Hay momentos en la vida de cualquier jugador en los que, más allá de complejas propuesta jugables, el cuerpo nos pide a gritos descargar adrenalina como respuesta a determinados momentos de estrés o ansiedad o simplemente por mero placer. En Reikon Games, desarrolladora independiente afincada en Varsovia y fundada en 2014 por cuatro veteranos del sector que han trabajado anteriormente en franquicias como The Witcher, Dead Island o Dying Light, eran más que conscientes de ello cuando, allá por 2017, lanzaron RUINER en PC, Xbox One y PlayStation 4. Un shooter futurista de marcado corte cyberpunk que ahora desembarca en Nintendo Switch con una premisa sencilla, al menos en apariencia, pero que esconde tras de sí una apuesta que aspira a ser mucho más que un festival de acción, disparos e injertos biónicos. Nos adentramos en su indómita propuesta para descubrirlo, ¡dentro análisis!
Advertencia: este videojuego está clasificado como PEGI 18, por lo que los menores de edad no deben estar leyendo este análisis. Las personas más sensibles podrían quedar afectadas por algunas escenas violentas.
¡Y voy a la ruina!
Del latín brutālis, brutal es un adjetivo que se utiliza para nombrar aquello propio de los animales por su irracionalidad o violencia. Y RUINER es, precisamente, uno de esos títulos que destacan por su brutalidad. Un shooter ambientado en un futuro distópico que nos lleva al año 2091 y a una metrópolis cibernética llamada Rengkok. Los primeros minutos de juego nos dejan claro que su principal pilar jugable no va ser otro que la acción desenfrenada. Y como no podía ser de otra forma, nuestro protagonista no es otro que un psicópata sin nombre, una víctima más de una sociedad de marcado carácter transhumano, cuyo cerebro ha sido hackeado. Un individuo visceral y violento que comienza una cruzada contra el sistema para rescatar a su hermano. Vamos, lo que viene siendo marcarse un «Venganza» de Liam Neeson en toda regla.
Dolor, placer, culpa, inocencia, libertad, esclavitud, bien y mal, cielo e infierno… Aplica cualquier etiqueta a una experiencia humana y le robarás su verdad.
La venganza, comparativas Neesonianas a parte, es uno de los ejes argumentales y jugables de RUINER. Y puede que ello haga que no nos encontremos ante la historia más original. No obstante, es precisamente la forma de expresar dicha narrativa la que nos invita desde el primer momento a querer saber más. Y es que algunas de las conversaciones que tenemos durante los interludios entre nivel y nivel no tienen, filosoficamente hablando, desperdicio alguno. Si tenemos en cuenta el género que aquí nos ocupa, no puedo obviar que ha sido toda una grata sorpresa…
Combinar buenos reflejos, un potente arsenal y la mejora continua de nuestro personaje y sus habilidades resulta fundamental para avanzar con éxito en RUINER. Para ello, el título ha optado, como suele ocurrir en un subgénero cada vez más recurrente como el de los shooter de doble stick (twin-stick shooter), por una perspectiva cenital que nos deja clara su propuesta desde el minuto uno de juego. Y hacemos bien en remarcar el uso del doble stick, ya que si con el izquierdo nos centramos en guiar nuestros movimientos es el derecho el que nos permite apuntar. Algo que deja en evidencia un sistema de control que aunque correcto, y con distintos accesos rápidos bastante intuitivos, ha sido diseñado para ser exprimido con ratón y teclado.
Con karma pero sin calma…
RUINER nos ofrece la posibilidad de alternar en todo momento entre ataques cuerpo a cuerpo y otros a distancia. Presentando ante nosotros un amplio surtido de armas que van desde tuberías, espadas o porras hasta escopetas, pistolas, láser o lanzallamas. Por otro lado, la forma de obtener dicho arsenal también cuenta con su causajística propia. Compartimentos hackeables, robots o incluso los cadáveres de los enemigos (previo saqueo). Cualquiera de estas opciones es válida para dar, y aquí radica el kit de la cuestión, con el equipamiento más devastador.
Eso sí, dado que dicho armamento se rompe y cuenta con munición limitada, siempre podemos, y esto queda a nuestra elección, dotar a nuestros asaltos de cierto componente estratégico o aprovechar los instantes en los que los contrincantes se quedan «casi» noqueados para ejecutar con un solo botón espectaculares y salvajes finishers. Por otro lado, si que hemos notado que las armas cuerpo a cuerpo se encuentran relativamente rotas. Siendo, en muchos casos, bastante más efectivas que los ataques con armas de fuego. Algo que, en no pocas ocasiones, hace resentirse el propio equilibrio jugable del título.
Una vez superado el pequeño tutorial, nuestra misión da comienzo y con ella una serie de batallas sin tregua contra distintas oleadas de enemigos que nos van embistiendo conforme vamos progresando. Entre oleada y oleada se nos presentan breves secciones centradas en la exploración y recolección de objetos y materiales que si bien aportan algo de variedad, tampoco suponen ningún elemento diferenciador al no contar con puzle o mecánica alguna a tener en cuenta. Ojo, esto tampoco tiene que ser algo negativo per se, ya que lo que RUINER viene a traernos es precisamente grandes dosis de acción en estado puro. Y es aquí donde el juego explota todo su potencial. El combate no solo resulta tremendamente satisfactorio sino que cumple su cometido con bastante soltura, sirviendo como perfecta vía de descarga de ingentes cantidades de adrenalina.
Por si fuera poco, las posibilidades que aquí nos encontramos no se limitan a escoger arma sino que van bastante más allá. Mención especial merece el Karma (experiencia). Un sistema que va vinculado a nuestro personaje y nos permite moldearlo a nuestro antojo. ¿Cómo? Sencillo. El título pone a nuestra disposición, a golpe de billetera (de karma), un interesante árbol con distintas habilidades, a desbloquear o mejorar utilizando los puntos obtenidos, que afectan activa o pasivamente a nuestro devenir durante las oleadas constantes de enfrentamientos que se van sucediendo de forma regular durante toda la aventura. Habilidades que van desde un incremento de la velocidad, escudos de energía o ataques devastadores hasta incluso la posibilidad de ralentizar el tiempo en plan Matrix o piratear a las distintas facciones para que luchen a nuestro lado.
Por otro lado, el despliegue de opciones a nuestra disposición nos permite desde personalizar vestimenta, hasta modificar la sensibilidad del mando, activar o desactivar el movimiento asistido o habilitar los distintos finisher que ya mencionábamos unas líneas más arriba. Como os podéis imaginar, todo esto dota al juego de una capacidad de personalización pocas veces vista en un título, como el que nos ocupa, enfocado eminentemente a la acción.
Además, el sistema se dota de determinadas particulares que lo hacen aún más dinámico y, hasta cierto punto (y de ello hablaremos más adelante), profundo. Y es que en cualquier momento podemos reasignar dichos puntos, permitiéndonos experimentar con tantas combinaciones como necesitemos hasta dar con nuestro estilo de juego preferido o simplemente con el equipamiento más indicado para superar un determinado nivel. Jugablemente hablando, tampoco encontramos elementos que rompan el vertiginoso ritmo de la aventura. Puede que los tiempos de carga resulten un pelín excesivos, pero queda totalmente compensado con un sistema de reinicio rápido que nos evita tener que recorrer largos trayectos tras cada muerte. Esto último se agradece sobremanera, ya que el juego que nos ocupa, aunque no destaque por su complejidad, cuenta con algunos picos que nos pueden llegar a desesperar (sobre todo en los niveles de dificultad más elevados) por momentos.
Una violenta tormenta de verano
RUINER cuenta con un total de 14 intensos niveles repletos de acción y distopía cibernética. Por si fuera poco, se incluyen todos los DLCs lanzados hasta la fecha en dicho título. Algo que nos lleva, irremediablemente, a reseñar uno de los añadidos más destacados (y desaprovechados), su Coliseo. Una arena local, por desgracia para un solo jugador, en la que poner a prueba nuestra habilidad y reflejos enfrentándonos a oleadas de enemigos dispuestos a ponernos las cosas cada vez más difíciles. A todo ello se suma un New Game +, un modo speedrun que nos reta a superar los distintos niveles en el menor tiempo posible (ojo a las recompensas) y un sistema de calificación tras terminar cada fase.
Por otro lado, contamos con un espacio central, al que acudimos entre nivel y nivel, la cibermetrópolis de Rengkok. Y podemos decir que su perfecta recreación de una ciudad futurista, muy al estilo de obras como Blade Runner: ¿sueñan los androides con ovejas eléctricas?, es tan acertada como superficial acaba siendo su utilidad. Utilidad que, desgraciadamente, se limita a diferentes conversaciones y alguna que otra misión secundaria. No puedo evitar pensar que se le podría haber sacado mucho más partido a dicha ubicación.
Recapitulando elementos, y ya van unos cuantos enumerados, podemos estimar una duración que oscila entre las 6 y 12 horas, dependiendo de la dificultad escogida y de nuestra propia habilidad a los mandos de una propuesta cargada de personalidad propia. Por desgracia, y como ya hemos comentado con anterioridad, el juego ni invita demasiado a la rejugabilidad ni cuenta con ninguna modalidad multijugador. Algo que, sinceramente, pide a gritos.
Un apartado artístico con mucho carácter
Puede que el apartado gráfico de RUINER no sea de lo más puntero. No obstante, si nos remitimos a su vertiente artística y de diseño, logra reflejar con solvencia el ambiente cyberpunk, neo-noir, la acción más desenfrenada y el gore (no en vano nos encontramos ante un PEGI 18 en toda regla). Para ello, se sirve de Unreal Engine 4 como motor sobre el que sostener su propuesta.
Eso sí, mientras los enemigos, seres generalmente mitad humanos mitad mecánicos, son creados con el propio motor del juego, también contamos con escenas pregrabadas y dibujos a mano para mostrar los distintos personajes (sobre todo durante las conversaciones). Todo lo anterior desemboca en un interesante cóctel que toma prestado, visual y artisticamente hablando, elementos de obras como Blade Runner, Ghost in the Shell o Matrix.
El resultado, en lineas generales, resulta satisfactorio. No obstante, la sensación que nos dejan los distintos escenarios por los que avanzamos es de cierto desaprovechamiento (técnicamente hablando). Recurriendo, en demasiadas ocasiones, a largos e interminables pasillos y a zonas industriales en los que la iluminación dinámica nos deja prácticamente a oscuras. Por otro lado, y a pesar de resultar intencionado, la escasa variedad cromática termina desembocando en cierta monotonía visual. El título se mueve a 30 FPS la mayor parte del tiempo. Aunque en ocasiones, sobre todo en modo portátil, el juego se resiente con alguna que otra rascada. Por suerte, y exceptuando esos momentos concretos, RUINER se defiende bastante bien tanto con la consola acoplada al dock como en modo portátil.
Entrando en terreno sonoro, nos encontramos con una banda sonora con toques electrónicos y techno, compuesta por diversos y reconocidos artistas como Sidewalks & Skeletons, Zamilska, Antigone & Francois X, DJ Alina o el famoso compositor de anime Susumu Hirasawa, que apuesta por servirnos de acompañamiento ambiental. Y esto, centrar el protagonismo en la acción, que no es algo negativo en si mismo, acaba desembocando en cierta repetitividad y monotonía sonora (la antítesis de lo que un título de estas características podría buscar). Que la variedad de pistas a nuestra disposición no sea demasiado surtida tampoco ayuda demasiado. En relación a sus efectos sonoros, cumplen su cometido de forma bastante satisfactoria. Y es que las pocas voces que escuchamos durante la aventura, el sonido de las armas o las propias explosiones tienen un regusto metálico muy a juego con el resto de la aventura. Los textos llegan en casi perfecto castellano (contamos con algún que otro error de traducción sin importancia).
RUINER – Un shooter de lo más viSceral
RUINER se viste de gore, violencia y un marcado corte cyberpunk para ofrecernos un shooter de la vieja escuela que, sin destacar por su duración ni rejugabilidad, intenta ganar en profundidad con diversos e interesantes añadidos como el sistema de karma, las visitas a la metrópoli o la Arena, pero que se queda a medio camino en todos ellos. No obstante, y pese a todos los peros, nos encontramos ante una notable propuesta para todos los amantes del género shooter en general y de la acción, la violencia gratuita y la estética cyberpunk en particular. En definitiva, ¡un videojuego, con personalidad propia, perfecto para descargar adrenalina!
Hemos analizado RUINER gracias a un código digital cedido por Devolver Digital. Versión analizada: 1.1S15773077ab
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