Hay videojuegos, que en su primer vistazo llaman tu curiosidad. Esto es lo que podría decir de Human: Fall Flat… ¿qué demonios le pasa al protagonista del juego? ¿Está bebido? Es más… ¿cuál es su propósito en la vida? ¡DE QUÉ VA ESTE JUEGO? Son tantas las preguntas que suscita, que irremediablemente quieres probarlo. El resultado, va mucho más allá de responder a las preguntas de esa curiosidad inicial, para convertirse en un plataformas con curiosos puzles a resolver por medio de unas no menos curiosas y algo variadas situaciones.
No Brakes Games ha llevado su Human: Fall Flat a diversas plataformas, siendo la de Nintendo Switch (como no podía ser de otra forma) la que analizaremos en este caso. De antemano os avanzamos que como conversión es muy fiel a lo que encontrarás en otros sistemas, quizás demasiado y todo, en este caso con el siempre bienvenido añadido de la portabilidad de la híbrida de Nintendo.
Había una vez un señor que… Mmmm… ¿era torpe?, ¿estaba ebrio?
La historia de Human: Fall Flat es tan plana como su propio protagonista. El avance de nuestro héroe, de nombre Bob, se desarrolla a través de diversos mundos, algunos ambientados en lugares que podrían corresponder a una desolada realidad, como una construcción repleta de andamios, máquinas de demolición, trenes (¿trenes? Sí, trenes y vagonetas). También podríamos viajar al medievo, o a lugares de fantasía. Ni una palabra cruzará el personaje ningún otro ser en lo que parece que son sueños del protagonista; quizás de ahí su inmortalidad. Su objetivo en la vida es simplemente avanzar, proponiéndonos retos a superar en su torpe travesía. ¿Torpe? ¡Muy torpe! Tras jugar a plataformas como Super Mario Odyssey, es controlar a nuestro amigo y echarnos a llorar. No es rápido, no es ágil (más bien lo contrario), y no es que se mueva con mucho garbo, diríamos que hasta le cuesta vivir. Curiosamente es todo intencionado y donde reside la gracia del videojuego; tiene que llegar a ser complicado hacer que un personaje sea así de patoso, es incluso de aplaudir.
Pero si crees que no tiene nada de especial, es que no conoces los pegajosos poderes de Bob. Dos brazos tiene, que pueden orientarse independientemente hacia abajo, a media altura y arriba: ahí comienza la fiesta. Intentar coger cualquier cosa, para tratar de resolver aquello que nos impide avanzar, puede convertirse en toda una desesperante / hilarante aventura con momentos la mar de frustrantes que te motivan a seguir hacia adelante. En las primeras partidas es complicado no reír mientras juegas a Human: Fall Flat, a la vez que sufres por su torpeza. Pero aquí no hay vidas que perder (incluso si caes al vacío, aparecerás desde el cielo para retomar tu aventura), tienes intentos infinitos para conseguir realizar lo que quiera que tengas que hacer en ese momento; ya sea completar un puzle, generalmente basado en físicas, o intentar saltar a una plataforma dentro de las posibilidades del inmortal personaje.
Intencionadamente plano
El apartado audiovisual está acorde con la experiencia de juego. Es intencionadamente simple, tanto, que no puede enamorar. En tu avance no encontrarás mundo alguno que te sorprenda por su creatividad. Es un título de resolver puzles, de solucionar situaciones en base a las limitaciones de un torpe personaje, y no intenta ir mucho más allá, y la verdad es que no le hace falta. Parte de su encanto, que lo tiene, es ser como es. No has de buscarle más allá que sus físicas posibles gracias a Unity, que cumplen muy bien su cometido, con objetos destructibles, montacargas que podrían pillarte un brazo y no soltarte nunca más.
Por su parte, en tema de sonido, quizás sí se le podría exigir más, pues no tiene personalidad alguna y es en parte lo que podría hacer que te agobiaras más pronto que tarde de jugar.
Dos jugadores = risas mil
A decir verdad, la experiencia de Human: Fall Flat, tras las risas iniciales, puede llegar a ser monótona. Sirve muy bien para echar ratos libres, mejor aún si alguien te ve jugar mientras tanto, y ya no digamos si el observador eres tú (criticar tu torpeza está permitido, pero ya verás cuando te toque a ti). Pero es conectar un segundo jugador, y las carcajadas están aseguradas. La pantalla se dividirá en dos, mostrando en ella a dos de estos curiosos seres (o intento de humanos ebrios), haciendo uso de sus pegajosas habilidades. Intentar cooperar puede llegar a ser una experiencia divertidas como pocas, ya no digamos si os enzarzáis en una batalla. Mentiría si dijera que no he conseguido mucha diversión del modo para dos jugadores, aunque habría que añadir que mejor separar las sesiones de juego en varias, pues sino podrías toparte más pronto que tarde con esa sensación de monotonía que puedes alcanzar en solitario. Como prueba, este gameplay:
El punto negativo lo tenemos en su ausencia de cooperativo online, algo que se puede encontrar en la versión para PC con hasta 8 «Bobs» que dan lugar a multiplicar las locas situaciones que se pueden vivir a dos jugadores. Esta característica por el momento es exclusiva de PC, es decir, no está en consolas… ¿Podría llegar en un futuro? Primero habría que destacar que No Brakes Games es un estudio compuesto por una única persona, que recientemente ha confirmado que desea ampliar esta experiencia puesto que existe una comunidad encantada por este título. Parece que en cuanto a contenidos hay posibilidades que se expanda, esperemos que también haya opción para el cooperativo online, aunque más no se le puede exigir a este indie.
¿Características Nintendo Switch?
Las posibilidades de Nintendo Switch de Human: Fall Flat son muy limitadas. De hecho, podríamos resumirlas a poder disfrutarlo (o sufrirlo) en cualquier parte, con un modo portátil que prácticamente rinde tan bien como el modo para un jugador y la opción para compartir un Joy-Con por jugador, algo que puede sacar de un apuro, pero que no es muy recomendable puesto que, pese a que puedes jugar, fácilmente echarás en falta botones a la hora de orientar mejor la cámara.
Human: Fall Flat – Conclusión
Garantiza risas, sobre todo en las primeras horas, pero su ausencia de alma podría hacer que te aburras más pronto que tarde de él. Si controlas las sesiones de juego, no haciéndolas muy largas, podrías disfrutar de la jugabilidad y sencillos puzles. ¿Sencillos? Sí, en cuanto a su resolución, pues se trata de ir probando cosas con lo que tienes al alcance de tus pegajosos brazos. No lo es tanto a veces, cuando solo dependes de la habilidad del torpe personaje, que por muy extraño que parezca decirlo, es donde reside gran parte del encanto de Human: Fall Flat.
Un último consejo. Si tienes posibilidad de jugar con algún peque, os lo vais a pasar en grande. Realmente, te vas a reír sea con quién sea que lo disfrutes (barra sufras), pero en los niños pequeños puede despertar un algo especial. Deciros que he visto como se convertía para varios infantes en uno de los juegos preferidos a la hora de jugar a dobles con alguien, dice mucho, pero que mucho, de Human: Fall Flat. Aunque también estarán los que lo odiarán.
Hemos analizado Human: Fall Flat gracias a un código de descarga proporcionado por Nintendo España
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