Si eres un veterano en esto de los videojuegos, el nombre de Team17 sonarte, ha de sonarte, o en su defecto Worms, su mayor éxito en los años 90, el título por el que el estudio británico fue mundialmente conocido, y del que hemos visto infinidad de versiones desde que fuera lanzado. Y no solo versiones, sino plataformas, pues raro es el sistema que se ha quedado sin su correspondiente ración de gusanos. O no tan raro, pues Wii U o Nintendo 3DS no han visto oportunidad de acoger a estos simpáticos y guerrilleros personajes. Durante todos estos años, la premisa (casi) siempre ha sido la misma: enfrentar a dos o varios bandos de lombrices, en batallas armamentísticas a muerte en las que se declara ganador el equipo que quede en pie. Eso, y el humor, algo que jamás ha faltado a la cita.
El caso es que con Worms, desde aquellos tiempos en los que sus protagonistas eran personajes de apenas unos píxeles, y aún así caracterizados y super divertidos, se ha intentado reinventar la fórmula para ofrecer algo nuevo con cada entrega, en algunas ocasiones alejándose de lo que lo hacía tan divertido… la sencillez. Y con esto no nos referimos a que su sistema de juego sencillo, pues a medida que ibas avanzando ganabas en precisión a la hora de utilizar armas, terreno, o incluso condiciones climatológicas (básicamente, el viento). Pero algo fallaba. Y así llegó 2016, cuando Worms W.M.D llegó al mercado prometiendo rescatar de los orígenes aquello que lo hacían tan divertido. Con un año de diferencia, a día de hoy los gusanos llegan a Nintendo Switch, y francamente, el resultado nos ha sorprendido para bien.
Planteando Worms W.M.D
El planteamiento de Worms W.M.D es muy directo. Sus protagonistas están en guerra, ¿por qué? ¿Quién necesita saberlo? Lo único que importa es ganar cada uno de los desafíos que se nos plantean a través de diversos modos de juego. Por un lado, tenemos un entrenamiento muy completo que nos instruirá en el uso de diversas armas, vehículos y gadgets a través de una veintena de misiones, donde podemos desafiarnos a la hora de superar nuestros tiempos. Si estas pruebas de campo te dejaran con dudas, tenemos un menú de ayuda super completo y detallado que te hará todo un experto en materia. Ciertamente, es algo de agradecer, en un tiempo en el que no sabemos dónde han ido a parar los manuales… físicos o digitales, en muchos casos no tenemos acceso a estos.
Dejando atrás todo lo que un novato tiene que saber de Worms W.M.D, el modo para un jugador de este título cuenta también con una desafiante campaña compuesta de 30 misiones, con descripciones que nos ponen en escena sobre cada situación. Para completar cada nivel tenemos que cumplir un objetivo principal, mientras que también tenemos otros objetivos secundarios que nos animan a intentarlo de nuevo. Y ahí no acaban los retos, pues un modo desafío, que nos obsequia con personalizaciones especiales para nuestros gusanos (ya numerosas de por sí), también está disponible, pero no accesible desde un principio. Hay un total de 10 misiones de desafío, para desbloquear cada una de ellas tendrás que encontrar carteles de «Se Busca» repartidos por todo el modo campaña, y una vez en ellas, la gracia está en tener que derrotar al gusano de turno haciendo uso de armas y vehículos de formas únicas. Por si esto fuera poco, el modo para un jugador tiene dos modos extra con retos específicos por superar. Buen ejemplo es el primero de ellos, que nos sitúa en una situación bastante peliaguda, con nuestro equipo en una playa (a modo homenaje del famoso Desembarco de Normandía), armados solo de granadas, mientras que el enemigo se esconde tras la seguridad de una colina, salpicada de búnkers, y con algún que otro túnel por el que podremos escabullirnos.
En definitiva, como lobos solitarios, si te gusta la estrategia por turnos que plantea Worms W.M.D, y eres un lobo solitario, vas a estar entretenido un tiempo. Pero lo que gusta de esta serie es enfrentarnos a jugadores reales, tanto en local, como vía Internet. ¡Repasemos estos modos!
Modo multijugador altamente configurable
Worms W.M.D te permite jugar hasta seis jugadores en una consola, ya sea por mandos por separado (lo más recomendable, si puede ser), como con un mando por participante. Fuera de este modo local, podemos jugar de forma inalámbrica con otro poseedor de este videojuego y Nintendo Switch, o bien en modo online. Una vez conectado a la red de redes, podemos optar por participar en «partidas igualadas» de 1 contra 1, con posibilidad de ir aumentando de rango. En el apartado de «partidas no igualadas» podremos acceder a enfrentamientos rápidos contra jugadores al azar, buscar partidas echando un ojo a las reglas de estas, o bien crear una partida a la que podrán unirse otros jugadores. Y no, no hay opción para buscar amigos, o para crear una partida privada, como sí se puede hacer en otras versiones para otros sistemas.
La gracia del modo multijugador está en el alto nivel de personalización que tenemos para las batallas; podemos seleccionar un conjunto de variadas reglas y personalizarlas con parámetros de todo tipo; ajustar varias cuestiones relacionadas con el tiempo, poner límites en los objetos, configurar el ratio en el que aparecen cajas, ajustar las armas que aparecen, el tiempo en el que aparecen, el número de usos, configurar la fabricación de armas… Hay tantas y tantas opciones, como para encontrar varias formas de juego perfectas o la mar de divertidas. ¿Y lo bueno? Puedes crear nuevos conjuntos de reglas y guardarlos para ser cargados cuando quieras, como también puedes personalizar varios equipos, desde el nombre de cada uno de los integrantes del pelotón gusanil, como su aspecto (con un gran número de variables, incluidas dedicadas a juegos indie como Yooka-Laylee, The Escapist o Goat Simulator), baile de victoria, voces en diversos idiomas (incluido el español) con una colección de frases o coletillas la mar de divertidas, incluso la fanrarria con diversas melodías, incluidos himnos de diversos países.
Team17 sabe lo que se hace en lo artístico
La personalización gráfica de Worms W.M.D nos deja un grato sabor de boca, sobre todo por lo «simpaticón» que es todo. Estamos hablando de un juego bélico, que representa algunas de las situaciones más tristes de la humanidad. O más bien se burla y juega con ellas. No vamos a negar que de pequeños más de uno habrá jugado a las guerras con sus amigos, competir siempre ha sido algo divertido, y eso es lo que quiere representar el título de Team17, lo bien que puedes pasártelo jugando a la guerra. Como comentábamos al inicio, los personajes de los primeros estaban representados por unos pequeños conjuntos de píxeles la mar de graciosos. Hay que tener mucho arte para conseguir tal proeza. La evolución de la serie los ha dejado mejor o peor parados en algunos capítulos, y llegados a Worms W.M.D, podemos decir que gozan del aspecto que se merecen. Bien animados, simpáticos, con la capacidad de robarte una sonrisa. ¿Se puede pedir más? ¿Qué tal unos decorados a la altura? Su aspecto en general es de contraste entre elementos divertidos y la desoladora destrucción de un entorno que se ha visto envuelto en un conflicto bélico, con sirenas de fondo o música ambiental que ofrece un tono serio que le viene como anillo al dedo. Existe una variedad de escenarios temáticos, en los que podemos encontrar bellos castillos, entornos rurales, ciudades destruidas, algunos con pasadizos o túneles. La gracia es la generación automática de estos, como nos tiene acostumbrados esta serie desde sus inicios, aunque el modo campaña está compuesto de escenarios predeterminados.
En definitiva, el aspecto audiovisual está muy cuidado, se nota la buena mano de sus creadores en materia 2D, así como la elegante selección tanto de música, como de sonidos y voces, que redondean la experiencia. Si a algo le tendríamos que poner una pega, es al tamaño de la fuente; las letras en modo portátil son muy pequeñas, así como los iconos de las armas. En televisión, el «problema» es más o menos el mismo, con la ventaja de contar con una pantalla más grande.
¿Qué tal adaptado está a Nintendo Switch?
Cuando hablamos de un videojuego adaptado a Nintendo Switch, lo primero que nos viene a la cabeza es su portabilidad. Aquí es cuando alguien podría decir que para jugar a un juego de estrategia por turnos como el que nos ocupa, para eso tendríamos móviles o tablets, cuando resulta que Worms W.M.D no tiene versión para Android o iOS. ¿El motivo? Quizás lo necesarios que son los controles físicos. Jugar con ratón y teclado, bien seguro debe ser una delicia, pero manejar el resto por medio de controles táctiles sería un calvario. Esto, por otra parte, quiere decir que no hay posibilidades táctiles en este juego, ni a la hora de manejarte por los menús (a excepción del menú para introducir texto con el que nombrar personajes, equipos o conjuntos de reglas), ni en el propio juego en sí, pero tampoco es algo que vayas a echar de menos, salvo en los menús, donde en alguna ocasión se te escapará el dedo a la pantalla de Nintendo Switch.
Por otro lado, tenemos que se permite jugar hasta a seis participantes en la misma consola, compartiendo controles, o acoplando mandos. Incluso permite jugar con un solo Joy-Con por jugador, o juego inalámbrico entre varias Nintendo Switch… aunque, por otro lado, en esta versión nos han dejado un online sin posibilidad de jugar con amigos o crear partidas privadas. Tan solo nos quedaría hablar de la Vibración HD, para decir que poco se ha utilizado, ni esperes soporte amiibo o cosas por el estilo. Adaptar el tamaño del texto, o iconos, para la versión portátil no habría estado demás. Es decir, poco más que «hacerlo funcionar correctamente en Nintendo Switch» es el objetivo que parece haberse planteado para esta versión… si no tenemos en cuenta algunos contenidos que llegan en exclusiva temporal a la consola de la Gran N; un escenario espacial llamado «Agujero de gusano», fuertes en árboles y champiñones, tres nuevos gorros y lápidas que, como decimos, llegan en un principio a Nintendo Switch, y probablemente más tarde al resto de sistemas.
Conclusión
Hace ya más de un año, cuando Worms W.M.D llegó a diversas plataformas, ya era un videojuego más que notable. Entonces no pudo llegar a Nintendo Switch, simplemente porque la consola no estaba en el mercado. Hay quienes dicen que más vale tarde que nunca; el problema es cuando llegas tarde y te olvidas algo por el camino. En este caso, la posibilidad de jugar con amigos, o crear salas privadas, es algo que nos encantaría ver como una opción incluida en una futura actualización (como ha sucedido ya con diversos juegos de Nintendo Switch), por lo que no haremos que esto le afecte a la nota, pero no dejaremos de recalcar lo poco que nos ha gustado este detalle.
Después de todo, continúa ofreciendo la misma diversión, entretenimiento y locura (ojo con los burros voladores) que en otras plataformas, ya sea en solitario, mutijugador local, como online (con desconocidos). La serie se ha saltado una generación de sistemas Nintendo, regresando con la fuerza y encanto de los primeros títulos, cargado de novedades y personalización. En pocas palabras, si echabas de menos las guerras de gusanos por turnos, Worms W.M.D va a dejarte bien saciado.
Hemos realizado el análisis de Worms W.M.D para Nintendo Switch gracias a una copia digital proporcionada por Team17
Debe estar conectado para enviar un comentario.