Cuando la mayoría de third parties evitaban descaradamente a Wii y Wii U, los juegos de LEGO de Traveller’s Tales y Warner Bros. eran las únicas constantes que alimentaban las consolas fuera de la propia Nintendo. La compañía se ha especializado por completo en esta serie, que reciclan las mismas mecánicas juego tras juego, lo que unido a un ritmo incesante de lanzamientos (este es el cuarto LEGO en llegar a Switch) hace parecer que la saga no evoluciona… Y si bien esto es mayormente cierto, es imposible negar que ha habido un cambio radical en estos 12 años de LEGO: el mundo abierto.
Desde que LEGO Batman 2 introdujera por primera vez un gran escenario independiente de los niveles para explorar, los juegos de la serie han ido inclinándose hacia este tipo de jugabilidad, más abierta que los a veces asfixiantes niveles. LEGO City Undercover sorprendió por su viva y heterogénea ciudad, LEGO Dimensions basó gran parte de su atractivo en las decenas de mini-mundos basados en cada franquicia. Cada vez más, las tradicionales campañas de en torno a 15 niveles se sentían más trámites que otra cosa para poder explorar con tranquilidad una gran explanada (sea Gotham, Manhattan, Isla Nublar, Jakku…) llena de misiones secundarias, coleccionables, personajes y sobre todo mimo a la hora de reconstruir cada localización. En títulos donde la jugabilidad se mantiene casi sin cambios, es en la ambientación donde radica el principal interés de cada nueva entrega, sobre todo para un tipo de jugador más veterano, que lleva desde 2005 resolviendo el mismo arquetipo de nivel una y otra vez.
Bienvenidos a Chronopolis
LEGO Marvel Super Heroes 2 no introduce ningún cambio en la forma de jugar a los LEGO, cosa que sí hizo tímidamente LEGO Star Wars: El Despertar de la Fuerza con sus niveles de disparos o LEGO Ninjago con su sistema de combate. Sin embargo, lo que hace respecto al mundo abierto nos encanta: fragmentarlo en muchas zonas pequeñas y muy diferentes entre sí. La excusa argumental es que Kang: El Conquistador (un villano clásico en los cómics) ha roto el espacio-tiempo para gobernar tiránicamente un mini-multiverso formado por fragmentos de todas de todas las épocas. En Chronopolis se juntan el antiguo Egipto, el lejano Oeste, Wakanda, Asgard, Sakaar, tres versiones de Manhattan o la ciudad sumergida de Lemuria. En total, son 18 zonas que componen este rico mundo, mucho más apetecible de explorar que los enormes y clónicos Manhattan de los anteriores LEGO Marvel. Además, se siente más «vivo»: un carril conecta todas las zonas, los habitantes son conscientes de la situación y les oirás quejarse y hacer bromas, además de ver «turistas»: momias por la Nueva York futurista, taxis neoyorquinos por el lejano oeste…
La historia, escrita por el guionista de cómics Kurt Busiek, no es ningún rompecabezas, pero sí que tiene algunas interacciones entre sus personajes bastante inspiradas. Sobre todo, libra al juego de las correas de los LEGO basados en película, ceñidos en su guion y niveles al argumento original, muchas veces estirados hasta niveles absurdos, como ocurrió en el LEGO Star Wars VII, y restringiendo su potencial cómico al emplear líneas de diálogo extraídas directamente de las películas, como pasó en LEGO Vengadores (en la versión en español se redobló entero, por lo que encima perdía también las voces originales). Esto lo hace mucho más fresco e inspirado que aquel segundo LEGO Marvel a nivel argumental y de ambientación, reservando espacio del juego para lugares y personajes más… relevantes (never forget que la granja de Clint Barton que aparece en Vengadores: Era de Ultrón es todo una zona para explorar en el LEGO Vengadores). Incluso a nivel jugable se siente la libertad para, aunque los niveles son todos iguales, que al menos sean diversos visualmente, involucren a la mayor cantidad de personajes y tengan jefes finales variados.
Si bien, como ya se ha mencionado, a nivel de mecánicas da un pasito atrás respecto a los últimos LEGO, sorprende por la cantidad de niveles que tiene. La historia son 20 nivelazos, que generalmente consisten en dos o tres pantallas con puzles hasta llegar al jefe final. Algunos niveles incluyen varios jefes finales, y otros, como el de Sakaar (el coliseo de Planet Hulk que vimos en Thor: Ragnarok) son únicamente el combate contra el jefe. Y esto mata un poco el juego, porque las batallas son muy repetitivas, simplemente se basan en usar la habilidad de personaje correcta para aturdir al malo y luego machacarlo. Saldrán muchos secuaces a defenderlo, pero más que un reto suponen una molestia. Las deliciosas y distintivas animaciones de ataque de cada héroe no suelen encontrar bien su objetivo, y la mitad de las veces se perderán en barreras invisibles y absurdas. En un juego tan centrado en el combate, y con semejante colección de héroes, decepciona que no lo hayan refinado demasiado, pues acaba siendo repetitivo, irrelevante y lo peor, poco satisfactorio.
Más divertidas son las partes de resolución de puzles, que como siempre, son muy sencillos y basados en coordinar las habilidades especiales del grupo de personajes que controlamos. No obstante, la única adición destacable de esta entrega es el poder de controlar el paso del tiempo de un objeto de Doctor Extraño, y apenas es utilizada más allá de lo más básico. El juego anda siempre con prudencia de no salirse del carril que te guía en la resolución de los puzles, comprensible para no intimidar demasiado a los jugadores más jóvenes, aunque apostamos que hasta ell@s se cansarán de realizar el mismo puzle una y otra vez. Con toda la historia de los viajes en el tiempo, esta hubiera sido una buena oportunidad para sacudir un poco las cosas, pero, como suele pasar, Traveller’s Tales se queda en la zona de confort y centra sus recursos en acumular la mayor cantidad de contenido posible, algo que tampoco les funciona del todo mal.
Vengador a tiempo completo
Una vez que terminas la historia, que te puede llevar fácilmente 12-15 horas, aun te quedarán las decenas de misiones secundarias repartidas por todo Chronopolis. Aquí sí se aprecia una mejoría respecto a anteriores juegos: son más largas y complejas, y en bastantes ocasiones tendrás que recorrer todo el mapeado buscando a ciertos personajes, resolviendo acertijos o incluso buscando localizaciones para tomar fotos. Esto, por cierto, solo lo pueden hacer unos pocos personajes, como Spider-Man o Ms. Marvel, podrás hacerte selfies y usar diferentes filtros. No es tan completo como el modo foto de Super Mario Odyssey, pero oye, es todo un aliciente. Volviendo a las misiones secundarias, aparte de las más largas que te proponen varios personajes (que luego desbloquearás), hay de muchos tipos: carreras contrarreloj, puzles con ladrillos dorados como recompensa, y una gran cantidad de objetos y acciones que completar (por ejemplo, saltar con un vehículo por las 15 rampas propulsoras de todo Chronopolis o destruir los diez carteles de SE BUSCA escondidos por todo el Viejo Oeste); este último tipo de misión, por cierto, no viene marcada en el mapa, así que tocará explorar a conciencia.
Aunque lo más «revolucionario» en este sentido son los 10 niveles adicionales, que se abrirán tras completar la historia pero solo desbloqueando ciertos personajes antes. De nuevo, no hay guía para saber cómo abrir estas misiones (introducidas por Gwenpool) así que tocará «farmear» el mundo a base de bien. Estos niveles son algo más cortos que los normales y no tienen los 10 minikits escondidos (los ya clásicos coleccionables que obligan a repetir los niveles en Juego Libre para tener acceso a todos los personajes), pero a cambio desbloquean los Ladrillos Rojos (aquí son rosas, por Gwenpool) y que desbloquean extras tan suculentos como Detector de Minikits o Imán de Monedas. Otro clásico de la saga que vuelve algo cambiado, ya que esta vez te va a tocar sudar para poder acceder de forma natural a este tipo de extras, que en otros juegos te encontrabas de forma más casual.
A raíz de lo último mencionado, se nota que el juego no solo ha multiplicado el contenido, sino que también lo ha ajustado. Se nota una convergencia más natural entre el hilo conductor de la historia y el mundo abierto: empezaremos con una zona pequeña para explorar, y cuando nos cojamos la dinámica se nos abre el mundo completo. Entre nivel y nivel, la historia nos obliga a realizar ciertas misiones «secundarias», que nos familiarizan con las mecánicas (y las recompensas) antes de ponernos a hacerlas por nuestra cuenta. Incluso en una ocasión nos pedirán que creemos nuestro propio personaje para poder avanzar, obligándonos a pasar por el editor de personajes, un elemento clave de estos juegos y a veces olvidado, pero que aquí asombra por la cantidad de opciones, tanto estéticas como funcionales: podremos elegir arma, poderes activos (rayos, volar, redes) y pasivos (velocidad, súper fuerza). Esto está especialmente pensado para el jugador que coja en este su primer LEGO, y quizás se abrume ante la cantidad de cosas por hacer, pero desde luego ayuda a que la experiencia sea mucho más fluida y completa. Incluso se percibe una cierta mejoría en el diseño de la interfaz: menús más grandes y claro, un mapa más detallado, acceso más rápido a los niveles…
Por último, vale la pena mencionar que es el primer LEGO, tras el segundo y último año de LEGO Dimensions, en incluir arenas de batalla competitivas para cuatro jugadores. La verdad es que no tienen mucho interés a largo plazo, son demasiado simples y se quedan cortas enseguida (dos modos y cuatro mapas), pero permiten que cada jugador use un solo Joy Con. Esto también pasa en el modo cooperativo clásico: el retraso de la versión de Nintendo Switch probablemente sirvió para implementar el modo cooperativo a pantalla partida con un solo Joy Con. Algo que, desde luego, no es la mejor opción: falta un segundo stick para mover la cámara, y si juegas en modo sobremesa, la pantalla partida se queda muy pequeña. Pero, para un apaño (como una larga cena navideña), viene que ni pintado.
Si algo da vida de verdad a los LEGO es su humor y su cuidada ambientación plagada de homenajes a su fuente. LEGO Marvel Super Heroes 2 cumple las expectativas, siendo para los fans de Marvel como un macroevento de cómics en los que se reúnen casi todos los héroes, que aunque no brillen tanto como en sus historias independientes, ganan fuerza en conjunto. No olvidemos tampoco que el humor de los LEGO es muy blanco, y a pesar de chascarrillos demasiado básicos, el guion logra que todos los personajes sean reconocibles, además de plagarlo, tanto en los diálogos como en gags visuales visuales, de referencias a cómics, series y películas. Es una lástima que a pesar de que Marvel posea los derechos de explotación en viñetas de todos sus personajes, haya preferido mantener a los X-Men y los Cuatro Fantásticos en el banquillo, algo que atribuimos a su decisión de acercarlo conceptualmente a las películas (los Guardianes de la Galaxia o el diseño de Xandar bebe directamente de la película, los niveles en Asgard y Sakaar remiten a Thor: Ragnarok, el protagonsimo de los Inhumanos viene a rebufo de la fallida serie de televisión…). Lo cual no deja de ser algo irónico, porque Spider-Man, a pesar del trato llevado a cabo entre Marvel Studios y Sony, sigue siendo propiedad de esta última (algo que no duda en explotar en esta PRECIOSIDAD de película), y sin embargo, Spider-Man (con el traje de Homecoming por defecto) es parte central del juego, con sus diferentes versiones (Noir, 2099) y villanos (Rhino, Sandman, Doc Ock…)
LEGO Marvel Super Heroes 2 – Mucho más que «otro» LEGO
Finalmente, LEGO Marvel Super Heroes 2 es «otro» LEGO más. No es el definitivo, y desgraciadamente, no solo no innova, sino que hace poco por corregir la mayor lacra de estos juegos, el monótono y tosco combate (tampoco hace mucho por corregir los ya usuales bugs y cuelgues de estos juegos, pero bueno, venimos preparados). Y es una pena, porque por esto se queda a las puertas de ser el LEGO definitivo (bueno, hasta el siguiente, claro). Las misiones secundarias son más variadas y más que nunca; Chronopolis, enorme pero compuesto por multitud de pequeñas zonas, es el mundo abierto más bonito y diverso en los LEGO hasta la fecha; y en general todos sus elementos se sienten más firmes y atados que nunca, incluyendo un editor de personajes espectacular. El multijugador competitivo sí que es mejorable, pero no creo que a nadie le importe mucho: te espera (casi) todo el universo Marvel durante un montón de horas. Y con un Season Pass (14,99 euros) basados en las próximas producciones cinematográficas y televisivas que durará hasta julio (con el estreno de Ant-Man and The Wasp).
Análisis realizado gracias a un código de descarga del videojuego cedido por Warner Bros. Interactive.
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