La desaparición de la Diosa Luna… Las aventuras vividas por aquellos que la buscaron… Todas ahora son leyendas que forman parte de las estrellas, y es nuestro deber revivirlas, repasar todas las posibilidades, para que no caigan en el olvido y que no dicte la verdad única del Sol… No, no me he dado un golpe en la cabeza. Este planteamiento tan misterioso es el que nos encontramos al introducirnos en Moon Hunters, una de las novedades más recientes de Nintendo Switch de mano de Kitfox Games.
5 días para rememorar
En cierta forma, es difícil concretar en qué consiste la historia más allá de la pequeña introducción de antes. Moon Hunters nos propone revivir la misma historia en cada partida: los 5 días que transcurren entre la desaparición de la Diosa Luna y la llegada del rey Mardokh para imponer el imperio de su Culto del Sol. Sin embargo, la particularidad es que no hay dos aventuras iguales, ya que serán nuestras decisiones las que graben nuestra historia en el firmamento estelar. Ya desde el principio, a la hora de crear una nueva partida, se nos ofrece la opción de elegir entre diferentes aldeas desde las que partir, y ello supone tener acceso a diferentes niveles. Cada territorio trae consigo unos elementos diferentes con los que interactuar o enemigos a los que hay que vencer, además de un estilo pixel-art muy detallado que dota al juego de colorido (incluso los personajes están bien detallados a pesar de ser tan pequeños).
Una vez ya dentro de la partida, nos encontramos con un juego de acción RPG que no destaca por su complejidad. Cada uno de los personajes disponibles tendrá tres habilidades distintas (un ataque básico, un ataque mágico y un movimiento estilo evasión por norma general), las cuales podemos ir mejorando conforme reunimos ópalos y los gastamos en los mercaderes. Además, al terminar una zona, llegamos a un campamento donde podemos realizar diversas actividades para mejorar nuestras características (como cocinar, cazar u observar las estrellas), pero incluso así, no sentimos que suponga una gran mejora. La única forma de aumentar el valor de nuestras características es mediante el campamento o en eventos, y debido a que las partidas no son precisamente largas, da la sensación de que estos valores no aportan mucha diferencia. Donde sí notaremos realmente nuestro progreso es en las anteriormente mencionadas habilidades, que añadirán nuevos efectos a nuestros movimientos.
Un punto a favor lo encontramos en lo diferentes que son los personajes a nivel jugable. Por citar un par de ejemplos, el Hojafilada se centra en el combate cuerpo a cuerpo, y al empezar la partida (debido a que no hemos mejorado aún nuestras habilidades) puede suponer un problema. Por otro lado, la Nigromante se centra en ataques a distancia y atrapar enemigos en un vórtice, lo que le permite mantener las distancias. De esta forma, nuestro personaje condicionará cómo nos enfrentaremos a los enemigos, pero seremos nosotros los que dictaremos nuestras acciones. Y es que, a lo largo de nuestra aventura, nos encontramos con todo tipo de personajes secundarios con los que interactuar, ya sea para bien o para mal. Según lo que decidamos hacer o cómo reaccionemos ante estos individuos, incrementamos el nivel de las diferentes personalidades, y llegado a un punto, se nos conoce por ser temerario, vengativo, seductor… entre otros. Una vez finalizada nuestra partida, aparece una nueva constelación en el firmamento en la que quedan grabadas nuestras hazañas.
La magia de la luna
Sin embargo, hay ciertos aspectos de Moon Hunters con los que no podemos evitar fruncir el ceño. Ya no solo se trata de la total falta de ayuda al jugador nuevo (todo lo vas aprendiendo sobre la marcha), sino que la variedad y complejidad de los enemigos no es muy elevada. Una vez aprendes a predecir sus movimientos y a controlar los tuyos, los combates pierden parte de su dificultad. Quizá sea por eso por lo que el juego intente compensar este aspecto a través del mundo y el folklore que se ha construido, creando diversos misterios para los que hay que estar muy atento si se quiere completar el juego al 100%.
Otra forma de disfrutar más de Moon Hunters es a través de su modo cooperativo. Aunque se pierde el modo on-line por el camino desde la versión de PC, el juego ofrece la opción de conectar 4 Joy-con para que todo el mundo pueda jugar. En ese aspecto, hay pocos juegos en Nintendo Switch que ofrezcan la posibilidad de jugar a un juego de rol en grupo. Y, como ya ha ocurrido en alguna ocasión, nos volvemos a encontrar un problema al tratarse de un juego desarrollado con Unity y su todavía no excelente compatibilidad con Switch: los tiempos de carga son largos (no excesivos, pero más de lo que cabría esperar de un juego de este estilo).
Para concluir, no puedo dejarme atrás dos aspectos fundamentales. Por un lado, las constelaciones, que sirven a modo de objetivos o marcadores de progreso. MarcaN los logros en nuestras aventuras o los elementos que vamos desbloqueando (como nuevos personajes jugables, acceso a nuevas zonas, etc.). Por otro lado, tras superar varias aventuras, tenemos acceso a un “modo arena” en el que podemos usar los personajes de nuestras aventuras (de ahí que queden grabados en las constelaciones) para hacer frente a hordas de enemigos e intentar superar nuestro récord. Es un buen añadido para que no sea solo jugar al modo historia.
Moon Hunters – Los relatos de las estrellas que podrían haber sido más
A pesar de sus defectos en cuanto a profundidad en ciertos aspectos jugables o a los tiempos de carga, Moon Hunters es una propuesta interesante que nos llevará a un mundo de magia y misterio. Un título que parece mejor pensado para disfrutarlo con amigos en modo local o para sesiones de juego cortas. Sin duda, es un gran título, aunque podría haber dado más de sí.
Este análisis ha sido posible gracias a un código de descarga de Moon Hunters para Nintendo Switch cedido por Kitfox Games.
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