buen rato. El juego se nota que está pensado para entretener de forma sencilla, pero en conjunto no se nota nada muy especial en esta adaptación a la consola híbrida más allá de poder jugarlo en modo portátil donde queramos. Y eso se acaba notando después de algunas horas de juego.
En cuanto al apartado jugable, los controles son sencillos, básicamente nos limitamos a saltar, golpear, esquivar, agarrar y lanzar a los contrincantes. Un detalle que me da la sensación es de que existe un pequeñísimo lag entre el momento de pulsar el botón y reproducirse el comando en cuestión, no es nada especialmente dramático, como si estuvieras nadando bajo agua, pero la sensación está ahí, de ese milisegundo de retraso en cada movimiento, y especialmente a la hora de realizar un salto, lo cual a mí particularmente me pone un poco nervioso, porque te hace dudar si en el momento de lanzar un golpe éste llegará a tiempo antes de que los rivales reaccionen.
Como comentaba antes, Gang Beasts está pensado exclusivamente para partidas multijugador, ya sea en su vertiente en línea como en modo local, en la misma consola o en varias conectadas a la misma sala creada por alguno de los participantes. Eso sí, no hay cpus contra las que enfrentarse, necesitamos en todo momento que haya alguien, ya sea en casa o conectado al juego en línea, lo que indirectamente implica que no vamos a poder jugarlo fuera de casa si no hay nadie cerca. Un detalle de lo más curioso es que, a pesar de lo anterior, de hecho sí podemos comenzar una partida sin nadie más, pero como no hay cpus, nos quedamos como el único participante en el escenario, lo cual produce una situación sin mucho sentido, la de quedarnos dando vueltas por un escenario vacío, sin nadie con quien competir, quedando como única solución arrojarnos contra uno de las trampas del escenario para finalizar perdiendo la partida contra nadie, o bien cancelarla y regresar a los menús de selección.
En cuanto a la duración, como siempre en los juegos multijugador, es relativa: el juego te dura en tanto tengas ganas de seguir jugándolo con alguien. Eso sí, no hay lo que se dice alguna clase de evento temporal ni especial, es decir, como decía antes, lo que ves desde el principio es lo que hay hasta el final, sin ninguna clase de incentivo en ese aspecto. Y la verdad es que es una pena, porque este tipo de juegos ganan mucho con ese tipo de cosas, yendo por temporadas o aportando alguna clase de novedad semanal o mensual que mantenga el interés por regresar a echar una partida no sólo como una alternativa para cuando se reúne gente en casa y se busca una opción entretenida y asequible para todo el mundo.
Gang Beasts – Una fiesta en la que se acaba a golpes (virtuales)
En resumen, Gang Beasts da la sensación de que se podía haber refinado un poco más en su adaptación a Nintendo Switch, haberle añadido más modos, escenarios, detalles en general para no dejar la sensación de ser algo incompleto en su conjunto. Quizás es porque nos hemos acostumbrado a estas alturas a que los juegos, aunque sean planteados estrictamente en su vertiente multijugador, siempre tengan algo más de manera periódica o en forma de modos adicionales, ya sea con un modo campaña o historia, eventos semanales o mensuales o actualizaciones de contenido, o siquiera algo que desbloquear a base de echar sucesivas partidas. Que lo que hay sin duda es entretenido, y como opción de la que echar mano en caso de reunirse gente en casa o de apetecer un rato de juego en línea sin complicaciones está de maravilla, si bien hay que tener en consideración que, llegado el caso, no va a haber más nada que rascar, por lo que es más fácil que en un momento dado nos cansemos de seguir jugándolo más allá del uso puntual.
Análisis realizado gracias al código cedido por Meridiem Games
versión 1.0.2
Debe estar conectado para enviar un comentario.