¿Sabes qué? Esto iba a ser un comentario en el mismo análisis de Xenoblade Chronicles: Definitive Edition, ¡pero creo que así llegará a más gente! Os contaré un poco sobre los gráficos de este juego, porque veo por aquí y por allá a gente quejándose de resoluciones y demás. Lo primero que diré, es que el juego de Wii me sorprendió, pero muy mucho… pero las caras de los protas, y de la gente en general, eran… raras. A medida que ibas jugando, esa sensación desaparecía por completo, y terminabas amándolos a todos.
La sensación que he tenido jugando a Xenoblade Chronicles: Definitive Edition es la de sí, entre otras cosas, ha mejorado gráficamente, pero «es como si estuviera jugando a lo mismo«; entended este comentario con el enfoque más positivo que podáis darle. Los personajes, la forma de representarlos, han mejorado una barbaridad, sobre todo en expresividad, la Monado se ve espectacular, y los cielos, y algunos lugares… se ven mucho mejor, sí. El lavado de cara, desde las modestas posibilidades de Wii, es más que palpable. Pero lo más importante para mi… es que he vuelto a ese mundo. Es el mismo y maravilloso mundo. He podido volver, y oye, hay suficientes mejoras como para justificar este regreso.
Por ejemplo, la versión New Nintendo 3DS, que inicialmente me fascinaba solo pensar en ella… ¡un Xenoblade portátil!… me decepcionó. No me di cuenta hasta que lo tuve en las manos, que incluso con una New Nintendo 3DS XL, ese juego no era para disfrutarlo «en una portátil». O al menos, no en esa portátil. Si os fijáis, la mayoría de RPG japoneses desarrollados específicamente para portátiles, los personajes no eran tan estilizados, sino más bien cabezones y sin mucho detalle, luego, los menús grandes o simplificados.
Un ejemplo de ello lo tenemos en la gran serie Bravely Default, donde los personajes tenían una versión más realista en algunas escenas de corte, o en los artworks (mira las imágenes sobre este párrafo), pero a la hora de representarlos en el juego tenían estética «SD» (Super Deformed). Este recurso no solo se utiliza para reducir la exigencia de potencia, sino también para que sean más «amigables» de ver en una pantalla pequeña. Xenoblade Chronicles se disfruta en la pantalla de Nintendo Switch, mientras que en la de New 3DS XL te dejabas los ojos, y sí, podía jugarse, y completarse, pero yo al menos no lo disfruté.
Que no, que no es un remake… ¡lo dice hasta Monolith Soft!
Hay quien llama a este juego «remake», porque usa un nuevo motor gráfico con respecto al original, concretamente la revisión del motor gráfico de Xenoblade Chronicles 2 para Torna The Golden Country. Ese no es el sentido, ojo, que al menos yo le veo a un remake. Lo primero de todo, es que sus creadores deberían tener voz y voto en esto, y si dicen que no es un remake, entonces no deberíamos llamarlo así. Por otro lado, a mi juicio, el sentido de un remake, más allá de los gráficos, debería ser que ofrezca una nueva y fresca forma de jugar que revitalice aquello a lo que jugaste en su día. Pongamos un par de muy buenos ejemplos. Un remake de tomo y lomo: Trials of Mana. La historia, salvo algunos añadidos, es exactamente la misma, pero no solo ha cambiado todo gráficamente, sino incluso en jugabilidad. Otro gran ejemplo es The Legend of Zelda: Link’s Awakening. ¿Alguien podría decir que es el mismo juego pero con otro motor? No, porque incluso se mueve de forma diferente. No es el caso de Xenoblade Chronicles: Definitive Edition, donde, a pesar de las ayudas en la interfaz y opciones mejoradas, la sensación de volver a estar disfrutando (sí, «disfrutando» es la palabra buena) otra vez de lo mismo, pero con mejores gráficos y opciones, te acompaña en todo momento.
Hay que tener muy en cuenta que, si bien los fans pensamos que a un proyecto así debería destinarse todos los recursos del mundo, la realidad para una compañía es otra. Tienen recursos, presupuesto y tiempo limitados. Monolith Soft no es una compañía que se esconda, que no admita las cosas, es tremendamente sincera, y ya no digamos modesta. De hecho, sobre Xenoblade Chronicles: Definitive Edition, han admitido que NO tenían demasiados recursos, ni presupuesto, ni tiempo para invertir en este proyecto, puesto que durante su desarrollo tenían otras cosas en marcha, incluyendo un nuevo videojuego aún no revelado. ¿Y qué queréis que os diga? Ya si decidieras jugar al original de Wii, tal cual era, estarías decidiendo jugar a uno de los mejores RPG de todos los tiempos. Las mejoras que han incorporado, solo se pueden aplaudir. Sí, podría haber ido más allá gráficamente, pero los gráficos no lo son todo, y la oportunidad de que nuevos jugadores descubran este título, o que los que la lo conocían se vuelvan a enamorar de él, es algo para agradecer.
¿Había dicho ya… «NO es un remake»?
Zanjando lo de «¡QUE SÍ ES UN REMAKE!» Si Monolith Soft ha utilizado un nuevo motor para llevar Definitive Edition a Nintendo Switch, no ha sido para «crear un remake», sino por las dificultades que habría conllevado: 1, hacer un motor de cero para esta versión, 2, portear el juego directamente de su motor original a uno adaptado. Monolith Soft ha insistido que NO es un remake. Y en serio. Los que jugasteis en su día: jugadlo. La sensación que os va a dar es esa: es lo mismo, el mismo y maravilloso juego, solo que mejor. Pero no es un remake. Es una remasterización del original, con añadidos que lo mejoran y completan, con un motor de la propia compañía para hacerlo realidad (imaginad tener que adaptar el de Wii…) Es una versión «Deluxe». De hecho, este era el nombre decidido por Monolith Soft en primer lugar, pero luego lo descartaron. Y pensad, que si sus creadores no quieren llamarlo remake, es porque quizás imaginan que un remake debería ser… otra cosa.
Sinceramente, antes de jugarlo, por las imágenes que había visto y lo que sabía, lo más duro para mi fue pensar en él como una «versión definitiva». Pensé «lo mismo la historia adicional (Futuros Conectados) justifica esa afirmación». En el análisis ya habréis visto que no fue así. Si hablásemos de gráficos, con todo lo que YO al menos he visto a día de hoy, incluso corriendo en Nintendo Switch, una «Versión Definitiva», así en mayúsculas, de algo que amaba tanto debía «verse» de otra forma. Pero es eso. He leído las palabras de Monolith Soft y he comprendido a qué se referían, que básicamente, el mensaje que quieren transmitir es que es la versión más completa, definitiva, a partir del juego original. Pero NO un remake.
Por favor, no tengáis prisa por los remakes. Dejad a Monolith Soft hacer. Que pasen los años. Que sigan creando nuevos capítulos de esta increíble saga. Que aprendan más y más. Dejad que sigan creciendo, como lo están haciendo, y algún día, en el futuro, entonces veremos un verdadero remake de Xenoblade Chronicles, en un mundo que realmente hará estallar nuestros cerebros, aportando suficientes cambios, con lo que vayan aprendiendo durante el camino, para que la palabra «remake» no se quede solo en los gráficos, sino que signifique rehacerlo en forma de verdadera y nueva experiencia con la que volver a disfrutar este clásico inmortal. Pero que conste: Xenoblade Chronicles: Definitive Edition, NO es un remake por el simple hecho de que sus creadores no lo ven así.
PD: Espero que para cuando haya un verdadero remake de este videojuego… no haya gente diciendo «que vergüenza de remake que no llega ni a 8K… con los tiempos que corren, y no va ni a 20K».
PD2: «Xeno DE» NO es un remake.
PD3: Os recomiendo echar un ojo a este vídeo, donde hablamos de cosas interesantes, incluso sobre nuestra opinión sobre Futuros Conectados.
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