¡Hola! ¡Bienvenido a NextN.net! Para empezar, gracias por confiar en nuestros servicios. Te estamos profundamente agradecidos. Si has entrado aquí es porque quieres saber qué tal ha salido la versión para Nintendo Switch de Superliminal, la última creación de la desarrolladora Pillow Castle. Bien, en este informe tratamos de dar respuesta a tus dudas acerca de si adquirir, o no, este producto. Nuestro objetivo es trasladaros las sensaciones que nos ha transmitido su propuesta jugable, qué tan buena es la historia que nos cuentan, cómo es el rendimiento del producto y cuál es la calidad gráfica que presenta respecto a la versión original. Por supuesto, todo esto tiene como objetivo llegar a unas conclusiones y una tabla resumen que permitan alcanzar el objetivo de este texto con claridad. Por favor, si desea ver una representación en movimiento de cómo se ve el juego reproduzca el siguiente vídeo; de lo contrario, o una vez haya terminado la visualización, avance hasta al siguiente párrafo, donde comienza nuestro análisis.
Explorando el subconsciente de la mente humana
Empecemos por lo más básico. Superliminal es un juego de puzles en primera persona que nos pide constantemente tener la mente abierta para experimentar con la perspectiva de los objetos que nos rodean. Por supuesto, no se puede interactuar con todo aquello que se tiene alrededor, estando esto limitado a un número determinado de objetos por puzle. Esto está bien porque evita que todo se descontrole, pero nos hubiera gustado que dichos objetos con los que necesitamos jugar para resolver los puzles, estuvieran indicados de mejor forma. En realidad no está nada indicado y se juega con la intuición del jugador para que descubra el objeto que tiene que usar, lo que no siempre termina de funcionar. Sin embargo, la originalidad en todos y cada uno de ellos no se puede negar. De nuevo, es imprescindible ir con la mente abierta si se quiere completar todo el juego. Todo depende de la perspectiva con la que se enfoque cada puzle.
Todos los puzles están guiados por una narrativa claramente inspirada en Portal. El mensaje que nos quiere transmitir el título es un canto a la esperanza que no se puede olvidar y que deja un buen poso al terminar el juego. Sin embargo, a pesar de ello, hemos tenido la sensación que este apartado se siente desaprovechado, como si la historia pudiera haber dado mucho más de sí. Esto pasa porque la historia choca completamente con la ambientación, inspirada por The Stanley Parable. El problema está en que la ambientación funciona como un tiro, y eclipsa todo lo que no esté integrado en ella. Estamos como en una especie de centro médico, que parece más bien un hospital, en el que nos sentimos desorientados. Nos dicen que estamos en un sueño, que nada de lo que vemos es real, en el que los puzles y el laberinto de pasillos absorben toda nuestra atención, en los que intentamos descifrar qué hacer para salir de allí, o, cuanto menos, poder ubicarnos en un espacio «seguro».
Durante nuestros paseos por el escenario vamos viendo cómo la ambientación nos está contando otra historia con los elementos de sus escenarios como cristales rotos o sangre en el suelo, la iluminación del escenario, o diversos carteles con ciertos mensajes. Al final, estamos completamente centrados en todo lo que vemos en los escenarios, por lo que cuando saltan, o activamos, las pistas de voz que nos van narrando la historia principal, podemos no llegar a darnos cuenta que nos están hablando o sencillamente pasar de ello porque no podemos quitar nuestra atención de lo que creemos que puede pasar justo delante de nuestras narices.
Tengo una idea, ¿cómo la hago realidad?
Completar Superliminal nos ha llevado poco más de 2 horas, lo cual se compensa gracias a su rejugabilidad. Para empezar tenemos una serie de puzles secundarios, que nos descubren nuevas partes del laberinto, así como un sistema de logros, alguno de ellos ocultos, que alargan las horas de juego de manera notable, casi duplican las horas de juego, en caso que queramos conseguir todos los logros sin ayudas de guías. Sin embargo, lo que más incentiva a echar una segunda vuelta es la propia historia. Como hemos dicho antes, la primera vez que jugamos estamos tan ensimismados con los puzles y los escenarios que la historia queda en un segundo plano, por lo que al volver a jugar, podemos centrarnos en la narrativa, ya que los puzles una vez conoces cómo resolverlos no tienen complicación alguna.
Respecto al aspecto puramente técnico podemos decir que se ha hecho un trabajo correcto, sin más, algo mejorable. Gráficamente no tenemos ninguna pega, se ve muy bien tanto en modo televisión como en modo portátil y no hemos notado ningún sacrificio respecto a la versión de PC. Sin embargo, es en la tasa de imágenes por segundo donde se han producido los recortes. Para empezar, Superliminal corre en Nintendo Switch a 30 imágenes por segundo, en lugar de las 60 de la versión original. La cosa no termina ahí, pues esta tasa de imágenes por segundo no es del todo estable, llegando a caer hasta los 20 fps en según qué momentos de nuestra exploración. Finalmente nos toca hablar de su banda sonora, que supone el broche de oro a su ambientación, y que nos refuerza esa sensación de desconcierto a la par que nos empuja a seguir explorando más y más cada pasillo por donde nos movemos.
Superliminal – Rompiendo moldes
Superliminal es toda una experiencia que desde el primer momento nos ha atraído con su original propuesta. Mentiríamos si no os dijéramos que ha habido momentos en el que no lo hemos pasado algo mal por su ambientación, pero es parte de su encanto. Ese coqueteo con el terror sin llegar realmente a dar miedo, todo ese terror solamente llega a estar dentro de nuestras cabezas. Esos puzles que tan solo nos piden que juguemos con la perspectiva, suya y nuestra, para lograr soluciones que a priori parecían imposibles. Sí, solo fueron poco más de dos horas, pero valieron la pena cada uno de los minutos que estuvimos a los mandos. Puede que no todo el mundo piense igual, pero si os gusta esta clase de juegos y este tipo de experiencias, aquí tenéis un juego muy a tener en cuenta. No es la mejor versión, pero sí una más que solvente y con el atractivo de poder llevártela a todas partes.
Hemos analizado Superliminal gracias a un código de descarga cedido por Pillow Castle Games. Versión analizada 1.10.5.4.989
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