Madrid Gaming Experience 2017 – Lo que dio de sí la feria de videojuegos madrileña

Por segundo año consecutivo, IFEMA y GAME organizan Madrid Gaming Experience para cubrir el hueco dejado por AEVI (Asociación Española de Videojuegos) al trasladar su evento anual a Barcelona. La cita tuvo lugar en los pabellones 8 y 10 del recinto ferial madrileño, del 27 al 29 de octubre, y recibió 104.000 visitantes, menos que el año pasado pero proporcionalmente mayor, ya que la anterior edición duró cinco días (ocupó el puente de Todos los Santos). Según la información oficial, fueron 193 los expositores de más de 60 marcas diferentes.

 

Los juegos de la feria

Las tres grandes compañías (Nintendo, Sony y Microsoft) se encontraron en Madrid Gaming Experience… aunque a medias. Microsoft, ausente de las dos ediciones de la feria barcelonesa, se mantiene fiel a la MGE, aunque la celebración de su evento particular, más privado y discreto, Xbox Fan Fest unas semanas atrás significa que pocos recursos dejaron para la feria de IFEMA. Xbox One X se mostraba por primera vez, junto a su título estrella, Forza Motorsport 7, pero poco más se podía ver en un stand muy poco llamativo. Sony, que en Barcelona ocupaba casi un pabellón entero con juegos en primicia como Battlefront II o Monster Hunter World (snif…) no fue a Madrid, a excepción de unas demos de prueba de PlayStation VR organizadas por GAME.

 

Por último, Nintendo sí participó (a diferencia de la edición anterior), con demos de Super Mario Odyssey, Doom y Skyrim como estrellas, además de casi todos los grandes lanzamientos de Nintendo Switch: Splatoon, ARMS, Mario Kart, FIFA, NBA, Pokkén, Fire Emblem Warriors… Una toma de contacto muy completa con la consola, pero que se dejaba SNES Mini y 3DS por el camino, así como el escenario y la decoración temática de cada juego que tan bien quedaron en Barcelona. La presencia de Switch era un imprescindible en un evento así, pero el stand deslució muchísimo en comparación, además de estar relegado a una esquina del pabellón. Algunxs valientes animaron un poco el sábado viniendo con traje de novia, pero difícilmente fue la concentración que Nintendo esperaba (por razones creo que obvias).

 

 

Fuera del stand de Nintendo, pudimos encontrar Mario + Rabbids Kingdom Battle (Rabbid Kong gigante incluido), y por primera vez jugables, Gear.Club Unlimited y el gran Flat Heroes. Pudimos charlar con los creadores de este minimalista y adictivo juego en la pasada edición, donde ya nos adelantaron que planeaban llevarlo a Switch… y un año después, estábamos jugándolo en la consola de Nintendo. Con decenas de frenéticos niveles y modos competitivos, se presenta como una de las propuestas en multijugador local para cuatro más divertidas, que podremos disfrutar el año que viene.

 

Mucho más que videojuegos

Otras propuestas de la feria poco tenían que ver con los videojuegos: proyección del primer capítulo de Stranger Things 2 (junto con una experiencia de luces decorada con temática de la serie en uno de los stands más llamativos); maniquíes y Realidad Virtual de Liga de la Justicia, actividades con robots y drones por Robotrónica, proyección y charlas de anime, conciertos de K-pop… Al fin y al cabo, estos eventos son una celebración de cultura popular: videojuegos, cine, manga, cómics… No faltaron las retransmisiones de la ESL o los multitudinarios puestos de merchandising y consolas, juegos y curiosidades viejunas.

 

Con respecto a lo retro, había un buen número de puestos, tanto de juego como comerciales, para echar un buen rato, pero noté que un número menor respecto a años anteriores. Quizás fue la disposición de todos los stands (se dedicó un pabellón exclusivo a la zona retro y manga que solo se llenó la mitad, y en general todo estaba un poco caótico), quizás fue el recuerdo reciente del mucho mayor Retro Barcelona… pero lo sentí mejor integrado la edición de 2016, más céntrico y amplio. Completaban la experiencia una exposición homenaje a Alfonso Azpiri y un buen programa de conferencias.

 

 

 

Conclusión

Madrid Gaming Experience surgió para llenar el hueco que dejó AEVI al trasladar su principal evento (Madrid Games Week) a Barcelona. Por segundo año, los madrileños no nos quedamos huérfanos de una gran convención anual de videojuegos, y eso es algo a agradecer. Dicho esto, el evento sigue arrastrando una seria de carencias que no se ven respondidas en su precio (idéntico al de Barcelona: 16 euros en taquilla, 12 si es a través de GAME, ambas con 3 euros de descuento para la tienda). No faltó nada en la lista: juegos grandes (como Mario), juegos pequeños, talento local (como Flat Heroes), eSports, Realidad Virtual, mercadillo, retro y cultura videojueguil… pero a una escala bastante menor, y algo falto de «glamour».

 

Galería de fotos Madrid Gaming Experience 2017