Super Monkey Ball es una de las sagas que siempre recuerdan a la Sega clásica. Un planteamiento sencillo, un apartado visual colorido y con un estilo muy “cartoon” y una jugabilidad que permite disfrutar a jugadores novatos a la vez que plantea retos autoimpuestos a los más duchos en la materia. Tras el lanzamiento de la obra original en 2001, titulado simplemente “Monkey Ball” y siendo las máquinas recreativas la plataforma donde podía disfrutarse, se convirtió en una saga realmente prolífica, dándonos un total de 19 entregas hasta el día de hoy, en el que recibimos en forma de remaster el último juego de la serie. Hoy analizamos Super Monkey Ball: Banana Blitz HD para Nintendo Switch.
Estos monos tienen muchas bolas
Super Monkey Ball siempre ha ofrecido un concepto tan fácil de entender como disparatado: eres un mono dentro de una bola, y tu objetivo es recorrer una serie de niveles hasta llegar a una línea de meta y que ponen a prueba nuestra habilidad a los mandos. El control es igualmente sencillo, pues nuestras únicas acciones consisten en movernos en cualquier dirección y saltar. En el ámbito del movimiento, la saga siempre se ha caracterizado por ser un poco “especial”, pues la sensación es que, en lugar de ser nuestro personaje el que se mueve, es el escenario el que se inclina a uno u otro lado generando la inercia necesaria para impulsar la bola en una cierta dirección. Es complicado de explicar, pero sin duda esta mecánica incrementa la dificultad de la aventura al aplicar tanto movimiento a la pantalla.
La aventura principal de Super Monkey Ball: Banana Blitz HD se estructura en torno al llamado modo historia, utilizado para dotar de sentido al hecho de que nuestros “monetes” recorran un montón de escenarios, en lugar de parecer que lo hacen por amor al arte. El argumento está en sintonía con el resto del título en tanto que es muy ligero y sencillo: un gorila enorme irrumpe en el hogar de los monos, a los que roba un racimo de plátanos dorados que, por lo visto, los simios adoran. Como es de esperar, nuestros protagonistas se ponen manos a la obra para recuperar la valiosa fruta. Por hacer un símil, me recuerda un poco al típico argumento de los juegos de Yoshi. A partir de aquí recorremos un total de 8 mundos, cada uno de ellos con un nivel extra donde podemos conseguir muchos plátanos y un jefe final que, curiosamente, muchas veces supone un reto menor que alguno de los escenarios que debemos atravesar para llegar a él. Además, es posible que cuando superéis todos estos desafíos recibáis alguna que otra sorpresa.
Tan divertido como frustrante
Super Monkey Ball: Banana Blitz HD no es un juego benevolente. No os dejéis engañar por su aspecto inocente o por la facilidad con la que superé el primer mundo en el vídeo de los primeros 15 minutos que podéis encontrar en nuestro canal de YouTube. Los primeros cuatro o cinco mundos plantean un rato bastante asequible, pero a partir de ese momento la aventura se vuelve realmente desafiante, hasta el punto de que creo que no me equivocaría si dijese que este es el título que más me ha hecho blasfemar en los últimos años. Maldito sea el mundo 8, malditas sean las secciones con caminos estrechísimos y malditas sean las cuestas súper empinadas con la meta al final. No exagero si os digo que he podido pasar unos tres cuartos de hora en algunos de los niveles. Pero esto es lo que ha hecho realmente divertida mi experiencia con el juego: el querer superarme, el ver que cada vez que lo intentas llegas un poquito más lejos, que rozas la meta en varias ocasiones y, al fin, después de decenas de intentos, lo consigues. Ni siquiera Bloodborne consiguió frustrarme tanto, así que podéis haceros una idea. Al menos no es el Rayman original de Playstation (eso es para la gente que disfruta con el dolor).
Para dar un poco de vidilla a Super Monkey Ball: Banana Blitz HD y relajarnos un rato, por suerte, también tenemos otros modos de juego. El primero de ellos es «minijuegos», donde podemos disfrutar de una variedad de, efectivamente, minijuegos, algunos más fáciles que otros (porque sí, ¡el del tirachinas es un auténtico infierno!), y que podemos jugar con hasta tres amigos gracias al modo multijugador local para hasta 4 jugadores. Otro de ellos es el modo contrarreloj, donde podemos enfrentarnos a desafíos en los que debemos atravesar una serie de niveles del modo historia en el menor tiempo posible. Por otro lado tenemos el modo Decatlón, donde el título nos pone a prueba haciéndonos pasar por 10 minijuegos de forma consecutiva. Todas nuestras puntuaciones van a parar directamente a la clasificación online, donde podemos medirnos con jugadores de todo el mundo (y picarnos con ellos por ver quién alcanza la máxima puntuación). En definitiva, si somos de aquellas personas que disfrutan perfeccionando su habilidad, tenemos contenido para rato.
Para acabar, vamos a hablar brevemente de los apartados gráfico y sonoro. En el caso del primero, nos encontramos con un aspecto visual colorido y muy adecuado para lo que nos presenta el título. Imaginad un juego con monos dentro de bolas que tienen que recorrer niveles intrincados, pero gráficamente realista. Raro, ¿verdad? Por eso Super Monkey Ball: Banana Blitz HD entra tan bien por los ojos, porque tienen sentido con lo que ofrece. En cuanto a la música, encontramos una banda sonora correcta, aunque realmente no recuerdo apenas nada de ella a excepción de su tema principal, pues el resto del tiempo estaba demasiado tenso y concentrado intentando no “liarla parda” como para centrarme en escuchar la música que acompañaba.
Super Monkey Ball: Banana Blitz HD – Fresco en la consola, continuista en la saga
Super Monkey Ball: Banana Blitz HD es un soplo de aire fresco en el catálogo de Nintendo Switch. Es un juego de plataformas y habilidad perfectamente construido, con una base sencilla que permite disfrutar a jugadores con todo tipo de experiencia en los videojuegos, y con una curva de dificultad que, aunque puede volverse demasiado acusada en cierto punto de la aventura, termina resultando en una experiencia satisfactoria (aunque puede hacer que algunos jugadores con menos tolerancia a la dificultad den el título por imposible). Los modos de juego le dan mucha vida, pues nos permiten desconectar de la frustración que podemos llegar a sentir en los últimos mundos del modo historia. En conjunto es un buen juego, pero si tengo que especificar algo que no me haya gustado, diría que es demasiado continuista con respecto a sus predecesores, y que tal vez SEGA debería tomar alguna decisión arriesgada que diera un giro de tuerca a la saga sin atentar contra su identidad.
Hemos analizado Super Monkey Ball: Banana Blitz HD gracias a un código digital cedido por Koch Media. Versión analizada: 1.0.1
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