Se dice pronto, once capítulos. Lo que no es tan rápido es procesar que estamos hablando de una serie que lleva la friolera de 27 años en el mercado. De juegos que nacieron en los 90, ya les gustaría a muchos contar con presencia a día de hoy, y más aún con fans tanto de sus primeras entregas, como de lo último que ha aparecido, en este caso, Mortal Kombat 11. En sus tiempos era salvajemente polémico. Eso lo hizo famoso y estar en boca de todos. Te lo encontrabas en un arcade, con sus actores digitalizados vertiendo ríos de sangre, e impactaba como muy pocos videojuegos por la brutalidad de sus golpes, y ya no digamos esos fatalities que no podías ni imaginar en otro título. De hecho, la primera entrega en su llegada a Super Nintendo carecía de estos fatídicos movimientos finales, y en el segundo capítulo teníamos que hacer una combinación de botones al inicial el juego, si es que queríamos tener acceso a la parte más oscura. Su modo gore.
Estás frente al análisis de Mortal Kombat 11, en su versión Nintendo Switch, y decir que a 2019 la cosa no ha querido cambiar mucho en lo referente a estar en boca de todos. A día de hoy, cuando la violencia, por desgracia, está tan al alcance de todos y el público está más insensibilizado que nunca… es complicado sorprender con un videojuego de lucha violento. Sin embargo, NetherRealm Studios ha vuelto a conseguir que todo el mundo hable de un Mortal Kombat. Pero, ¿todo lo que tiene que ofrecernos es violencia? ¿Tiene algo más que aportar? Eso lo descubriremos a lo largo de este análisis, que probablemente tendrá un exceso de «K».
Advertencia: este videojuego está clasificado como PEGI 18, por lo que los menores de edad no deben estar leyendo este análisis. Las personas más sensibles podrían quedar afectadas por algunas escenas violentas.
¿»Ké» hay de nuevo, Raiden y kompañía?
Si eres de los que regresas a la serie tras largos años sin «kombatir», te vas a encontrar a muchas caras conocidas. De hecho, todos los luchadores que debutaron en el título de 1992 están aquí, incluso varios de la segunda entrega. Pero, ¿qué demonios le ha pasado a todo el mundo? Por supuesto, el tiempo ha hecho mella en algunos luchadores, algunos han madurado, han tenido hijos que combaten junto a ellos, los hay también que han cambiado de bando, y luego tenemos casos como el de Liu Kang, al que la vida le debe haber tratado muy mal. Llega el momento en el que he de comentar que un servidor ha estado muchos años ajeno a esta saga de lucha, desde unas partidas a Armageddon en Wii (última aparición en una sobremesa de Nintendo), y ahora me he topado con que la serie ha evolucionado en profundidad en lo que respecta a su argumento. De hecho, te recomendaría que investigues sobre qué ha pasado con cada personaje, pues la historia tras estos luchadores es digna de que te tires horas buceando sobre su evolución.
Por suerte, el modo historia es uno de los platos fuertes que tiene Mortal Kombat 11 para ti. Es una pena que no profundice mucho en pasado de todos los «kombatientes», pero sí lo suficiente como para que conozcas qué ocurrió con algunos para llevarlos a esta situación. Y así tenemos a Raiden, defensor de la Tierra, luchando codo con codo con las fuerzas de defensa humanas, que tratan de repeler un demoníaco ataque liderado por unos Liu Kang y Kitana retornados. Pero el dios del trueno está corrompido por un poder que jamás debería haber utilizado, lo que siembra la duda entre algunos de los protagonistas… No nos gustaría arruinarte la historia, dado que NetherRealm Studios se ha tomado muy en serio este apartado. Entre cinemática y cinemática (y más cinemáticas), algunas de varios minutos de duración, estamos librando batallas controlando al personaje que toque según dicte el argumento, pudiendo en ocasiones incluso escoger entre dos opciones.
«Lo que va a pasar» puede ser previsible en muchos capítulos, tampoco existe opción de tomar diferentes caminos, ni el argumento, pese a intentarlo, va a ser todo lo épico que pretende ser. Sin embargo, es un modo historia bastante entretenido y que invita a continuar jugando para ver con quién te toca combatir (sentimos no decirlo con «k», ya casi hemos rebasado nuestro límite). Enlaza cinemática con cinemática sin descanso, proponiendo interesantes enfrentamientos con personajes que en ocasiones se encuentran bastante descolocados, dado que han sido rescatados del pasado y no entienden cómo su yo futuro ha podido llegar a eso. En definitiva, superar este modo te va llevar varias entretenidas horas en las que vas a tener la oportunidad de controlar a todos los personajes del bando de los buenos, para patear el culo de los malos, y profundizar un «poquitín» en sus vidas. Aquí puedes ver nuestro vídeo de casi dos horas de su modo historia.
¿Solido como una roca?
Desde su lanzamiento, mucho se ha hablado de la versión Nintendo Switch de Mortal Kombat 11 y probablemente habrás visto comparativas que la hacen palidecer frente a las otras consolas. ¿Sabes qué tenemos que decirte ante esto? Olvídate de comparaciones. Lo primero, cosa que muchos no entienden y no nos cansamos de repetir, es que la máquina de Nintendo no alcanza la potencia de sus competidoras. Lo segundo, es que no vas a echarla de menos. Mortal Kombat 11 se ve en Nintendo Switch sólido como una roca. Durante los combates, se mueve a unos deliciosos 60 FPS y la espectacularidad no ha sido rebajada. Cuando sacas tu Nintendo Switch del Dock te encuentras que el modo portátil también luce fantástico, sin ya mencionar la ventaja que supone poder llevarte esta versión a cualquier parte, dado que es algo que viene de la mano de todo título de Nintendo Switch. A este modo solo le recriminamos un tamaño de la fuente de los subtítulos que perfectamente podría haberse adaptado a la pantalla de nuestra consola híbrida.
A día de la publicación de este análisis, transcurridas tres semanas desde su lanzamiento digital, Mortal Kombat 11 ha mejorado en la consola híbrida puliendo levemente algunos aspectos gráficos y detalles gracias a la actualización 1.0.3 que ha corregido diversos apartados más enfocados a la jugabilidad, por lo que se nota el mimo que tienen sus creadores por mejorar su producto. Sin embargo, sí es cierto que hay algunos aspectos en los que todavía no termina de convencernos. Por ejemplo, el pelo de Sonya Blade y Jacqui Briggs no termina de verse bien. Y si bien las texturas de la piel, así como la iluminación, no se acerca a la calidad alcanzada en el resto de versiones, cuando estás en combate, todo eso desaparece de tu vista, y tienes ante ti un juego que luce espectacular.
Por lo general, el apartado sonoro está a la altura de las circunstancias, con una banda sonora que puede que no pase a la historia, pero que casa muy bien con la acción. Y luego nos encontramos un doblaje a diversos idiomas en el que nos detendremos a comentar una curiosidad. Y es que, por defecto, en España vas a escuchar el audio en inglés, mientras que si vas a las opciones del juego verás que cuenta con seis idiomas a escoger: inglés, francés, italiano, alemán, español latino y portugués de Brasil. Es decir, el castellano, o «español de España», no fue una opción contemplada a la hora de escoger los idiomas a localizar el audio, al contrario de los textos, que sí están localizados.
Tras las vísceras, jugabilidad de la buena
Pero basta ya de hablar de argumentos, temas técnicos y audiovisuales. Ahora toca decir que Mortal Kombat 11 es muy jugable. No solo eso, sino que ha conseguido mantener la esencia de los inicios de la serie, sin perderse por el camino, algo que también es digno de elogio en una franquicia tan longeva. Los combates son rápidos y dan un pequeño margen para la estrategia, algo que es propiciado no solo por tenernos que adaptar a las técnicas o forma de jugar de nuestro oponente, sino también a la reserva del «Fatal Blow», movimiento especial que podremos realizar cuando perdamos gran parte de nuestra barra de vida. Si nuestro rival lo encaja, y no le queda mucha salud, está muerto. Si por contra, le dejamos la justa vida para que nos ataque con ese mismo ataque, estamos perdidos. Por suerte, solo puede usarse una vez en todo el enfrentamiento, a no ser que no logres golpear a tu oponente. Reservarlo para el momento adecuado puede ser tu carta ganadora, dando lugar a combates interesantes.
Además, Mortal Kombat 11 cuenta con una personalización de luchadores que va mucho más allá de la apariencia, algo que también cubre con creces. Para cada luchador existen una variedad de movimientos especiales a asignar, que pueden cambiarlo por completo. Es decir, si tenías una estrategia estudiada para afrontar a un luchador concreto, podrían sorprenderte con ataques de lo más inesperados.
Si bien es la base, la parte jugable a analizar no se termina tras los combates, pues diversos modos se encargan de dar profundidad a Mortal Kombat 11, ofreciéndonos bastante diversidad. Desde modos entrenamiento, a un par de modos torre en el que tendrás que llegar a lo más alto (emulando al modo clásico de los primeros títulos), un modo online muy estable en las partidas que hemos disputado, con ligas, combates privados, rey de la colina… Estamos ante uno de los juegos de lucha más completos a los que hemos jugado.
Y luego está la Kripta, un modo en el que controlamos a un personaje en tercera persona, explorando la isla de Shang Tsung, recogiendo tesoros, resolviendo algunos puzles… Decir que ofrece una diversidad frente a los combates constantes, pero es el apartado donde quizás Nintendo Switch sufre más que el resto de consolas, pues una densa niebla no nos deja ver los escenarios, ni el paisaje, como sí se puede apreciar en otras versiones. Sí, es «horrendo», pero, de nuevo, la jugabilidad es la misma, así como su utilidad, pues en este lugar vas a poder desbloquear artworks, fatalities, apariencias… un poquito de todo.
Finish him!
Otra de los fundamentos que no han cambiado desde sus inicios, es el gore. Podemos afirmar que Mortal Kombat 11 es el capítulo más salvaje de toda su historia. Los desarrolladores se han rebanado la tapa de los sesos (nunca mejor dicho) para ofrecernos unos fatalies de lo más despiadados. ¿Sólo fatalities? Los escenas al activar un Fatal Blow son igual de violentas, aunque sin desmembramientos, y también tenemos los brutalities. A no ser que sea fan del gore, alguien que ha visto estas escenas, sin probar el videojuego en sí, fácilmente podría sentir repulsa ante tanta violencia gratuita.
Pero vamos a quitar hierro al asunto, pues «»»tampoco es para tanto»»», así con muchas comillas. Indudablemente, Mortal Kombat 11 ni es para todas las edades, ni para todos los estómagos. De igual forma, impactar, impacta… las primeras veces. Tras esa toma de contacto, la violencia es tan irreal, que no tardas en dejarla de tomar en serio. Tienes esos golpes mortales durante un combate que te rompen las costillas, el cráneo o los dientes, que es tan solo algo visual, no se ve reflejado en la jugabilidad de ninguna forma, más allá de cuando haces el Fatal Blow, con el que puedes sentenciar, o ser sentenciado… pero si se sobrevive, el personaje está tan fresco, con menos vida, pero como si no hubiera pasado nada. Además, vas a poder enfrentarte a ellos, una y otra vez, no es que se «mueran para siempre». En definitiva, no hay que olvidar que se trata de un videojuego.
Koncluyendo: más que recomendado
Para un fan de los juegos de lucha, Mortal Kombat 11 es una estupenda oportunidad para demostrar sus habilidades. Cuenta con suficientes modos para ser uno de los títulos más completos del género, o lo que es lo mismo, te va a ofrecer entretenimiento durante una buena temporada. Además, esta versión Nintendo Switch es sólida, contundente a la vista. Salvo ciertos detalles en el acabado gráfico, no tiene que envidiar al resto, y aquí tenemos la gran ventaja de poder llevárnoslo a cualquier parte, aunque los amantes de las crucetas quizás deseen jugarlo en el modo TV con un Mando Pro. ¿Tú problema es su humor negro, gore y violencia? Aquí no podemos hacer nada, más allá de quitarle hierro al asunto, pues pese a ser extremadamente sangriento, se trata de algo completamente irreal que tras varios combates pierde ese tremendo impacto inicial.
Por su parte, los fans de la serie, que ya conocen de sobra cómo las gasta, pueden estar orgullosos de lo que se ha convertido Mortal Kombat 11, pues la esencia original está ahí a través de una fórmula evolucionada y varios modos, offline u online, con los que sacar a pasear puños, garras, cuchillos y demás. Sumado a eso, existen montones de desbloqueables con los que pasar infinidad de horas entretenido… y si, por si te parecen pocos, también tienes las opciones de pago, quizás el aspecto que menos nos ha gustado. ¿Quieres poder controlar a Frost? Pasa por la eShop a comprarla, o bien completa el capítulo 4 de la historia. ¿Quieres sumar a Shao Kahn al plantel de luchadores? Pese a que es uno de los enemigos a batir, solo podrás obtenerlo pagando 5,99 euros en la eShop, incluso hay otros personajes en camino todavía no disponibles. También hay diversos coleccionables que sirven de moneda en el juego, todos ellos obtenibles durante nuestras partidas, incluso los Kristales del Tiempo… que tardarás bastante en reunir, a no ser que, de nuevo, pases por caja. Son ese tipo de cosas que sobre todo no gusta ver en un juego cuyo precio oficial está en los 69,95 euros (en formato físico lo encontrarás más económico), pero siempre será opción del jugador comprarlos o no.
Hemos analizado Mortal Kombat para Nintendo Switch gracias a un código de descarga proporcionado por Warner Bros. Spain
Versión analizada 1.0.4 / mayo 2019
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