Si hay algo que pueda definir la esencia del videojuego son los plataformas. El género que todos conocemos, el que todos hemos experimentado alguna que otra vez, y que ha traído a algunos de los personajes más emblemáticos de todas esta industria, es también el que siempre ha atrapado entre sus paredes virtuales esa mezcla de diversión, adicción y simpleza tan característicos.
Parallel Circles ha mirado a lo más esencial para traernos Flat Heroes, un juego que se regodea en la sencillez y la explota al máximo para asentar las bases de una fórmula fácil de entender, fácil de controlar y fácil de dominar. Desde el diseño del entorno y nuestro “personaje” hasta los controles y las mecánicas son de lo más simple. Pero, ay, cómo enganchan…
En el cuadrilátero
Vamos a explicar muy rápidamente la premisa de juego para que podáis entenderla, aunque no es para nada complicada. En Flat Heroes se maneja a un pequeño cuadrado que está encerrado en otro más grande y debe sobrevivir, en la mayoría de ocasiones, a una serie de amenazas que pueden destruirlo. Es, en esencia, un juego de microsupervivencia en el que cada nivel es un nuevo desafío, una nueva trampa a analizar rápidamente y superar. Sin narrativa, sin argumento ni diálogos; centrado por completo en JUGAR.
La campaña principal parte de esa estructura, con varios mundos subdivididos en niveles y un jefe final a derrotar. Es un planteamiento simple, como todo el juego, pero que consigue ir ganando complejidad y sobre todo dificultad a base de mezclar conceptos sencillos. Cada nuevo “enemigo”, véase unas líneas que salen disparadas, unas flechas que te persiguen o unos triángulos que marcan una trayectoria a esquivar, va apareciendo de forma suave para entender su comportamiento; no obstante, poco a poco aumenta en cantidad y en compañía, combinándose con otros elementos para que la cosa se ponga mucho más difícil de lo que parecía.
Así, lo que en un principio parecía un geométrico camino de rosas, se acaba convirtiendo en un infierno donde llueven líneas y proyectiles y no sabes ni cómo logras seguir con vida. Flat Heroes va ganando en complejidad a medida que inviertes horas de juego en él, pero lo hace tras llevarte ligeramente de la mano para entender cada nueva mecánica o comportamiento del enemigo, soltándote después para comenzar a andar por ti mismo, y chocarte mil veces con el muro de la dificultad.
Aunque ese proceso de enseñanza no es algo que termine de extenderse a toda la campaña. Los combates contra los jefes tienen mucho más de análisis que el resto de niveles, donde simplemente te mueves para intentar sobrevivir. Obligan a observar sus patrones para determinar no solo cuándo, sino también cómo atacar, y es que aquí los únicos verbos de nuestro cuadrado son el movimiento, el salto y un pequeño escudo con el que se golpea. Todo lo demás depende del timing y del conocimiento del resto de elementos que aparecen en el escenario.
Perfección geométrica
A pesar de esas dificultades que plantea Flat Heroes a cada nuevo nivel, tiene un componente que delata cómo cada error es responsabilidad única y exclusiva del jugador: el sistema de control. La respuesta es más que precisa y su reflejo en nuestro cuadrado es perfecta. Sin esto, sería mucho más difícil caer ante cualquier impacto y los problemas no quedarían en la dificultad de los niveles, sino en las trabas a nivel de mecánicas, lo que además comenzaría a adentrarse en el peligroso campo de la frustración. Afortunadamente, esto no sucede.
De hecho, el comportamiento de nuestro “personaje” es brillante. Se trata de un cuadrilátero que se desplaza rodando, por lo que cada intento de movimiento se traduce en cierta torpeza por el choque de cada vértice y cada cara sobre cualquier superficie. Su agilidad en el aire, pudiendo realizar Dashes con otra pulsación de salto o incluso mantenerse en el aire cual Neo cuadrado, se da la mano con la opción de acoplarse a cualquier pared, consiguiendo una maniobrabilidad casi perfecta.
Es su forma, junto con la disposición de las plataformas, lo que se convierte en uno de los elementos centrales de Flat Heroes. Si nuestro héroe fuera un círculo o cualquier otra figura con más caras, las cosas serían mucho más sencillas; pero también mucho menos divertidas.
Flat Design portátil
Simpleza es la característica con la que se puede definir a cada elemento de este juego, como también riqueza si hablamos de opciones y modos de juego. Ofrece siempre la posibilidad de jugar con varios amigos en la misma consola para hacer las cosas mucho más divertidas, y a veces también más complicadas. Dos opciones para la campaña principal (normal y héroe, mucho más compleja) y los retos de supervivencia con nuevos desafíos cada día se pueden disfrutar en solitario, sí; pero con más personas son una delicia. El cooperativo es infinitamente más divertido, además de ese modo versus para piques que van más allá del pequeño codazo al de al lado para que falle.
Pero queremos detenernos otra vez en ese concepto de la simplicidad porque es algo que afecta no solo al diseño de mecánicas, sino también al visual. Flat Heroes es una especie de oda al flat design. Colores planos, formas simples, fluidez de movimientos y unas transiciones totalmente suaves y bien escogidas denotan una atención al detalle sublime e incluso un mimo por mantener siempre la misma sensación, incluso cuando estás mirando a qué modo jugar.
El lenguaje visual es uno de los puntos más fuertes de este juego. Sabe transmitir qué es amenaza, qué es ayuda, qué hace cada elemento con un sencillo sistema de colores y formas. Todo está bien medido y ajustado para que, incluso si cambias la paleta de colores (tras desbloquear las diferentes que hay), todo siga manteniendo su significado y no haya lugar a confusiones. Es un elemento que puede resultar una nimiedad, pero que logra darle un estilo con mucho más significado.
Y sí, la portabilidad le sienta como un guante, hasta el punto de que la mayoría de nuestras partidas han sido siempre en el Modo Portátil de Nintendo Switch, salvo un par en Table-top para disfrutarlo con más personas. La disposición y la claridad de cada escenario hacen realmente fácil jugarlo en la pantalla de la consola sin complicaciones, y la duración de cada nivel es perfecta para una partida rápida antes de dormir, aunque luego se traduzca en 20 y en un despertador diciendo que quedan 3 horas para sonar. Avisamos, engancha.
Flat Heroes – Keep It Simple, Stupid!
Uno de los principios del diseño (KISS), defiende que la mejor forma de hacer funcionar un sistema es manteniéndolo simple. Flat Heroes es la pura imagen de este concepto dentro del terreno de los videojuegos. Su protagonista es un cuadrado, cada escenario es un cuadrado, los enemigos son formas geométricas sencillas que se comportan de muchas formas diferentes y sus mecánicas se asimilan en un par de minutos. Es algo que no necesita tutoriales para entenderlo, que te enseña de forma natural y sin romper el ritmo de juego en ningún momento.
Se mantiene siempre simple por muchos elementos que añada, y eso es lo que logra que sea tan especial. Parecía imposible en una época en la que nos perdemos en cifras y complejidad; pero Parallel Circles ha traído a la eShop una fórmula que persigue la simplicidad para arrojar claridad y construir una experiencia totalmente enriquecida. Es uno de los mejores plataformas que hemos jugado en los últimos años, y que probablemente sigamos jugando durante mucho tiempo.
Análisis realizado gracias a un código de descarga cedido por Parallel Circles
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