Una de las cosas grandes de la industria del videojuego, algo que impacta y que siempre supone un punto de inflexión, son las llegadas de la nueva entrega de una serie a la última consola del mercado. En las próximas líneas analizaremos Luigi’s Mansion 3, el título desarrollado por Next Level Games y publicado por Nintendo, que supone la entrada del fontanero de verde en la híbrida de Nintendo. El título, que ya causó buenas impresiones durante el último E3 y cuya salida coincide con Halloween 2019, es la tercera entrega de una serie de videojuegos que se inició el año 2001 en la inolvidable Game Cube. Tuvo una brillante presencia en 3DS gracias a un port del título original de Game Cube y a una segunda parte excelente . Ahora, el hermano de Mario se vuelve a presentar con la última genialidad de los de Kyoto en Nintendo Switch. En NextN ya hemos tenido la oportunidad de acompañar a Luigi en su primera aventura terrorífica en la híbrida. ¿Qué tal le habrá ido?
Sospechosos habituales
Comenzamos. Un paseito en autobús por un bello y soleado paisaje. En el interior del vehículo, tres Toads (cada uno de un color, faltaría más), Peach, Mario y nuestro protagonista, Luigi; todos personajes conocidos y procedentes del «Reino Champiñón». ¡Ah! Y un compañero adicional, uno que nos ubica directamente en el título al que estamos jugando, el Ectochucho. Una escena que, de entrada, nos está diciendo algo: la serie «Mansion» se ubica dentro del universo de Mario, pero tiene una estética y una temática distintivas.
El juego no se entretiene con una larga y tediosa introducción, así que nosotros tampoco lo vamos a hacer. Digamos que llegamos al hotel, allí nos espera el antagonista por antonomasia de la saga, captura a nuestros amigos, logramos huir con un poco de suerte, y empieza la aventura. Si queremos rescatar a nuestros amigos habrá que explorar el hotel, así que nos ponemos manos a la obra. A poco que avanzamos, nos encontramos con nuestro aliado y principal promotor dentro del juego, el Profesor Fesor. Y, con el bueno del profesor, ya estamos todos, los sospechosos habituales: el bueno, el malo y el feo, que también hace las veces de amigo multiusos que nos proporciona nuestro arsenal. Un poco como el viejito de las películas de James Bond.
Y sí, ahora es un hotel en lugar de una Mansión, pero eso no importa. Sigue siendo un edificio enorme y suntuoso, plagado de pasillos y habitaciones en las que hay sustos y secretos por doquier. ¿Cómo vamos a llegar hasta la última planta? Sencillo, el juego nos proporciona todo lo necesario.
Sustos y monedas
El título nos lo deja claro desde el principio. Nos proporciona todo el equipo de primeras, sin pensárselo, y nos dice, «venga, ahora úsalo». Y eso hacemos. Nuestro arsenal combina herramientas conocidas, de títulos anteriores, y le añade algunas nuevas, entre las que destaca Gomiluigi. Un asistente viscoso que será el centro de los puzles más difíciles y complejos a lo largo del juego, y que además posibilita jugar al modo historia en cooperativo. Un jugador maneja a Luigi y el otro a Gomiluigi.
Cuando empezamos a subir plantas, descubrimos lo cuidadosamente bien diseñados que están los escenarios y todo lo que contienen. Y no penséis que sólo los puzles de turno nos obligan a tirar de herramientas, el propio entorno es una invitación constante a la exploración. Cada pared, objeto y rincón te incitan a aspirar, succionar, deslumbrar… Luigi’s Mansion 3 aprovecha la curiosidad del jugador. Este es un título realmente intuitivo, incluso para aquellos no familiarizados con la saga. Tan pronto aprendemos sus mecánicas y cómo éstas pueden interaccionar con el escenario, cuando llegamos a un sitio nuevo, un pensamiento se nos viene a la mente un ¿qué pasará si…? ¿El aliciente? Pues aparte de lo obvio, osease superar la historia, tenemos la opción de obtener recompensas materiales que, al igual que en entregas pasadas, se resumen en dinero y joyas. Con un planteamiento sencillo pero efectivo: realiza una acción y obtén una recompensa, pronto nos vemos en un frenesí exploratorio en el que acabamos levantando hasta el polvo del suelo.
Pero eso no es todo. En los pasillos y rincones no sólo nos esperan recompensas, también hay amenazas. Aparte de las típicas alimañas que pueden brotar de forma inesperada de cualquier pared, objeto o agujero, también podemos encontrarnos con nuestros queridos fantasmas. Y, todo sea dicho, esta vez son más simpáticos que nunca. Si bien siguen la estética y diseño que ya tenían en las entregas anteriores, ahora se presentan de formas más variadas, con mejor caracterización e, incluso, alguna que otra mecánica nueva. Para derrotarlos, la base sigue siendo la misma: primero deslumbrar y luego succionar. Sin embargo, en esta tercera entrega, puedes meter una cosa más en el proceso, algo que lo dota de dinamismo y, seamos francos, algo de morbosidad. En Luigi’s Mansion 3 podemos estampar a los fantasmas. ¿Contra qué? Contra todo, todo lo que nos parezca. Contra el suelo, la pared, los objetos… y, lo más interesante, contra otros fantasmas. Una vez agarres a uno (o a dos, o los que sean) puedes empotrarlo contra otro u otros de sus amigos, y no en vano. Los fantasmas a los que ataques de esta manera pierden resistencia y son más fáciles de aspirar. Además, con esta mecánica podemos deshacernos de los objetos que puntualmente portan algunos de ellos, y que normalmente impiden que los deslumbremos. Es sin duda una novedad que se agradece, le quita algo de monotonía al combate contra los fantasmas y lo dota de dinamismo y mayor interacción.
Eso sí, aunque los fantasmas ofrecen un enfrentamiento más dinámico y atractivo, también hay que decir que no suponen desafío alguno. Así es, por muy simpáticos que sean, sabemos que es prácticamente imposible que perdamos todos los corazones combatiendo contra los entes ectoplasmáticos. Para eso casi que tendríamos que soltar la consola y mirar. No son un reto suficiente ni el principal aliciente de este título. No queremos decir que estén carentes de sentido, ni mucho menos, son un elemento necesario y muy significativo en esta saga, pero, al fin y al cabo, un elemento que ha perdido peso en favor de otros. Pero estamos de suerte, uno de los elementos que ha ganado importancia son los jefes, el auténtico desafío de Luigi’s Mansion 3.
¿Acción-aventura o Boss Rush?
Los jefes de este juego son fantasmas también, pero sus diferencias con el resto de fantasmas «comunes» son abismales. En primer lugar, están mucho más caracterizados e individualizados. Cada uno con una temática y estética distintivas. Y, lo mejor de todo, con unas mecánicas propias, únicas y que no se repiten en ningún otro enfrentamiento. Los combates están muy trabajados y, aunque pueden resultar algo reiterativos en ocasiones, nunca son simples. Con los jefes sabemos que el reto está asegurado. Cada vez que nos enfrentamos a uno de ellos, sabemos que no va a ser un combate fácil y que tendremos que hacer uso de nuestra mejor habilidad si queremos derrotarlos. Aquí perder los corazones es más que una posibilidad. Si no estamos alerta y no somos capaces de responder al desafío, lo más probable es que acabemos palpitando de angustia, mirando como baja la vida.
Algo que no nos ha gustado, son los «interludios entre plantas», pequeños tramos de la historia destinados a retrasar un poco nuestro avance y evitar que lleguemos a la siguiente planta de forma inmediata. Es cierto que son un poco repetitivos y algo tediosos, pero es posible que la auténtica razón de que nos hayan resultado molestos haya sido el hecho de que nos impiden llegar al siguiente reto, el siguiente enfrentamiento con el Jefe de la próxima planta.
Son muchas las veces que nos hemos encontrado montados en el ascensor pensando: «¿Cómo será el Jefe de esta planta?». El escenario ya te da una pista. Cada planta tiene una temática única y diferenciada, y el Jefe, como no podía ser menos, está caracterizado acorde a esa temática. Así pues, cuando entramos en una planta nueva del hotel y vemos la temática que tiene, nuestra emoción. El entorno nos anima a seguir y nos mantiene en tensión, pero sabemos que el momento culmen, el éxtasis de cada escenario, se encuentra en el combate final contra el jefe del piso. Son combates que se viven con otra intensidad.
Atrapar fantasmas o lo que surja
Luigi’s Mansion 3 no sólo ofrece un modo historia completo que se pude disfrutar solo o con otra persona, sino que también dispone de modalidades dedicadas exclusivamente al multijugador. Y no se trata de meros añadidos, sino que son dos modos de juego bien diseñados. Si bien los tres modos para multijugador local (de 2 a 8 jugadores) son algo más simples, y se reducen a minijuegos (cada uno con un planteamiento distinto) para pasar un buen rato en compañía, el online, en cambio, es un modo de juego más completo que plantea un auténtico desafío.
En modo online, La Torre de los Desafíos, una vez nos unimos a más jugadores y elegimos cuántos pisos queremos superar, debemos alcanzar una serie de objetivos si queremos llegar a la última planta. Pero, no es nada fácil, hay muchos fantasmas ocultos y los pasillos están plagados de trampas de las que, además, no podemos salir solos, sino que debemos solicitar ayuda y conseguir que uno de nuestros aliados venga a liberarnos. Y no penséis que tenemos todo el tiempo del mundo, porque no es así. Hay un reloj que nos dice cuánto nos queda para superar el nivel. Si no logramos alcanzar todos los objetivos en el tiempo límite, se acabó, hemos perdido y tenemos que volver a empezar el desafío. Cumplir todos los objetivos, en un escenario plagado de trampas e intentando coordinarte con el resto de tu equipo y con un tiempo límite, no es tarea fácil. El reto es real y el modo online de Luigi’s Mansion 3 no es un simple añadido, sino otra grata sorpresa más que nos ofrece el juego, aunque, quizás, no la que más llama la atención.
Luigi, el segundón no tan segundón
En cualquier caso, elijamos jugar solos o acompañados, la jugabilidad se encuentra inmersa en un apartado técnico soberbio. Luigi’s Mansion 3 es un título que se ve realmente bien, y sus despliegues de sonido están milimétricamente calculados con las acciones que ocurren en el juego. La acertada combinación de la música ambiental, los efectos de sonido y los ocasionales comentarios de Luigi, resultan en una muy conseguida inmersión ambiental, que no afecta al gameplay. El juego fluye sin parones, independientemente de cuál sea la acción que estemos ejecutando. Y, por lo que se ha podido ver por ahí, parece que esto sorprende o, al menos, es un aspecto que llama la atención.
En lo que a lo técnico se refiere, la tendencia es comparar este título de Luigi con el juego de su hermano mayor, Super Mario Odyssey, el primer juego de Mario en llegar a la híbrida y todo un éxito tanto en crítica como en ventas. Pues bien, parece que sorprende que el primer título de Luigi en llegar a Nintendo Switch esté a un nivel equiparable al juego de Mario y, siendo francos, quizás no sea descabellado. Luigi ha sido históricamente el segundón, un añadido en las aventuras de Mario. Una opción para que ese hermano pequeño, ese primo o ese amigo pudiese jugar con nosotros a un título protagonizado por el fontanero.
Así que sí, tal vez choque que aquel sprite verde, aquel Player 2 que surgió para dotar a los juegos de Mario de un modo multijugador, ahora protagonice un título en la consola más revolucionaria de la Gran N. Un juego que poco o nada tiene que envidiar al superventas de su hermano mayor, ni a nivel técnico ni de planteamiento. Luigi ha entrado en la híbrida y lo ha hecho a lo grande. Con un título sólido, de mecánicas definidas y bien desarrolladas, escenarios cuidadosamente diseñados, y personajes identificables, carismáticos y adscritos a lo que ya hay que denominar como saga.
Y hay que decir que ha sido la propia Nintendo la que ha dado importancia al personaje de Luigi, incluso, ha definido su personalidad, que se diferencia de la de su hermano. Si bien ambos personajes (y sus juegos) llevan el entretenimiento por bandera, Mario es decidido y arrojado, mientras que a Luigi se le ha dotado de un carácter más sosegado y miedoso. Un tipo alerta pero dispuesto a afrontar sus miedos si eso significa salvar a sus amigos. Un héroe diferente que ha conseguido salir de ese segundo plano y ponerse en primera línea con una serie de títulos que ya pesan y se encuentran entre los más esperados de las IPs de la Gran N. Algo parecido a lo que pasó con Capitán Toad, que salió del Reino Champiñón para vivir su propia aventura. Puede que los segundones de Nintendo no sean tan segundones como tendemos a pensar.
Luigi’s Mansion 3 – «Mario Verde» ya presume de saga
Luigi’s Mansion 3 es un título brillante y sólido, en el que los pocos fallos que se pueden encontrar se reducen a detalles que la mayoría de las veces responden a estándares subjetivos del jugador. La tercera entrega, de una serie de juegos, en la que se recogen los aciertos anteriores y se combinan a la perfección con nuevas ideas, dando como resultado una jugabilidad inmersiva que lleva el entretenimiento por bandera. Un título que tiene todos los elementos para ser el Mejor Juego del Año. Luigi entra a lo grande en la híbrida para confirmar su saga y hacernos creer que en Nintendo no hay personajes secundarios, solo historias por contar.
Hemos analizado Luigi’s Mansion 3 gracias a un código digital cedido por Nintendo. Versión analizada 1.0.0.
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