Casi cinco años después de su estreno inicial en Wii U, Project Zero: Maiden of Black Water regresa para estrenarse en la exitosa Nintendo Switch y en otras plataformas buscando revitalizar una maravillosa saga que, por desgracia, parecía haber caído en el olvido. A punto de cumplirse 20 años desde el estreno de su primera entrega, no está de más recordar que por sistemas de Nintendo han pasado dos entregas principales y un destacable spin-off que intentaron sacar el mayor provecho a la tecnología de la época para demostrarnos que en una consola de la Gran N, el terror debe sentirse como una experiencia diferente.
Con dos de sus entregas aún perdidas en otras plataformas, la exclusividad de Wii U perdida y un futuro todavía incierto, llega la hora de descubrir si el segundo aire de Project Zero: Maiden of Black Water en Nintendo Switch es uno que está a la altura de lo que Project Zero (Fatal Frame si nos estás leyendo desde el continente americano), y si realmente es un juego que merezca la pena para todos aquellos que, sea cual sea el motivo, no pudieron disfrutar de él en su estreno original. Antes de iniciar con este, nuestro análisis, ten en cuenta el mensaje que aparece a continuación:
Project Zero: Maiden of Black Water, se encuentra clasificado como un título PEGI 18
Ha llegado la hora de visitar el Monte Hikami, y puede que no estés preparado para ello. Antiguamente conocido como un lugar con gran fuerza espiritual, en él se desarrolló una religión única y misteriosa con creencias y costumbres bastadas en la adoración del agua como deidad. Rumores de gente crédula o sucesos reales que muy pocos han vivido para contar, también se dice que el Monte Hikami ha sido escenario de un gran número de accidentes macabros y fenómenos inexplicables. En esta historia conoceremos a tres protagonistas (Yuri Kozukata, Miu Hinasaki y Ren Hojo) y veremos cómo es que sus historias se van entrelazando mientras exploran este siniestro lugar. Un lugar en el que la gente acude para morir y que, incluso para aquellos que han dedicado su tiempo a investigar, encierra muchos secretos.
Hay algo tras cada esquina
¿Alguna vez habéis sentido que alguien os está observando constantemente pese a saber que quizá estáis sin nadie cerca? Esto es precisamente lo que pasa con Project Zero: Maiden of Black Water. El juego se toma su tiempo y cuenta con unos ritmos muy marcados que trabajan por y para la historia, logrando que la atmósfera se sienta pesada, extraña y misteriosa desde un principio, y con ello que poco a poco comiences a sentir cómo es que hay algo acechándote en cada instante. Contrario a lo que pasa cuando tienes aquella sensación de la que hablaba unas líneas atrás (al estar en casa o en una zona segura), aquí sí que hay alguien observándote, y el hecho de no saber en qué momento se manifestará es lo que peor se lleva.
Tensión, esa es la palabra adecuada para describir el jugar a un título como Project Zero: Maiden of Black Water. Esto debido a que, pese a contar con la Camera Obscura, y gracias a ella poder hacer frente a los diversos entes que pueblan el juego, los espíritus que nos ataquen, por lo general, no tendrán el «detalle» de atacarnos uno a uno. Son lentos, sí, pero un descuido al movernos, una curva mal tomada al correr y nos encontraremos rodeados sin darnos cuenta. Respecto a la Camera Obscura, esta cuenta con diversas clases de lentes, mejoras y carretes que funcionarán mejor o peor según la clase de enemigo al que hagamos frente. Por ejemplo, contamos fotografías infinitas en el carrete más básico del juego, pero su tiempo de recarga es largo y te convierte en un blanco sencillo de enemigos rápidos. Por otro lado, un carrete verde o rojo demuestran gran eficacia y hacen falta menos de ellos para finiquitar a nuestros enemigos, pero encontrarlas es casi un milagro.
¡Sonreíd para la foto!
Usar la Camera Obscura no es sólo cosa de sacarla y apuntar a la primera cosa que veamos flotando, es un dispositivo que necesita de sentido común a la hora de ser usado y para intentar capturar los puntos débiles de nuestros enemigos. Por lo general estos disponen de varios, y se manifiestan de diversas formas, así que hay que estar atentos a los cambios en su rutina de ataque. Por otra parte, la Camera Obscura también cuenta con la función de girar su lente (para abarcar más), encontrar objetos ocultos, compatibilidad con el giroscopio de los Joy-Con y un nuevo modo foto. Tened en cuenta que la función del giroscopio sólo es compatible con los mandos originales y está activada por defecto, así que si tenéis cualquier otra clase de Joy-Con no oficial, recordad desactivar este función (que no os pase como a mí, que estuve media hora intentando saber qué era lo que tenía que mover).
El gameplay no destaca por ser demasiado variado (investigar y usar la cámara), pero no aburre en ningún momento. Project Zero: Maiden of Black Water es un juego al que más de uno puede acusar tendenciosamente de tener pocas mecánicas, pero al que nadie puede acusar de no saber utilizarlas. En este sentido, el juego prescinde por completo de la función de tableta vista en Wii U y no apuesta demasiado por innovar, pero el que mucho abarca poco aprieta, así que no tengo problema alguno con apostar por menos en cuanto a novedades, pero otorgar más en cuanto a calidad. Finalmente, me gustaría destacar que si bien los controles pueden parecer algo toscos, existe la posibilidad de cambiar la configuración y optar por una mucho más moderna y cómoda (aunque creo que a este título se debe jugar con la opción predeterminada), así como el hecho de contar con un álbum en el cual recopilar nuestras mejores fotos.
Terror de buen ver
En lo que al apartado visual respecta, nos encontramos con un título que se ve absolutamente bien en los modos portátil y sobremesa de Nintendo Switch. El diseño de personajes puede no resaltar demasiado a primera vista, pero con unas horas detrás, te das cuenta de que están hechos en base a sus experiencias del pasado y no hay puntada sin hilo (y les puedes cambiar de ropa en caso de que no te guste). Sobre sus escenarios sólo puedo decir que el trabajo hecho es una auténtica maravilla y no existe ningún nivel en el que no me haya sentido agobiado o asustado sólo por la forma en la que los cruces del bosque o los pasillos de una habitación tomaban al acercarme a ellos. Todo esto acompañado de unos espíritus que han conseguido sacarme más de un susto, en ocasiones lágrimas, que saben cómo no pasar desapercibidos y «robarse el show» sin opacar ningún otro aspecto del juego.
Sobre el rendimiento del juego sólo puedo decir que este funciona sin problema alguno en las dos versiones en las que se ofrece (portátil y sobremesa), no dando ningún problema que merezca la pena mencionarse. Finalmente, y entrando en el apartado sonoro, lo primero que hay que decir es que el juego permite jugar tanto con voces en inglés como en japonés (ambas muy bien logradas), mientras que lo que más llama la atención es la casi total ausencia de una banda sonora tal y como la conocemos. Las melodías de Project Zero: Maiden of Black Water son suaves, bajas, tétricas y en muchas ocasiones indistinguibles de los sonidos ambiente. Lejos de ser un punto negativo, me parece uno de sus grandes aciertos, pues sabe jugar con eso para crear cierta paranoia en el jugador.
Project Zero: Maiden of Black Water – Aterradoramente bueno
Project Zero: Maiden of Black Water es una de las mejores experiencias para todos aquellos que busquen pasar miedo en Nintendo Switch. Es un juego en el que las cosas fluyen a su ritmo y se toman el tiempo que haga falta para ir creando una atmósfera única y atrapante. Los secretos que se revelan poco a poco, los silencios incómodos en las conversaciones, el gran uso del sonido, todos son elementos que hacen de este juego algo que no deberías perderte.
Es cierto que no apuesta demasiado por la innovación, pero en esta nueva versión se han dejado de lado algunas cosas que, pese a ser curiosas, podían lastrar la experiencia, para centrarse en hacer que lo, aparentemente, poco que haya esté bien hecho. Por cierto, el juego apuesta por la rejugabilidad al permitirnos volver a visitar escenarios previos para descubrir nuevos secretos o terminar aquellas tareas que quedaron pendientes, así que tenéis terror para rato.
Dicho esto, si os gusta el terror o queréis que alguien pase un buen susto en este Halloween, Project Zero: Maiden of Black Water es un título que debéis tener en cuenta. Y sí, lo vais a disfrutar aunque no hayáis jugado a ninguno de la saga, aunque debéis tener en cuenta de que, al menos de momento, en Europa sólo está disponible en formato digital. Eso sí, es probable que de tener el apoyo suficiente las posibles próximas entregas de esta saga si hagan su estreno en formato físico.
Hemos analizado Project Zero: Maiden of Black Water gracias a un código digital cedido por Koch Media. Versión Analizada: 1.0.0
Debe estar conectado para enviar un comentario.