Nintendo sabe cómo crear magia, y con Splatoon lo ha vuelto a hacer. Recuerdo perfectamente el famoso E3 de 2014 en el que nos presentaban una nueva IP, en la que niños que se convertían en calamares luchaban entre ellos. Ha sido tal el éxito del shooter por excelencia de la Gran N, que desde el año pasado podemos jugar a su segunda entrega para Nintendo Switch. Incluso, sus protagonistas, los Inklings han tenido una cálida acogida entre los jugadores, que van a ser luchadores de Super Smash Bros. Ultimate.
Aunque tanto Splatoon como Splatoon 2 han ido recibiendo contenido adicional gratuito, como ropas, armas o escenarios, por primera vez se lanza un contenido de pago que, como dice la propia Nintendo, alarga la experiencia del juego. ¡Y vaya contenido! La Octo Expansion es ya toda una realidad y a continuación os cuento qué me ha parecido eso de ponerse en la piel de un Octariano.
El año de los Octarianos
En la Octo Expansion nos ponemos por primera vez en la piel de los Octarianos, sí, los grandes enemigos de los Inklings, algo que muchos fans llevábamos pidiendo a gritos y por fin nuestro deseo ha sido concedido. Nada más comenzar la aventura, debemos elegir entre Octariano chico o chica. Nuestro protagonista, el Agente número 8 aparece sin memoria en el fondo de Cromópolis, osea, en el metro, lugar donde viajan criaturas un tanto extrañas. No se sabe cómo ha llegado hasta ahí, pero nuestro objetivo es poder escapar y salir a la superficie para poder vivir apaciblemente en Cromópolis.
Para poder llegar a la superficie, tenemos que recorrer el fondo de Cromópolis en el metro abisal y en cada estación superar una prueba. Este metro cuenta con 80 pruebas totalmente diferentes. Como en todo metro, hay un revisor, y en este caso el Revisor Pepín, un simpático pepino de mar, es quién nos proporciona el Pπ-nófono, un dispositivo que nos permite acceder a cada prueba, previo pago, claro está. El metro abisal tiene 10 líneas diferentes y nuestro objetivo es encontrar entre todo el mapeado del metro, los 4 «chismes» que hacen que podamos salir a la superficie de Cromópolis.
Nuestra aventura está guiada por caras conocidas de Splatoon: el Capitán Jibión y las nuevas reinas de la canción de Cromópolis, Marina y Perla. El aspecto de éstos ha cambiado bastante, sobre todo el de las Cefalopop, cuyos atuendos nos recuerdan bastante a los que popularizaron los raperos The Notorius B.I.G (Perla) y Tupac (Marina). Estos tres coprotagonistas nos van a dar indicaciones y consejos en cada fase, así como van a ir intercambiando mensajes en un chat que hay en el Pπ-nófono. Este chat es la mar de interesante, ya que nos va a contar parte de la historia de Marina y Perla.
Solo para Octarianos experimentados
Como comentaba, la Octo Expansion cuenta con 80 pruebas totalmente diferentes distribuidas en las 10 líneas del metro abisal. Como es lógico, la dificultad de estos retos comienzan siendo algo fáciles, pero a medida que vamos avanzando, la cosa se va complicando. No hay ninguna prueba igual a otra, sino que todas son totalmente diferentes, haciendo que el jugador nunca llegue a aburrirse. Hay que tener en cuenta una cosa, la Octo Expansion no es un camino de rosas y está hecha para jugadores experimentados en Splatoon. El Modo Héroe que hay en el juego principal es un paseo en comparación con esta expansión, así que si vas a hacerte por primera vez con Splatoon 2, mi consejo es que primero juegues la historia principal (Modo Héroe) y una vez lo hayas finalizado, comiences con la Octo Expansion, ya que los palos están más que asegurados.
Al entrar en cada prueba nos dan a elegir entre varias armas, siendo una de ellas la recomendada para superar el reto. Cada arma suele tener una recompensa diferente, por lo que si queremos tener mayores beneficios, sabemos que ese arma es el más difícil para superar la prueba. Al darnos a elegir entre diferentes armas, hemos de saber manejar bien casi todos los tipos de armas que hay en Splatoon 2; de ahí lo de la experiencia. Ninguna prueba es igual a la anterior, encontrándonos pruebas de derribar un número de dianas en un tiempo determinado, acabar con todos los enemigos que hay en el escenario, superar los retos de las Octoamazonas, o incluso aguantar un tiempo sin que ningún enemigo nos derribe, entre otros. Pero sin duda, las grandes pruebas que a todo jugador se le ha quedado en la retina, han sido las protagonizadas por la bola ocho. Hay diversas pruebas de esta «bolita», y digo bolita porque todo el mundo le va a coger mucho cariño, o no. Estos retos consisten en guiar la bola ocho con un arma determinada por un camino. Parece sencillo, pero ¿y si os digo que este camino está lleno de enemigos y de precipicios por donde la bola se puede caer? La cosa se complica, ¿verdad? Muchas de estas pruebas pueden llegar a ser desesperantes, pero lo mejor es tener paciencia y buen pulso.
Hay que reconocer que no va a ser todo tan complicado como pinta, ya que cada escenario cuenta con diversos puntos de control. Estos puntos sirven como puntos de guardado, por lo que si nuestro Octariano es abatido, aparecemos en el último punto de control que hayamos pasado. Si por el contrario nuestras vidas se han acabado, podemos pagar de nuevo la tarifa de la prueba y aparecemos en este último punto de control, por lo que no tenemos que empezar desde el principio la prueba. Por otro lado, algo que facilita la superación de las pruebas, es que si hemos sido eliminados varias veces, Perla y Marina nos ofrecen una «ayuda». Vamos, que dándoles un poquito de cash nos superan la prueba.
Los ochenta han vuelto
Al ser 80 pruebas, alguno puede pensar que todo puede resultar monótono, hasta los escenarios, pero un momento, estamos hablando de Nintendo y sabemos que la Gran N pone mimo hasta en el último detalle, y así ha sido. Cada escenario es totalmente diferente al anterior, y como ocurría en el Modo Héroe, podemos pasar embobados mirándolo horas. Lo mejor son los escenarios que nos transportan a nuestro pasado, a esos primeros momentos como jugadores. Sí, hay escenarios en los que aparecen NES, SNES, Game Boy o incluso Game Cube en los que es imposible sacar una sonrisa.
En el apartado sonoro hay temas nuevos, pero también hay algunos temas reciclados del Modo Héroe. Muchas de las melodías se te meten en la cabeza y no puedes para de tararearla, sobre todo la musiquilla que suena una vez superada una prueba. Tanto a nivel musical como a nivel estético, la Octo Expansion nos lleva a una época que está actualmente muy de moda, los años ochenta. Otro guiño a esta década son los Pastirrecuerdos, objetos que conseguimos tras superar una prueba. ¿Quién no se acuerda de las gomas de borrar de aquella época? Sí, esas que tenían forma de muñecos o animales y eran de colores. Pues los Pastirrecuerdos son eso, gomas de borrar con diferentes personajes, enemigos u objetos de Splatoon.
Splatoon 2: Octo Expansion – Divertida, fresca y frenética
Las expectativas que tenía ante la Octo Expansion eran muy altas y tras probarla a fondo, he de decir que han superado éstas con creces. En un principio parecía que iba a ser algo similar al Modo Héroe, pero en cuanto te pones al frente de la primera prueba, te das cuenta de que hay algo diferente, de que la dificultad es totalmente superior y que la diversión y frescura se ha multiplicado. Aunque hay 80 pruebas, ninguna de ellas es igual a la anterior, y nada más superar una, vas a querer hacer otra, otra y otra más, ya que engancha al jugador de una manera sin igual.
Hay muchos jugadores que no querrán pagar por tener este DLC, pero, ¿el precio que tiene la Octo Expansion (19,99€) se ajusta a su contenido? Tras haberla exprimido, he de reconocer que sí merece la pena, ya que su duración es de unas 10 horas aproximadas y nos introduce aún más en la historia de Marina y Perla, aunque la trama principal del DLC podría haber sido mucho mejor. Sin duda, si te gusta Splatoon, yo no dejaría pasar la oportunidad de hacerme con la Octo Expansion.
Este análisis ha sido posible gracias a un código de descarga de la Octo Expansion cedido por Nintendo España.
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