Como bien sabréis a estas alturas, Splatoon 2 está colándonos todo un prólogo de su historia a través de dos de las figuras más famosas de la primera entrega. El Mundo de las Calamarciñas, una especie de novela que narra lo sucedido entre el primer videojuego, para Wii U, y el que llega este verano a Nintendo Switch; estrena un nuevo episodio en el que Mar y Tina parecen volver a estrechar lazos en esa estresante vida de artistas que llevan.
Splatoon 2: Mundo de las Calamarciñas – Capítulo 3
Un día libre y una búsqueda. No queremos adelantar más para que descubráis vosotros mismos qué ocurre en este capítulo de la historia de Mar y Tina. Así que, ¡que lo disfrutéis!
«Un día, Mar se despertó con una llamada en su teléfono, era su mánager. La sesión de grabación que tenía planeada para ese día había sido atrasada para facilitar las cosas a otro artista. Mar se sintió algo apenada por este corte inesperado, pero se decidió a aprovecharlo al máximo.
Mirando por el apartamento, no vio señal alguna de Tina, cosa que era extraña, estaba segura de que también tenía el día libre. Acababan de pasar las 8 de la mañana, demasiado temprano para que Tina se fuera de compras. Mar decidió vestirse y salir a buscar a su compañera de piso. Pensándolo un poco, Tina parecía algo cabizbaja últimamente, como si hubiera algo en lo que no pudiera dejar de pensar.
Quizás estaba cansada de trabajar tan duro. O quizás había algo que la preocupaba.
‘Pero preocuparme por ella todo el día no arreglará nada’, pensó Mar.
El trabajo apenas le había dejado tiempo para respirar últimamente, se sentía un poco perdida. Se aclaró un poco y decidió encontrar a Tina para invitarla a salir y aprovechar el día para relajarse.
Mar encontró a Tina en una cafetería con Crusty Sean. Estaban sentados en una mesa, charlando. Puede que fuera porque sus ciudades de origen eran cercanas, pero Mar y Tina siempre habían tenido facilidad a la hora de hablar con Sean. Tina había sido algo más vergonzosa cuando llegaron a la ciudad, después de todo. Mar no podía recordar la última vez que había visto a Tina hablar tan alegremente con alguien que no fuera ella, y no quería estropearle la diversión. Decidió volver al apartamento sola.
Mar estaba haciendo el desayuno cuando Tina llegó a casa. Tina parecía sorprendida por ver a Mar despierta, pero se alegró de ver a su amiga.
‘¡Buenos días!’
‘¡Buenos días!’
La vieja Tina de siempre, pensó Mar. Mientras comían, la invitó a ir de compras, y ella aceptó encantada.»
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