Vaporum Switch

Análisis – Vaporum (Nintendo Switch). Mazmorras a la vieja usanza es lo que cuadra

Fecha de lanzamiento
11 abril, 2019
Número de jugadores
1
Idiomas
Español, francés, inglés, etc
Tamaño
2240,81 MB
Nuestra puntuación
74

Uno de los géneros más clásicos y atemporales junto al de las plataformas o los shooters es el ahora conocido como Dungeon Crawler, ese estilo de juegos donde la temática se centra en recorrer a fondo lóbregas mazmorras compuestas por cientos de enrevesados pasadizos, en los que, a la vuelta de cada esquina, nos podemos encontrar con una trampa, un monstruo o un tesoro, según pille. Con tanta solera cuenta este género que no le faltan representantes ya desde las primeras generaciones de consolas o PCs, pero si nos centramos en épocas más recientes, como los tiempos de la legendaria SNES podemos ver algunos ejemplos como Dungeon Master, Arcana o Shiren the Wanderer, este último tan sólo en territorio nipón, dando pie a la posterior saga Mystery Dungeon, que aún sigue hoy en día con el recientemente estrenado en Nintendo Switch protagonizado por los adorables chocobos. El título que ahora nos ocupa, Vaporum, continúa esa estela marcada por sus antecesores, como un canto nostálgico al género, respetando una de sus máximas, el avance en cuadrícula de casilla en casilla, una obra que viene de la mano del equipo independiente Fatbot Games, siendo este el primer trabajo en visitar el catálogo de la consola híbrida, además unido al reclamo de la famosa estética Steampunk, que tanto tirón tiene desde hace años, ofreciéndonos una propuesta cuanto menos llamativa. Comencemos a adentrarnos en el interior de este oscuro calabozo para comprobar si la experiencia merece la pena.

 

 

Una mala noche la tiene cualquiera

Imagina despertar en un islote perdido en medio del mar, sin recordar ni quién eres ni cómo has acabado allí, cuando de repente aparece ante tus ojos una enorme mole mecánica que recuerda a una torre (aunque nadie puede asegurar que lo sea), y como si tuviera vida propia una chirriante puerta se abre invitándonos a su (poco) acogedor interior. ¿Qué hacer?, ¿permanecer en el islote y esperar a ver si viene alguna ayuda o adentrarse en la oscuridad de la grotesca estructura? Nuestro desmemoriado protagonista opta por la segunda opción y a nosotros nos corresponde acompañarlo hacia lo que sea que nos pueda estar acechando ahí dentro. Y así comienza nuestra aventura, partiendo de un pasadizo oscuro tras cerrarse la compuerta de entrada a nuestra espalda, por lo que no queda sino continuar adelante y explorar cada rincón en busca de los elementos necesarios para abrir cada portón que se interpone en nuestro peregrinar. Como si fuéramos el primer visitante de este inquietante lugar en muchos siglos, nuestro primer cometido es volver a darle vida a la mazmorra, primero encendiendo las luces, después activando interruptores y válvulas desgastadas, para finalmente tener que elegir entre diversos equipos de combate, y dar por fin comienzo a la aventura de verdad, porque sí, esto no va a ser un paseo sin más, debemos prepararnos contra los siniestros seres que moran por estos oscuros andurriales.

 

Un poco al estilo de las aventuras gráficas de point & click, en Vaporum debemos prestar especial atención a todos los elementos visibles en la pantalla y tratar de interactuar con ellos o de recogerlos, para eso contamos con un inventario de lo más apañado donde nos cabe la tira de ítems, y de la mano de tal mecánica exploratoria, tenemos que abordar ese tipo de puzles (empuja cajas, gira palancas, abre conductos de ventilación…). Dichos rompecabezas se ven intercalados cada cierto tiempo con pequeños combates contra las criaturas que habitan el calabozo, a modo de alternancia entre momentos de pensar con otros de más acción, aunque manteniendo en común esos elementos estratégicos, si tenemos en cuenta por ejemplo que contamos con una munición de lo más limitada y una forma de combatir más bien pausada, muy del sabor de los dungeon crawler originales.

 

Vaporum Switch

 

La aventura en Vaporum se desarrolla a través de las diferentes plantas que componen la misteriosa torre, y en el transcurso del recorrido se nos van revelando poco a poco las piezas de ese difuso pasado, y conforme van encajando poco a poco la trama se va aclarando. Como comentaba antes, al principio de nuestra odisea debemos escoger uno de los seis tipos de trajes que se ofrecen para ayudarnos a sobrevivir a los peligros básicamente, que varían sobre todo en algunas de las características propias de combate como fuerza, defensa, capacidad de regenerar vida…. y que van enfocados a que cada tipo de jugador se vea capaz de afrontar a los posteriores enemigos y trampas con mayor comodidad; eso sí, hay que escoger muy bien ya que una vez seleccionado el equipamiento no se puede cambiar, a menos que hayamos guardado partida un poco antes de la elección y le demos a cargar de nuevo, claro (codazo codazo). Lo que sí podemos cambiar en cualquier momento es el nivel de dificultad, habiendo opción de escoger desde el reto más duro y exigente para quienes tengan más experiencia en este tipo de juegos, hasta la alternativa más sencilla dirigida a poder disfrutar de la aventura sin especiales complicaciones. La principal diferencia se encuentra en la velocidad de reacción y movimiento de los enemigos y en el daño que nos hacen más que nada, ya que los puzles son exactamente los mismos, centrados en la observación meticulosa sobre todo.

 

 

Movimiento cuadriculado

Pese a tratarse de un juego en primera persona con perspectiva tridimensional, este título se toma muy en serio el pasado de los dungeon crawler como mencioné al principio, y esto se nota más que nada en que nuestro avance se limita a un desplazamiento en cuatro direcciones, caminando de casilla en casilla. Si bien para el caso de caminar hacia adelante podemos escoger que el movimiento sea continuo, aunque no por ejemplo para caminar de lado, que en cualquier caso va paso a paso igualmente, lo cual sin duda tiene su valor retro y nostálgico aunque en la práctica resulta un tanto rígido para una perspectiva más actual, frente a la vista aérea más estratégica de los títulos clásicos, o si tenemos en cuenta que ya no existen las limitaciones técnicas de la era de los 16 bits cuando se mostraban vistas en primera persona. Centrándonos en el tema de los controles, se requiere hacer uso de los dos sticks, el izquierdo para moverse y el derecho para cambiar la dirección en la que miramos, y los gatillos L y R para usar las armas de ataque, con una breve recarga entre cada ataque como factor decisivo a tener en cuenta a la hora de combatir. A diferencia de la versión para PC, no contamos con un puntero siempre presente sino que podemos hacerlo aparecer mientras mantengamos pulsado ZR y el stick izquierdo para moverlo, una mecánica necesaria de manejar a las mil maravillas cuando vamos a comprobar con qué elementos del escenario vamos a poder interactuar dentro de nuestro campo de visión. Para activar cosas o realizar determinadas acciones vinculadas al entorno usamos el botón A, y para mayor facilidad de uso, hay una especie de “autoapuntar” con lo que en muchas ocasiones basta con pulsar el gatillo para detectar de inmediato algún objeto de interés, lo que nos ahorra tiempo de exploración y que se nos pueda pasar por alto algún detalle importante.

 

Hay que mencionar que en los combates cuesta un poco cogerle el ritmo a nuestro personaje al principio, ya que los controles resultan un tanto toscos, lo que nos lleva a tener que acostumbrarnos a seguir los pasos marcados, todo ello quizás enfocado más a un juego de estrategia más que de acción pura y dura (hay que usar mucho la táctica de atacar, esquivar y buscar el momento oportuno de volver a atacar), lo cual no es algo malo en sí, pero sí algo a tener en cuenta para no frustrarse al principio (no estamos en un Doom steampunk, vaya). Otro detalle curioso en Vaporum es que para usar cualquier objeto obtenido que tengamos almacenado en nuestro equipo, por ejemplo a la hora de abrir una puerta, siempre hay que abrir el menú de inventario, buscar el ítem en cuestión y llevarlo manualmente al punto de la pantalla donde va a ser usado. No se puede asignar a ningún botón libre ni usarlo de manera directa, de nuevo quizás bajo la premisa de que no se trata de un juego de acción rápida. Eso sí, contamos con un excelente uso de los botones, aprovechando incluso los direccionales (presunta cruceta) para abrir el menú de equipo y activar algunos de los poderes especiales que vamos consiguiendo por el camino, como el de detener temporalmente el transcurso del tiempo.

 

 

Respecto a otras cuestiones técnicas, como el apartado gráfico, hay que decir que Vaporum recrea bastante bien un ambiente de misterio, la oscuridad omnipresente y opresiva tan sólo atenuada por las luces artificiales que puntean los pasillos, y en general la estética steampunk, con máquinas de estilo antiguo por todas partes, tan del gusto desde la literatura del siglo XIX. Por si no vemos ni torta en algunos tramos (nada raro de hecho), podemos aumentar la iluminación dentro del juego todo lo que nos haga falta, por supuesto a costa de hacer que la ambientación no luzca igual de tétrica, pero de todas formas es todo un detalle a tener en cuenta. Lo que sí resulta un importante hándicap es el tamaño de la tipografía en los textos, sobre todo a la hora de jugar en la pantalla de la consola, donde resulta especialmente diminuta, resultando un poco incómodo a la hora de navegar por los menús y por el inventario viendo la descripción de los objetos, algo que tenemos que hacer en numerosas ocasiones, y eso no ayuda sobre todo si estamos jugando de noche con relativa poca luz. Respecto al apartado sonoro, es casi todo ambiental, los sonidos propios que podríamos esperar oír en caso de que tuviéramos la curiosa idea de caminar por una especie de vieja factoría medio abandonada en medio de la noche, nuestros pasos resonando por el suelo mecánico, sonidos de gases circulando o escapando de las tuberías, engranajes en marcha, inquietantes crujidos por doquier, todo de lo más alentador. Por esa razón prácticamente no hay melodías que señalar, aunque dicho sea igualmente, tampoco le hacen falta en realidad cuando lo que se quiere es aportar esa ambientación de misterio y un poco de “cosica” en el cuerpo, como si en cualquier momento te fuera a atacar una fiera despiadada dentro de la sensación de inmensa soledad. El juego se encuentra íntegramente doblado, lo que se agradece sobre todo mientras vamos avanzando y el protagonista nos va contando sus impresiones sobre lo que ocurre y lo que debemos hacer para continuar, sin tener así necesidad de pararnos en medio del camino a leer ningún texto.

 

Vaporum Switch

 

Vaporum cuenta con un sistema de experiencia, un poco al estilo rpg pero más simplificado, dirigido a mejorar estadísticas conforme vamos superando combates. Los puntos que vamos ganando se denominan Fumium por cierto, y se aplican de manera inmediata, sin necesidad de escoger en un árbol de habilidades, que tampoco hace falta en realidad. Para mayor tranquilidad también podemos guardar y cargar partida en cualquier momento, desde el menú de opciones o incluso pulsando simplemente ZL y + al mismo tiempo, y ZL y – (tenemos un menú de ayuda para recordarnos todos los comandos de todas formas). Por lo general el recorrido no es lo que se dice enrevesado, es más del tipo de encontrarse un camino cortado y tener que retroceder para encontrar otra ruta alternativa, la cual se abre al localizar el objeto o interruptor adecuado; es por ello que no está especialmente destinado a perderse explorando sino a seguir la narración de una historia conforme vamos avanzando y resolviendo puzles, y en consecuencia la duración es relativa, pudiendo dar de sí unas diez horas más o menos, lo que también depende sobre todo del nivel de dificultad y de cómo nos manejemos en los combates, que es lo que puede dar más complicación al principio por la comentada tosquedad de mecánicas.

 

 

Vaporum – No te quedes a cuadros

En conclusión, Fatbot Games ha logrado captar la esencia de los antiguos dungeon crawler, muy al estilo de otros indies como One More Dungeon, pero dándole su propio sello personal, en base a una historia llena de intriga que sabe mantener la tensión en su justa medida de principio a final y con su logrado estilo steampunk. La atención en los detalles se percibe en cosas como el currado doblaje o el ambiente creado (¡con iluminación a nuestro gusto!), faltando tan sólo en otros aspectos como la cierta rigidez de movimientos del personaje o la tipografía excesivamente pequeña cuando se juega en la pantalla de la consola. No obstante el conjunto en Vaporum deja buen sabor de boca para los que más disfrutan de este tipo de juegos, por lo que es una opción recomendable, teniendo en cuenta los pequeños inconvenientes eso sí.

 

Vaporum SwitchEste análisis ha sido realizado gracias a un código cedido por Fatbot Games y Merge Games.

 

Vaporum Switch
Dungeon Crawler como los de antaño
Fatbot Games presenta un dungeon crawler que revive la tradicional fórmula de avance por casillas, pero añadiendo efectos modernos y toques rpg para darle su propio giro de tuerca.
PROS
Una historia interesante que sabe mantener la intriga y el buen ritmo narrativo
Una ambientación de misterio muy lograda
El doblaje es estupendo, ayuda a sumergirse en la historia
CONTRAS
El tamaño de la tipografía resulta bastante pequeño en la pantalla de la consola
Los controles en los combates resultan un tanto rígidos, cuesta cogerle el tranquillo
74