Cuando World’s End Club se anunció de forma totalmente inesperada para Nintendo Switch, fueron muchos los jugadores que se enamoraron de la premisa y de estos personajes que apuntaban a acompañarnos durante unas buenas horas, pero también fueron muchos otros los que dudaban de esta nueva obra de los creadores de la saga Danganronpa con un nuevo estudio que cuenta con menos recursos. Sea como fuere, lo cierto es que ya está disponible en Nintendo Switch gracias a la distribución de NIS América, por lo que ya podemos conocer si verdaderamente merece la pena unirnos al Club de la Buena Estrella o no en nuestro tiempo libre al salir del instituto (o del trabajo).
¡El apocalipsis de viaje con el insti es mucho más divertido!
¿Qué pasaría si el fin del mundo nos pilla de excursión con los miembros del Club de la Buena Estrella en pleno año 1995? Así comienza World’s End Club, en donde después de que un misterioso meteorito impacte contra la ciudad, nuestros protagonistas despiertan en un parque de atracciones subacuático en el que un misterioso ser llamado Pielope les obliga a jugar a un juego de supervivencia para que solo haya un ganador, el único que podrá salir al exterior vivito y coleando. ¿No os suena a ciertos juicios escolares que nos obligaba a jugar cierto oso monocromo? Lo cierto es que en este nuevo título podemos encontrar varias referencias a las sagas anteriores de los creadores, pero siempre siguiendo un nuevo camino.
Y aunque veamos que al principio todos tienen que matarse entre ellos, en cuanto acaba este juego mortal, el juego da un giro de 180 grados, ofreciéndonos una evolución de la narrativa totalmente distinta que no tiene nada que ver, puesto que en cuanto este club alcanza el exterior (sentimos el spoiler, pero tenemos que deciros que nadie llega a morir en el juego de supervivencia), el objetivo es regresar a la ciudad de Tokio, recorriendo un mundo en el que no queda (casi) rastro de la vida de los humanos.
De esta manera, a medida que progresamos en la historia, llegan momentos en los que se nos proponen varias elecciones, en las que incluso puede que el Club de la Buena Estrella llegue a separarse momentáneamente, pero como se dice, todos los caminos llevan a Roma, o en este caso, a Tokio, ya que siempre vuelven a reencontrarse. Y si os lo preguntáis, la toma de decisiones de los primeros compases solo nos lleva a ver un desarrollo u otro de la trama más inmediata, volviendo a encauzarse la historia común unos cuantos capítulos más adelante. No es precisamente hasta casi cerca del final que las decisiones que tomemos afectan precisamente a que veamos un desenlace u otro.
Al menos en lo que se refiere a la narrativa, no podemos dejar de mencionar que nos encontramos ante una historia muy bien construida que, si bien en algún que otro momento peca de ser algo predecible, la mayor parte del tiempo nos presenta giros de guion que nos impresionan, siendo totalmente factibles, pero a la vez nada esperados. No encontramos ningún deux ex machina y todas las revelaciones increíbles aparecen justificadas por elementos que ya se nos presentaban anteriormente, pero en los que no reparábamos precisamente. Los personajes evolucionan a medida que nos acercamos a Tokio, creando nuevas relaciones y haciendo uso de sus más que marcadas y distintas personalidades, y dejando claro en todo momento que, a pesar de que los miembros del Club de la Buena Estrella no puedan ser más diferentes los unos de los otros, todos se complementan para lograr ese objetivo común que les lleva a descubrir la verdad de lo que ha ocurrido en este mundo en ruinas por el que se mueven.
¿Y cómo se desarrolla esta narrativa? Principalmente a través de las fases de historia, en las cuales lo único que tenemos que hacer es acomodarnos y disfrutar del texto, y a través de las fases de acampada, en las que podemos decidir si hablar con los personajes en el orden que queramos o si saltarlas. Obviamente, lo recomendable es hablar con todos, pues esto ayuda a que los comprendamos mejor y a sentirnos más cercanos a ellos. También existe desarrollo de la historia en las fases de plataformas, pero este es mucho menor.
Unas plataformas que se caen a trozos
Por desgracia para quienes estáis leyendo esto, y aunque en los párrafos anteriores destacamos la más que excelente calidad de la historia, este juego tiene un elemento que lastra todo su desarrollo, y esas son las fases de plataformas. Cuando se dio a conocer al mundo, se nos presentó como una nueva manera en el que las novelas visuales y los juegos de plataformas se unían para crear un producto que impresionaría a los jugadores, y en eso no se equivocaban, porque las físicas de las fases de plataformas llegan a impresionar de lo desesperantes que pueden llegar a ser. Son numerosas las ocasiones que vemos la pantalla de “game over” debido a que los controles dejan mucho que desear y que no responden bien cuando nos enfrentamos a algún peligro.
De hecho, si bien estas fases de plataformas sí están bien concebidas, presentando en algunas ocasiones puzles que no son extremadamente complejos pero que sí nos hacen pensar, nos podemos echar a temblar cada vez que vemos que llegamos a una de ellas, debido a las físicas. Eso sí, puesto que hay tanta variedad entre los miembros del club, no podemos negar que algunas habilidades están más aprovechadas que otras en los diferentes niveles.
Igualmente, también encontramos una serie de elementos coleccionables, los cuales se nos presentan desde el principio como unos objetos que tenemos que buscar por los diferentes niveles plataformeros, pero la realidad es que la gran mayoría de ellos se nos presentan en el camino sin que ni siquiera sea un mínimo desafío buscarlos y hacernos con ellos. Andamos un poco y ahí los tenemos delante de nosotros, esperándonos como quien no quiere la cosa.
Un mundo postapocalíptico, pero lleno de vida y de color
Si hablamos de la puesta en escena, este también es uno de los puntos fuertes del juego, presentándonos entornos postapocalípticos totalmente coloridos en los que nuestros personajes se mueven. Además, toda esta ambientación logra crearse gracias a una más que excelente banda sonora con todo tipo de composiciones, desde aquella más motivadora que suena cuando los miembros del club logran despertar sus poderes hasta aquellas más melancólicas que escuchamos de fondo en las escenas de acampada, puesto que ahí suele hacerse alguna que otra revelación importante.
Igualmente, no encontramos casi ninguna diferencia de jugar en modo sobremesa y en modo portátil, ya que se trata de un título que no es precisamente exigente, pues hace uso de modelados en 3D no muy complejos y de alguna que otra imagen artística para desarrollar las escenas más emotivas o las escenas más frenéticas, reduciendo así lo que debe trabajar Nintendo Switch para lograr correrlo.
Por último, debemos destacar que cuenta con voces en japonés y en inglés, pero con textos en español, lo cual es un enorme esfuerzo de un título que nos llega de la mano de NIS América, una distribuidora que no es conocida precisamente por lanzar el 100 % de sus juegos con una traducción a la lengua de Cervantes.
World’s End Club – Nos unimos al Club de la Buena Estrella, pero no precisamente para saltar
World’s End Club supone el inicio de una nueva etapa de los creadores de la saga Danganronpa, con una combinación algo atrevida (novelas visuales y plataformas) que no llega a casar del todo. Si bien nos encontramos con una gran trama con giros de guion que nos hacen querer seguir avanzando en nuestro viaje de vuelta a Tokio con el Club de la Buena Estrella, las no muchas fases de plataformas adolecen de unas físicas mediocres que lastran el resto de los elementos y hacen que queramos terminarlas cuanto antes para seguir avanzando en la historia. Por lo tanto, si lo que buscamos es una novela visual que cumpla con su premisa, este es nuestro título, pero si lo que queremos es un juego de plataformas, no debemos acercarnos a él bajo ningún concepto. Si queremos unirnos a este club, debemos tener en cuenta que sus pocos puntos negativos llegan a pasar por encima de sus muchos aspectos positivos.
Hemos analizado “World’s End Club” gracias a un código de descarga digital cedido por NIS América. Versión analizada: 1.0.4
Debe estar conectado para enviar un comentario.