Sir, soy del 83… Ese espacio temporal sin nombre. Un agujero de gusano generacional entre los millennials y la generación X. Unos individuos que conocimos la vida sin internet, pero que a la vez lo tuvimos muy presente desde nuestra ETERNA juventud. No os preocupéis por nosotros.. ¡Eternum EX!
Hemos visto cosas que vosotros no creeríais: atacar naves más allá de Dobkeratops. Hemos visto llamas al rojo vivo brillar en los ojos de un valiente fontanero y salas llenas de máquinas arcade repletas de monedas de 5 duros. Todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia. ¿O no? Eternum EX llega dispuesto a sacar del pozo del olvido a los clásicos más adictivos del arcade ochentero con una sincera propuesta/homenaje que deja claras, desde el principio, sus intenciones. ¿Lo habrá logrado? Atentos a este análisis de su versión para Nintendo Switch.
La historia de un héroe buscando aventuras en el ocaso de su vida
Hace mucho mucho tiempo, Sir Arthur era un caballero fuerte y valiente. Por desgracia, tras años y años de batallar contra el mal, todos sus seres queridos han fallecido y no le queda nada más que los recuerdos de sus aventuras pasadas. No obstante, aún existe esperanza. Ligero de ropa, cual ingenioso hidalgo, sin ningún arma más que su humilde bastón y la destreza arcade más ochentera, Arthur decide encaminarse al reino subterráneo de Samarnath para combatir a cinco monstruos, emprendiendo así una última aventura en busca de aquello que más desea: la fuente de la eterna juventud.
Los chicos y chicas de Zerouno Games nos traen con Eternum Ex una versión mejorada de Eternum, título original creado por Radin Games, en donde tomamos el control de un atormentado Arthur en su periplo para recoger todos los tesoros que encuentra a su paso, en cada sala, logrando de esta forma abrir el portal que le lleva al siguiente nivel. Teniendo en cuenta que dichos niveles no destacan por su extensión, el pilar jugable se basa en la densidad de enemigos, la estructura de sus fases y la cantidad de cofres por saquear. El título en cuestión cuenta con 5 mundos con cinco niveles cada uno, ascendiendo a un total de 25, cifra que, para estar ante un juego especialmente poco rejugable, se nos han antojado algo escasa. Resulta importante destacar que el quinto nivel cuenta con ciertas peculiaridades. Estamos ante la pantalla del jefe. Una fase en la que nuestro objetivo, a falta de cofres, no es otro que desplazarnos verticalmente y ascender guiando a Sir Arthur hasta la cima, recoger los objetos que nos encontramos por el camino y enfrentarnos al monstruoso jefe de turno. Ya adelantamos que algunos de dichos enemigos finales nos han puesto en más de un apuro.
Como podéis leer, nos encontramos ante un título que, pese a beber de los clásicos arcade de los 80/90, cuenta con un sistema de control realmente sencillo y accesible. Eso sí, no os equivoqueis. Eternum EX no es un juego fácil. Es posible que su, bien medida, curva de dificultad os engañe y que su nivel de desafío, para el jugador más experimentado, no suponga un reto a la altura de algunos clásicos del género. No obstante, las palabras Game Over pasean sobre nuestras pantallas bastante a menudo en esta aventura. Por otro lado, y estamos ante la única oportunidad en la que se nos da a elegir (ya que no contamos ni con un triste menú de opciones), Eternum Ex nos ofrece dos modos. El primero, llamado Home Mode, limita nuestras continuaciones a 3 y cuenta con guardado de partida tras cada etapa para garantizar que no perdemos demasiado progreso. El segundo, Arcade Mode, no cuenta con guardado, pero sí dispone de créditos infinitos. Aquí es, precisamente, donde reside su toque más clásico y recreativo.
En referencia a la recolección de objetos, cabe puntualizar diversos aspectos. Los cofres de color rojo se pueden recoger de inmediato, pero los cofres verdes están encadenados. Para romper dichas cadenas, Arthur necesita liarse a cabezazo limpio desde la plataforma inferior para poder abrirlos. Esto, aunque pueda saber a poco, agrega un elemento estratégico a Eternum Ex. Por otro lado, los más aventureros pueden golpear todos los cofres desde abajo, aumentando de esta forma el valor de su contenido y consiguiendo un valioso power-up. En relación a estos potenciadores, y sin entrar en excesivo detalle, adelantamos que no hay una gran variedad de ellos, apareciendo de forma totalmente aleatoria y durante un corto espacio de tiempo. Por si todo esto fuera poco, contamos con un tiempo establecido para completar cada nivel, y nuestro intrépido protagonista muere de un solo golpe (reapareciendo en el mismo punto siempre que nos quede alguna vida extra), acentuando el carácter frenético de la aventura.
Aspectos como su pegadiza BSO (a cargo de Thewardenclyffe), el mapa que se nos presenta al principio de la partida, para mostrar tanto nuestro progreso actual como el restante, o unos coloridos gráficos 16bits, beben directamente de títulos como Ghosts’n Goblins.
Mención a parte merece el escalado gráfico que se le ha dado al juego, imitando las franjas horizontales que mostraban los televisores antiguos. Puede parecer un aspecto baladí, pero tanto para los más nostálgicos como para los más exigentes es un detalle de agradecer, ya que nos transporta frente a aquel mastodóntico televisor que teníamos en casa y no se averiaba ni a tiros. Repito, un detalle que hace que la experiencia de juego se acerque más a la vivida con cualquier título de plataformas de finales de los años 80 y principios de los 90. Por su parte, el apartado jugable y sus mecánicas se asemejan más a obras como Psychic 5, juego de plataformas desarrollado por Jaleco y publicado en 1987 que tiene como objetivo coleccionar ítems y eliminar enemigos hasta llegar al final de cada pantalla. Final en donde debemos vencer a un demonio de gran envergadura.
Eternum EX: un viejojuego arcade en busca de la eterna juventud
Eternum Ex es una propuesta sincera que, tanto para lo bueno como para lo malo, deja claras sus cartas sobre la mesa desde el minuto uno. Un título cuya fuente de inspiración no es otra que los clásicos arcade de los años 80 y principios de los 90. 25 niveles con multitud enemigos, jefes finales, power ups, cientos de tesoros, una BSO pegadiza, ideal para los más nostálgicos, e incluso un ranking mundial para comparar nuestros resultados con los de otros jugadores.
Debe estar conectado para enviar un comentario.