Creature in the Well Análisis Destacada

Análisis de Creature in the Well – Nintendo Switch. La última esperanza para acabar con la criatura

Creature in the Well Let's Info
Fecha de lanzamiento
6 septiembre, 2019
Número de jugadores
1
Idiomas
Español, inglés, francés, etc
Tamaño de la descarga
1119,88 MB
Nuestra puntuación
80

El pasado Indie World, emitido el 19 de agosto, nos dejó una avalancha de anuncios de nuevos videojuegos para Nintendo Switch. Algunos de aquellos títulos, como Ori and the Blind Forest: Definitive Edition o SUPERHOT, ya venían rumoreándose desde hacía un tiempo. Sin embargo, también tuvimos muchas sorpresas, así como confirmaciones de fechas de obras anunciadas anteriormente. Una de las más peculiares proponía una especie de Hack N’ Slash y dungeon crawler reimaginado con elementos propios del pinball, una estética cartoon y una perspectiva cenital que, aunque ya cocíamos, no pasó desapercibida. Hablamos, precisamente, del título que ocupa esta entrada que hoy os ofrecemos. Desarrollado por Flight School Studio y publicado de forma exclusivamente digital, os traemos el análisis de Creature in the Well para Nintendo Switch.

 

 

El último robot ingeniero

Creature in the Well comienza de forma muy orgánica. Tras una pequeña introducción, despertamos en mitad del desierto, sin más explicación. Pronto nos damos cuenta de que no somos un humano, sino un robot. Emprendemos la marcha, siguiendo claras señales del camino. Todo está cubierto por una gran tormenta de arena que parece no tener fin, y rápidamente llegamos a una ciudad que hace las veces de hub principal de la aventura. Allí descubrimos que nuestro protagonista no es un robot cualquiera, sino un ingeniero de los muchos que hace más de cien años trabajaban para mantener activos los suministros energéticos fundamentales de la ciudad. No obstante, una extraña criatura que habita en un oscuro pozo terminó con toda la tranquilidad. Ahora, como el único robot ingeniero existente, debemos restablecer el orden y encerrar al malvado ser para siempre.

 

La estructura jugable de Creature in the Well es muy simple: para avanzar debemos activar los diferentes monolitos que encontramos en el hub y, tras ello, superar una serie de pruebas que culminan en una batalla contra la criatura. Tras derrotarla, podemos activar un nuevo módulo energético para abastecer a la ciudad. Una vez hecho, volvemos al lugar central de la aventura, donde debemos prepararnos para nuestro siguiente desafío.

 

El Hub principal (fábrica) de Creature in the Well por dentro

Las diferentes zonas se reparten en una sucesión de habitaciones que nos presentan retos donde hemos de poner a prueba nuestra habilidad con unas mecánicas de juego que guardan semejanzas con el pinball. Para ello, nuestro personaje cuenta con dos armas. La primera de ellas se utiliza para golpear las pelotas que se encuentran por el escenario o máquinas como torretas, que se lanzan hacia nosotros. Sin embargo, el arma más importante es la segunda, que nos permite recoger o retener las pelotas en el aire, levitando mientras cargamos lo que podría ser un disparo certero para posteriormente golpearlas. El otro mecanismo que tenemos para superar los desafíos es un clásico dash, que es de gran ayuda para esquivar amenazas durante toda la aventura. La mayor parte de las veces los desafíos no presentan enemigos como tal, sino máquinas que lanzan pelotas hacia nosotros, pilares que hacen un daño radial cuando son golpeados por una pelota o rayos láser que se proyectan de un lado a otro de la habitación y que debemos esquivar si no queremos terminar malheridos.

 

Frenético y satisfactorio

A pesar de la existencia de habitaciones repletas de retos, en Creature of the Well hay un buen número de ocasiones en las que únicamente debemos realizar un pago para acceder a la siguiente sala. Si bien es cierto que la divisa para ello utilizada se consigue al golpear los elementos de los habitáculos, también lo es que, si tenemos la cantidad necesaria, es probable que podamos saltarnos ese reto que nos está sacando de quicio y continuar con nuestra empresa. Esto podría parecer un arma de doble filo, que permitiese pasarse la mayor parte del juego repitiendo habitaciones sencillas hasta tener la cantidad de dinero necesaria para atravesar todas las puertas. Sin embargo, al superar algunas salas podemos encontrar caminos secretos que nos lleven hasta nuevas armas, y creedme, algunas de ellas suponen una ayuda enorme para alcanzar el final del nivel. El dinero también se utiliza para mejorar el núcleo de nuestro personaje, lo que permite que golpeemos los proyectiles con mayor fuerza.

 

Llegados a este punto, he de ser sincero. El primer par de horas de juego de Creature in the Well me tenía en un conflicto interno en el que me debatía sobre si me estaba gustando o no. Es una obra tan diferente a todo lo que hemos visto anteriormente que me resultaba complicado distinguir si me encontraba ante algo bueno, o por el contrario, si simplemente era un concepto innovador pero que no lograba convencer. Cuando estás aprendiendo a jugar puede hacerse un poco complejo prestar atención a todos los elementos del escenario. Estar preparado para recoger las diecisiete pelotas que van de un lado a otro a toda velocidad, a la vez que observas los elementos que pueden dañarte y tienes preparados los dedos para esquivar y seguir cargando tu ataque no es sencillo. Sin embargo, me he encontrado con que, cuanto más jugaba, me volvía más habilidoso y los niveles se terciaban exponencialmente más disfrutables. Es cierto que tiene algunos problemas de imprecisión en lo que respecta a la dirección hacia la que enviamos los proyectiles, pero esto es un derivado del control con los joysticks y que no oscurece la experiencia.

 

Activación de uno de los mecanismos de Creature in the Well

Artísticamente, Creature in the Well se presenta como un título realmente interesante. Una paleta de colores muy viva, sin grandes detalles, coloreando superficies muy grandes con un único tono. Cada uno de los niveles tiene su propia gama de colores y, aunque todo es realmente simplista funciona perfectamente. Es probable que un aspecto más realista volviese demasiado complicado discernir todos los elementos que encontramos en las diferentes habitaciones en los momentos más caóticos, por lo que la elección de arte me parece un acierto.

 

No todo podía ser perfecto

Cuando hablo del apartado sonoro en cada uno de mis análisis, siempre tengo en cuenta mi experiencia durante la partida y nunca recurro a segundas escuchas de temas musicales ni efectos de sonido, ya que considero que, aunque la banda sonora pueda ser excepcional por sí misma, si tras horas de partida en un videojuego no somos capaces de recordar ninguno de sus temas, es que no funciona dentro del conjunto que es la obra. Esto es lo que me ha ocurrido con Creature of the Well. No quiero decir que el apartado sonoro sea malo. De hecho, los efectos de sonido están escogidos perfectamente y todo objeto con el que interactuamos suena como debe. Sin embargo, para la banda sonora el equipo ha optado por un sonido con una mezcla de música ambiental y toques industriales «flojitos», de los que os aseguro no recuerdo ni una nota. Creo que este aspecto podría haberse llevado mejor.

 

La fábrica

Para terminar, es preciso decir que me ha sorprendido la solidez de Creature in the Well tanto en rendimiento como en robustez. En cuanto al rendimiento, me he encontrado con un título que aguanta el tipo incluso en las situaciones con cientos de elementos en pantalla, contando proyectiles, elementos interactivos del escenario y efectos de luces. En cuanto a la robustez, únicamente he encontrado un bug en toda la partida. Me ocurrió dos veces, pero es un error menor del que se puede salir. Simplemente, a veces te puedes quedar atorado en alguna esquina del escenario y tu personaje no se mueve, pero es fácil zafarse pulsando los botones como un loco.

 

Creature in the Well – Una pequeña genialidad con un par de carencias

Creature in the Well ha sido toda una sorpresa para mí. Lo que comenzó como cierta curiosidad durante el Indie World, y que pasó después por un sentimiento de incertidumbre en el primer par de horas de juego, se terminó convirtiendo en pura diversión (y un poco de frustración por la dificultad en momentos puntuales). Hablamos de una obra realmente valiente, que ha querido dar un giro a un género ya asentado y ha conseguido salir airosa de su osadía creativa. No es un título perfecto, ya que, entre otras cuestiones, puede faltar un poco de profundidad en la historia, que además podría estar mejor contada, y la mejora de atributos es tan anecdótica e inmediata que podría haberse introducido de forma automática, integrándose de forma orgánica con la superación de cada nivel. Creature in the Well puede completarse al 100% en apenas 6 horas, pero cada minuto es pura jugabilidad y frenesí. Es una pequeña genialidad en su planteamiento que, aún con sus altibajos, no puedo evitar recomendar a todo aquel que busque una experiencia fresca y muy distinta a todo lo que estamos acostumbrados a jugar.

 

Creature in the Well
Todo tiene su recompensa

Este análisis ha sido realizado gracias a la cesión de un código de descarga de Creature in the Well para Nintendo Switch por parte de Flight School Studio. Versión analizada: 1.0.0

 

Creature in the Well Análisis Destacada
Acaba con la criatura
Creature in the Well ofrece una experiencia diferente a todo lo que hayas jugado antes. Unas mecánicas frescas conforman una jugabilidad frenética y tremendamente satisfactoria, que ni siquiera sus pequeñas carencias consiguen ensombrecer. Una pequeña joya que todo fan de los videojuegos debería probar.
PROS
Las mecánicas tan alejadas de la jugabilidad convencional
La curva de aprendizaje hace que el juego se vuelva divertidísimo en cuanto empiezas a controlarlo
El apartado artístico encaja perfectamente con el tono de la aventura
CONTRAS
La banda sonora no aporta sensaciones memorables a la experiencia
Los elementos de mejora de nuestro personaje son totalmente anecdóticos
La historia podría estar mejor contada y más en profundidad
80