La cuenta atrás para poder degustar las mieles de Monster Hunter Stories, el spin off de la famosa saga de Capcom, ha comenzado su recta final, y escasas semanas nos separan de esta aventura que cuenta tanto con detractores como auténticos enamorados deseosos de poder degustar algo más allá de lo que podemos ver en la demo. Pero, ¿qué nos ofrece el comienzo del título? Vamos a verlo en detalle.
De Riders y Monsties
Ya desde que encendemos la pantalla de nuestra 3DS podemos notar el cambio de estilo de esta entrega, con un vídeo de introducción que centra su importancia en la recogida de huevos, punto clave del título, y algunos de los personajes principales del mismo, pudiendo notar el ahínco que quieren dejar en lo referente al vínculo entre Rider y Monstie. Entrando ya en el juego, las primeras horas nos trasladan básicamente a los primeros pasos de la demo, por lo que si le habéis dado caña a esta podréis empezar desde el último punto de guardado en el que lo dejasteis.
Pero vayamos al quid de la cuestión, a lo que nos ofrece Monster Hunter Stories en sí desde un primer momento y las expectativas que genera (ya de por sí bastante altas, en mi caso). Comenzamos ya directamente en la historia, concretamente en la búsqueda de un huevo junto a tus dos amigos. Podemos notar ese cambio estético al que aludimos desde el principio; «pero es que eso ya lo sabemos», sí, bueno, pero hay que remarcarlo, pues difiere mucho con el que nos tienen acostumbrados los chicos de Capcom.
Los personajes cuentan con un grado de detalle muy alto, se ve que los han querido tratar con mimo, y no notamos en las expresiones de estos esos molestos píxeles de los que hacen gala, por ejemplo, los últimos títulos de Pokémon. Pero este grado de detalle tiene su parte negativa, y es que la capacidad de 3DS no hubiera podido mover un título que destilara ese nivel en cada elemento, por lo que nos ha apenado ver como, fuera de estos detallados personajes, el entorno palidece bastante. Banderas que ondean en 2D de una forma bastante ridícula, cuerdas planas, ralentizaciones, monstruos que se «deslizan» cuando los observamos de lejos… recordando en ocasiones a los elementos decorativos de los títulos de PSP.
Alma de Monster Hunter
Aunque no por ello resulta menos interesante, puesto que si por algo llama la saga Monster Hunter es por los monstruos y la capacidad de crear nuestras propias armas y armaduras, modificando el aspecto y habilidades de nuestro personaje. Esto se mantiene, por supuesto, aunque de un modo que nos convence a medias. Por su parte, para obtener monstruos tenemos que acudir a sus guaridas y allí tomar prestado amablemente un huevo del nido, llevarlo a uno de los establos y darle golpecitos en la táctil hasta que se abra, pudiendo obtener mejoras extras, como más PV o defensa. «Oh, que interesante, nos gusta eso», sí, eso puedes pensar, pero cuando te salen diez Aptonoth seguidos, cuando tú lo que buscabas es un Yian Kut-Ku azul, la cara se te cambia; aunque seguramente esta morralla se pueda usar más adelante para la genética de monstruos, algo que sin duda pinta la mar de curioso, pudiendo ser una de las piezas clave del éxito en nuestra partida.
Por su parte, el sistema de mejoras de armas y armaduras se equipara con el visto en Monster Hunter Generations. Podemos usar elementos diferentes de un monstruo para ello, sin la necesidad de uno concreto. Los más raros tendrán más valor y necesitaremos menos de ellos, pero ya está. Lo cierto es que es muy sencillo y anima a derrotar a varios monstruos para mejorarlas.
El sistema de juego, mientras tanto, cambia radicalmente nuestra visión de este mundo. Contamos, pues, con un sistema de acción por turnos, en el que lucharemos al lado de nuestro Monstie, y atacaremos en base a un triángulo de movimientos: Potente>Técnico>Ágil, que aunque en un principio nos puede resultar curioso y sencillo, más si nos aprendemos la tendencia de ataque de los monstruos, cuenta con un excesivo grado de suerte para su correcta consecución, cosa que se agrava al no poder elegir todo el tiempo los movimientos de nuestro Monstie. Para poder lograr esto, tendremos que usar nuestro medidor de vínculo, de igual forma que para usar las habilidades de nuestro personaje. Este indicador, al rellenarse completamente, nos permite subirnos a nuestra montura (con un recobro de vida en función a nuestra vitalidad) y atacar conjuntamente, pudiendo además realizar un devastador ataque final que consiga incluso cancelar el ataque enemigo si somos más rápidos que él.
Lo cierto es que este sistema nos gusta bastante salvo por ese mencionado factor suerte, que si bien no parece dar problemas en el juego, en los combates multijugador puede ser un auténtico problema al no poder crear una estrategia clara. Será cosa de probar y ver cómo se codifican los Monsties disponibles conforme se avance en la historia, de la que no esperamos mucho como tal, debido al público al que está enfocado el juego; y lo ya mostrado nos presenta básicamente a los típicos personajes arquetipo. Quedará esperar si la inclusión de secundarios o la aparición de cazadores sabe darle el punto de inflexión a la vida de los Riders.
Monster Hunter Stories promete
Pese a ello, estas primeras horas de Monster Hunter Stories han sido de lo más satisfactorias, sumergiéndonos en el mundo de Monster Hunter pero desde un punto de vista totalmente diferente, con elementos propios de la saga que por un lado llamarán la atención de los nuevos jugadores, como atraerán a los antiguos que sepan ver y aceptar las diferencias con la saga principal. ¡Esperemos que mantenga este ritmo hasta su consecución final!
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