En alguna que otra ocasión, hemos visto al pobre Masahiro Sakurai quejándose durante el desarrollo de los más recientes Super Smash Bros. para 3DS y Wii U, incluso advirtiendo que podríamos estar ante los últimos títulos de la serie… aunque, todo hay que decirlo, su forma de proceder cuando se enfrenta a cada capítulo es hacerlo como si precisamente fuese el último que desarrolla. Y lo hemos visto lesionado, estresado, advirtiendo que no podía continuar así, afirmando sentirse mayor, plantearse su futuro… pero nunca rindiéndose.
Desde luego, es uno de los desarrolladores más vocales que conocemos, siempre compartiendo sentimientos, curiosidades a medida que el tiempo iba avanzando y estos dos videojuegos por fin llegaban a nuestras consolas. Super Smash Bros. for Nintendo 3DS y Super Smash Bros. for Nintendo Switch, dos títulos que rompieron la tradición de incorporar un subtítulo diferenciador como los anteriores «Melee» o «Brawl» para hacer hincapié en la plataforma en la que iban a llegar, advirtiendo en todo momento que ambos títulos iban a presentar diferencias, pese a que la base y plantilla de personajes iban a ser las mismas.
La teoría que os queremos plantear hoy (teoría basada en lo que pensamos que PODRÍA ocurrir) en realidad es algo que podría haber estado ahí durante todo este tiempo, algo que incluso Masahiro Sakurai tuviera ya planeado, para lo que nos estaría preparando el cuerpo; ¿y si el último Super Smash Bros. desarrollado… realmente fuese el último? ¿Sería éso tan malo?
Super Smash Bros. for 3DS / for Wii U / for Nintendo Switch / «for» lo que venga después
Olvídate de las palabras «refrito», «edición especial», «recopilatorio», y apunta este nombre «a secas»: Super Smash Bros. for Nintendo Switch, pues podría ser a lo que derive la serie en un futuro. Es decir, dejar atrás el concepto de «nueva entrega», para evolucionar a algo que tiene mucho más sentido que rehacer toda la experiencia de nuevo: un título adaptado a las posibilidades de la nueva máquina donde se va a ejecutar, que reaproveche toda aquella refinada jugabilidad que se pulió actualización tras actualización en 3DS y Wii U, haciéndola evolucionar aún más a lo largo del tiempo.
Y es que no tiene ningún sentido ofrecer un título más avanzado que el último Super Smash Bros., puesto que ya de por sí funciona tal y como es. Lo que sí tiene sentido es hacerlo evolucionar a las posibilidades de la máquina. Y no estamos hablando de nada que no se haya hecho anteriormente. Super Smash Bros. for Nintendo 3DS, título que llegó al mercado bastante antes que la versión «mayor», no quedó relegado a una versión inferior, puesto que contaba con sus propios contenidos, presentándose como la mejor experiencia que podía ofrecer la portátil 3D. Por supuesto, no podía ofrecer ciertas cuestiones que solo eran posibles con Wii U, pero su movilidad, escenarios y modos exclusivos (Smashventura, ideado para partidas rápidas basadas en el concepto portátil) lo hicieron brillar con luz propia. Llegada la versión Wii U, se presentó como la definitiva, con modos destacables como el editor de escenarios o el incomprendido Mundo Smash, y una apariencia gráfica, que sin ser desleal a la versión portátil, era inalcanzable para Nintendo 3DS.
En pocas palabras: el concepto es tomar la misma refinada base, pero ofrecer un juego adaptado, incluso evolucionado, para la plataforma a la que va destinado.
Desprendiéndose de los conceptos «refrito», «edición especial», «recopilatorio»…
Más de uno podría sentirse decepcionado, aún si Super Smash Bros. for Nintendo Switch incorporase todos los contenidos de las versiones 3DS y Wii U, pues no se tomaría como un nuevo videojuego. Existen en este mundillo casos en los que un mismo juego, o mejor dicho su base, va viajando de una plataforma a otra, y perdurando en ellas durante años, a la vez que evoluciona, sin que «nadie se queje», sino más bien todo lo contrario. Ejemplo de ello es Minecraft, y no verás a gente desilusionada porque a día de hoy no haya aparecido en el mercado un Minecraft 2, mientras que se aplaude que llegue a cada nueva plataforma basándose en el mismo concepto base. Decimos Minecraft, pero existen muchos otros ejemplos.
Incluso Nintendo hizo algo similar con Super Mario Maker, con una versión «for Nintendo 3DS» que fue recibiendo actualizaciones, aunque en menor medida que Wii U; puedes dar por hecho que un Super Mario Maker for Nintendo Switch sería planteado de la misma forma que el original, ofreciendo contenidos durante el tiempo, para que la experiencia y el interés se perduren tanto como sea posible. Incluso nos arriesgaríamos a decir que Splatoon disfruta de un concepto similar, solo que en el caso del lanzamiento de Nintendo Switch hacía falta añadir un «2» y contenidos suficientes para que diera la sensación de estar ante una verdadera nueva entrega (que lo es), pese a que la base del juego, lo que ha cautivado a tantos jugadores, sea la misma. Desprenderse del concepto «refrito» sería lo más complicado a conseguir por Nintendo, pero no algo imposible. Sería cuestión de hacer entender el «nuevo» concepto y rumbo de la serie.
¿Super Smash Bros. como servicio? Especulemos más allá
Explicado el concepto, hay otras cosas que no las tenemos tan claras. Lo primero, es que juegos como el citado Minecraft ofrecen una serie de ventajas que hacen que los jugadores quieran continuar disfrutando de la experiencia a lo largo del tiempo. Por supuesto, Super Smash Bros. cuenta con una base muy fiel de jugadores, que estarían encantados de recibir actualizaciones de jugabilidad a lo largo del tiempo. El caso es que algo así no puede ser sostenible, dependiendo de como se plantee.
Nintendo tendría diversas opciones, por citar un par; una, el camino fácil y más tradicional, sería lanzar un juego completo con todos los contenidos, y prometer actualizaciones a lo largo de un determinado periodo de tiempo, con nuevos modos, ajustes, y algún que otro personaje a sumar a la fiesta. Otra opción más radical sería convertirlo en algo diferente, algo más vinculado al usuario, ofrecer un paquete básico y luego podría tener o no una cuota de servicio, que sería lo necesario para hacerlo perdurar en el tiempo. ¿Imaginas contar con tus estadísticas, personalizaciones, contenidos, personajes y demás en el futuro Smash Bros. para la plataforma. Tras plantearnos estas y otras opciones que podría tener Nintendo para continuar el universo Super Smash Bros., nuestra teoría toma muchos caminos distintos, que a su vez llevan a muy diferentes destinos. Dependerá de cómo quieran hacer evolucionar la serie, pero lo que debería quedar claro es que incluso Masahiro Sakurai sabía que un cambio de dirección era necesario.
Masahiro Sakurai lo tenía planeado. El futuro está en la comunidad
En el momento en el que acompañó al nombre de la serie, con el de la plataforma, según creemos, lo tenía pensado. En aquellas declaraciones que nos indicaba que probablemente serían los últimos Super Smash Bros., lo tenía pensado. No podemos imaginar un nuevo sistema de la Gran N sin un Super Smash Bros., y resulta que la fórmula de reutilizar una base, evolucionarla algo más allá y, en algunos casos, adaptarse a las posibilidades de una máquina… está funcionando con otros títulos. ¿Por qué no lo iba a hacer con Super Smash Bros.? Por supuesto, no estamos hablando de «jugar una y otra vez» a lo mismo a lo largo de futuras plataformas, sino de refinar y evolucionar una jugabilidad, que ya de por sí no necesita mucho retoque, pero sí en cambio novedades y un movimiento necesario para expandir la comunidad de jugadores, que podría hacer de esta serie algo mucho más grande de lo que aún es; después de todo, los jugadores pueden hacer que un videojuego sea grande, aún más grande. Potencial para conseguirlo, lo tiene, ¿no crees?
Debe estar conectado para enviar un comentario.