Super Monkey Ball

Análisis Super Monkey Ball: Banana Mania – Nintendo Switch. Monito simpático, ¿a dónde rodará?

Corriendo en bolas

Super Monkey Ball
Fecha de lanzamiento
5 octubre, 2021
Número de Jugadores
1-4
Idiomas
Español, inglés, francés, etc.
Tamaño de la Descarga
3161,00 MB
Nuestra puntuación
80

A día de hoy la SEGA actual puede que no tenga tantos nombres propios entre sus desarrolladores como durante la década de los noventa, pero sí hay un alto cargo que se asocia a la empresa del erizo azul hoy en día, a pesar de que parece que tiene medio pie fuera, ese es Toshiro Nagoshi y desde luego sabe hacerse notar. Pero antes de ser conocido por ser el principal responsable de la saga Yakuza y cabeza visible del Ryu Ga Gotoku Studio, Nagoshi ya llevaba tiempo como director y productor de juegos dentro de la compañía. Entre sus proyectos más destacados de aquél entonces nos podríamos quedar con dos: F-Zero GX y Super Monkey Ball. Ambos juegos van de llevar distintos personajes, dentro de vehículos, por pistas llenas de curvas, obstáculos por el suelo y las paredes mientras intentas llegar a la meta. Pero por desgracia tan sólo uno de los dos ha seguido recibiendo secuelas durante los últimos veinte años y no es el de Captain Falcon. ¿Y por qué es esto? Bueno, habría que preguntárselo a Nintendo, pero lo que sí que os puedo contar es porque Super Monkey Ball: Banana Mania es la fiesta de cumpleaños perfecta para la saga de monetes en bolas y una puerta de entrada magnífica a una de las franquicias más longevas de SEGA, pero no una de las más conocidas.

 

 

Alma de juguete, corazón de videojuego, cuerpo de monete

Puede que a muchos de los que leáis la web no os suene esto de lo que voy a hablar pero en el pleistoceno, (más o menos por los ochenta y noventa), existía un juguete analógico que era un laberinto lleno de trampas y obstáculos que debías de superar con una pelota metálica solamente inclinando el tablero de juego. A grandes rasgos la saga Super Monkey Ball es, ha sido y será siempre ese juguete pero venido a más. Y es que mientras el juguete sólo nos brindaba un mismo laberinto una y otra vez, Banana Manía cuenta con más de 300 niveles recopilados de los dos primeros juegos y Deluxe distribuidos a través de varios modos de juego.

 

El primero y quizás el modo principal sea el modo historia que, siendo sinceros, es sólo una excusa para que vayamos jugando un centenar de niveles, con pequeñas animaciones de a penas un minuto con AiAi y sus amigos persiguiendo al Dr. Bad-Boon entre niveles. La peculiaridad de estos niveles es que, al igual que el juguete, no controlamos a los simios (o a los personajes que hacen cameo) directamente, si no que únicamente controlamos la inclinación del escenario y la cámara. No negaré que al principio es bastante raro mover al personaje principal así, pero que a los pocos minutos de jugar uno se acostumbra, porque una vez que el cerebro te hace «click» tiene bastante sentido gracias entre otras cosas a unos buenos tutoriales camuflados como niveles iniciales. Poco a poco la cosa se va complicando a base de añadir elementos, trampas, plataformas móviles, niveles que en realidad son puzles, salidas alternativas, etc. Merece una mención especial las no pocas ocasiones donde el juego plantea una serie de niveles que están enfocados a ir todo lo rápido que puedas, para después alternarlo con uno donde no se puede correr, que por un lado ayudan a relajarse, pero por otro también están puestos para jugar con las expectativas del jugador de una forma un tanto diabólica.

 

Lo bueno es que por muy diabólicos que se pongan los niveles de vez en cuando – en serio, hay algunos que son para querer tirarse de los pelos – el reinicio es casi instantáneo, haciendo que no se haga pesado tener que repetir las veces que sean necesarias ese nivel que se nos atasque. E incluso si se atasca demasiado te ofrece varias herramientas para ayudarte a superarlo. La primera es un modo de ayuda en el que tenemos el doble de tiempo para completar el nivel, una guía del camino a seguir y la posibilidad de activar la cámara lenta. ¿La parte negativa de activarlo? Pues que no podrás completar uno de los cuatro objetivos que tiene cada uno de los 300 niveles. Nada de lo que preocuparse. Y si ni con esas consigues pasarte el nivel, siempre puedes optar por marcarlo como completado pagando bananas y pasar al siguiente nivel sin ningún problema.

 

Racimo de contenido

¡Ah, casi me olvido de explicarlo! Los bananas son la moneda del juego que podemos conseguir de una forma u otra en la gran mayoría de modos y que nos ayuda a desbloquear cosas. Porque quizás otra cosa no, pero Super Monkey Ball: Banana Mania es de los juegos más completos en cuanto a modos, contenido y variedad que he visto en los últimos años. Además del modo historia existen diferentes modos de desafío donde hay que superar una serie de niveles exclusivos del tirón, con cinco niveles de dificultad que alteran estas pantallas y añaden niveles extras conforme más dificultad se elija. ¿Quieres más? No te preocupes que ahorrando lo suficiente se puede desbloquear niveles clásicos del primer Super Monkey Ball, niveles donde debes esquivar o recoger todas las bananas para que aparezca la meta. Y cómo ignorar el modo donde los niveles cambian por completo haciendo algo tan tonto como empezar en la meta y que el nuevo objetivo sea recorrerlos al revés hasta llegar a la salida. Y si sobran bananas siempre puedes gastarla en desbloquear personajes, trajes, complementos y cosillas para el modo foto.

 

Pero no todo es corretear en bolas como mono sin cabeza. Si hay que estar en pelotas siempre es mejor hacerlo acompañado y por eso Super Monkey Ball: Banana Mania viene cargado con 12 minijuegos multijugador para jugar hasta cuatro jugadores. Y cuando digo minijuegos no hablo del típico extra embutido para cumplir. Estamos hablando de 12 pequeñas experiencias bien desarrolladas, completas y con variaciones. Hay muchos recopilatorios de minijuegos que se están vendiendo ahora mismo en Nintendo Switch, cuyos juegos son mucho más simples, sin tanto trabajo y opciones. Esto es en parte porque los encargados de desarrollar Banana Mania no son otros que el mismísimo Ryu Ga Gotoku Studio, el de la saga Yakuza, y una parte considerable de estos minijuegos están directamente extraídos de los juegos de la mafia japonesa como pueden ser los de billar, bolos y disparar. Completan la lista un juego de futbol bastante alocado, uno de golf normal con variante de minigolf (cada uno con 18 hoyos), béisbol, tenis, peleas aéreas, una especie de juego de chapas donde hay que echar al rival, carreras por distintos niveles, disparar el mono hacia una diana gigante en mitad del agua e incluso carreras en canoas que ya por sí mismo es mejor que otros juegos de carreras de animales.

 

Todo lo anterior ya hace de Super Monkey Ball: Banana Mania una de las mejores entregas de la saga, pero es que además la versión de Nintendo Switch tiene una serie de características que merece la pena destacar. Por un lado va a 60 frames por segundo estables tanto en portátil como en sobremesa, algo que es básico pues algunos niveles requieren de movimientos muy precisos y rápidos. Pero lo que hace especial a la versión de la híbrida de Nintendo es la vibración HD y el control por giroscopio. La primera nos permite diferenciar la velocidad de los impactos al chocarnos o caer contra algo. No es lo mismo una ligera vibración al caer un metro que chocarnos contra algo a toda velocidad. Por su parte, el control de movimiento es bastante preciso, responde adecuadamente y es una alternativa de control única de esta consola, que solo hace sumar.

 

Super Monkey Ball: Banana Mania – Menuda monada

Super Monkey Ball: Banana Mania es de esos productos que pocas pegas se le pueden sacar. Ofrecen lo mejor de su género tanto para los que son fan desde hace veinte años, como para los que quieren entrar a la saga haciendo una voltereta monil por primera vez. Por desgracia no suele ser lo más habitual a la hora de celebrar un cumpleaños, pero en esta ocasión SEGA ha sabido estar a la altura de las dos décadas de Super Monkey Ball. En vez de sacar el típico recopilatorio han hecho el mejor remake posible de las que probablemente sean las tres entregas más queridas de la saga, lo han juntado todo en un único título, lo han espolvoreado con muchísimo contenido, tanto si juegas solo como en compañía y el resultado ha sido un delicioso pastel de bananas.

 

Super Monkey Ball: Banana Mania Análisis Nintendo SwitchHemos analizado Super Monkey Ball: Banana Mania gracias a un código digital cedido por Koch Media. Versión analizada: 1.0.3

 

Super Monkey Ball
Todo rodado
Sin ser una de las sagas más conocidas de SEGA, Super Monkey Ball lleva ya dos décadas lanzando juegos y convenciendo cada vez a más jugadores de que se sumen a la Banana Mania. A medio camino entre un Greatest Hits y un remake de tres juegos, esta entrega es probablemente la más completa de la saga en cuanto a contenido, variedad y modos de juego tanto para un jugador como para varios. ¡Que se eche a temblar Donkey Kong, que estos monos ya ruedan mejor que él!
PROS
Contenido, contenido y más contenido
Gran variedad de modos tanto para un jugador como para varios jugadores gracias a unos minijuegos fantásticos
El control por movimiento le aporta variedad y le da más sensación de juego de mesa físico
CONTRAS
La música original está secuestrada tras un DLC del pago. La nueva es buena, pero no llega al nivel de la clásica
La dificultad de los niveles extras secretos está diseñada por el mismísimo demonio
80
COMPRAR