Hace años nos quejábamos de que Minecraft era esquivo a los sistemas Nintendo. Había alguna que otra alternativa, pero no terminaban de cuajar. Entonces, Mojang AB desveló que finalmente llegaría a Wii U… y fue como abrir la caja de Pandora. Desde aquel lejano diciembre de 2015, hemos visto de todo, incluso interesantes propuestas… algunas de ellas convertidas en oportunidades desaprovechadas. Lo que está claro es que «copiar» no vale, lo que se debe hacer es aportar, ofrecer otra visión, tal y como hizo Dragon Quest Builders. Es decir, ¿quieres ofrecer tu aportación a este cúbico género? Pues «suma» con un giro de tuerca original. Y así es como llegamos a PixARK, título que podríamos decir que trata de mezclar los universos de ARK: Survival Evolved y algunas sus expansiones, con la mecánica del sandbox de construcción por cubos; si bien en el juego original podemos construir, lo que no podemos hacer es modificar el terreno, por lo que podría ser interesante, ¿no crees?
Estás ante el análisis de PixARK para Nintendo Switch, y trataremos de repasar todas las opciones que este título nos ofrece. ¿Logrará ser una combinación ganadora? ¿O fracasará en el intento? Estos «remixes» siempre son arriesgados, no se pueden hacer «tal cual» el original, pues entonces no funcionaría. ¿Cambian muchas cosas con respecto a la experiencia de ARK: Survival Evolved? Es algo que veremos a lo largo del análisis.
Y entonces aparecí colgado de unos globos cayendo hacia una inhóspita isla
¿Pero cómo has llegado aquí? Bueno, lo cierto es que no te haces tantas preguntas como te harías en ARK: Survival Evolved, pero el planteamiento digamos que es el mismo. Eres alguien que ha llegado a una isla repleta de peligros en forma de criaturas que quieren acabar contigo. Para ser todo un superviviente, tendrás que cazar, recolectar recursos y domar animales que te servirán para lo mencionado, o para combatir a otras criaturas, mientras creas una base donde poder guardar a buen recaudo todas tus cosas y protegerte de ataques, tanto de la fauna, como de otros supervivientes.
Dicho así, parece que estemos hablando del original, aunque toca decir que este concepto cuenta con muchas similitudes que otros videojuegos de este género. Quizás el giro de tuerca que aporta la franquicia es el del «tameo», o la doma de animales (u otras criaturas), algo que se ha simplificado enormemente en PixARK, así como muchas otras cuestiones. Es decir, domar un animal nunca fue tan sencillo. Mientras que en el original puedes estar literalmente horas domando un ser que podrías perder en 30 desafortunados segundos, en PixARK puedes hacerte con toda una manada en cuestión de minutos. Por supuesto, cada ser tiene sus preferencias de alimentación, su método de doma, etc., pero los tiempos y requisitos se han reducido enormemente.
Y es que PixARK es una versión más asequible, en cuanto a exigencias por parte del jugador, que el juego al que debe su nombre, mientras que mantiene otras cuestiones que podrían desesperar a aquellos que no estén acostumbrados a los MMORPG. ¿Por qué mis criaturas pueden morir de hambre si quiero estar unos días desconectado? ¿Por qué otros jugadores pueden invadirme y robar todo lo que tengo mientras no juego? Son cosas a las que te tendrás que enfrentar. En el que nos ocupa, la fantasía empuja a jugar y a querer descubrir lo que hay más allá.
Como decíamos no todo es igual, ni parecido. Para empezar, algunos comportamientos de dinosaurios y otras criaturas no son iguales en un juego que otro. Si atacas a una Phiomia o a un Parasaurio en ARK: Survival Evolved, verás como huyen para salvar su vida… mientras que aquí te plantarán cara. Y la cosa no acaba ahí, pues se han introducido animales y criaturas de fantasía que no hemos conocido en ARK: Survival Evolved para Nintendo Switch, algunas conocidas por los jugadores de de las expansiones disponibles en otras plataformas. Por si no tuvieras suficiente con los peligros jurásicos, ahora tendrás que enfrentarte a zombis, hombres lobo, espíritus, demonios… Vas tan tranquilo con tu pteranodon, y de repente puede que una bola de fuego vaya hacia a ti, o que te persiga una especie de pegaso malhumorado. Sin duda, es un interesante giro de tuerca, cuyas criaturas nos ofrecen materiales para construir muy interesantes.
¿Y el rollo «Minecraft»?
No se puede hacer otra cosa que mencionar Minecraft, pues la intención de crear algo por el estilo está ahí. Toca decir que el sistema de crafteo, materiales y demás, está bien implementado. Es rico, el aprendizaje de nuevas estructuras funciona por niveles (al igual que en ARK: Survival Evolved) y, en definitiva, es un apartado bastante sólido. Que los recursos sean más fáciles de recolectar que en el juego original, es algo bastante de agradecer, y ya no digamos lo agradecido que es contar con mucho más peso a la hora de transportar. En la práctica todo funciona bien, a excepción de la construcción. Si querían mezclar un tipo de jugabilidad con la de «Minecraft», aquí es donde el proyecto ha pinchado. Construir no es cómodo, ni obtiene los mismos resultados, punto negativo que tendremos en cuenta. No obstante, permite cosas que no son posibles en ARK, como alterar el terreno, crear agujeros hasta lo más profundo de la tierra o destrozar cuevas, pero no esperes llegar a una gran profundidad ni altura.
Otras cosas no funcionan tan bien, y no nos referimos a los bugs encontrados (por ejemplo, no poder recoger ni destruir peldaños de escaleras), pues es algo que suponemos que se corregirá a través de parches. Pero cosas tan básicas y clásicas como saltar y colocar un bloque bajo tus pies, para alcanzar alturas superiores, pueden terminar contigo atrapado dentro de ese bloque. Desconocemos la política de actualizaciones de Snail Games, pero esperamos y deseamos que sea totalmente distinta a la de Wildcard Studios.
En cuanto al juego en modo portátil, el rendimiento es similar, pero decir que la verdadera gracia de PixARK es jugarlo online aprovechando su faceta MMORPG, por lo que tendrás siempre que asegurarte tener disponible una buena conexión, lo que resta portabilidad. ¿MMORPG? Eso te obligará a cosas como conectarte cada X horas según tu nivel, pues tu personaje podría morir de hambre en unas horas. Siempre puedes guardar tus objetos en animales o cierto mobiliario que deberías proteger de los saqueadores.
Pues sí, patinacillo en lo técnico
PixARK se ve bonito a simple vista y es simpático de forma constante, algo que se traslada a su, por lo general, alegre música. Los animales son perfectamente reconocibles, contando incluso con las mismas animaciones que podemos ver en el videojuego de Wildcard Studios, incluso con algunos detalles que te sacarán más de una sonrisa, o todo lo contrario; aunque fuese por supervivencia, ¿en el otro videojuego te daba pena pegar a un Dodo? Aquí los verás vertiendo unos lagrimones que harán que te arrepientas y los dejes en paz a lo suyo. Pero, bajo su simpático y desenfadado aspecto, esconde algunas carencias, y aquí es donde deberíamos dejar de compararlo con el tantas veces mencionado juego original.
El mayor problema de PixARK es precisamente su ambición. Este videojuego está disponible para PC desde marzo de 2018, donde puede jugarse en todo su esplendor si cuentas con una máquina potente, mientras que en consolas estás limitado a la potencia de la misma. En el caso de Nintendo Switch, se ve fluido y sin problemas… hasta que tratamos de movernos por el mundo, pues su distancia de dibujado es muy mejorable. Imagina coger una criatura voladora para moverte por un mundo que se genera así vas avanzando, es decir, no ves donde vas más allá de eso. En ese sentido, Minecraft es una bestia, pues su horizonte es verdaderamente amplio, mientras que otros juegos como LEGO Worlds pinchaban por completo. Pero bueno, con un pteranodon puedes librarte, pero cuando vas navegando en barco… no ver la costa a la que te diriges, o de donde vienes, puede convertir la exploración en algo muy frustrante. Desconocemos si corregirán este aspecto, pero desde luego es un punto negro importante.
Conclusión PixARK: con un mejor rendimiento, sería más disfrutable
Tras haber comentado algunas pegas, la pregunta del millón es la de siempre: ¿puede disfrutarse aún teniendo en cuenta todo esto? La respuesta es sí, debido al balance de lo que obtenemos con PixARK, un sandbox que puede ofrecerte muchas y entretenidas sesiones de juego, ya sea en local, como por Internet, donde te recomendamos que escojas servidor con prudencia. En «Colonización» (también conocido como «PVE», jugador contra el entorno) apenas tendrás que preocuparte por otros supervivientes, pues no podrán dañarte ni a ti, ni a tus estructuras o criaturas domadas, a no ser que os declaréis la guerra, mientras que en «Furia» (el clásico «PVP», jugador contra jugador) todo vale, la guerra es constante y podrías iniciar tu partida para echar de comer a tus animales… y ver cómo todo lo que habías hecho ha sido destruido. El secreto para que no pase eso está en colocar trampas, fortificar instalaciones y, sobre todo, hacer amigos con los que crear una tribu y formar alianzas. Actualmente hay más de 20 servidores, repartidos por regiones, que permiten jugar hasta a 70 jugadores simultáneamente, por lo que no toparás con problemas para encontraren gente con la que jugar.
Con PixARK, más que un «Minecraft», obtienes otra perspectiva de ARK: Survival Evolved, mucho más desenfadada, manteniendo algunas mecánicas, pero también con su propia profundidad y reglas. Si Snail Games y Abstraction Games (responsables de las versiones para consola) actualizan regularmente la versión Nintendo Switch ya solo para mejorar los diversos flecos sueltos que hemos encontrado (si no, mal vamos), vas a conseguir un videojuego de esos que te absorben las horas disfrutando durante muchos meses en compañía.
Hemos analizado PixARK para Nintendo Switch gracias a un código de descarga proporcionado por Koch Media
Versión analizada: 1.2
Debe estar conectado para enviar un comentario.