Nintendo, ¡que lo que queremos es Mario Kart 9! Pero bueno, OK, si mientras llega vais sacando cositas tan interesantes como Mario Kart Live: Home Circuit, no nos quejaremos. Y es que desde que saliera Mario Kart 8 en Wii U se van a cumplir 7 largos años, en los que hemos conocido también alguna propuesta arcade, o incluso a Mario Kart Tour para móviles (que alguno tenemos tan olvidado)… pero ardemos en deseos de conocer cuál será la próxima novedad en la jugabilidad de la serie de carreras de la gran N. Cierto es que Mario Kart 8 Deluxe se presentó en Nintendo Switch hace ya más de 3 años como el más avanzado para una portátil hasta la fecha… pero sigue sin ser algo nuevo.
Estás ante el análisis de Mario Kart Live: Home Circuit para Nintendo Switch, donde revisaremos si esta propuesta puede calificarse como un buen aperitivo mientras llega esa novena entrega (de la que Nintendo no ha dicho ni pío), o incluso si podría crear una nueva vertiente spin-off que sentara bases de futuro. Incluso si ni lo uno, ni lo otro, y es que, dependerá de las manos en las que lo coloques, que pueden ser más o menos exigentes con el tema.
El sueño olvidado de muchos, hecho de nuevo realidad por Nintendo
¿Te acuerdas? Puede que haya pasado mucho tiempo, pero hubo un momento en tu vida en el que tu salón, habitación, o cualquier rincón de tu casa, probablemente estaba inundado de montones de juguetes. Era tu patio de juego, donde sucedían miles de historias cada día… y no necesitabas nada más. La imaginación lo inundaba todo, creando pistas imposibles en las que tus coches lo darían todo, épicas batallas entre tus muñecos favoritos, o misiones aparentemente imposibles, que absolutamente siempre serían superadas. Eran otros tiempos, tenías otras preocupaciones. Eras un niño. Y donde antes veías un patio de juego en un mundo de fantasía, ahora puede que tan solo encuentres un limpio y recogido comedor.
Tanto si estás en esa fase en la que todavía puedes sentir esa magia, como si has crecido, que tu casa vuelva a convertirse en un lugar de juego es algo mágico. Es la primera sensación que obtienes al tener el cochecito de Mario Kart Live: Home Circuit correteando por tu hogar, mientras miras a la realidad, y ves que «simplemente» estás conduciendo un coche teledirigido, sin más, para cambiar a ver en la pantalla como todo se ha transformado para convertirlo en un improvisado lugar de juego repleto de fantasía, con sus propias reglas ajenas a la realidad. Tan solo tienes que desplegar los cuatro arcos, y distribuir las curvas, dibujar el trazado del circuito… ¡y que comience la fiesta!
Mario Kart Live: Home Circuit: alterando las normas de la realidad
Al tratarse de un coche teledirigido, puedes imaginar que las opciones a la hora de trasladarlo a un videojuego deben ser muy limitadas. El kart puede ir hacia adelante, marcha atrás y mover sus ruedas delanteras para girar a la izquierda y derecha, mientras que en un videojuego como Mario Kart las acciones de nuestro vehículo son algo más variadas, por ejemplo, pudiendo derrapar para poder realizar turbos. Una de las cosas que debemos aplaudir con Mario Kart Live: Home Circuit es precisamente que cuando estás mirando a la pantalla tienes la completa sensación de estar jugando a un videojuego. No solo porque efectivamente puedes derrapar como lo harías en un Mario Kart, algo muy conseguido (el kart real simplemente gira más, pero en el juego tienes la sensación de estar derrapando, ¡está muy conseguido!), sino por las muchas otras variantes que han incorporado que hacen que la realidad «varíe».
Un gran ejemplo de esto lo tenemos con un efecto que convierte nuestra casa en una versión «en espejo», o en los arcos que cuentan con un imán, que hacen que el kart se vea atraído hacia su centro, o incluso en los circuitos que tienen viento lateral que nos desplaza hacia una dirección que tendremos que corregir constantemente. En la realidad, verás todo normal como siempre, mientras que en la pantalla una feroz tormenta de arena que realmente afecta a tu conducción. La realidad aumentada por lo general se limita a incorporar elementos virtuales en nuestra realidad a través de una pantalla, permitiéndonos interactuar con ellos, perdiéndose el efecto en esa interacción, pues no sientes que estén ahí realmente. Con Mario Kart Live: Home Circuit Nintendo ha conseguido romper esa barrera, pues todo lo que ves en esta realidad aumentada interactúa con tu coche en la realidad. Maldecirás ese caparazón azul que recorre toda tu sala de estar, y acaba impactando en tu kart, y sentirás la velocidad al usar un champiñón turbo, mientras esquivas un Goomba que podría detener tu carrera. Todo lo virtual puede influir en el comportamiento de ese elemento real que es el kart, y precisamente esto es lo que produce la magia.
Fantástica idea, con cuestiones por mejorar
Pero no todo es tan bonito, pues Mario Kart Live: Home Circuit tiene varias limitaciones. Para empezar, y la peor de todas, es su alcance, según indica el propio videojuego no deberías ir más allá de 5 metros desde donde esté ubicada la consola, ya sea en modo TV como portátil. ¿Por qué no se ha dotado de un mayor alcance? Hay que tener en cuenta que no es un coche teledirigido normal, ni tampoco lo puedes comparar con el alcance de otros dispositivos Bluetooth. Este coche está transmitiendo imagen constantemente gracias a su cámara incorporada, que tiene que recibir la consola, procesar la información, para devolverla de vuelta para que el kart pueda interactuar con los elementos virtuales. Es decir, aumentar la cobertura no es tan sencillo como a priori pudieras pensar, sin contar que también puede influir en la calidad de la señal las emisiones de otros dispositivos que puedas tener conectados en casa.
Y hablando de la cámara, su resolución no es la mejor que digamos, pero sí más que suficiente para disfrutar del juego. Instalar una de mayor calidad habría conseguido imágenes más nítidas, a cambio de un precio mayor. Cumple su cometido y logra hacer que la interacción funcione… dependiendo de la iluminación. Una de las advertencias que se nos dan precisamente es que no puedes (o debes) jugar en exteriores. Esto puede ser por varios motivos, y uno de ellos es que con luz del sol la cámara podría no funcionar bien. Se ha recibido una actualización para mejorar esto, y lo consigue levemente.
Pero, dejando la luz a un lado, ¿por qué no puedes jugar en la calle, fuera de casa, en modo portátil? Entendemos que es por la construcción de un kart muy bajito (va muy a ras de suelo), con unas suaves ruedas de goma que van de fábula para moverte por casa (y que atraen cualquier suciedad por la que pasen), pero que con el uso en exteriores podrían terminar por dañarse. No digamos si salta una piedrecita a la lente de la cámara y termina dañándolo; en casa no estás exento de peligro, pues conocemos de casos en los que ha terminado cayendo por unas escaleras, con una cámara rota, y totalmente inservible. Precisamente por evitar problemas con la cámara, deberíamos evitar ideas como «rampas o saltos», algo en lo que inmediatamente piensa un niño (ya veréis, ya, van a intentar incluso con loopings…), pues de «caer mal» y afectar a la cámara, podríamos terminar con la diversión.
Nos preguntamos si en un futuro podría haber una versión «Pro» más todoterreno, con mejor cámara (incluso un protector extraíble para la lente), mejores ruedas, más cobertura, y demás, pero hay que pensar que eso dispararía el precio de un producto que se ha convertido en algo inaccesible para algunos, pues hablamos de invertir 99,99 euros (se puede encontrar más barato) en un videojuego. ¿En un videojuego? Hablaremos más de sus posibilidades como videojuego a continuación.
Intenta ser completo como videojuego; se interponen grandes «peros»
Hablamos de Nintendo, por lo que la parte «videojuego» difícilmente estaría descuidada. De hecho, tenemos un Mario Kart con su habitual variedad de nueve copas, champiñón, flor, caparazón, estrella, plátano, hoja, rayo, corona, más una especial en la que podremos crear nuestras propias condiciones de pista. Y ahí es donde tenemos una de las variantes con los clásicos, y es que el trazado puede ser el mismo todo el rato, y lo que va cambiando son las particularidades de cada uno de los 24 circuitos, habiéndolos submarinos, helados, desérticos con tormenta de arena incluida, etc. Los elementos particulares del circuito serán los que hagan que cada pista sea diferente. Luego, tenemos cuatro cilindradas, las ya clásicas 50cc, 100cc, 150cc y 200cc, y ciertamente nuestro kart en la vida real se desplazará más rápido dependiendo de la que seleccionemos. 50cc es muy sencillo, mientras que en 200cc el verdadero problema es que nuestro salón (o donde estés jugando) se nos quede pequeño. Es decir, el coche va más rápido, por lo que cuesta más de controlar, así que tienes que hacer pistas con menos curvas, o estarás chocando constantemente con muebles. Tampoco es que puedas hacerla mucho más grande, dado que la cobertura es limitada.
Sobre el trazado, el concepto es tremendamente original y divertido. Solo tienes que colocar los cuatro arcos numerados por el suelo, las dos curvas incluidas para ayudar a señalizar, para que el videojuego sepa dónde está cada cosa, al escanear los números mientras vas jugando. Antes de eso, Lakitu impregnará de pintura nuestras ruedas para que decidamos la forma que tendrá nuestro circuito, y dependiendo de por donde pasemos, tendrá una forma u otra. Aquí viene uno de los puntos negativos, pues puedes dibujar en tu suelo un circuito super enrevesado, por el que tendrán que pasar los Koopalings. Lo primero a decir de esto, es que ellos no se chocan con los elementos del mundo real, ya sea tu gato, o la pata de una silla. No estaría mal que se «creara» un obstáculo cuando nuestro fontanero, ya sea Mario o Luigi, se chocara contra algo, pero claro, en el «ejemplo del gato» no es algo que esté ahí siempre, es algo móvil, así como otros objetos que podríamos decidir retirar sobre la marcha para no chocarnos más. El verdadero problema puede llegar a la hora de hacer trampas, pues si bien nuestros enemigos deben seguir todo el trazado que hayamos dibujado, nosotros solo tenemos que seguir la numeración de los arcos 1, 2, 3 y 4, y ya está. Es decir, puedes hacer que tus competidores haciendo varios círculos o curvas que tú puedes atajar, sin ningún tipo de penalización; quizás el enfoque del público al que va dirigido es el motivo para tal decisión. Hay que decir que la pista en nuestro suelo no termina de distinguirse tanto como nos gustaría, y sí, se puede activar un modo de «volante inteligente» en las opciones, que intenta que no te salgas de la pista (intenta), pero aún así, la realidad puede «estropear el videojuego.»
En cuanto a modos y posibilidades nos gustaría mencionar el modo espejo, pues realmente es algo muy curioso de ver, pues ver tu casa en un plano inverso dificultará las cosas al igual que lo hacía el modo espejo original. También cuenta con montones de desbloqueables para extender la duración y el interés por el juego, en forma de nuevos vehículos (no, el kart real sigue siendo el que tengas), disfraces para Mario o Luigi, o tipos de claxon. Y de poder jugar, podemos hacerlo en solitario, o a incluso a 4 jugadores si contamos con un kart por participante. Sobre esto, lo curioso es que en la caja del juego tan solo encontrarás el kart, los cuatro arcos, las dos curvas… y ya está. Es decir, no viene incluida una tarjeta de juego, sino que es completamente digital y de libre descarga para todo usuario de Nintendo Switch. Para jugar dos jugadores o más, simplemente hay que sincronizar el kart con la consola de cada participante desde el propio videojuego. Aunque nos habría encantado, no hemos podido probar esta modalidad, aunque imaginamos que tener cuatro elementos reales corriendo por estas pistas semivirtuales haría las cosas más complicadas, pero no imposibles d disfrutar.
Los niños enloquecerán, los adultos en niños se convertirán
Analizar Mario Kart Live: Home Circuit solo como un videojuego… es algo complicado, pues está claramente destinado a un público infantil, que no tiene por qué ser menos exigente que el adulto, sino que sus exigencias son otras. Tener de por sí un kart que controlar con la consola, que tiene una cámara incorporada para ver por dónde va, es algo que de por sí va a convertir este producto en un objeto de deseo por los niños. Pero, la sensación de un adulto controlándolo, y viendo lo «chulo que es», es algo también inigualable. Lo que ocurre es que para el adulto la novedad termine al cabo de un rato, mientras que para los más pequeños disfruten un montón creando sus pistas, o incluso haciendo interactuar sus propios juguetes con ellas. ¡Pobres LEGO y Playmobil!
Y es que su faceta de videojuego cuenta con limitaciones en su planteamiento base, que hacen que no pueda servir al 100% como tal. Ni que decir que nos ha sorprendido cómo Nintendo ha hecho que el kart de juguete sea perfectamente manejado, como si de un videojuego se tratase, alterando también las reglas de la realidad para combinarlas con las del juego, afectando a ese elemento real que es el kart. Esto es algo que probablemente no hayas experimentado antes, o no con tanta eficacia como la conseguida por la compañía nipona, y nos hace imaginar un futuro en el que la tecnología mejore y pueda ofrecer una experiencia aún más satisfactoria. Pero, como primera experiencia el resultado es sorprendente, pero limitado en cuanto a lo que a un Mario Kart debemos exigirle. Sin duda, ¡una experiencia fresca mientras Nintendo se decide a lanzar Mario Kart 9!
Hemos analizado Mario Kart Live: Home Circuit, edición Luigi, en su versión 1.0.1 gracias a un producto proporcionado por Nintendo
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