Hoy analizamos uno de las plataformas más esperados en Nintendo Switch, un título que durante mucho tiempo no sabíamos si iba a desembarcar en la consola de los Joy-Con. Vamos a analizar A Hat in Time, un divertido plataformas que quiere hacerse un hueco entre los grandes juegos que podemos disfrutar en la consola híbrida de la Gran N. Desarrollado por el estudio danés Gears for breakfast, este título fue financiado por Kickstarter y alcanzó su meta en solo 2 días. Su creador, Jonas Kaerlev, sintió la necesidad de crear un plataformas 3D inspirado en los grandes juegos de Nintendo 64, como Super Mario 64 o Banjo y Kazooie, debido a que creía que ya no se hacían juegos de ese estilo. Su desarrollo comenzó en 2012 y 7 años después, tras aparecer en casi todas las plataformas, llega a Nintendo Switch para ofrecernos una gran historia. ¿Listos para la aventura? Pues venid con nosotros.
¿La mafia nos pretende robar?
Viajamos en una nave espacial, rumbo a casa, cuando de repente escuchamos como alguien toca a nuestra ventana. Un mafioso de un planeta cercano pretende que le paguemos un peaje por pasar cerca de su planeta, y aunque nos resistimos a ello, tras un forcejeo vamos a perder nuestro combustible, que cae irremediablemente hasta el planeta de los mafiosos. Este combustible son decenas de relojes de arena mágicos que impulsan nuestra nave a través del cosmos, y nuestra misión no será otra que intentar recuperarlos para lograr volver a casa sanos y salvos. Vamos a poder recorrer un planeta poblado por gran cantidad de personajes pintorescos que nos van a intentar ayudar a alcanzar nuestro objetivo… o no.
A Hat in Time es un maravilloso plataformas 3D, que nos va a recordar a grandes juegos como Super Mario Odyssey. En él, vamos a meternos en la piel de una chica cuyo principal deseo es el de volver a casa, por lo que vamos a tener que bajar al planeta donde han caído nuestros relojes de arena, para así recuperarlos. El planeta está dividido en varias zonas, que pueden ser visitadas según vamos consiguiendo más combustible, y que constan de diferentes fases que vamos a tener que superar para llegar a la zona final, donde un jefe nos va a esperar para intentar evitar que logremos nuestro objetivo. Las fases de cada zona nos ofrecen la posibilidad de explorar casi sin limitaciones, aunque para poder superar el nivel es necesario encontrar el reloj de arena que ha caído en ese lugar. Para ello vamos a poder realizar saltos ajustados, atacar a los enemigos con nuestro paraguas e incluso utilizar a los propios enemigos para alcanzar zonas casi inaccesibles saltando sobre ellos con un ataque. Su jugabilidad es casi infinita, haciendo que tengamos momentos de infiltración al más puro estilo Metal Gear Solid hasta fases donde vamos a tener que ir haciendo parkour por los tejados de un decorado de cine esquivando disparos y huyendo de los enemigos. Además, podemos utilizar diferentes sombreros que nos van a ayudar a lo largo de nuestro periplo, para que así nos resulte más sencillo volver a casa, aunque para conseguir esos sombreros tenemos que encontrar lana en las diferentes fases con la que poder tejerlos.
Su nivel de dificultad es cuestionable, ya que si el jugador es bueno con los plataformas y tiene paciencia, puede conseguir que su partida sea fácil, aunque existen ciertas ocasiones donde incluso el más experimentado puede llegar a pasarlo mal. El principal problema es su cámara, ya que en muchas ocasiones vamos a sufrir numerosas caídas al vacío o no vamos a poder alcanzar nuestro objetivo con facilidad debido a que no podemos controlar la cámara con facilidad. Existen varios momentos donde no vamos a poder mover la cámara de la forma que nosotros queremos, por lo que nos vemos abocados a sufrir caídas innecesarias o a que perdamos alguna vida inútilmente.
Entre saltos y cuelgues
Podemos aclarar que existen varios problemas que pueden enturbiar la experiencia jugable. Uno de los principales es el tema de las constantes congelaciones que tiene el juego. Para que nos entendamos, A Hat in Time sufre momentos donde el juego se queda congelado durante un segundo, haciendo así que podamos caer en medio de un salto ajustado o que nos golpee un enemigo al no reaccionar los controles de la forma que nos gustaría. Como punto a favor, el juego es muy bonito a nivel visual, con una estética cartoon que nos acompaña a lo largo de nuestra aventura, combinando perfectamente diferentes entornos muy diferentes entre sí, logrando así que pasemos de una ciudad luminosa y colorida a un lúgubre bosque coronado por una siniestra mansión. Lo que sí vamos a poder observar mientras jugamos, es que el juego muestra una gran cantidad de píxeles en sus modelados, aunque ello no afecta en absoluto a la jugabilidad.
El apartado sonoro es quizás el más flojo de todos, aunque no por ello el peor. Posee un buen doblaje en inglés, con una excelente traducción al castellano, y una banda sonora bastante curiosa, donde predomina el uso del theremín, un instrumento muy peculiar que es totalmente reconocible. No podemos decir que las canciones que nos acompañan durante el juego se nos vayan a quedar grabados en la memoria, aunque cumplen muy bien su objetivo de ambientar las diferentes zonas que visitamos.
La versión de Nintendo Switch, cuenta con varias características que la hacen diferente al resto. Una de ellas, y quizás la más importante, es la posibilidad del juego cooperativo, pudiendo darle uno de los Joy-Con a un amigo y así jugar a dobles en cualquier momento, aunque esta opción está también disponible en Steam, en la consola de Nintendo esta viene de serie, mientras que en la plataforma de Valve es necesario comprarla. Este modo cooperativo junto a la posibilidad de jugar en modo portátil es lo que hace que la versión de Nintendo Switch sea una de las más atractivas, aunque hay algunos puntos negativos en esta versión. A las congelaciones ya nombradas con anterioridad, debemos sumarle las grandes caídas de frames que posee el juego, siendo en modo portátil más visibles y quizás más perjudiciales para el jugador. Quizás en un futuro, salga algún parche que resuelva todos esos fallos, y haga que este título sea totalmente disfrutable en la consola híbrida de la Gran N.
Como punto adicional, A Hat in Time llega a Nintendo Switch con 2 DLC’s, uno de ellos Seal the Deal ya está disponible para comprar en la eShop, mientras que Nyazuma Metro llegará en un futuro próximo. Ambos añaden nuevos niveles, que no afectan de forma directa al final del juego, y que deben desbloquearse consiguiendo más relojes de arena, por lo que habrá que explorar muy bien el planeta para hacerse con todos los que podamos y así poder acceder a este nuevo contenido que hayamos comprado.
A Hat in Time. Para quitarse el sombrero
Podemos decir que A Hat in Time es un plataformas muy recomendable para Nintendo Switch. Desgraciadamente siempre estará a la sombra del magnífico Super Mario Odyssey y sus actuales fallos hacen que esa sombra sea aún mucho más alargada. Con una historia fresca y una ambientación muy peculiar, este título debería ser jugado por todos los amantes de los plataformas.
¿Estáis dispuestos a lanzaros a la aventura y a recuperar todos los relojes de arena? ¿A explorar una pequeña ciudad o a atravesar un oscuro bosque plagado de espectros? ¿A convertiros en una estrella del cine mientras os escondéis de una banda de cuervos metomentodo que se ríen de nosotros? Pues no dudéis ni un instante y jugad a A Hat in Time, no os arrepentiréis.
Hemos analizado A Hat in Time gracias a una copia digital cedida por Humble Bundle. Versión analizada 1.0.1
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