Dicen que no se puede tener todo, en el mundo de los videojuegos muchas veces es cierto. Si encuentras un título con una gran jugabilidad, puede que otros apartados del mismo flaqueen. Encontrar una experiencia perfecta es muy complicado. En mi caso, hace tiempo que no me enfrento a un videojuego que satisfaga mi «sed argumental», y es por ello que decidí embarcarme (nunca mejor dicho) en esta historia sobrenatural llamada Oxenfree, un título que llega a Nintendo Switch tras haber aparecido en multitud de plataformas desde enero de 2016, del que, sinceramente, desconocía su existencia; a partir de aquí te haré una recomendación, y es que deberías tratar conocer lo mínimo de esta aventura gráfica de Night School Studio para disfrutarla así al máximo.
En otras palabras, para de leer… En este análisis de la versión Nintendo Switch de Oxenfree vamos a tratar de realizar las menores revelaciones posibles, dado que se trata de una historia que debe ser descubierta a tu aire… sean cuales sean las consecuencias de tus actos. Incluso las imágenes que hemos capturado no muestran detalles de la trama.
Viajando a Edwards Island…
Oxenfree comienza como lo haría cualquier historia real de adolescentes. Amigos que se reúnen para irse de fiesta nocturna a una playa, a beber, reír, jugar a los típicos juegos para estas ocasiones, entre otras «tonterías – locuras» propias de estas edades. La diferencia es el escenario donde transcurren los hechos, Edwards Island, un lugar con un trágico pasado que tendremos que desgranar a medida que avancemos en la trama. La trama se tuerce pronto, llevándonos a una clásica historia de terror, enfrentándonos a fuerzas sobrenaturales que trataremos de comprender en nuestro avance. El secreto para hacerlo es una pequeña radio que lleva consigo Alex, protagonista a la que controlarás en todo momento, tanto por la isla, como en su toma de decisiones, verdadera salsa de Oxenfree.
Y es que estamos ante una historia con un gran número de posibilidades que nos permite construir la personalidad de Alex a medida que avanza la trama. Depende de tus respuestas, podría ocurrir una cosa u otra; no existen muchas variantes en la historia, pero sí en las relaciones entre los personajes y algunos acontecimientos que pueden desembocar en finales bastante sorprendentes. He disfrutado de esa variedad de posibilidades, tanto, que no he podido contenerme a terminar la historia una segunda vez, tomando otras decisiones y cambiando inesperadamente ciertas partes por completo… Todo dependerá de las relaciones entre Alex con el flipado de su amigo Ren, con su hermanastro Jonas, con Nona (pregúntale a Ren por qué vino esta noche), o la complicada Clarissa. Son personajes tan creíbles, e interactúas tanto con ellos, que la historia se vuelve creíble y es fácil empatizar con ellos.
Nos gustaría ahondar más en este apartado, pero supondría desgranar más de lo que deberíamos. Has de tener en cuenta que Oxenfree es puro argumento, es el apartado más importante de esta aventura gráfica. Hay mucho trabajo tras de él y ciertamente, nos ha encantado. Qué ha ocurrido u ocurrió es algo que te dejamos que descubras tú… ¿Por qué una radio? Todo tendrá sentido a medida que vayas avanzando. Tan solo añadir que no se trata de una experiencia extremadamente terrorífica, pero sí adolescente/adulta. Se tratan temas como alcohol, drogas, delincuencia juvenil… y por supuesto, la historia sobrenatural que atrapa a este grupo de jóvenes en la isla. En resumen; no vas a pasar miedo, o sí, dependiendo de lo sensible que seas.
El misterio está en los detalles
La aventura de Alex la lleva a recorrer todos los rincones de Edwards Island, una isla con signos de haber sido habitada hace muchos años, donde encontraremos casas, extrañas instalaciones, búnkers (amantes de LOST, bienvenidos seáis) o bellas montañas repletas de detalles. Mientras que el ambiente en todo momento es el ideal, Oxenfree no nos deja el control de la cámara en ningún momento, casi todo el tiempo te desplazarás de izquierda a derecha por caminos guiados admirando los diseños creados para este videojuego. En un principio puede ser sencillo en apariencia, pero gráficamente no hay nada que achacarle. Sí es cierto que nos encantaría ver a los personajes más de cerca, y lo mismo con algunos lugares; digamos que el apartado gráfico es algo secundario, pues la historia, los constantes diálogos y elecciones nos transportan a esa solitaria isla, consiguiendo meternos en la piel de los personajes. Así como un libro nos transporta a sus páginas, Oxenfree consigue meternos en la historia, completando con un apartado gráfico sencillo pero muy cuidado.
Todo lo que vemos está movido por el motor indie por excelencia, Unity. Cabe destacar que los tiempos de carga, sin ser eternos, en ocasiones pueden hacerse largos, algo inexplicable (no hay carga gráfica que lo justifique). En contados momentos notarás alguna pequeña parada de décimas de segundo, casi inapreciable, pero están ahí, y solo en una ocasión hemos podido vivir un «cuelgue» que nos obligó a reiniciar, pues Alex decidió dejar de hacer a los controles. Por supuesto, todo esto es posiblemente solucionable por medio de la correspondiente actualización, no obstante hay que recalcar que no ha afectado a nuestra experiencia.
En cuanto a lo sonoro, he de reconocer que nada más comenzar la aventura fui a las opciones de sonido para ver si había forma de aumentar el volumen de diálogos y reducir el de la música, para encontrar que no existe esta opción. Y es que al principio la música podría no agradar, o notar que está más alta de lo que debería, algo que te acostumbras a medida que vas avanzando. No estamos diciendo que su banda sonora sea mala, pues acompaña en cada escena, y ya no digamos el trabajo en cuanto a diálogos; absolutamente todas las conversaciones están dobladas al inglés de forma soberbia, con opción de subtítulos en español; aquí es donde tenemos que aplaudir el excelente trabajo de localización de los textos al castellano. Una sola pega para el que tenga que recurrir a leer: un tipo de fuente más grande habría sido más apropiado, sobre todo en modo portátil, quizás porque está pensado para no leer. De todas formas, terminas por acostumbrarte, pues no es la más pequeña de las fuentes que puedes encontrarte.
Sintonizando relaciones. Jugabilidad y duración
La mecánica de la radio se presenta como algo original. Moviendo el dial sintonizaremos frecuencias que nos revelarán pistas sobre lo sucedido, que nos explicarán para qué servían las instalaciones de la isla o… que desencadenarán terroríficas acciones con las citadas fuerzas sobrenaturales.
Mientras que la radio tiene gran peso en Oxenfree, la toma de decisiones es el corazón de la «jugabilidad». ¿Jugabilidad? Has de tener en cuenta que no estás ante el típico videojuego, sino una aventura para un solo jugador centrada en su argumento. No encontrarás batallas de ningún tipo, minijuegos / puzles (algunas pruebas no se pueden considerar como tales) o respuestas incorrectas que te lleven a terminar la partida antes de llegar a la conclusión. La historia manda, y tus decisiones también. Invita a ser rejugado porque nada más terminarlo se generan una serie de dudas a las que deseas dar respuesta. Esa segunda vez vas más al grano, y sabes qué responder… o no. Los tiempos para tomar la decisión sobre qué responder son muy limitados, a veces simplemente lo haces «con el corazón», porque es lo que responderías. Mucho tiempo no tienes para escoger respuesta, tal y como podría ocurrirte en una conversación real.
Según esas decisiones, ocurrirán ciertos acontecimientos entre los personajes, por lo que quedarás con la duda sobre «¿qué habría pasado si hubiera dicho X?» Dependiendo de tu curiosidad, dependerá las veces que quieras embarcarte en el ferri hacia esta inquietante isla. Porque sí, existen varios finales, algunos sorprendentes, que no te habrías imaginado… y también algún que otro «elemento coleccionable», aparte de las cartas que verás a continuación, algo que conoces de su existencia desde el inicio gracias al escueto menú de pausa. Si hablamos de tiempo, no es un título largo, pero sí muy complaciente. Las buenos relatos terminan cuando deben terminar, no se alargan en exceso. Oxenfree te ofrece la oportunidad de volver a vivir la historia con importantes matices que podrían cambiar los acontecimientos, algo que te fuerza encantado a rejugarlo solo por saciar tu curiosidad. Conmigo lo ha conseguido y no podría estar más satisfecho.
¿Qué hay de las funciones Nintendo Switch en Oxenfree?
Oxenfree ha pasado por móviles, tablets, consolas… y llega a Nintendo Switch, una plataforma que permite el control táctil o con mando. Es decir, puedes completar la aventura sin necesidad de pulsar los Joy-Con como las aventuras gráficas de antaño, al más puro estilo «point and click«, pero ya que están ahí, se hace más sencillo hacer uso de los botones o palancas de control. No hay muchas posibilidades de control, más allá de elegir entre táctil y con mando. Utilizando los Joy-Con, con el analógico del izquierdo te mueves, mientras que en el mando derecho utilizarás el botón B para realizar acciones, el R para abrir la radio y la palanca analógica para sintonizar frecuencias. Es más rápido buscarlas con la palanca, pero más preciso con el control táctil.
También encontrarás un sutil uso de la vibración HD, en la búsqueda de frecuencias, o en algunos momentos. ¿Y qué hay de los modos portátil o TV? Lo único que notarás en uno u otro, es el tamaño de la pantalla. Se agradece poder llevarte esta experiencia a cualquier parte. ¿Te imaginas jugar a un videojuego de terror en un lugar… terrorífico? Aquí tienes la oportunidad. Dada la naturaleza portátil, se agradecería la posibilidad de guardar partida cuando quisieras, algo que no podrás hacer, a no ser que cambies vayas a otro lugar de la isla.
Conclusión: Oxenfree, una aventura de terror que no deberías perderte
Cuando vas a enfrentarte a una experiencia en la que su argumento es la clave, lo mejor es conocer lo menos posible. Ni una sola imagen vio un servidor de Oxenfree hasta el momento en el que me vi en el ferri camino a Edwards Island. Es fácil encariñarte poco a poco con los protagonistas, o pillarle manía a alguno que otro. Dependiendo de cómo te relaciones con ellos, asumiendo el papel de la joven Alex, pasará una u otra cosa entre ellos. El argumento, trama principal, o lo que tienes que hacer para llegar al final, no variará según tus respuestas, pero sí otros acontecimientos que ocurren constantemente. Tener el poder de decidir las respuestas en cada momento, es una gozada, sumado al excelente trabajo de localización de textos al español. A grandes rasgos, Oxenfree podría definirse como la típica historia de terror adolescente, pero va más allá gracias a ese poder que se le da al jugador, casi como si un libro de «Elige tu propia aventura» se tratara.
Hay mucho que descubrir, una trama muy interesante que te atrapará si te intrigan los misterios que esconde. La duración del título se puede medir en unas pocas horas la primera vez que te enfrentas a él… la primera vez. Dependerá precisamente de lo que llegue a engancharte su historia para que desees enfrentarte «otra vez» a ella. ¿Otra vez? Sorpresas se esconden si decides emprender de nuevo el viaje, y podemos asegurar que merece la pena, incluso finales que te agradarán más que otros. En lo personal, he disfrutado de principio a fin dos veces seguidas, y no soy de «rejugar» títulos de este tipo. ¿Y sabes qué? En breve voy a por la tercera…
Hemos realizado el análisis de Oxenfree gracias a una copia proporcionada por Night School Studio
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