Rocky Balboa ha sido un habitual en los videojuegos desde los tiempos de los 8 bits. Por entonces, hacían juegos de cualquier cosa, pero el caso de Rocky era particularmente atractivo: las pelis eran populares, no pararon de salir entre 1976 y 1990, y se prestaban para hacer juegos de lucha, uno de los géneros más populares. Big Rumble Boxing: Creed Champions es el nuevo juego de la franquicia. Rocky no pasaba por las consolas desde los tiempos de PS2, antes de que estallara la burbuja de las adaptaciones a videojuego de licencias, cuando sacaban juegos hasta de El Padrino.
Los responsables son Survios, un estudio centrado en juegos y aplicaciones de Realidad Virtual, que firman el primer juego en consolas (y que, por cierto, fue anunciado el año pasado en uno de esos Nintendo Direct Mini: Partner Showcase). Anteriormente, Survious desarrolló Creed: Rise to Glory, juego exclusivamente de realidad virtual, del que ha reciclado contenido para hacer este arcade en el estilo de juegos como Ready 2 Rumble o Punch Out!
La historia ¿definitiva? de Rocky Balboa
Big Rumble Boxing: Creed Champions propone la apetecible experiencia de jugar con los boxeadores de todas las películas de Rocky (6 pelis) y Creed (2 pelis de momento), presentando para cada uno de ellos una historia original, con escenas nunca vistas en las películas e incluso con encuentros y reencuentros muy improbables, como Ivan Drago y Clubber Lang, los «villanos» de Rocky 3 y 4, o revanchas amistosas entre Donnie Creed y Ricky Conlan. Para todos los fans de la saga cinematográfica, es una idea atractiva, sin duda, pero los bajísimos valores de producción del juego, junto a unos diálogos vulgares e infantiles en el modo arcade, hace que sea difícil convencerte de estar viendo realmente a los personajes de las películas, y no un fanfiction pobre.
Los diálogos se desarrollan mediante viñetas, con ilustraciones de los personajes en cuatro o cinco poses que se repiten constantemente: enfadado, triste, victorioso, pensativo… No hay voces, salvo gruñidos y algunas palabras sueltas para Rocky (con un imitador de la voz dejada de Sylvester Stallone) y Creed (aparentemente doblado por el propio Michael B. Jordan).
Y las «escenas» se desarrollan sobre un puñado muy pequeño de imágenes fijas de localizaciones como el gimnasio de Mick, el desierto, un bar en México o un callejón, que van rotando aunque sean incongruentes con la trama y el diálogo (¿por qué se pararían en un callejón de mala muerte Rocky y Creed, este aún el pantalón de boxeo, a tener una conversación increíblemente profunda sobre el legado de Apollo?).
Big Rumble Boxing: Creed Champions hace poco por maquillar que es un juego de bajo presupuesto, con la idea ambiciosa de juntar a toda la saga Rocky hasta ahora en un solo paquete, pero que se le viene muy grande. Toda lo referente a la presentación (gráficos, desarrollo de personajes, «cinemáticas») es muy deficiente, propio de un juego de móvil, y no de un juego de consola que cuesta 40 euros. Ni siquiera la banda sonora se salva, que tiene una cantidad muy grande de temas licenciados, según los créditos, pero la mayoría son muy discretos. Hay algunas canciones que suenan en las películas (Gonna Fly Now, el tema de Bill Conti, el tema de Ludwig Goransson remezclado o Lord Knows), pero suenan de uvas a peras, y ni siquiera hay una opción en el juego para escuchar o elegir las canciones. De hecho, el juego está famélico de opciones y modos.
El camino del boxeador
Por lo menos, es moderadamente divertido de jugar. El sistema de combate no tiene mucho misterio, pero es bastante sólido y los controles son receptivos. El desarrollo es lateral, con ataques fuertes y rápidos, combos, ataques especiales cargados, bloqueos y algo movimiento en 3D sobre el ring que nos permite hacer fintas.
Es muy sencillo aprender a jugar, pero los niveles altos de dificultad requieren de sangre fría y pensar bien en qué hacer: esperar al momento justo para atacar, saber cómo anticiparse a los ataques para esquivarlos o, si nos atrevemos, contraatacar. Si pulsamos el botón de guardia en el momento justo en el que nos va a llegar el golpe, podemos hacer un contraataque, algo que requiere reflejos de lince (y que la IA, en los niveles altos de dificultad, hace continuamente).
Al ir probando progresivamente la dificultad más alta, también me di cuenta que el ataque especial tiene más sentido como movimiento defensivo que ofensivo. Al acumular energía y activarlo, la acción se para brevemente por unos segundos mientras nuestro boxeador hace una animación, como un enorme cartel de neón avisando al rival de que debe ponerse en guardia inmediatamente.
Paradójicamente, esto hace que el ataque especial sea bastante inútil… salvo que nos lo guardemos como defensa: si lo activamos mientras está atacando, no podrá pararlo. Incluso podemos contrarrestar su ataque especial con otro especial si lo activamos justo después de ver la animación del rival: aunque lo hayamos activado después, el segundo tiene preferencia (algo que aprendes de la IA, que también te lo hace). No creo que esa decisión de diseño tenga mucho sentido, pero al menos podemos aprovecharlo a nuestro favor si nos damos cuenta, y es de los poquísimos momentos en los que el juego hace «click».
Lamentablemente, el juego está famélico de modos de juego. Hay nada menos que 20 boxeadores, cada uno con su propio modo arcade de cinco o seis combates, pero la mitad son totalmente inventados, por lo que ni los fans tendrán incentivo en completar sus historias. ¡Y eso que ni siquiera hay boxeadores de las películas Rocky V y Rocky Balboa! Aunque tienen diferentes estadísticas de peso, ataque y velocidad, no hay mucha diferencia entre jugar con uno y con otro. Lo único que se puede desbloquear son unas skins adicionales al completar los modos arcade. Luego puedes jugar en modo versus, solo local, y jugar contra la IA, pero no te dará mucho juego en modo individual.
Entre medias de los combates del modo arcade, hay algunos minijuegos de entrenamiento, montados como si fueran esas icónicas escenas de entrenamiento, y es divertido la primera vez que los ves. Pero apenas hay cuatro microjuegos que se repiten, y la puntuación que obtengas no influye en nada, ni siquiera se registra en el juego. ¿Cuál es su función? ¿Se quedaron sin presupuesto para hacer tablas de puntuaciones? ¿Lo dejaron a medias simplemente por pereza?
Big Rumble Boxing: Creed Champions – Gonna Land Now
Big Rumble Boxing: Creed Champions es un intento loable de volver a popularizar los arcade de boxeo sencillos y divertidos, y de ofrecer el juego definitivo de la historia de Rocky con los boxeadores de (casi) todas las películas, pero se queda lejos de conseguir ninguno de los dos objetivos. Lo mejor que podemos decir de Creed Champions es que el sistema de combate no es malo, pero tampoco es muy bueno. Sin embargo, todo lo referido a los gráficos, la variedad de escenarios, modos o luchadores, o las tristísimas viñetas y diálogos (y terrible traducción española), apenas llega a la categoría de peso pluma.
Hemos analizado Big Rumble Boxing: Creed Champions con un código de descarga cedido por Koch Media. Versión analizada: 1.00
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