¿Aún no sabes qué es Ring Fit Adventure? Entonces te recomendamos que leas antes este artículo, donde desgranamos en diez puntos todo lo que necesitas saber de esta original propuesta que mezcla ejercicio físico con una aventura RPG. Este es un artículo de opinión, diferente en forma y cuerpo al resto de análisis que verás en la web. De la misma forma, Ring Fit Adventure es un juego diferente al resto de títulos que verás comentados aquí, por lo que vimos la necesidad de cambiar un poco la fórmula. Pero si algo debe quedar claro a lo largo del texto, es que Ring Fit Adventure es un juego, con todas las letras.
https://www.youtube.com/watch?v=FHLzPY13AE4
El Camino hacia Ring Fit Adventure
Si repasamos la historia reciente de Nintendo, podemos apreciar un claro punto y aparte a mediados de la década pasada. La que solía ser la marca de videojuegos de referencia perdía terreno y prestigio frente a una competencia más joven y fuerte, y el rendimiento de las consolas Nintendo 64 y GameCube, sin ser malo, evidenciaba una curva descendente cada vez más preocupante. Era necesario un golpe de efecto que cambiara las tornas… y lo que hubo no pudo ser más drástico. La llegada a la presidencia de Satoru Iwata fructificó en las consolas Nintendo DS y Wii, que condujeron a la compañía de nuevo a la cúspide del entretenimiento interactivo… aunque a costa de abandonar los preceptos tradicionales, y de alguna manera conservadores, para abrirse a un público inexplorado a través de multitud de propuestas “alternativas”, “paralelas” “mainstream” o “casuals”. No he sido capaz de encontrar una única palabra capaz de aglutinar estas nuevas tendencias, que para bien o para mal, cambió a la compañía y a toda la industria para siempre.
A grandes rasgos, aquellas propuestas que Nintendo aglutinaba bajo los sellos ‘Touch Generations’ o los ‘Wii Something’ han desembocado hoy en el mundo del juego móvil y las app. Y no me refiero solo a los ‘Candy Crush’, sino a los cientos, probablemente miles de aplicaciones que «gamifican» ramas de la vida cotidiana como los idiomas, ejercitar la mente, cocinar, aprender cultura general, dejar de fumar y, por supuesto, hacer ejercicio. En 2008, Wii Fit revolucionó la industria con la Wii Balance Board, una tabla capaz de detectar nuestro peso y que, en tándem con el sensor de movimientos del mando de la consola, nos ponía a realizar toda clase de ejercicios físicos, posturas de yoga o incluso running, mezclado con simpáticos y divertidos minijuegos. El juego arrasó, vendiendo más de 20 millones de unidades en todo el mundo. Avanza once años en el futuro, y Ring Fit Adventure para Nintendo Switch propone, en esencia, lo mismo: jugar y hacer ejercicio a la vez… pero con diferencias fundamentales en su forma de actuar.
El fin de la era Wii (Fit)
Desde Nintendo nos dicen que no debemos comparar Ring Fit Adventure con Wii Fit, que no tienen nada que ver. Y si bien Ring Fit Adventure sería imposible de entender sin el precedente de Wii Fit, no es menos cierto que tampoco se puede explicar Ring Fit sin atender a la evolución de la compañía, y de la industria del videojuego, en estos once años. Retomando la clase de historia de Nintendo, la llegada de Wii y DS y sus propuestas para abrir el mundo del videojuego a un espectro mayor de público, tuvieron como consecuencia un paulatino descenso de la producción de videojuegos entendidos de una forma más tradicional. Y lo que es peor, un atrincheramiento involuntario a la inmensa mayoría de productoras third party debido al desfase tecnológico con las más avanzadas consolas de la competencia, que acabó segmentando el panorama en dos durante la pasada generación de consolas: por un lado, las plataformas “hardcore” de Sony, Microsoft y PC; por otro, el ecosistema paralelo creado de cero por Nintendo en el que los «puristas» de la compañía convivían con legiones de nuevos videojugadores, introducidos a la industria gracias a estas accesibles y alternativas propuestas. Durante la era Wii y DS, las cuentas le salieron a Nintendo, pero con sus sucesoras Wii U y 3DS (nótese el continuismo en los propios nombres de las consolas) se evidenció una nueva crisis en la que el público que Nintendo había creado le daba ahora la espalda.
Era ridículo competir contra la comodidad (y el bajo o nulo coste) que permitía el smartphone, nuevo hogar de estos juegos y programas de «estilo de vida». El fracaso de Wii U (que también tuvo propuestas fallidas como Wii Fit U o Wii Sports Club, evidenciando un conservadurismo alarmante) simboliza la volatilidad de las industrias culturales hoy día, con nuevas tendencias sucediéndose a una velocidad inalcanzable para muchos consumidores, y ya no digamos productores. No me extenderé más de la cuenta en detalles, pero es innegable, cómo avalan las cifras de ventas, que Nintendo Switch supo reencontrar el rumbo del éxito y la estabilidad gracias a una propuesta que reconectó con las audiencias perdidas una década atrás, por medio de una especie de “vuelta a los orígenes”, a los videojuegos más tradicionales. Un triunfo de los “gamers” contra los “casuals, ¿no?
Paulatinamente desde el lanzamiento de Nintendo Switch, que se acerca a los tres años, hemos visto más y más propuestas que evidencian que Nintendo no ha abandonado su vena experimental y su interés por captar nuevas audiencias fuera de los márgenes de lo normal. Nintendo Labo, el juego de “cartones” que incluso ofreció su particular respuesta a la Realidad Virtual, es la prueba más clara. El regreso de Brain Training para Nintendo Switch (que en Nintendo DS llegó a vender 19 millones de unidades) confirma esa nueva ofensiva de Nintendo por reinventar el videojuego, y de paso honrar una época que, con sus luces y sombras, fue clave para formar la compañía que es hoy día. Ring Fit Adventure es, por tanto, el sucesor espiritual de Wii Fit, pero lejos de ser un coletazo de lo anterior, como fue el caso de Wii Fit U, es una propuesta con personalidad propia que sabe diferenciarse en el abarrotado panorama actual, fruto del mejor Nintendo, el audaz e inconformista, capaz de ilusionar con ideas nuevas y frescas.
Crítica de Ring Fit Adventure
Ring Fit Adventure basa su principal atractivo en el Ring-Con, un nuevo miembro en la fascinante lista de cacharros periféricos para consolas de Nintendo con el que se puede trabajar la mayoría de músculos del cuerpo. En el Ring-Con introducimos el Joy-Con derecho, lo que permitirá no solo detectar la fuerza a al apretar y contraer el anillo (los dos movimientos básicos en los que se basan casi todos los ejercicios), sino también los movimientos que hagamos con él y su posición (con una precisión casi perfecta) lo que permitirá utilizarlo como una especie de cañón de aire comprimido con la que disparar (o absorber) los objetivos a nuestro alrededor. Por su parte, el Joy-Con izquierdo lo enganchamos a una cinta que atamos en nuestro muslo izquierdo, y que servirá para detectar el movimiento al correr en el sitio y la posición al hacer sentadillas y otros ejercicios de piernas.
Estos son nuestros controles para avanzar por niveles sobre raíles, en los que corremos en el sitio para avanzar (o esprintar en cintas transportadoras, subir las rodillas en zonas con fango, mover la cintura para cruzar a remo un río…), deteniéndonos en algunas acciones contextuales que requieren movimientos específicos, y sobre todo, en combates por turnos contra enemigos. Para derrotarlos, hay que realizar un ejercicio de fitness (sentadillas, presiones y extensiones de brazos, posturas de yoga…), y según nuestra eficacia dañará más o menos a los enemigos. La cosa se irá complicando, con enemigos vulnerables a un determinado tipo de ejercicio (brazos, abdomen, piernas…) y pociones que suben nuestras estadísticas (que en realidad son batidos de frutas y verduras). Así mismo, hay rutas secretas que encontrar, minijuegos repartidos por el mapa, personajes secundarios con los que hablar, accesorios con los que vestir a nuestro personaje, recetas e ingredientes con las que hacer mejores batidos…
Más allá de sus innovaciones en el hardware, lo realmente destacable de Ring Fit Adventure es cómo es capaz de posicionarse como algo novedoso y deseable en un mercado fundamentado en lo digital y en la inmediatez, en el que el público parece haber perdido el interés en costosas y estrambóticas propuestas de juego. Realmente, Nintendo no está inventando nada: esta clase de aparatos, los aros de pilates, ya existían antes, aunque seguro que muchos los han descubierto a raíz de esto. No es tanto el qué sino el cómo, es decir, la presentación o el “envoltorio” de Ring Fit Adventure. Y no hablo de márketing, sino de todos los factores que envuelven y hacen funcionar al concepto, que escuchado a ciegas (una aventura tipo RPG para hacer ejercicio) suena a la enésima «gamificación» que frivoliza el objeto en cuestión. Quizá por esa razón Nintendo decidió presentar el producto en dos fases, lanzando una semana antes del anuncio oficial un vídeo en el que no se veía el juego, solo a la gente usándolo.
Lo cierto es que Ring Fit Adventure funciona porque pone todo su empeño en ofrecer algo con lo que no pueda competir ninguna app o programa de entrenamiento. Es un juego hecho y derecho, con una historia sencilla pero cómica, una dirección artística bella y cuidada, con gráficos limpios y melodías pegadizas, y por encima de todo un sistema de juego que mezcla de forma original y sabia el ejercicio físico con los fundamentos de cualquier RPG por turnos. Fundamentando todo eso, lo más importante es que es capaz de encontrar el equilibrio entre el entretenimiento y diversión de un videojuego y el compromiso del entrenamiento físico seguro y efectivo, sin hacer grandes sacrificios en ninguna de sus dos capas. Que vaya por delante que ni es The Witcher 3, ni tampoco es el sustituto definitivo de ir al gimnasio, pero funciona a un, digamos, nivel intermedio en el que casi cualquier usuario se encontrará cómodo y encontrará margen de progreso. Si no has jugado a un juego de rol en tu vida, las mecánicas son sencillas, bien explicadas y se van introduciendo poco a poco, para tampoco distraer el trabajo físico. Y si no has salido a correr en tu vida, tampoco te va a asfixiar con una disciplina militar: el juego te preguntará por tu estado físico y adaptará el nivel de dificultad de forma orgánica, reduciendo el número de repeticiones, la dureza de los enemigos, la velocidad a la que hay que correr o la propia resistencia física del Ring-Con.
La sensación, desde el momento en el que insertas la tarjeta de juego, es que esta se comunica contigo como si hubiera realmente un entrenador personal dentro de la pantalla. Antes de entrar a la fantasía del Modo Aventura, con una interfaz un poco más sobria, realizarás una serie de estiramientos de calentamiento; y lo mismo al terminar la sesión, adaptados según los músculos que más hayas cargado. Durante el juego, un reloj en la parte inferior de la pantalla cronometrará el tiempo real de ejercicio (sin contar los descansos, escenas cinemáticas y otras pausas) por lo que, cuando lleves un rato, te preguntará si quieres terminar por hoy. Al terminar un nivel, la cámara infrarroja del Joy-Con derecho te podrá medir el pulso, y te recomendará descansar si está muy elevado. Mensajes en pantallas de carga y al terminar la sesión te darán consejos para llevar una vida sana. Y durante la ejecución de los ejercicios, una voz te corregirá la postura si es necesario, te informará de las repeticiones para que no tengas que estar atento a la pantalla y te animará. “¡Vas muy bien!”, “¡Uala!”, “¡Has mejorado mucho!”, “¡Enhorabuena!” y otras palabras bonitas para motivarte, que parecen una tontería, pero elevan de verdad el ánimo y contribuyen a hacer la experiencia más alegre y menos solitaria. Es importante apuntar aquí que el juego registra toda la actividad que hemos realizado cada jornada, lo que suele desembocar en un trato más personalizado (“Llevas trabajando tres días seguidos, ¡sigue así!”, “¿Te resulta muy fácil? ¡Prueba a subir el ritmo!”). Se guardarán registros diferentes para cada usuario de la consola, y luego se podrán comparar para “picarse” en familia, e incluso, en ciertos modos, subirlos a ránkings online semanales, mundiales y de amigos. Y si lo que te cuesta es coger el ritmo, podrás programar alarmas que harán que el Joy-Con vibre y se encienda, para recordarte que es tu hora de hacer ejercicio.
Chapó también por la sabia mezcla de sonido, que entre las voces en castellano y los efectos (suena de forma diferente si hemos realizado bien o mal el ejercicio) permiten apartar los ojos de la televisión, algo que puede ser fundamental para la correcta realización de muchos ejercicios (hay algunos en los que tenemos que tirarnos al suelo) y para evitar distracciones. Esto facilita también la utilización de Ring Fit Adventure en modo table top (utilizando la pantalla de 6,2 pulgadas de la consola como “televisión”), algo que obviamente no es lo ideal, pero es perfectamente factible si no disponemos de espacio para jugar. También hay que destacar un modo silencioso, en el que para avanzar realizamos sentadillas en vez de correr en el sitio. En cualquier caso, como os indicábamos en el artículo previo, recomendamos utilizar una alfombrilla o esterilla sobre la que realizar el ejercicio, así como tener a mano una botella de agua y una toalla para el sudor.
Ring Fit Adventure es, ante todo, un videojuego en su pleno derecho. Y si en algo se caracterizan los videojuegos de Nintendo es en su apuesta por la diversión directa y desenfadada, sin rodeos, y con cierto gusto por lo absurdo. El Modo Aventura de Ring Fit Adventure, que además de cómico y divertido es mucho más largo y profundo de lo que aparenta, cumple de sobra con todos esos requisitos. Nos dicen desde Nintendo que, en sesiones diarias de media hora, nos durará cuatro meses. Nosotros, por razones obvias (no somos precisamente un Ironman) apenas hemos tenido tiempo a rascar una fracción de todo su contenido, pero si se mantiene el ritmo de progresión y nuevas habilidades, auguramos sorpresas constantes. Pero si buscas algo aún más rápido, aún más divertido y aún más absurdo, los minijuegos redondean el paquete. Son una docena, todos desbloqueados desde el principio, y muchos de ellos no desentonarían en un Mario Party. Desde moldear un jarro de arcilla como si fuéramos un alfarero, a tirarnos en paracaídas controlando la caída con el cuerpo, pasando por escalar propulsándonos con sentadillas o apuntar y disparar a dianas con el Ring-Con, son muy variados y, al controlarse con todo el cuerpo, muy inmersivos. Nos hace salivar por posibles usos del Ring-Con en otro tipo de juegos. Por lo general, son menos exigentes físicamente que el resto de ejercicios, por lo que es el modo ideal para mostrar el Ring-Con a visitas y picarse por ver quien obtiene la mejor puntuación.
Desde ese mismo menú, también puedes acceder por separado a todos los ejercicios que en el Modo Aventura desbloqueas poco a poco, así como a series predefinidas para trabajar ciertos músculos. Puedes incluso crearte tus propias series de ejercicios personalizados para trabajar lo que más te interese, si lo que quieres es ejercitarte y no tienes tiempo para tanta historia. Pero incluso en este modo separado de la Aventura, más inmediato pero menos “juguetón”, se aprecia la mano de Nintendo para llenar cada minuto de Ring Fit Adventure con algo bonito, divertido y diferente, en la forma de un simpático robot que nos cuenta las repeticiones. Cabe destacar que el juego propone de una dirección artística completamente nueva, indiscutiblemente «nintendera» en sus formas (no podemos evitar seguir viendo la influencia de Breath of the Wild en interfaz, gráficos y entornos…), pero que prescinde de los Mii y de otras fórmulas sobreexplotadas para dar con algo que se siente fresco y actual, logrando una sensación de descubrimiento y sorpresa constante y facilitando la conexión con las nuevas audiencias que no vivieron la era Wii.
Ring Fit Adventure – Lo mejor de dos mundos
Ring Fit Adventure puede que no sea el programa de entrenamiento más completo ni el más exigente, al igual que no es la aventura RPG más completa y profunda. Pero, indiscutiblemente, es un programa de entrenamiento y es una aventura RPG. ¿Cuántos juegos pueden decir eso? Se pueden echar en falta más minijuegos y algún modo extra, pero todo lo que tiene, y no es poco, está enormemente cuidado para, de alguna forma, mezclar lo mejor de los dos mundos en un solo paquete que no tiene competidor real. Sí, puedes bajarte en el móvil una aplicación que te enseñe ejercicios y te monitorice, pero ninguna va a contar con el nivel detalle, personalidad, humor y profundidad de Ring Fit, por muy «gamificada» y maquillada que esté. Y tampoco te va a venir con el Ring-Con, que aunque no es estrictamente nuevo, sí que es un aparato muy útil para utilizar incluso sin necesidad del juego en sí (de hecho, hay un modo multitarea que te dará recompensas extra en la aventura). Y ciertamente, es bastante más polivalente que el mazacote de la Wii Balance Board.
Retomando la inevitable comparación, Ring Fit Adventure se revela como un sucesor espiritual de Wii Fit sazonado por todo lo que Nintendo ha vivido y aprendido en los once años que le separan. Comenzó en una época de derroche de innovación sin precedentes que sacudió los cimientos de toda una industria y abrió las puertas a un espectro de público enorme e insospechado, seguida de una debacle catastrófica por no saber adaptarse a las nuevas tendencias en una industria que ahora daba la espalda a una Nintendo dormida en los laureles, y remontada por una rejuvenecida Nintendo que, tras apostar por lo clásico, recobraba la fuerza y confianza necesaria para volver a cultivar su faceta más experimental. Ring Fit Adventure sorprende a cada paso por su concepto, sus controles, sus ejercicios y minijuegos de la misma forma en que lo hacía Wii Fit, pero nunca olvida qué es y dónde está. Por eso ofrece también una aventura RPG a la que se le ha puesto todo el cuidado que se le pondría a un juego tradicional, o incluso más, puede debe satisfacer tanto a los no habituados a los videojuegos, como a los curtidos en mil batallas.
El mayor logro que puede conseguir Ring Fit Adventure, lo que en otros juegos se valoraría en el apartado «duración», es si es capaz de crear el hábito de hacer ejercicio en el jugador. Toda la accesibilidad y cercanía de su interfaz, todo el ingenio en las múltiples formas de traducir el ejercicio físico y el mundo del fitness al lenguaje del RPG, todas las sorpresas y la profundidad de su Modo Aventura, todo el humor de sus personajes y minijuegos, toda esa enorme atención al detalle de la que hacen gala los juegos de Nintendo, trabajan para hacerte disfrutar del acto de mantenerse en forma. Incluso si tras unas partidas decides dejar el juego a un lado y coges el hábito de salir a correr o apuntarte a un gimnasio, Ring Fit Adventure habrá tenido éxito. Aunque acabarás volviendo, que el mundo fitness no se va a salvar solo.
Hemos analizado Ring Fit Adventure con una copia del juego cedida por Nintendo España
Debe estar conectado para enviar un comentario.