El informe para los inversores de Nintendo está arrojando algunos datos interesantes sobre las ventas de hardware y software pero también sobre las formas de hacer negocio de la compañía. Es el caso de la descripción que hacen de la experiencia con el producto más arriesgado que la «Gran N» sacó el pasado año: Nintendo Labo.
Según el informe, Nintendo Labo ha sido recibido de forma muy positiva como producto «marca Nintendo» desde su anuncio hace aproximadamente un año. Las ventas de los tres kits de Nintendo Labo fueron de un millón de unidades en todo el mundo hacia el final de 2018. Unas ventas bajas sin se las compara con otros títulos de la empresa como Mario o Zelda que han vendido millones de unidades desde su lanzamiento.
A pesar de eso, Nintendo asume que Labo es otra cosa y que iba dirigido a un tipo de cliente distinto al de sus juegos tradicionales.
Antes de lanzar los primeros kits en abril esperábamos que las ventas y la recepción por parte de los compradores fuese distinta a la de los videojuegos tradicionales. Nintendo Labo se ha incorporado a las clases de unas 100 escuelas primarias de Estados Unidos y ha recibido premios y el reconocimiento de varios medios, tanto domésticos como internacionales en la categoría de juguetes y otros productos o experiencias para el consumidor general.
Precisamente sobre la presencia de Nintendo Labo en los colegios, la compañía firmó un acuerdo con el Institute of play, una organización sin ánimo de lucro dedicada a crear experiencias de aprendizaje y transformar la educación a través del juego. Mediante esta colaboración, Nintendo Labo se ha usado, como dicen en el informe, en 100 centros educativos estadounidenses durante este curso académico.
